Los dilemas de Radio Nacional
- Luis del Olmo no nació líder con 'Protagonistas'. Iñaki Gabilondo no superó las cifras de oyentes del ponferradino en un par de años. Encarna Sánchez perdió el liderazgo de las tardes porque otros lo hicieron mejor que ella. Sardá, por ejemplo. Pero, cuando lo logró, prefirió marcharse a la televisión a hacer 'Crónicas marcianas'
- Los hitos en la radio llegan después de muchos años de esfuerzo y de picar piedra. No se conoce ningún caso en el que un año fuera tiempo suficiente para consolidar un proyecto y fidelizar a su audiencia
- Los cambios en la radio hay que introducirlos con cuentagotas, y siempre después de un intenso y equilibrado debate
- Ahora toca 'radio de verano', en la que las estrellas se marchan de vacaciones y los sustitutos se afanan en mantener vivo el espíritu y la marca, sin la presión del EGM, que no es poco
- La radio pública vive últimamente terremotos internos derivados de continuos cambios de nombres en el organigrama y de falta de liderazgo
- El ambiente enrarecido, acompañado de protestas públicas, ha obligado a la reposición, a medias, de una figura que había desaparecido, la del máximo responsable de RNE
La marcha involuntaria de Íñigo Alfonso ha trastocado los programas informativos de RNE (Fotografía Twitter, X, RNE) |
Las decisiones de RNE no pretenden sino resituar la radio pública en el tablero de juego, después de la pérdida de posiciones de las últimas olas del EGM, donde quedó severamente devaluada con 847.000 oyentes, en quinta posición, muy cerca del sorpaso de EsRadio, que amenaza con superar su enorme infraestructura. Septiembre, pues, se plantea muy interesante en RNE, porque los cambios introducidos, por enésima vez, se testarán por el EGM, el estudio que sigue planteando en algunos despachos las mismas preguntas que otros se formularon antes: ¿debe la radio pública medirse por una encuesta cuyos fines son fundamentalmente comerciales? Y, sobre todo, ¿debe tomar decisiones basadas exclusivamente en sus cifras? Mi respuesta es clara: NO.
Toca también saludar y desear un buen verano a los sustitutos, a quienes se quedan al frente de los programas, de guardia, a la espera del regreso de sus jefes, y poniendo velas a los santos para que haya algo que contar en el erial estival. Al final, la experiencia demuestra que siempre hay historias que contar (como la decisión del presidente Biden de no presentarse a la reelección) y la maestría con que lo hacen confirma que no se extraña tanto a las grandes estrellas de la radio... Los ‘números dos’ se convierten en las auténticas estrellas del verano radiofónico, sobre todo en los viajes y en los desplazamientos que, por estas fechas, se intensifican. Y la experiencia nos ha demostrado que muchos de ellos, pasada la prueba del verano, ascienden a 'titulares en plaza'.
No he citado ningún nombre de profesionales de Radio
Nacional de España, porque La Pública va a ser, en septiembre, un ir y
venir de despachos y mesas de trabajo en las redacciones, tanto la de
informativos como en la de programas. Todavía hay poco oficial, más
allá del nuevo reparto de los programas informativos. La
nueva dirección de Programas encabezada por Roberto Santamaría se ha
tomado muy en serio lo del necesario ‘golpe de timón’ en RNE, ante sus adversos resultados de
audiencia, y casi es mejor empezar diciendo quiénes se quedan de los grandes
programas: se quedan Lourdes Maldonado en las tardes de lunes a viernes, en su segunda
temporada, con una hora más y se queda Pepa Fernández, con su “No es
un día cualquiera”, en las mañanas del fin de semana, con media hora menos, después de sus buenos datos del
último EGM (el único programa que gana oyentes de verdad).
A partir de estos dos nombres, las piezas del tablero
empiezan a cambiar. Como ya se ha hecho oficial, después de que lo filtraran
algunos medios, Josép Cuní hace la mudanza desde “24 Horas”, a “Las
Mañanas de RNE”, de 6 a 10 de la mañana, en sustitución del navarro Iñigo
Alfonso que abandona el informativo tras una salida pactada. Más de
medio millón de oyentes (526.000, EGM, 2ª ola, 2024), le echarán de menos. Alfonso
dirigía un informativo impecable, pero, como he escrito, no suficientemente
vehemente en este ambiente tan polarizado. Con toda probabilidad, entrar en ese juego del personalismo, posicionándose, representaría su perdición. A partir de septiembre, cuando el
público le dé al clic por la mañana o el smartphone interrumpa su sueño con RNE, se encontrarán con la voz de Cuní, cuya
elección no parece contemplar mucho la necesaria estrategia de rejuvenecer las
voces de La Pública para intentar atraer nuevos públicos... Carlos
Núñez asume la dirección y la presentación del “24 Horas” y Sandra Urdín
continúa al frente del “14 Horas”. La nota oficial se hizo pública cuando Alfonso aún no se había despedido, claramente inoportuna.
