DMR’24: Los coches traen la DAB+ a España

La noticia más relevante de este "Día Mundial de la Radio"

RNE enseña el camino de la RDT a los privados

La radio pública ofrece hoy detalles del despliegue de Radio Digital Terrestre en estándar DAB+ que va a poner en marcha
España lleva un retraso de más de dos décadas en la implantación de la Digital Audio Broadcasting
La existencia de cerca de tres millones de receptores de DAB/DAB+ “sobre ruedas” abre una ventana de oportunidad a las nuevas emisiones
La SER, COPE y Onda Cero se muestran reacias a iniciar el camino de la RDT porque la medida abrirá las puertas a nuevos operadores y a repartir la tarta publicitaria

Este es un ‘Día Mundial de la Radio’ especial. Diferente al resto de los que se han celebrado en España en los últimos doce años, desde que se creó. He defendido la utilidad de esta jornada, siempre y cuando se pusiera el foco en su futuro, no en su pasado que, por definición, ya ha transcurrido. No siempre ha sido así, más bien al contrario. En la mayoría de las ocasiones, sobre todo la industria, ha utilizado esta fecha con fines laudatorios y elogiosos, a los que por supuesto me sumo. Pero no lo veo ni suficiente ni oportuno en el único día del año en el que la radio se sitúa, como medio, en el foco de la opinión pública global, por derecho, dicho sea de paso.

Los coches han sido los que han traído la DAB+ a España (Fotografía Pixabay)

Este ‘Día Mundial de la Radio 2024’ coincide con el Centenario de la radio en España. Como ya avancé en su momento, y se está confirmando, no es un Centenario que nazca desde la unidad, sino desde intereses privados y publicitarios. Unos hablan del “Centenario de la SER”, falso, porque la Sociedad Española de Radiodifusión nació durante el franquismo, en 1940; otros reivindican a Radio España o Radio Peninsular como verdaderas pioneras, para desprestigiar a Radio Barcelona (de la Cadena SER). Todo ello para introducir deliberadamente ruido en un proceso que debería nacer limpio e, insisto, unitario.

Este 'Día Mundial de la Radio 2024' llega en un contexto muy especial: el del Centenario de las primeras emisiones de radio en España que nace, como había pronosticado, desde la divergencia de intereses y la falta de unidad. Ni es el Centenario de la SER, ni el de Radio España, en detrimento de Radio Barcelona. Todo ello para introducir deliberadamente ruido en un proceso que debería nacer limpio e, insisto, unitario

El caso es, como también he publicado, que mañana, 14 de febrero, la SER celebrará su gala, en Barcelona, como corresponde al hito histórico, presentada por el genial Andreu Buenafuente, y el 26 de febrero, también en Barcelona, se celebrará otra gala por la radio, impulsada en esta ocasión por Ràdio Associació de Catalunya, heredera de la Asociación Nacional de Radiodifusión, que puso en marcha EAJ-1 Ràdio Barcelona el 14 de noviembre de 1924, cuando la SER ni existía ni se la esperaba. En este caso, el conductor de la gala es otro enorme comunicador catalán, Jordi Basté.

A mí me parece muy triste esta duplicidad de galas, que parecen enfrentadas, en lugar de hermanadas. Y no tiene ningún sentido, salvo el de siempre, el de las peleas partidistas surgidas artificialmente por los políticos que no tienen otra cosa que hacer que alimentar los problemas allá donde no existen. El eminente profesor universitario, especializado en radio, Armand Balsebre comentaba en El País, que “no se puede extirpar de la historia el papel pionero de Radio Barcelona”. Y seguro que muchos, ante la lectura de este titular “a la defensiva”, se preguntan por qué. ¿Qué lo provoca? Y no es difícil deducir que la pelea, una vez más, hay que buscarla en el relato nacionalista, porque la estrategia de la Generalitat pasa por intentar apropiarse del Centenario, ninguneando a Radio Barcelona y apoyando a los herederos de la Associació Nacional de Radiodifusió, impulsores originarios de la emisora que recibió el indicativo EAJ-1.

