La IA como herramienta de autoprotección de la radio

- El Eurobarómetro establece que un 45% de los españoles posiciona a la radio en el primer puesto del pódium de la credibilidad, 8 puntos más que quienes confían en la prensa, y 13 por encima de quienes confían en la televisión
- 6 de cada diez jóvenes consideran la radio una de las fuentes de información más fiables, aunque solo el 14% la escucha
- Debemos, como oyentes, conocer el origen de lo que escuchamos, es un derecho saber qué emisoras utilizan IA en la antena, y cuáles no lo hacen
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La IA se está convirtiendo en una herramienta editorial en casi todos los softwares (Fotografía Riekus, Pixabay) |
La IA Generativa, aunque ha avanzado mucho en pocos meses, se encuentra en su prehistoria, prácticamente. La radio es uno de los destinos que ya se está beneficiando de ella, como herramienta editorial, la UE está preocupada por su regulación, y ha tomado cartas en el asunto, el problema viene cuando dejamos a la IA sola, sin supervisión humana y es capaz de caer en imprecisiones o inexactitudes, cuando no directamente en el bulo o la manipulación. Y, en función de quién lo difunda, y bajo qué manto de marca, se le confiere visos de mayor credibilidad. Aquí llega el peligro: cuando marcas prestigiosas se la juegan con la IA
La paradoja de los jóvenes
La consideración de la radio como medio que suscita más
confianza a la hora de informarse también se ha certificado en el ‘Estudio
sobre audiencias de medios de comunicación social’ realizado por el Centro
de Investigaciones Sociológicas (CIS) entre septiembre y octubre de 2023.
Si bien hay grandes diferencias por grupos de edad en cuanto al uso de la radio
como fuente de información -apenas uno de cada seis entrevistados de 18 a 24
años, y uno de cada cuatro de 25 a 34 años se informan a través de ella,
mientras que entre los mayores de 45 años lo hace más de la mitad-, estas se
reducen de manera significativa cuando se pregunta por la confianza que merece
la radio. Los jóvenes (“Generación Z” o “nativos digitales”) afirman confiar
mucho o bastante en ella en una proporción similar (59%) a la observada entre
la población que con más frecuencia la escucha; por el contrario, muestran una
confianza escasa en las redes sociales (27%), a través de las cuales la mayoría
de ellos suele informarse, y no deja de producirse una gran paradoja entre
estas generaciones, porque los jóvenes recurren prácticamente nada a los medios
en los que más confían, y sin embargo consumen prioritaria y habitualmente, y lo
hacen de forma masiva, aquellos medios en los que menos confían, en el mar
proceloso de las redes sociales.
Las desconfianzas que genera la radio
En
esa misma encuesta del CIS se destacan varios valores del comportamiento de
los oyentes de radio en España que están relacionados directamente con el
concepto de credibilidad: uno) la clasificación que merecen las emisoras
(y sus grupos) por parte de la audiencia en función de la ideología que
defienden, donde aparece claramente que la Cadena
SER está situada más a la izquierda y la Cadena
COPE más a la derecha. Onda Cero se
mueve en valores más de centro derecha y la pública, RNE, merece mayoritariamente, por parte de
los encuestados, una orientación situada, ahora mismo, más en el centro
izquierda (que varía en función del partido que gobierne). Y dos) solo
un 17,9% de los encuestados por el CIS reconoce que las tertulias políticas
representan para ellos “bastante o mucha credibilidad”. El resto, dudan
de su parcialidad. Dicho de otra forma, de entre quienes declaran escuchar la
radio habitualmente para informarse casi un 33% nunca escucha las tertulias. El
CIS computa un 42,3% de entrevistados que conceden a las tertulias políticas “poca
o ninguna credibilidad”.
Esta actitud genera desconfianza en la radio por parte de los oyentes y, a la larga, perjudica la imagen del medio en general. Y ahí están los datos. La radio merece, si recurrimos de nuevo al Eurobarómetro, la mayor consideración respecto de su defensa de la verdad respecto al resto de medios (45%). Pero, también refleja un progresivo agotamiento de este apoyo. De hecho, hay más encuestados que “tienden a la desconfianza” que a la defensa de la radio (48%). Hay, pues, un reflejo de ese descontento generalizado por los contenidos de una radio hablada cada vez más ideologizada. Otro dato, no menor: los españoles confiamos menos en la radio que el resto de europeos. La diferencia se cifra en 11 puntos, respecto de la media europea, donde también la radio es el medio más creíble (56%), pero se desconfía mucho menos de ella (38%).