Tampoco acudirá a su cita habitual Ángel Carmona, el torbellino
vocal de la radio pública, que emigró de Radio 3 para rejuvenecer las
mañanas y lo único que ha conseguido, en esta primera (y única) temporada ha
sido adelgazar el EGM de RNE, hasta
límites nunca vistos. Carmona se muda a la madrugada, donde seguirá siendo él
mismo, el que buscan y agradecen sus oyentes más fieles, pero que no han
entendido los oyentes más veteranos de las mañanas de la antigua Radio Uno. No
ha habido voluntad por parte de la actual dirección de Programas de seguir
apoyando la decisión de su predecesor, Alfredo Menéndez, que fue quien
apostó por Carmona, sacándolo de su zona de confort en Radio 3. Ya se sabe que
la radio es una carrera de fondo y que cambiar todos los años sus mañanas
confunde a la audiencia y la cabrea, porque le ha costado, mínimo, una temporada
acostumbrarse a las nuevas voces (eso los que deciden quedarse).
En las nuevas “Mañanas” de RNE, tal y como ha avanzado esta web, se situará, tras Cuní, Mamen Asencio, un valor seguro de la radio pública, con muchos años de ejercicio profesional ante el micrófono rojo, que dará continuidad a ‘Las Mañanas’, desde las 10 y hasta las 13 horas, de lunes a viernes y se encargará de liderar la parte del magacine del prime time. RNE cambia de nuevo a un programa de factura clásica, frente a la experiencia rupturista (hasta cierto punto necesaria) de Carmona y su intrépido “Mañana más”. En esta ocasión la radio pública apuesta por un nombre único “Las Mañanas de RNE”, desde las 6 y hasta las 13 h., con dos comunicadores unidos para el proyecto: Cuní y Asencio. Piruetas para el EGM. Nadie se atreve a tomper las reglas del juego de los grandes ómnibus, y menos quienes más tienen que perder, claro.
Mamen Asencio, una veterana de RNE, será la encargada de reflotar las mañanas (Fotografía RTVE.es) |
Carles Mesa, uno de los puntales de RNE, abandona Radio Uno, según propia confesión en sus redes sociales: “A mi pesar, el jueves es mi último programa en Radio 1. Muchos años en los que he disfrutado de lo mejor de este oficio: aprender cada día de personas extraordinarias. Gracias al equipo y los colaboradores, que son familia, y a los oyentes. Gracias por tanto y por todo”, escribía en su cuenta de ‘X’ (antiguo Twitter). Tras este anuncio, las redes no han aceptado de buen grado la supresión de “Gente despierta”. Nombres como los de Pancho Varona, Olga Viza, Mikel López Iturriaga, José María López Nicolás o Julio Basulto, además de otros oyentes anónimos, han apoyado a Carles Mesa y su trabajo en La Pública. A Mesa le aguarda un nuevo destino en Ràdio 4.
🎙️A mi pesar, el jueves es mi último programa en Radio 1. Muchos años en los que he disfrutado de lo mejor de esta oficio: aprender cada día de personas extraordinarias. Gracias al equipo y los colaboradores, que son familia, y a los oyentes. Gracias por tanto y por todo.♥️ pic.twitter.com/lRGFBBom25
— Carles Mesa (@CarlesMesa) July 16, 2024
El pasado 27 de junio, en conversación con el Consejo de Informativos, Elguero (el último director de RNE antes de que en 2021 Pérez Tornero suprimiera y amortizara su puesto, en beneficio de un organigrama horizontal y transversal que, se ha demostrado, no ha funcionado) confirmó, entre otras cuestiones, que de su cargo de coordinador cuelga la dirección de Programas de RNE, pero no la de informativos. En su esfera de competencias seguirán Radio Exterior y Radio Clásica, y estarán también Radio 3 y Ràdio 4. Entre sus objetivos prioritarios se encuentra recuperar una dotación presupuestaria adecuada para RNE, que se ha venido reduciendo en los últimos años y reforzar la marca RNE, con especial énfasis en la app de la Corporación y el resto de plataformas. Pero la llegada de Elguero se ha producido in extremis, por el deterioro y el descontento generalizado vivido en RNE.
