La triste paradoja de la Academia y el Día Mundial de la Radio
- Un año más celebraremos el Día Mundial de la Radio, después de que lo impulsara la Academia de la Radio española, presidida por Jorge Álvarez en 2012
- Han transcurrido, desde aquella propuesta que hizo suya la ONU, trece años en los que Álvarez sigue siendo presidente, no ha habido elecciones en esta institución y no hay académicos
- La Academia de la Radio española, la más alta institución que debería reunir a toda la profesión ante un único objetivo, y quien debería liderar esta jornada, no es nada: una academia vacía
Última aparición pública de Jorge Álvarez, en la gala del Centenario de Radio España en Madrid en 2024 (Captura video) |
Nadie niega ninguno de sus logros, y su entrega, lo que no resulta estimulante es que durante casi tres décadas esta Academia de la Radio haya estado cerrada a los cambios, a la democracia interna, y a la representación de los profesionales de la radio española cuya relación es magnífica. Hace más de 300 años que falleció el Rey Sol, el mayor y más longevo representante del absolutismo, "todo para el pueblo, pero sin el pueblo'. La Academia es de todos y no es de nadie...
Con estos nombres, empezó a pensar con ambición en los objetivos. Aquella primera Academia logró éxitos destacados, innegables, como contar con una sede permanente en el Teatro MIRA de Pozuelo de Alarcón, donde se organizaron varios eventos que reunieron a una profesión orgullosa y feliz de reencontrarse, ignorante de la auténtica situación que rodeaba a la Academia. El momento coincidió con la primera trama Gürtel del PP (1999-2005), un caso de corrupción que se llevó por delante al entonces alcalde de Pozuelo de Alarcón, Jesús Sepúveda, y a su mujer, la entonces ministra de Sanidad con el PP, Ana Mato. De buenas a primeras, la Academia tuvo que salir del Teatro MIRA, después de varios años utilizando sus instalaciones como sede, en busca de ‘nuevos horizontes’. Allí había instalado Álvarez un estudio de radio totalmente equipado, con pecera y locutorio, que se inauguró bajo el nombre de ‘Estudio Luis del Olmo’, preparado para dar formación en radio.
Aquella primera Academia nació con una Junta Directiva reducida,
pero dinámica y proactiva, realizaron varios eventos, dieron a conocer la
institución, se
publicó un ‘Diccionario de radio’, bajo la autoría de Jorge Álvarez,
se lograron actualizar en el diccionario de la RAE términos como ‘locutor’,
‘radiofonista’ y ‘radiodifusión’... La Academia existía, y se
hacía oír, con la autoridad de los nombres que la impulsaban, empezando por el
presidente de honor, que no ejecutivo, Luis del Olmo.
Inauguración del 'Estudio Luis del Olmo' en la entonces sede de la Academia de la Radio, en el Teatro MIRA de Pozuelo de Alarcón, en Madrid, en 2010 (Fotografía Panorama Audiovisual) |
Según los estatutos, la Junta Directiva está formada “por miembros de la Academia elegidos mediante Asamblea General”. Y se añade, expresamente, en este texto jurídico que rige esta institución: “La Junta Directiva será elegida por la Asamblea General a través del procedimiento, siempre democrático, que establezca en su caso. No obstante, si no se hubiera establecido uno en concreto antes de proceder a la elección, se entiende que será mediante votación de los miembros de la Asamblea a quienes se hayan presentado”. Y se cierra este epígrafe con la duración del mandato, “será por un período de cinco años”. Han transcurrido 28 años y nunca se han producido elecciones en la Academia de la Radio española y Jorge Álvarez se ha convertido en su presidente vitalicio de facto.
Quienes se apuntaron, ilusionados, a aquel proyecto de la Academia de la Radio Española comprobaban, poco a poco, aparte de otra serie de prácticas de dudosa moralidad, que las verdaderas intenciones de Jorge Álvarez no eran limpias ni transparentes. Los éxitos no lograban equilibrar la necesidad de la Academia de evolucionar y conseguir atraer académicos. Finalmente, los pocos nombres que apoyaron a Álvarez en su proyecto decidieron abandonar la Academia, por considerarla “la más antidemocrática” de todas las existentes. Álvarez corrió a eliminar sus nombres de la web corporativa de la Academia, como si no hubieran existido, e incluso retiró de la fotografía de la UNESCO a María Victoria Murillo y Manolo González, como si no hubieran formado parte de la delegación de la Academia ante este organismo internacional. Nunca se habían desarrollado elecciones internas, ni Álvarez tenía la mínima intención de convocarlas
En aquel Teatro MIRA convertido en sede privilegiada para la Academia de la Radio se entregaron varios Premios Nacionales a personalidades destacadas de la profesión como José María García, Iñaki Gabilondo, Eugenio Fontán o la gran dama del teatro radiofónico Matilde Conesa. Todos ellos nombres reputados que recogieron personalmente sus galardones. La Academia vivía su esplendor, pero seguía sin académicos, aunque esos nombres y los eventos desarrollados blanqueaban la gestión de Álvarez. Sin duda, "al rey lo que es del rey", su hito más importante fue lograr convencer a la UNESCO y a la ONU de la necesidad de instituir el Día Mundial de la Radio, porque no había ningún día dedicado a reivindicar las virtudes innegables de este medio tan maravilloso. Viajaron a Nueva York el propio Jorge Álvarez, la vicesecretaria general, María Victoria Murillo y Manolo González y los tres se fotografiaron ante la sede de la UNESCO para inmortalizar el viaje, paso previo para el reconocimiento del DMR por parte de la ONU.
