Ramón Gabilondo: “Las empresas nacen, se desarrollan y se vuelven locas”

El histórico directivo de la Cadena SER entrevistado en el pódcast “Estudio 8” de Juan de Dios Rodríguez

“Hay que hacer una radio inteligente: la que vale para todos los públicos. Pero no es fácil”

Sus comienzos fueron muy duros, en los 70 ejercía de periodista pluriempleado para sacarse un sueldo digno, en los 80 era el único redactor en Radio San Sebastián de la Cadena SER en tiempos de la ETA más dura y sangrienta
Conoció la profesión desde abajo, antes de pisar un despacho
Con el tiempo, se convirtió en director de aquella pequeña emisora en la que empezó, y siguió ascendiendo hasta llegar a la dirección adjunta a la dirección general de la SER
Hoy, desde fuera, analiza su trayectoria y aporta algunas claves interesantes de la que fue su casa de toda la vida y de la radio en España en general

Juan de Dios Rodríguez Pariente le ha invitado a su pódcast “Estudio 8” (Subterfuge Radio). Y sobre él escribe en su blog: “Hablar con Ramón Gabilondo sobre su carrera profesional, siempre en la radio, es asistir a un ejercicio de coherencia poco habitual. Prima la sensatez, algo que ha guiado toda su gestión ante el micrófono, tras la pecera del estudio o en los despachos en sus diferentes tareas”. El periodista donostiarra recuerda con Rodríguez sus comienzos y “no le duelen prendas al reconocer que entró en la radio por su hermano Iñaki Gabilondo, pero su trayectoria es suya y él se ha trabajado sus logros, hitos y amarguras, que también las hubo”.

Juan de Dios Rodríguez con Ramón Gabilondo en los estudios de Subterfuge Radio (Fotografía Subterfuge Radio)

Ramón Gabilondo fue ejemplo, en su tiempo, de la precariedad laboral en que se encontraba el ejercicio del periodismo. Simultaneó durante un tiempo su trabajo de redactor en Radio San Sebastián, de la Cadena SER, con la corresponsalía de la Agencia EFE, Diario 16, El Periódico de Catalunya y Don Balón, sin olvidar sus crónicas de deportes en El Diario Vasco. “Me temo que la situación ahora no es muy diferente”, comenta en ‘Estudio 8’.

"En una ocasión un directivo de la SER me dijo una frase que no he olvidado: ‘Las empresas nacen, se desarrollan y se vuelven locas’. Y, en el caso de la SER también hubo algunas locuras que se cobraron nombres muy válidos, por razones muy difíciles de explicar, por un equipo directivo que no daba la talla y eso le ha pasado factura a la SER. Se cometieron muchos errores tras la muerte de Polanco y nunca pensé que la familia de Polanco dejara PRISA. La vida da muchas vueltas, pero casi ninguna es por casualidad”

Gabilondo no esconde su orgullo por aportar a la SER algunos de los títulos de programas de mayor éxito, como las “Coplas de mi SER”, que presentó Carlos Herrera, “y un programa nocturno, que tenía un futuro muy prometedor, que hizo el propio Carlos, y que se llamó ‘El Borde de la cama’. Era un programa divertido, procaz, provocador, con chistes verdes, del que se ocupaba un Herrera auténtico, con su retranca y gracejo. Pero Tomás Martín Blanco, el director de programas, se lo cargó después de las críticas del director general, Eugenio Galdón, hechas en el ascensor. No tuvieron paciencia con este programa. Se hubiera convertido en el programa de Broncano, o de Wyoming”, aventura Ramón Gabilondo.

