Diálogos
'Diálogos Fotográficos Imposibles' es la obra más destacada de Gorka Zumeta. Combina perfectamente su pasión por la fotografía y su profesión periodística, pues en realidad se trata de una relación de 50 entrevistas imposibles con las figuras más destacadas de la historia de la fotografía.
A continuación el lector puede escuchar la presentación del libro en la FNAC Callao de Madrid, a cargo de Iñaki Gabilondo, Alberto Martín y Manuel Falces, además del propio autor, Gorka Zumeta. Fue el 28 de febrero de 1997:
Dedicatoria A mis padres y amigos de la Sociedad Fotográfica de Guipúzcoa.
Descripción A continuación se recoge diversa información sobre esta obra:
A continuación el lector puede escuchar la presentación del libro en la FNAC Callao de Madrid, a cargo de Iñaki Gabilondo, Alberto Martín y Manuel Falces, además del propio autor, Gorka Zumeta. Fue el 28 de febrero de 1997:
Dedicatoria A mis padres y amigos de la Sociedad Fotográfica de Guipúzcoa.
Descripción A continuación se recoge diversa información sobre esta obra:
Son cincuenta autores fundamentales en la historia de la fotografía. Todos charlaron con Gorka ZUMETA. Estos DIALOGOS FOTOGRAFICOS IMPOSIBLES permiten conocer de primera mano, gracias a la máquina del tiempo de H.G.Wells, la historia de la fotografía, de una forma divertida y rigurosa a un tiempo.
El lector se sorprenderá con algunos episodios. Conocerá que el nacimiento del color fue posible gracias a la patata ; que Muybridge mató al amante de su mujer y por eso se vio obligado a exiliarse y a retrasar sus investigaciones sobre la fotografía del movimiento ; que el diputado francés Arago engañó a Bayard para favorecer a Daguerre ; que Niépce era una persona pusilánime ; que Nadar iba para médico ; que Eastman -el propulsor del gigante amarillo KODAK- era un aburrido y gris empleado de banca hasta que decidió cambiar de oficio; que Eugene Smith destrozó su vida y la de su familia por la fotografía y el alcohol ; que Capa fotografió cinco guerras en dieciocho años y murió en la última ; que Julia Margaret Cameron sobornaba a sus modelos con baratijas de la India ; que Disdéri llegó muy pronto a la cumbre, pero se estrelló sin remedio ; que Atget fotografió para comer ; que Ramón y Cajal hubiera sido el Eastman español, porque llegó a fabricar -y a poner a la venta- sus propias placas fotográficas ; que Dalí, además de ser un pintor genial, también se sirvió de la fotografía para expresarse, al igual que Picasso; que la guerra civil destrozó la vida de un camillero de Ordizia que trabajó en la vanguardia, Nicolás Lekuona ; que Stieglitz logró para la fotografía la consideración artística que merecía o que Adams no estaba obsesionado por la técnica. El autor dialoga directamente con cada uno de los fotógrafos que han hecho evolucionar este arte -todavía- tan joven.
El lector se sorprenderá con algunos episodios. Conocerá que el nacimiento del color fue posible gracias a la patata ; que Muybridge mató al amante de su mujer y por eso se vio obligado a exiliarse y a retrasar sus investigaciones sobre la fotografía del movimiento ; que el diputado francés Arago engañó a Bayard para favorecer a Daguerre ; que Niépce era una persona pusilánime ; que Nadar iba para médico ; que Eastman -el propulsor del gigante amarillo KODAK- era un aburrido y gris empleado de banca hasta que decidió cambiar de oficio; que Eugene Smith destrozó su vida y la de su familia por la fotografía y el alcohol ; que Capa fotografió cinco guerras en dieciocho años y murió en la última ; que Julia Margaret Cameron sobornaba a sus modelos con baratijas de la India ; que Disdéri llegó muy pronto a la cumbre, pero se estrelló sin remedio ; que Atget fotografió para comer ; que Ramón y Cajal hubiera sido el Eastman español, porque llegó a fabricar -y a poner a la venta- sus propias placas fotográficas ; que Dalí, además de ser un pintor genial, también se sirvió de la fotografía para expresarse, al igual que Picasso; que la guerra civil destrozó la vida de un camillero de Ordizia que trabajó en la vanguardia, Nicolás Lekuona ; que Stieglitz logró para la fotografía la consideración artística que merecía o que Adams no estaba obsesionado por la técnica. El autor dialoga directamente con cada uno de los fotógrafos que han hecho evolucionar este arte -todavía- tan joven.
Los padrinos dijeron...