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La verdad es la gran baza de los medios tradicionales, frente a otras fuentes menos confiables (Fotografía Pixabay) |
¿La credibilidad de la radio comprometida con la llegada de
la IA?
En tiempos de postverdad, donde la emoción se prioriza
frente a la razón, donde el relato trata de imponerse frente al dato, la
búsqueda de la verdad es una constante en las personas que tratan de encontrar
un referente informativo de su confianza. La ideología constituye un arma de
doble filo: por un lado, atrae a quienes busquen medios afines a su línea de
pensamiento, pero por otro, las dobles y triples visiones difundidas sobre los
mismos hechos de la vida política y social ofrecen una imagen manipuladora del
medio en general.
La confianza en la radio, como el medio más creíble de todos cuantos existen, según el Eurobarómetro, no es vitalicia. De hecho, ya hay más desconfiados que confiados en el medio, aunque sigue superando a la prensa y a la televisión por muchos puntos. España ha perdido confianza en la radio respecto de otros países de nuestro entorno que creen mucho más en ella. La gran baza de los medios tradicionales (en su versión analógica o digital) es el estricto (y profesional) respeto a la verdad de los hechos, verificando y esclareciendo deepfakes difundidas por otros medios, interesados o más irresponsables
Existe otro indicador que debería hacer pensar a la radio en
lo cargante de su discurso político, y es la migración de oyentes que se
produce, con cierta periodicidad, entre la radio generalista y la radio
musical. A menudo, hemos defendido desde estas mismas páginas que la radio no
solo no gana oyentes, sino que los pierde, por el propio ciclo vital de sus
oyentes más mayores, y por la falta de renovación generacional de la audiencia.
El grueso de los oyentes de la radio española oscila entre una y otra opción y
las cadenas y los programas van ‘robándose’ oyentes unos a otros, y
viceversa.
Así, en este entorno, la irrupción de la Inteligencia
Artificial generativa ha provocado una nueva alteración de las reglas de juego.
Todos hemos visto lo que puede conseguir y nos ha resultado sorprendente. ¡Y lo
que le queda por demostrar! Hasta el Vaticano ha tomado la palabra en este
asunto, pidiendo que su uso se circunscriba a “herramienta
complementaria de la inteligencia humana". Muy parecido es el
discurso mayoritario de los responsables de las cadenas de radio, que apunta al
uso responsable de la IA pero como herramienta editorial de sus periodistas, y
no como sustitutivo de nadie. Ojalá esta sea la estrategia con la IA, sobre
todo porque la industria de la radio es perfectamente consciente de que se la
juega si flirtea con la desinformación derivada de un uso irresponsable de la
IA.
La reacción de las cadenas de radio ante la IA
La Cadena SER, como
corresponde al líder, se situó en primer lugar ante la llegada de la IA,
creando su herramienta VerificAudio. El
pasado 9 de enero la cadena de PRISA Radio publicaba en su web que “la
tecnología de PRISA pionera en la detección de audios falsos,
ha culminado 2024 posicionándose como una herramienta periodística
imprescindible para combatir los deepfakes. Tras su implementación en las
radios habladas de PRISA Media en Colombia (Caracol
Radio y W
Radio Colombia), España (Cadena
SER), Chile (ADN
Radio) y México (W
Radio México), la compañía inicia 2025 estrenando
un paquete de novedades que mejorará la experiencia de usuario y
optimizará su rendimiento”.
Y, en esa misma información, se relacionan varios casos en
los que la actuación de VerificAudio ha demostrado que estábamos ante el
intento de manipular a la opinión pública. Por ejemplo, en el caso
protagonizado por Claudia Sheinbaum, la presidenta de México, promocionando
una plataforma financiera “donde cada mexicano garantiza ganar 120.000 pesos
al mes” o la clonación de voces de periodistas como Jorge Ramos,
Fernando del Rincón o Diana Calderón anunciando pseudo remedios
contra enfermedades o el propio Nicolás Maduro manipulado. Quiero pensar que, en
estos casos tan burdos, si se me permite, la identificación de la concurrencia
de la IA resulte sencilla, pero no siempre los deepfakes serán tan
fáciles de destapar...