En la conversación que mantiene con Juan de Dios Rodríguez resalta sus valores sobre el periodismo y las guerras mediáticas. Y recuerda a Antonio Herrero, “era un profesional muy válido, pero tenía una fijación por todo lo que sonara a Prisa, era inquina lo que sentía por Polanco, algo que no era normal”. Iñaki Gabilondo -cuenta su hermano Ramón- le preguntó a Felipe González por qué no quería ser entrevistado por Antonio Herrero, y Felipe le contestó que Herrero “no quiere entrevistarme, lo que quiere es debatir conmigo, y yo debato con Aznar en el Congreso”. "El periodista está para preguntar, no para debatir", sentencia, "luego darás tu opinión".

“Yo fiché a un jovencito que se llamaba Paco González, y decidí que el inalámbrico en los partidos lo iba a hacer Manolo Lama. Eran los tiempos en que ya empezamos a crear el embrión del que fue el gran equipo de deportes de la SER, con José Ramón de la Morena”. Así lo recuerda Ramón Gabilondo en “Estudio 8”. “Manolo era un joven redactor al que todos le tenían un enorme respeto, y me pareció el ideal para ocuparse del inalámbrico en los partidos”.

Otro de los nombres sobre los que opina Gabilondo es el de Augusto Delkáder, que empezó como director de informativos en la SER, cuando desembarcó PRISA, y terminó como presidente no ejecutivo. En medio, Delkáder fue el directivo de mayor responsabilidad en la SER durante muchos años. “Augusto Delkáder fue un directivo que tuvo una intuición y una capacidad extraordinarias. Fuera de serie. Hizo una grandísima labor en la SER. Tuvo unos desencuentros muy serios con Eugenio Galdón y Jorge Planas, pero él supo imponerse desde la dirección de informativos. Delkáder era una persona magnífica, profesional y humanamente, pero tenía muy mal carácter, y a veces esto le jugó malas pasadas. A mí me echó algunas broncas importantes. En el plano corto, sin embargo, es muy buena gente”.

Gabilondo continúa recordando: “Uno de los errores de la SER lo cometió con ‘Gomaespuma’. Eran brillantísimos, pero trabajaban poco, se repetían mucho. Tenían una gracia natural extraordinaria. Yo propuse que hicieran los fines de semana rotando por todas las ciudades. Ellos con público se crecían y hubiera sido una muy buena idea. Pero mi propuesta no se aprobó”, lamenta.

Comenta que la radio es una carrera de fondo y que no se puede cambiar de la noche a la mañana, pretendiendo ‘modernizar’ a la audiencia, cuando la audiencia mayoritaria de la radio tiene de media entre 55 y 60 años. Se refiere a la estrategia de RNE de cambiar sus mañanas y encargárselas a Ángel Carmona. “Hay que hacer una radio inteligente: la que vale para todos los públicos. Pero no es fácil”, y habla de la música y el deporte “son más o menos universales”, como condimentos intergeneracionales. “Lo más difícil que hay en la radio es el humor, y no te digo el humor diario”. “Porque además, es muy caro. Hacen falta guionistas de humor, y son caros, y no están en la radio, están en televisión y en los teatros”.

El final fue inesperado, y sorprendente. Ramón Gabilondo se refirió a la deriva del Grupo Prisa, tras la OPA lanzada a Telefónica y la milmillonaria deuda que lastró -y sigue lastrando- los resultados de la compañía. “En una ocasión un directivo de la SER me dijo una frase que no he olvidado: ‘Las empresas nacen, se desarrollan y se vuelven locas’. Y, en el caso de la SER también hubo algunas locuras que se cobraron nombres muy válidos, por razones muy difíciles de explicar, por un equipo directivo que no daba la talla y eso le ha pasado factura a la SER”, concluye. En su última intervención, vuelve a mostrar su sinceridad en torno a lo vivido por PRISA en los últimos años: “Se cometieron muchos errores tras la muerte de Polanco y nunca pensé que la familia de Polanco dejara PRISA. La vida da muchas vueltas, pero casi ninguna es por casualidad”.

-Visita el blog “Nunca estuve en Nueva York, de Juan de Dios Rodríguez Pariente

-Aquí tienes los pódcast de “Estudio 8” reunidos.

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