EL PAÍS, Andalucía
-"Gorka Zumeta ha atinado en la fórmula idónea para conjugar el valor pedagógico, el rigor científico y el entretenimiento"
Críticas y comentarios
El efecto nada tiene que ver. La narración tradicional, con mayor o menor fortuna literaria y acierto en los contenidos, no logra trasladar la fuerza y el carácter del entrevistado, marcadamente pusilánime en el caso de Niépce. El lector se acerca con otra actitud, más ávida, a una entrevista que a un sesudo libro de historia. Y el efecto es el mismo: el traslado de la información. Con DFI el lector obtiene una visión general de la historia de la fotografía y al mismo tiempo una visión particular aportada por cada uno de sus protagonistas.
Fotógrafa
· “ Gorka Zumeta ha resucitado la historia”
· “ Son entrevistas entretenidas, simpáticas, dicharacheras”
· “Tienen muchas lecturas: todas son diferentes entre sí, no se repiten, abren debates profundos y plantean reflexiones siempre positivas”.
Periodista
· “Aquí hay mucha investigación”
· “Este libro me parece que les va a encantar a los aficionados a la fotografía, a los aficionados al periodismo y a los que tienen una curiosidad universal y un afán de saber y de aprender”
· “Gorka Zumeta es un aficionado que se ha lanzado, enamorado, a la búsqueda de las huellas de los grandes maestros de la fotografía”
Fotógrafo y ex Director Centro Andaluz de la Fotografía
- “Tenemos un libro que nos trae la frescura de quien, desde el rigor del conocimiento, nos hace un regalo de todo un repertorio de fantasías animadas de ayer y de hoy”
· “Desde una precisa ficción histórica Gorka Zumeta crea una suerte de realismo mágico que recicla bellamente situaciones, diálogos, tensiones…”
Editor revista ‘Papel Alpha’-Salamanca
· “Lo que ha conseguido Gorka Zumeta es trazar una metáfora fotográfica en escritura”
· “Es apasionante, tanto para el que se inicia, como para el que ya conoce la historia de la fotografía”
El País |
EL PAÍS, Andalucía
-"Gorka Zumeta ha atinado en la fórmula idónea para conjugar el valor pedagógico, el rigor científico y el entretenimiento"
Críticas y comentarios
Segunda edición |
1 "No es exactamente una historia de la fotografía, ni mucho menos, pero en las páginas de este libro se recorren de una manera muy peculiar los desafíos de un puñado de fotógrafos, 51 en total, que sintetizan, desde sus particulares peripecias, las múltiples maneras de entender lo que se puede hacer con una cámara. Gorka Zumeta ha entrevistado a estos fotógrafos, ha inventado esas conversaciones imposibles para contar de otra manera cuáles fueron sus obsesiones y su manera de entender sus trabajos. "Sólo se puede fotografiar bien aquello en lo que se está verdaderamente involucrado", le cuenta Dorothea Lange. Paul Strand le dice que "la objetividad es la verdadera esencia de la fotografía", y su limitación. Y así, de Nadar a Mapplethorpe, de Stieglitz a Rodchenko, y con un lenguaje desenfadado, se recorre la apasionante historia de la fotografía". EL PAÍS. 'Babelia'. 19 febrero 2001.
2 "Imagínate que hoy en día un periodista entrevistase a personajes tan relevantes en la historia de la fotografía como Niépce, Daguerre, Nadar, Eugene Smith, Robert Capa, Stieglitz o Disdéri y les preguntara por los asuntos más curiosos y controvertidos de sus biografías sacando sus peores trapos sucios e incluso les explicara la trascendencia que sus descubrimientos y sus fotografías tendrán en el futuro. Pues de eso trata “Diálogos fotográficos imposibles” de Gorka Zumeta, un libro que trata la historia de la fotografía de una forma muy amena y entretenida como si de una novela se tratase a base de entrevistas imaginarias a los personajes más importantes del medio fotográfico. No es ni mucho menos un libro espeso sobre historia aunque bajo su formato original de entrevistas inventadas hay un trabajo riguroso que hace del libro una buena herramienta de aprendizaje. Por lo tanto es un libro para todos los públicos que puede ser tanto un buen auto-regalo si quieres saber algo más sobre fotografía, como usarlo como “trampolín” para pasar luego a cosas más serias o incluso para regalárselo a tu compañer@ para que pueda comprender un poco mejor tu locura por la fotografía". Carlos Pablo. Foto36.com
3 Gracias a la máquina del tiempo de H.G.Wells, el autor entrevista a unos 50 fotógrafos de todos los tiempos. De Niepce a Robert Mappelthrope, pasando por Capa, Muybridge, Adams o por las aventuras fotográficas de Dalí o Ramon y Cajal. El rigor en las entrevistas es bastante grande, aunque con 50 entrevistas en 423 paginas, no da para que se extienda mucho y a veces se echa en falta más contenido. Sin embargo garantizo que para gente que le guste la historia de la fotografía resulta apasionante. En fin, a mí me parece una maravilla. Manuel Fidalgo. Santiago de Compostela. FotoRed.