A mí, lo verdaderamente relevante me parece el apunte histórico del profesor Balsebre, en torno a la equivocación del modelo de negocio que puso en marcha Radio Barcelona para subsistir: la suscripción de sus oyentes (algo que, ahora, un siglo después, funciona paradójicamente en el caso de algunos pódcast). Mientras, en Madrid, con independencia de la puesta en marcha del ‘Club del oyente’, se apostó por la publicidad. Y no deja de ser una curiosidad muy lógica que el primer producto que se anunció en la radio ¡fueron las radios! Los receptores de radio. Es evidente que, si no hay parque de receptores, no hay partido. Esa equivocación del modelo de negocio de Radio Barcelona, y una programación tan cultural como elitista, convirtió a Radio Barcelona en una empresa financieramente débil, y en este contexto es donde debemos situar la oferta de compra de la naciente primera cadena de radio nacional en nuestro país, Unión Radio, que se hizo con el control de la emisora catalana. A partir de aquí es fácil crear el relato nacionalista... cuando la operación fue una operación mercantil.

Este paso de la radio pública constituye todo un hito en la historia de la radiodifusión sonora en España. No se nos escapa que se ha producido en solitario, sin el apoyo ni la participación de la industria privada, que sigue manifestándose en contra de esta posibilidad de difusión de radio, que considera superada con la concurrencia de internet. Nada dice de que ampliaría la competencia con la llegada de nuevos operadores ni de que esto obligaría a repartir la tarta publicitaria

Este es el cansino panorama político al que nos tiene acostumbrados el independentismo excluyente, y del que la radio no ha podido sustraerse. Si a esto le sumamos que carecemos de una institución que aglutine a toda la profesión, una Academia representativa de la que podamos sentirnos orgullosos, y que nos permita organizarnos como colectivo en esta efeméride, concluiremos que en este Centenario carecemos de las condiciones ideales para conmemorarlo como deberíamos: unidos.

Sin embargo, en esa mirada hacia el futuro que siempre propongo, en esa preocupación que siento por la supervivencia de la radio, este ‘Día Mundial de la Radio 2024’ también es diferente. Muy diferente. Porque la Corporación Radio Televisión Española (RTVE) ha anunciado el “inicio de emisiones en radio digital DAB+”. Un hecho del que ampliará información en un acto que tendrá lugar hoy martes en Torrespaña. Era previsible que esta noticia llegara en algún momento, y hoy parece un día redondo para anunciarlo, y apretar el botón de la DAB+ en España. El director de Políticas Audiovisuales, Servicio Público e Internacional de RTVE, Ángel García Castillejo, avanzó, a finales del pasado año, intenciones: “Lo que no podemos permitir desde el servicio público, desde la administración, desde el sector comercial, incluyo, es que la piratería se apropie del dominio público radioeléctrico”. El hecho es que en DAB+, hoy por hoy, solo emiten emisoras pirata, porque la regulación legal todavía no ha llegado. Como siempre, la administración se mueve a rebufo de la empecinada realidad.

García Castillejo calculaba que, con la llegada de la primavera, habría en España en torno a tres millones de receptores “sobre ruedas”, en alusión a los coches nuevos que, por una Directiva europea de finales de 2020, deben incluir de serie receptores de DAB y DAB+, además de FM y, en algunos casos, OM. El considerable parque de receptores justifica la activación de este canal, desde el concepto de ‘servicio público’ que inspira la labor de la Corporación RTVE.

El director de Políticas Audiovisuales, Servicio Público e Internacional de RTVE, Ángel García Castillejo ha liderado este proceso (Captura video RTVE Play)

Desconocemos a estas horas el alcance de la decisión de RTVE, desarrollada a través de Radio Nacional de España, pero dentro del ámbito de la especulación, no es difícil establecer que, muy probablemente, encenderá las emisiones de sus principales programas en la banda de DAB+ en los diales de Madrid y Barcelona, donde ya se emite en la actualidad Radio Digital Terrestre (RDT) en estándar DAB, la única legalizada en España. Comprobaremos en unas horas si las emisiones se amplían a otros puntos del país, pues los receptores, como ha quedado de manifiesto, son, en su mayoría, coches, aunque existen receptores muy asequibles a la venta.