El equipo de Lourdes Maldonado, en 'Las Tardes de RNE', sale reforzado por sus datos acumulados del EGM, y refuerza su continuidad (Fotografía Twitter) |
En este contexto de deriva de la radio pública, las decisiones de la dirección de Programas, que se ha encontrado ya tomadas el coordinador, no pretenden sino resituar RNE en el tablero de juego, después de la pérdida de posiciones de las últimas olas del EGM, donde quedó severamente devaluada con 847.000 oyentes, en quinta posición, muy cerca del sorpaso de EsRadio, que amenaza con superar la enorme infraestructura de la radio pública. Septiembre, pues, se plantea muy interesante en RNE, porque los cambios introducidos, por enésima vez, se testarán por el EGM, el estudio que sigue planteando en algunos despachos las mismas preguntas que otros se formularon antes: ¿debe la radio pública medirse por una encuesta cuyos fines son fundamentalmente comerciales? Y, sobre todo, ¿debe tomar decisiones basadas exclusivamente en sus cifras? Mi respuesta es clara: NO.
El EGM es una herramienta de consulta, que no falla en las tendencias (acumulados anuales), pero no resulta infalible en ningún caso, y menos en las olas trimestrales, donde aumenta el margen de error (más aún en los fines de semana). No se puede gobernar una radio pública (y, si me apuras, comercial también) a golpe de EGM, entre otras cosas porque los datos responden a una media trimestral, y en ningún caso a una muestra diaria, como sí aporta un audímetro. RNE debe contar con la herramienta del EGM, también para que los ciudadanos sepamos cómo funciona nuestra radio pública, que debe trabajar en un difícil equilibrio entre su función y objetivos y los resultados alcanzados.
Cambio identidad |
RTVE Audio pasa a ser RNE Audio
No ha tardado mucho tiempo en notarse la llegada del
nuevo coordinador de RNE, Ignacio Elguero, nombrado por el consejo de
Administración de RTVE el pasado mes de junio. Ya entonces adelantó que
llegaba, entre otras cosas, para resituar la ‘R’ de RTVE en el lugar que le
corresponde, para reforzar la marca RNE, especialmente en la App de la
Corporación. Y dicho y hecho: RTVE Audio muta a RNE Audio. La verdadera marca,
es RNE, y no la corporativa, RTVE. Seguramente, la decisión habrá pisado algún
que otro callo, pero las razones son poderosas. Al igual que existe SER
Podcast, u Onda Cero Podcast, es igualmente natural que RNE pueda competir con la marca RNE
Audio, que engloba tanto producciones procedentes de la radio, como podcast
originales, alojados anteriormente en “Solo
en podcast”, plataforma, por cierto, que nació en 2021 con Elguero como
director de RNE. Es un caso claro de continuidad y oportunidad. RNE Audio constituye
una poderosa marca de contenidos de audio, de naturaleza pública, alimentada
por una enorme infraestructura de producción como es RNE, a través de sus seis productos
actuales (RNE, Radio Clásica, Radio 3, Ràdio 4, Radio 5 y Radio Exterior de
España). Bienvenida sea RNE Audio. El proceso de cambio se ha realizado ya tanto en Android como en IOS. GZ.
Ojalá la nueva parrilla disponga de tiempo para consolidarse, de manera que los oyentes tengan margen para acostumbrarse a los nuevos formatos y contenidos, si están bien planteados, de acuerdo al target al que se dirigen. De lo contrario, volveremos a hablar de problemas en la Casa de la Radio, de tensión -de la mala-, de mal rollo, y en este ambiente es muy difícil trabajar en un proyecto creativo, que exige un equipo engrasado y cohesionado, trabajando por unos mismos objetivos, pero que disfrute con su labor...
Próxima cita: 2 de septiembre
Mientras llega la nueva programación de la radio, allá por el 2 de septiembre, sigamos escuchándola, sigamos disfrutando de ella durante este descanso estival, en el que reducimos niveles de estrés e intentamos mirar la vida de otro modo. No se olviden de que, quienes se han quedado al frente de los diferentes programas de la radio, piensan lo mismo que usted: quieren cambiar de aires, darle la vuelta a la tortilla, aunque hay un elemento que permanece inalterable: la atención que merece la actualidad y la información, porque en el mundo siguen pasando cosas, con independencia de que estemos en verano, y la obligación de la radio es recogerlas y contásnoslas. ¡Feliz verano con la radio cerca!
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