Carlos Herrera: “La radio se hace como uno es”

Entrevistado en la revista ‘Antena’ de la Asociación de Profesionales de Radio y Televisión de Madrid

“Es muy difícil impostar todos los días durante 40 años”

• La periodista Esther Ruiz Moya entrevista al director de “Herrera en COPE”, el programa más escuchado de la Cadena COPE y el segundo más escuchado en España. "Casi tres millones de almas lo eligen cada mañana. Cuatro décadas entregado a los medios. Información y entretenimiento. La palabra y el silencio. El ritmo y la pausa. La conversación y la escucha. El rigor y la diversión. Talento y oficio. Pasado, presente y futuro. Él es radio, Carlos Herrera". Aquí un extracto

-Dice de ti Miguel De los Santos, que eres “el animal de radio más importante de los últimos años”. ¿Cómo ves el presente y el futuro del medio? ¿Qué es para ti la radio?

-No lo sé. La verdad, es que tampoco me preocupa demasiado porque a la radio la han enterrado tantas veces: el vídeo mató la estrella de la radio y tal…Y, sin embargo, resulta que es el medio más fuerte, el que de forma más robusta ha aguantado la crisis y de forma más intensa ha cimentado su credibilidad en la ciudadanía. Creo que lo va a seguir haciendo porque, al fin y al cabo, la radio es intimidad, es una persona que habla y otra que escucha y es ese el vínculo entre dos personas a través de una fórmula sencilla, estés donde estés y hagas lo que hagas.

Carlos Herrera ante el micrófono de la Cadena COPE (Fotografías COPE)

-Me gusta una frase tuya: “Un entrevistador no es un inquisidor”. Teniendo en cuenta que has entrevistado hasta al Papa, ¿Te ha quedado alguna entrevista pendiente o alguna otra que se te resista?

-La verdad es que me hubiera gustado entrevistar a mucha que ya no está viva y de los que están vivos, mañana entrevistaría a todo el que se cruzara y se dejara entrevistar. A algunos tampoco tengo ganas de entrevistarles porque la entrevista es una forma de legitimación y hay entrevistas que, particularmente, creo que no debo hacer. Si a mí me preguntas, ¿tú entrevistarías al que te quiso matar? pues a lo mejor te diría: al que me quiso matar, no; porque más allá de reprocharle que me quisiera matar, tengo poco interés en saber algunos detalles de su vida y sobre todo, porque, como te decía, la entrevista es una forma de legitimación y no tengo mucho interés en legitimarle. Ahora bien, me parece que lo hagan otros, yo con eso no tengo problemas.

"Los oyentes tienen un detector de metales en la nariz que le dice cuando algo es de verdad o no, o es una realidad impostada. Quizá, puedes convencer a alguien un día, pero no todos los días a todas horas y esto vale para la radio, la política, el fútbol y para todo lo demás"

-Comunicas como nadie y, a su vez, escuchas como pocos. En estos tiempos en que todo el mundo sabe de todo y hay tanto ruido ¿callarse se ha convertido en un arte?

-El silencio en las entrevistas es una forma de arte, sí. Reconozco que he tenido dos maestros: uno ha sido Luis Arribas Castro y otro ha sido Jesús Quintero, quien manejaba el silencio muy bien. El silencio es un arma de doble filo porque, a veces, parece que que no sepas qué es lo que vas a decir o lo que tienes que decir, pero otras veces el silencio obliga al entrevistado a andar un paso más, a contar algo más, a vencer algo más una cierta timidez... El silencio en la radio es, efectivamente, un peligro. Mi consejo a quienes empiezan en la radio: no quieras decirlo tú todo, no quieras abalanzarte sobre el entrevistado, pero tampoco le dejes solo; igual que un torero no puede dejar a un toro solo en el centro de ruedo, que el toro te vea, pero dale sitio. El silencio es una forma de dar sitio a la persona con la que tienes esa faena, al fin y al cabo, es el encuentro de la palabra entre dos: el que pregunta y el que responde.

-Bulos, desinformación, posverdad, precariedad, censura; atentados a la libertad expresión, cuestionamientos éticos y periodísticos, señalamientos. Inteligencia artificial, podcasts, proliferación de plataformas en este nuevo ecosistema de medios… ¿Retos o amenazas?

"El silencio en las entrevistas es una forma de arte. Reconozco que he tenido dos maestros: uno ha sido Luis Arribas Castro y otro ha sido Jesús Quintero. El silencio es un arma de doble filo porque, a veces, parece que que no sepas qué es lo que vas a decir o lo que tienes que decir, pero otras veces el silencio obliga al entrevistado a andar un paso más, a contar algo más, a vencer algo más una cierta timidez"

-Me coge muy mayor para responder a esto. Indudablemente, las dos cosas. Toda amenaza es un reto y, muchas veces, los retos son amenazas en sí mismos. Los bulos, la desinformación, el tiempo que llega a través de los canales abiertos de información de cientos y cientos de fuentes que, efectivamente, no son fiables pero que pueden desestabilizar hasta una economía deben ser tratados con mucho rigor. Es inevitable que todos alguna vez caigamos en la tentación de darle fiabilidad a algo que viene de fuentes que no contrastamos, este es el gran problema que ahora mismo hay en el periodismo y no digamos ya en la sociedad. Alguien que no es profesional abre un teléfono lee lo que lee, se lo cree y luego te preguntan; a mí me preguntan familiares míos o amigos: “¿oye es verdad esto que han publicado?”, no, por favor, es un bulo, no te lo creas, pero es muy fácil creerse las cosas. Todos los días se va a ir creando una sociedad de incrédulos que solo se fíen de sus fuentes habituales, sabiendo incluso que las suyas habituales pueden algún día equivocarse.

-Se te ve en un momento dulce ¿cómo andas de ilusión y de ganas?

-Ganas tengo todas a pesar de la edad que tengo, que no soy un niño. Siempre tengo ganas, aquel que no tenga ganas, que haya perdido la curiosidad, el interés, la ilusión, el brillo, el destello de la luz roja de un estudio cuando se enciende está condenado a no ser feliz en su trabajo. Yo para ser feliz en mi trabajo tengo que, todos los días, tener un cierto cosquilleo en el estómago cuando voy a empezar un programa y el día que no lo tenga, seguramente, lo dejaré. No solo es necesario que tú tengas ganas de gustar a tu público o contentar a tus oyentes, informar y darles lo que ellos esperan de ti, sino que también necesitas que eso ocurra al revés. El día que eso no ocurre, si tú no sabes darte cuenta, alguien tiene que tocarte el hombro y decirte “debes irte a casa”. Mientras a mí no me toquen el hombro diciéndome eso, yo seguiré aquí.

Carlos Herrera es el último de una estirpe de voces de la radio

-Quiero preguntarte por Carlos, el hijo de Doña Blanca ¿es muy diferente a Herrera?

-El hijo de doña Blanca y Herrera Carlos son la misma persona por una razón sencilla: La radio se hace como uno es. Es muy difícil impostar todos los días durante 40 años, seis horas diarias una realidad que no sea la cierta. Es muy difícil hacer ver lo que no eres. Lo puedes hacer ver un día, dos… tal vez en un programa de televisión, puede que una mañana brillante que tengas, pero 40 años todos los días eso no hay actor que lo soporte. Tú eres lo que eres. Además, es verdad que los oyentes tienen un detector de metales en la nariz que le dice cuando algo es de verdad o no, o es una realidad impostada. Quizá, puedes convencer a alguien un día, pero no todos los días a todas horas y esto vale para la radio, la política, el fútbol y para todo lo demás.

-Consulta la entrevista completa en la revista Antena

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