Este paso de RNE no puede ser el definitivo. No seamos ingenuos y pensemos que los oyentes de radio van a migrar a DAB+ para escuchar lo mismo que ya pueden escuchar a través de FM con un sonido más que aceptable, aunque la RDT lo mejore. Los receptores de los coches (y una buena campaña publicitaria de visibilidad) favorecen su descubrimiento, pero veremos si la precariedad de la cobertura no les hace retroceder de nuevo a la FM, respondiendo así a la frustración que pueden provocarles los cortes continuos de emisión en movilidad

Este paso de la radio pública constituye todo un hito en la historia de la radiodifusión sonora en España. No se nos escapa que se ha producido en solitario, sin el apoyo ni la participación de la industria privada, que sigue manifestándose en contra de esta posibilidad de difusión de radio, que considera superada con la concurrencia de internet, aunque de momento en nuestro país (según datos del EGM) la escucha de radio por IP solo representa entre un 10 y un 12 por ciento de la audiencia. Mi reflexión me lleva a preguntarme: una vez abierta la autopista de la DAB+ por RNE, ¿la Cadena SER, COPE y Onda Cero no van a circular por ella? ¿Van a estar ausentes de la oferta radiofónica de este nuevo canal con un parque de receptores millonario? En una ocasión, un directivo de la radio privada española me dijo “si convocaran un concurso de radio galena, deberíamos concurrir, porque este es nuestro negocio: la radio”. Pues de eso se trata. RNE ha abierto la puerta de la DAB+. Del resto del sector -públicos y privados- depende si dan o no el paso. Darlo, supone apostar por el nuevo canal de la RDT. No darlo, supone perder una oportunidad, perder mercado. La decisión también está en el lado de la radio pública autonómica. FORTA tiene que decidirse, aunque la decisión compete a cada uno de sus miembros.

Como también he escrito en alguna ocasión, el hecho de despertar en España muy tarde a la RDT (¡con más de dos décadas de retraso!) nos favorece en un aspecto. Gracias a la experiencia adquirida por aquellos países donde la RDT está implantada desde hace tiempo, sabemos lo que funciona y lo que no. Conviene, pues, tomar su ejemplo y orientar nuestra estrategia hacia aquellos objetivos que, sabemos positivamente, han funcionado en otros mercados. Radiocentre, la asociación que reúne a las emisoras privadas británicas (la equivalente a la AERC Value española), está de enhorabuena, porque no deja de sumar nuevos oyentes cada año. La radio británica ha aumentado y reforzado su audiencia y, lo más importante, los ingresos han aumentado sensiblemente. Y en el meollo de las razones que han impulsado esta mejoría del sector está sin duda la DAB y la DAB+ (el mercado británico comenzó en 2000 en DAB y ahora debe migrar a DAB+, en España es mucho más fácil iniciar el despliegue directamente en DAB+). La DAB es el canal de escucha mayoritario de los británicos, con el 43 por ciento de su audiencia, seguido de la FM (28%) y, en tercer lugar, el streaming (26%). También se percibe que no tardará mucho en que la IP supere a la FM, pero la DAB no deja de crecer. A los hechos me remito.

Radiocentre, la asociación que reúne a las emisoras privadas británicas, está de enhorabuena, porque no deja de sumar nuevos oyentes cada año. La radio británica ha reforzado su audiencia y, lo más importante, los ingresos han aumentado sensiblemente. Y en el meollo de las razones que han impulsado esta mejoría del sector está sin duda la DAB y la DAB+, que es el canal de audiencia mayoritario, con un 43%, seguido de la FM (28%) y el streaming (26%)

Este paso de RNE no puede ser el definitivo. No seamos ingenuos y pensemos que los oyentes de radio van a migrar a DAB+ para escuchar lo mismo que ya pueden escuchar a través de FM con un sonido más que aceptable, aunque la RDT lo mejore. Los receptores de los coches (y una buena campaña publicitaria de visibilidad) favorecen su descubrimiento, pero veremos si la precariedad de la cobertura no les hace retroceder de nuevo a la FM, respondiendo así a la frustración que pueden provocarles los cortes continuos de emisión en movilidad.