4 En este trabajo se reúnen los autores fundamentales en la historia de la fotografía. A través de estos diálogos imposibles se hacen presentes su historia, sus orígenes más remotos, los cambios tecnológicos, el acercamiento de grandes pintores hacia el arte fotográfico, pequeñas biografías de sus más destacados protagonistas. Se trata de cincuenta entrevistas imposibles (ya que en realidad nunca existieron), donde el autor juega con el tiempo, lo manipula al mismo tiempo que se sirve de la historia y de la rigurosidad de los datos que presenta. Las situaciones en las que se desarrolla la narración son imaginarias pero su contenido forma parte de la evolución del arte fotográfico. Librería Prometeo. Argentina.
La entrevista de ficción, un género por descubrir
por Gorka Zumeta
La dificultad intrínseca de la entrevista reside en saber extraer del entrevistado lo esencial de sus manifestaciones. Y lo más interesante para el lector. Desarrollar una entrevista requiere una sólida preparación previa sobre el tema objeto de conversación o la persona a entrevistar. Entrevistador y entrevistado no pueden enfrentarse desde la improvisación. Y un mal periodista se descubre enseguida. Y pierde sus armas. Documentación y educación son dos elementos clave para obtener una buena entrevista.
Sin embargo, pese a la dificultad del género literario de la entrevista, pese a su indudable riesgo de caminar cerca del precipicio, finalmente, con la entrevista sobre la mesa, el resultado es de lo más reconocido y celebrado. La entrevista establece una mayor complicidad que otros géneros con el lector. Si el texto refleja fielmente las palabras de un personaje interesante y está bien escrito, el lector se sentirá atraído por el personaje y sus declaraciones y las leerá con interés y fruición.
H.G. Wells |
DFI se plantea el reciclado de la historia de la fotografía a través de una cincuentena de falsas entrevistas a las personalidades más destacadas que la han hecho evolucionar. Pero deliberadamente se ha prescindido del género tradicional narrativo para abordarla. No persigue analizar la historia de la fotografía. Pretende simplemente, que no es poco, INTERESAR al lector y hacer que los protagonistas cuenten sus hitos por sí mismos. Es una historia en primera persona, contada por sus protagonistas. En todo momento se ha respetado escrupulosamente la fidelidad de los hechos. La única licencia creativa del autor ha sido servirse de la hipotética máquina del tiempo de Herbert George Wells y viajar a través de ella para entrevistar a los fotógrafos más importantes de la historia de esta expresión artística, desde Niépce a Mapplethorpe.
En las próximas líneas proponemos un ejercicio práctico que apoyará la tesis que mantenemos. Observe el lector la diferencia de percepción entre los dos textos que recogemos: ambos comunican exactamente lo mismo, pero la forma es radicalmente diferente:
Niépce |
Nicéphore Niépce fue el verdadero padre de la fotografía, pero la habilidad –y hasta las malas artes, por qué no reconocerlo- de un feriante llamado Louis Jacques Daguerre consiguieron embaucarle y, finalmente, robarle esa paternidad en el escaparate de la historia.
Sin embargo, lo que propone DFI es lo siguiente:
-Niépce: A los tres años exactamente, caballero. La litografía no me convencía, así que busqué otros procedimientos. Hallé pronto que las planchas de estaño, el peltre, e incluso el papel y el cristal eran mucho más eficaces para mis propósitos que la litografía. Y he de decirle, señor, que -para mi satisfacción- en muy poco tiempo logré fijar imágenes sobre papel.
-Entrevistador: ¡Eso, eso exactamente es lo que en mi tiempo se llama 'fotografía'!
-N: Así que aquel juego mío, ahora es una técnica de provecho...
-E: Y no sólo una técnica, también un arte.
-N: ¿Un arte?
-E: Sí, en mi tiempo son miles los hombres que viven de lo que usted inventó, señor Niépce.
-N: ¡De lo que inventé y luego me robaron vilmente!
-E: ¿Se refiere usted a Daguerre, aquel dandi vascofrancés?
-N: ¡Sí! ¡Ladrón! ¡Cada vez que lo recuerdo se me revuelven las entrañas!
