Jordi Basté: "Solo sé hacer radio"
https://www.gorkazumeta.com/2024/07/jordi-baste-solo-se-hacer-radio.html
Entrevistado en The New Barcelona Post, por la periodista Cristina Puig
"He pensado en lo que debería decir en mi último programa y no lo sé"
- Basté es un referente de la radio, no solo catalana. Es un radiofonista militante del medio, que lo ama, mima y lo hace crecer cada día. Hay que seguirle de cerca para aprender de un tipo al que descubrió en un bar el gran Agustín Rodríguez, padre de Xavi Rodríguez (Kiss FM) cuando Basté tenía tan solo diez años, "Fui y ya no salí", reconoce en esta entrevista cuya lectura recomendamos. En las líneas que siguen a esta introducción solo puede leerse la parte dedicada a la radio
TheNewBarcelonaPost, Cristina Puig, 4.07.2024. EXTRACTO (solo radio). Cada mañana más de 755.000 personas le escuchan en 'El món a Rac1'. Es el líder indiscutible de la radio en catalán y ha sabido trasladar a los programas matinales el ritmo y la espontaneidad de los años aprendidos en la radio deportiva. La cabeza le va a mil por hora. Es TOC, TDAH e hipocondríaco, y habla de ello sin complejos. Como cuando confiesa que va al psicólogo o al psiquiatra. Acumula premios y reconocimientos pero, aunque se sabe importante, no soporta a los que le doran la píldora.
Jordi Basté, entrevistado en TheNBP (Fotografía Marc Llibre) |
— ¿Cómo describirías el sentimiento que te genera saber que todos los días te escuchan 755.000 personas?
— Yo tengo una vida muy normal, muy convencional y hasta cierto punto aburrida. Y así la quiero seguir teniendo. ¿Qué quiero decir con esto? Que no quiero pensarlo. Sí que tengo una responsabilidad social. Siempre lo digo, somos la segunda o tercera voz que suena por las mañanas en las casas de la gente. Es verdad. Pero no quiero tener una responsabilidad más allá de ésta.
"Yo no podría hacer mi programa en Catalunya Ràdio, porque es una empresa muy interdepartamental. Y yo estaba haciendo los deportes por la noche y no podía ir allí a decir según qué. Y de repente me encuentro que voy a RAC1 y que junto a mi mesa está la del director de la radio. Y me convierto en un nexo de unión con él. Y todas mis locuras radiofónicas las compartía con el director. El hecho de ser poca gente y muy bien avenidos hizo que todo fluyera con mucha facilidad"
— Es decir, tienes un punto de inconsciencia.
— Hombre, tú ahora imagínate que te dijeran: “Cogeremos esta silla donde estás sentada y la pondremos delante de siete campos del Barça, una encima de la otra y te pondremos allí en medio con un micrófono”. Yo no querría entrar en ese campo. Por tanto, mejor este punto de inconsciencia que decías. Y también de cierta incredulidad.
— El ego, y en este trabajo nuestro abunda, inevitablemente saldrá reforzado. ¿A ti quién te hace tener los pies en el suelo?
— Adriana, mi ex que es mi mejor amiga y que lleva mucho las riendas en todo esto. Y mis hijas, porque yo a ellas les preocupo poco. Me escuchan poco, vamos, a lo sumo, cuando su madre las lleva en coche. Y ver que en tu casa pasan bastante de ti es muy importante. También intento rodearme de gente que no me dora la píldora, no soporto el servilismo. Y me gusta mucho la gente que conozco que no me conoce.
— ¿Cuál fue tu primer trabajo?
— Este.
— ¿La radio?
— Sí, claro.
— ¿Pero nunca has hecho nada que no fuera esto?
— Es que sólo sé hacer esto.
— ¿Qué vínculo había en casa con la radio para que con 10 años ya pudieras ponerte delante de un micrófono?
— Ninguno. Más allá de que en casa se escuchaba mucha radio. Y que un día en un bar del barrio de Horta había un periodista de radio, Agustín Rodríguez, que le dijo a mi padre que buscaban niños para un programa y le preguntó si me dejaría probarlo. Fui y ya no salí.
"En la radio es muy difícil construir y muy fácil destruir. Al irme de Catalunya Rádio se fue uno de los de toda la vida, aparte de dejar un hueco en los deportes. Y al año se marchó otro, y al cabo de dos años, otro. Con lo cual en cuatro años te cargas las mañanas, la tarde y la noche a la vez que rearmas a la competencia"
— ¿Y te acuerdas de ese día?
— Tengo la imagen de ese niño de 10 años jugando en el suelo del bar de Horta. Y recuerdo mucho la época de Radio Joventut. En Vía Augusta número 17. Y recuerdo la recepción, el teléfono, la redacción. Siempre digo que me gustaría mucho volver a los sitios donde crecí. Creo que sería un gran formato televisivo. Ir a los sitios que te han visto crecer de pequeño.
— ¿Cuál ha sido la clave para que RAC1 hiciera el sorpaso a Catalunya Ràdio?
— Primero un error gravísimo de la empresa pública. Es muy difícil construir y muy fácil destruir. Y eso se destruyó muy rápido. Al irme yo se fue uno de los de toda la vida, aparte de dejar un hueco en los deportes. Y al año se marcha otro, y al cabo de dos años, otro. Con lo cual en cuatro años te cargas las mañanas, la tarde y la noche a la vez que rearmas a la otra emisora.
— ¿No hay mucho también de un estilo diferente de hacer radio?
— Seguramente, porque yo no podía hacer esta radio en Catalunya Ràdio.
— ¿Por qué no?
— Porque Catalunya Ràdio es una empresa muy interdepartamental. Y yo estaba haciendo los deportes por la noche y no podía ir allí a decir según qué. Y de repente me encuentro que voy a RAC1 y que junto a mi mesa está la mesa del director de la radio. Y me convierto en un nexo de unión con él. Y todas mis locuras radiofónicas las compartía con el director. El hecho de ser poca gente y muy bien avenidos hizo que todo fluyera con mucha facilidad.
— ¿Has visualizado cómo será el último día de "El món a RAC1"?
— He pensado en lo que debería decir y no lo sé. Y sobre todo si tengo que llorar, lloraré. Y si tengo que reír, reiré. Y no voy a grabarlo. Lo haré en directo. Si me emociono pues me emocionaré porque es lo que toca.
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