Como ocurrió en los años 60, con la llegada de la frecuencia modulada a nuestro país, los oyentes acudieron en masa al nuevo canal, comprándose nuevos receptores, gracias a la nueva oferta de contenidos, en aquel caso principalmente musical, porque se creía que la calidad de sonido que ofrecía la FM recomendaba su dedicación exclusiva a la radio musical. Hasta que llegó Antena 3 Radio y revolucionó el panorama, obligando a las radios habladas, que hasta entonces solo emitían en OM, a reposicionarse también en FM. Cuando lo hizo RNE se ganó la reprobación de los privados. Pero tras la acusación y la bronca, ellos fueron detrás.

Fueron los nuevos contenidos, diferenciados de los que la audiencia podía encontrar en la OM, los que impulsaron la migración de la audiencia a aquella incipiente FM. Y en DAB+ ocurrirá lo mismo: el canal irá creciendo en audiencia conforme se incorporen nuevos canales de radio. En Reino Unido, en Australia, en Alemania, la estrategia está orientando la DAB+ hacia los jóvenes, y les está funcionando.

RNE adquiere hoy el compromiso de enriquecer su actual oferta con canales exclusivos en DAB+ dirigidos a nuevos públicos. Es el momento, por ejemplo, de resucitar y recuperar aquel proyecto que duerme en algún cajón de CLAN Radio, o de apostar por una verdadera radio destinada a los jóvenes, que hable su mismo idioma y se ocupe de su realidad, desde la inspiración del servicio público. Es el momento, quién sabe, de aprovechar contenidos de RNE, incluido el Archivo Sonoro y construir con ellos una nueva parrilla lineal en DAB+ en la que prime la inspiración cultural. Es el momento, quién sabe, de estructurar otra oferta en DAB+ basada en contenidos exclusivos, musicales o no, incluso mixtos, que podría alimentarse de las producciones de “Solo en pódcast”, por qué no.

La elección de Javier Sánchez, en noviembre pasado, como nuevo miembro del Comité de Dirección del WorldDAB adelantaba también el despliegue digital de RTVE (Fotografía RTVE)

Es el momento, en definitiva, de crear, de aportar, de arriesgar, de contribuir, de enriquecer la oferta en DAB+ y de adecuarla a los nuevos tiempos. Aunque, conociendo esa casa, los retos se enfrentarán a la inercia y a la pasividad de un sector, interno y externo, que ralentizará o frenará los proyectos. Tal vez este, el de la DAB+, no sea más que uno de ellos: un proyecto que nace de la buena voluntad, acompasado con los tiempos y las responsabilidades de una corporación pública, que muere por el camino. Entiendo que la radio pública nunca podría confiar su canal prioritario de difusión de contenidos a internet, porque traicionaría el principio de igualdad y accesibilidad de los ciudadanos. El servicio ya no sería gratuito y universal. Por si fuera poco, la RDT garantiza el control del canal por parte del radioperador, competencia que pierde entregándose a internet.

El momento exige tomar decisiones. Si los privados creen a pies juntillas en el futuro de la radio a través de IP que apaguen sus transmisores de OM (¡ni siquiera se atreven con los de OM!) y FM, y ahorren millonadas en su red de emisoras. Pero saben que sería un suicidio. Tal vez en el futuro la radio sea IP. Es probable. Y es muy probable que las empresas de radiodifusión deban redimensionarse, cuando la audiencia descienda por la simple curva demográfica y la ausencia de relevo generacional. Y es posible que la audiencia mayoritaria, aunque disgregada, se traslade al pódcast en detrimento de la radio en directo. Y no estaría de más que se estudiaran estos posibles escenarios. A estas alturas, y viendo los datos recogidos en el EGM, y en el INE, solo puedo aportar un dato más: todo esto tardará. La FM reinará por muchos años. La OM se apagará tarde o temprano. La IP crece sin parar, aunque continúa en valores muy bajos y el ritmo es muy lento. Y en cuanto a la DAB+, hoy RNE abre la puerta. Asistiremos muy interesados a su implantación y desarrollo. Gracias a la radio pública por pensar en su audiencia. ¡Feliz ‘Día Mundial de la Radio’ a todos!

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