Quienes se apuntaron, ilusionados, a aquel proyecto de la Academia de la Radio Española comprobaban, poco a poco, aparte de otra serie de prácticas de dudosa moralidad, que las verdaderas intenciones de Jorge Álvarez no eran limpias ni transparentes. Los éxitos no lograban equilibrar la necesidad de la Academia de evolucionar y conseguir atraer académicos. Finalmente, los nombres citados, a la vista de los últimos movimientos de la presidencia de Jorge Álvarez, decidieron abandonar la Academia, por considerarla “la más antidemocrática” de todas las existentes. Álvarez corrió a eliminar sus nombres de la web corporativa de la Academia, como si no hubieran existido, e incluso retiró de la fotografía de la UNESCO a María Victoria Murillo y Manolo González, como si no hubieran formado parte de la delegación de la Academia ante este organismo internacional. Nunca se habían desarrollado elecciones internas, ni Álvarez tenía la mínima intención de convocarlas. Manolo González, en una información de ‘Periodista Digital’ fechada en 2018 reconocía que “La Academia está herida”. Las heridas las habían infligido desde dentro.
Desde entonces, la Academia de la Radio española sigue un
rumbo errático, cuyo único timonel es Jorge Álvarez. Él es el único
superviviente de aquella Academia fundada en 1997 que él mismo registró a su
nombre. Una Academia cuya única actividad conocida cuenta con dos ramificaciones. Una, es la entrega anual de los
Premios Nacionales de Radio, dentro de la ceremonia organizada por la Fundación Gala. Luis del Olmo continúa siendo el mayor embajador de esta Academia vacía
que no representa a nadie, y cuya interlocución con las grandes cadenas de
radio nacionales es inexistente, porque ya se conoce al personaje lo
suficiente. Ojalá se termine de conocer en todos los ámbitos y se le vayan
cerrando las puertas, hasta que Álvarez decida abrirlas.
La otra ramificación tiene a la decana Radio España como objeto del deseo. Según se recoge en la Wikipedia de esta emisora, la Academia de la Radio Española "adquiere la marca Radio España con el propósito de relanzar esta histórica emisora nuevamente, ya con cobertura mundial a través de streaming". La misma referencia añade que "el presidente de la Academia, Jorge Álvarez, era miembro del Comité de empresa de Radio España cuando se produjo su cierre en el año 2001 y fue el único representante sindical que no firmó el ERE (Expediente de Regulación de Empleo) que conllevaría el despido de prácticamente toda la plantilla de la emisora". El pasado 8 de noviembre de 2024 Radio España celebró una gala conmemorativa del centenario de sus emisiones en la Real Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid en la que participaron antiguos profesionales de esta casa. En la misma gala Álvarez anunció la inminente publicación de un libro titulado "Radio España, 1924-2024, Centenario de la emisora decana española", que por supuesto él ha escrito. En la contraportada puede leerse: "esta obra significa un riguroso trabajo de investigación que nos revela datos desconocidos hasta ahora sobre el origen de Radio España".
Ahora que se está conformando, con ímpetu, la llamada Academia del Audio, a la que prestaré todo mi apoyo, solo pido que contemple el máximo respeto a la representación de todos los miembros del sector, sin predominio de ninguno sobre los demás, de manera que las decisiones se tomen democráticamente, que es como debe regirse una institución de esta categoría, cuyo único objetivo debería ser: "unir, promover, ayudar y dejar hacer"
Vivimos en la gran paradoja de que la Academia de la Radio
española fue la que propuso ante Naciones Unidas la celebración del Día Mundial
de la Radio, hoy instituido desde 2012, y sin embargo, es la Academia que menos
representa a nadie, que sufre una involución constante, cuenta con un
presidente vitalicio que considera la institución como su cortijo y se niega a
abrir sus puertas a nuevos inquilinos, mediante el proceso que contemplan sus
propios estatutos, que nadie, empezando por el presidente, cumple.
Ahora que se está conformando, con ímpetu, la llamada Academia del Audio, a la que prestaré todo mi apoyo, solo pido que contemple el máximo respeto a la representación de todos los miembros del sector, sin predominio de ninguno sobre los demás, de manera que las decisiones se tomen democráticamente, que es como debe regirse una institución de esta categoría, cuyo único objetivo debería ser: "unir, promover, ayudar y dejar hacer".
A pesar de todo, aunque no tengamos Academia de la Radio, y la que hay es un espejismo, felicito a todos mis lectores, efusivamente, en este Día Mundial de la Radio 2025. ¡VIVA LA RADIO!
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