P.R. Picasso |
Otro ejemplo similar nos lo brinda un personaje singular, un genio, así clasificado por multitud de críticos e historiadores, llamado Pablo Ruiz Picasso, quien también practicó la fotografía con altos niveles de autoexigencia. Sin embargo, su obra pictórica y escultórica eclipsó su aportación fotográfica:
Pablo Ruiz Picasso también se sirvió de la fotografía para expresar su natural y portentosa creatividad. Desde muy joven se sintió atraído por ella y asumió esta expresión artística con seriedad. Llegó a obtener una obra fotográfica destacada que, de no ser por la enorme repercusión artística de su obra pictórica y escultórica, hubiera destacado por sí misma. Y han sido muy pocos los que se han interesado por ella.
Esta misma información DFI la recoge de la siguiente manera:
-Pablo Ruiz Picasso: ¿Ha venido a preguntarme por mi obra pictórica?
-Entrevistador: Pues verá usted: no.
-P: ¿No?
-E: A mí me interesa su obra fotográfica.
-P: ¿Sólo?
-E: Es que trabajo en un libro de fotografía, no de pintura. ¿Le parece mal?
-P: No. Hasta ahora no ha habido nadie que me entrevistara solamente por mi obra fotográfica.
-E: Alguien tenía que ser el primero. Me ha tocado ese honor.
-P: ¿Qué quiere saber?
-E: Todo lo que usted quiera contarme, don Pablo.
-P: ¿Por dónde empezamos?
-E: ¡Tengo tantas preguntas…! ¿Por qué no se ha conservado su material fotográfico? Sus herederos no tienen máquinas, los museos no tienen recibos de compra de nada…
-P: No lo sé. Lo cierto es que yo llegué a trabajar muy en serio en el mundo de la fotografía. Y hasta revelaba yo mismo mis imágenes.
-E: ¿Qué cámara tenía?
-P: Una de estas… ¿cómo les llaman…? ¡Sí, de detective!
-E: ¿De ésas que uno se coloca a la altura del pecho y mira por su parte superior?
-P: Justo.
-E: ¿Y en qué época se produjo ese acercamiento, ese interés por la fotografía?
-P: Principios de siglo. A mí siempre me había atraído la fotografía, desde que vi las primeras imágenes.
DFI reivindica, practica y defiende la entrevista de ficción basada en hechos reales. Esta aparente paradoja es perfectamente posible tal y como ha quedado demostrado en líneas precedentes. El lector de DFI obtiene mucha información. Es capaz, tras la lectura de cada una de las entrevistas, de percibir no sólo la aportación del entrevistado a la evolución de la fotografía, sino también de captar rasgos de la personalidad de cada fotógrafo, que el autor ha querido reflejar conscientemente al entender que con ellos se completa la información necesaria para una mejor comprensión de su contribución. Así Niépce, como hemos visto, figura como un pusilánime, Daguerre como un tramposo, Dalí como un ególatra, Ortiz Echagüe derrocha campechanía y Picasso muestra su indudable carácter provocador, al igual que Mapplethorpe, por citar sólo unos pocos, y destacados, ejemplos. Son rasgos de su personalidad, todos ellos, que influyeron sin duda en su obra fotográfica y que, en una narración tradicional –insistimos- no hubieran captado de igual manera el interés del lector. Con DFI aprender historia de la fotografía resulta divertido: el mayor logro de un periodista divulgador, que no vulgarizador.
L.J.M. Daguerre |
DFI reivindica, practica y defiende la entrevista de ficción basada en hechos reales. Esta aparente paradoja es perfectamente posible tal y como ha quedado demostrado en líneas precedentes. El lector de DFI obtiene mucha información. Es capaz, tras la lectura de cada una de las entrevistas, de percibir no sólo la aportación del entrevistado a la evolución de la fotografía, sino también de captar rasgos de la personalidad de cada fotógrafo, que el autor ha querido reflejar conscientemente al entender que con ellos se completa la información necesaria para una mejor comprensión de su contribución. Así Niépce, como hemos visto, figura como un pusilánime, Daguerre como un tramposo, Dalí como un ególatra, Ortiz Echagüe derrocha campechanía y Picasso muestra su indudable carácter provocador, al igual que Mapplethorpe, por citar sólo unos pocos, y destacados, ejemplos. Son rasgos de su personalidad, todos ellos, que influyeron sin duda en su obra fotográfica y que, en una narración tradicional –insistimos- no hubieran captado de igual manera el interés del lector. Con DFI aprender historia de la fotografía resulta divertido: el mayor logro de un periodista divulgador, que no vulgarizador.
Si el lector está interesado en hacerse con un ejemplar de esta obra, puede ponerse en contacto con el Centro Andaluz de la Fotografía, con sede en Almería, a través de su página web corporativa.
Relación de autores entrevistados en el libro (por orden alfabético)
Fotografía Robert Capa
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