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Una persona hablándole al oyente a través de un micrófono: el éxito radica en qué les cuente y cómo se lo cuente: ahí residirá su credibilidad (Fotografía Pixabay) |
En el caso de la segunda cadena comercial en audiencia, la COPE, también se ha posicionado, en este caso a
través de un compromiso público con sus oyentes denominado “Política
de uso de la IA generativa”. En él, se compromete a que “cualquier
contenido que, total o parcialmente se elabore en Ábside Media por medio de
inteligencia artificial, deberá cumplir con la regulación dictada por las
instituciones europeas”. Y, además, por si el marco jurídico es
insuficiente, desde el grupo Ábside Media se insiste en que “deberá
cumplir con las normas deontológicas que rigen el ejercicio de la profesión en
un escenario sin IA y deberá estar alineada con la línea editorial, los fines,
los valores y el código de conducta deontológico/ético de Ábside Media”.
Por fin, esta ‘Política de uso de la IA generativa’ establece nueve
puntos de cumplimiento obligatorio en las redacciones de Ábside Media, a modo
de guía de uso de la IA en la generación de sus contenidos.
¿Por qué no reservar la IA, por ejemplo, para la elaboración, tutorizada, de los boletines informativos, y su lectura en antena, a través de una voz clonada corporativa de la emisora? ¿Qué aporta el elemento humano en un boletín informativo que resulta, desde el punto de vista del tono de voz, bastante plano? Son preguntas-trampa que deben movernos a la reflexión y que ya están provocando diferencia de opiniones al respecto. Conviene que las cadenas de radio vayan posicionándose en el uso responsable de la IA. Así sabremos a qué atenernos
Experiencias fracasadas con IA en la radio
En
noviembre pasado, esta web informó del caso de la emisora polaca OFF Radio
Krakow que, tras sus malos resultados de audiencia, optó por despedir a su
personal y sustituirlo por la IA. Se dieron un plazo de tres meses para testar
la experiencia y tuvieron que recular antes de tiempo, en menos de una semana,
ante los pobres resultados alcanzados, y las quejas de sus oyentes, recogidas
en más de 15.000 firmas de protesta. Marcin Pulit, editor jefe de la emisora, a
la vista de la experiencia, escribió en la web: “debería
ser una lección importante para nosotros, la gente de la radio y toda la
comunidad periodística de Polonia” para saber
“cómo
funcionan los mecanismos de la posverdad, cómo los hechos pierden su
importancia. en comparación con una historia que apela a las emociones de los
destinatarios y sus creencias personales”.
Sin embargo, una experiencia fallida no impide nuevos
intentos. En
marzo de 2023 nació la primera emisora íntegramente producida por IA, Radio
GPT, y ahí está, funcionando. Y seguro que tendrá sus oyentes. Y hay más
casos, y se multiplicarán. Sus costes nada tienen que ver con las radios que
están hechas por personas. Unos y otros tendrán oyentes, no tengo la menor
duda. Los hay que se sentirán satisfechos con el producto generado por la IA y
quienes abominen de ello y busquen la presencia humana.
¿Y por qué no diversificar? ¿Por qué no reservar la IA, por ejemplo, para la elaboración, tutorizada, de los boletines informativos, y su lectura en antena, a través de una voz clonada corporativa de la emisora? ¿Qué aporta el elemento humano en un boletín informativo que resulta, desde el punto de vista del tono de voz, bastante plano? Son preguntas-trampa que deben movernos a la reflexión y que ya están provocando diferencia de opiniones al respecto. Nos queda mucho por ver (¡y escuchar!), sin duda, pero conviene que las cadenas de radio, al menos las españolas, vayan posicionándose en el uso responsable de la IA como herramienta de generación de contenidos, y voces. Así sabremos los oyentes a qué atenernos cuando elijamos una u otra marca. La confianza es algo que cuesta años crear, pero puede quebrarse en cuestión de minutos.
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