Pepa Fernández: ”La radio es sonido, no imagen”

- Un rato de charla, exactamente una hora y media. Esto es lo que ha durado esta nueva entrega del pódcast “The ChitChat Club” de la periodista Piluca Íñigo. Y se hace corto, si te interesa el personaje, la voz más veterana de las mañanas de los fines de semana de la radio española, Pepa Fernández. A ratos temas profesionales, a ratos temas personales. Hay momentos para que sus ‘escuchantes’ la conozcan un poco más. Piluca Íñigo descubre a 'La Pepa' del Mercadona. "Cuando estoy comprando, se me acerca gente y se pregunta ¿es, no es? Y sí, soy yo, yo también voy a hacer la compra"
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Pepa Fernández con Piluca Íñigo en el videopodcast "The ChitChat Club" (Capturas del video) |
“No podría trabajar en un ambiente lleno de personas malhumoradas, necesito el buen rollo para trabajar. Creo que soy una buena persona, pero también hay temas que me alteran, porque pienso que nos están metiendo muchos goles”
Es lo que tienen los pódcast que, si el personaje de la
conversación te interesa, te engancha desde el principio hasta el final. Y Pepa
Fernández cuenta con 700.000 ‘escuchantes’ cada fin de semana, según el Estudio
General de Medios. “Esto es algo que no acierto a entender. No entiendo cómo,
de una oleada a otra, sin cambiar nada del programa, hay diferencias de 200.000
oyentes que suman unas veces o que restan en otras. Es un sistema de medición
que se basa en la memoria, y ya sabemos cómo es la memoria de las personas, muy
frágil”, apunta. Pero reconoce que le influye. Como a todos los
profesionales de la radio.
“Esta charla es un regalo para sus ‘escuchantes’, para
que conozcan a la Pepa más allá de lo que la conocen en NEUDC. Además, hablamos
de todo lo que ocurre al otro lado del micrófono: cómo se prepara para una
entrevista, cómo gestiona esos silencios incómodos y qué trucos usa para salir
de apuros en directo. Pero también hablamos de lo que no se ve, porque como
ella defiende ‘la radio tiene que escucharse, no puede verse’: las emociones,
las dudas y los momentos de satisfacción que acompañan a cada entrevista”, comenta
Piluca Íñigo en la presentación del nuevo episodio de su pódcast “The
ChitChat Club”.
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Pepa y Piluca, de charleta |
Uno de los momentos más emocionantes de la charla es cuando Pepa reconoce que con sus colaboradores establece una relación muy personal, “se convierten en mis amigos”, reconoce. Por eso, y por romper la monotonía de la rutina, le gustan especialmente los viajes. “Es que cuando sales, todo son sorpresas: ¿dónde voy a hacer el programa? ¿Dónde dormiré? ¿A quién voy a conocer? ¿Qué vamos a comer, que puede parecer un tema baladí, pero no lo es, porque lo pasamos muy bien en las comidas y en las cenas”, comenta Pepa. Viajar es escapar, de alguna forma, de la rutina. Y, por otra parte, están los escuchantes. “Una persona del equipo, Carmen, la primera vez que vino a un viaje, y vio la que montábamos con el público, le escribió un mensaje a una amiga y le dijo: ‘No te lo puedes imaginar: Pepa es Madonna’”. Y comenta que, aunque al terminar cinco horas de radio en directo, le pega el bajón, no duda en hacerse fotos con el público asistente, “porque somos su familia, nos tiene en su habitación, en su comedor, en el baño. Cómo no le voy a prestar atención a una persona que a lo mejor se ha hecho 200 kilómetros para vernos”.
La directora de “No es un día cualquiera”, en RNE
insiste en que la radio es para escucharla, no para verla. “¿Dónde va a quedar
la imaginación, entonces? se pregunta. “En cinco o seis generaciones habrá
desaparecido nuestra capacidad de imaginar, porque todo se verá”, vaticina.
Y explica: “Muchas veces yo tengo a mis colaboradores o entrevistados en
otras emisoras, entran por whatsapp, o por una unidad móvil... no tiene sentido
que me vean a mí durante cinco horas en directo. Yo estoy ahí no para que me
vean, sino para que me escuchen”, sentencia.
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En la radio el tiempo es limitado; el pódcast no vive esta dictadura del tiempo |
Reconoce que es una persona empática, a la que le gusta la gente, y disfrutar con sus amigos. “No podría trabajar en un ambiente lleno de personas malhumoradas, necesito el buen rollo para trabajar”, admite. “Creo que soy una buena persona, pero también hay temas que me alteran, porque pienso que nos están metiendo muchos goles”.
Pepa Fernández se ha acercado a la casa de Piluca Íñigo para grabar un pódcast. “Pepa es como una tía de la familia, aunque no comparta nuestra misma sangre”, la describe cariñosamente Piluca. Y Pepa contraataca: “Estás estupenda como entrevistadora, sigue con este pódcast que va a ser un completo éxito”, remata. “Ole, ole”, apostilla Piluca. Se palpa la complicidad entre ambas, no solo se aprecian, sino hasta están dispuestas a irse juntas de viaje a Japón, uno de los destinos soñados por Pepa, y una de las culturas, incluido el idioma, más conocidas por Piluca. La vida en un pódcast.
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