10 verdades sobre la DAB+ en España (y II)
Con la DAB/DAB+ la radio sigue difundiéndose por aire, como la radio de toda la vida, pero con tecnología digital, más eficiente y eficaz (Fotografía Pixabay) |
Los Tribunales Superiores de Justicia autonómicos no han dejado de obligar a los gobiernos autonómicos a convocar concursos de DAB en España, como consecuencia de las peticiones de distintos operadores que reclamaban este derecho, para aspirar a una de estas concesiones, ya planificadas, pero no convocadas a concurso. Y la ley les ampara
No podemos obviar tampoco que, según
el Estudio General de Medios, el lugar donde más radio se escucha es en casa,
seguido del lugar del trabajo y, por último, y en tercer lugar, en el coche.
Sin embargo, si pormenorizamos entre ‘radio hablada’ y ‘radio musical’, en esta
última, la escucha en los coches es más importante, puesto que su prime time de
escucha se localiza in itinere, de camino al trabajo o de regreso de él.
Por último, conviene señalar que existe una amenaza real de
relegar la radio en los futuros coches conectados, cuya pantalla de
entretenimiento, manejada y gestionada por Google, a través de su App Google Automotive,
es posible que relegue la radio a un espacio mucho menos visible, y por tanto
accesible, en beneficio de sus propios contenidos de audio. El mismo WorldDAB,
al igual que Radioplayer, negocian con Google para garantizar la presencia de
la radio en un lugar predominante y naturalmente accesible en el salpicadero.
7 El empujón judicial, y anacrónico, de la DAB
Los Tribunales Superiores de Justicia autonómicos no han
dejado de obligar a los gobiernos autonómicos a convocar concursos de DAB en
España, como consecuencia de las peticiones de distintos operadores que reclamaban
este derecho, para aspirar a una de estas concesiones, ya planificadas, pero no
convocadas a concurso. Y la ley les ampara.
En
2022, el Tribunal Constitucional admitió a trámite trece recursos de amparo de
emisoras que piden licencias de DAB. Las CC.AA. afectadas por esta
decisión, por haberse negado a la convocatoria, son Asturias, Canarias,
Cantabria, Castilla y León, Castilla La Mancha, País Vasco y La Rioja.
Los grandes gigantes tecnológicos no buscan más que hacer negocio y el ámbito del entretenimiento para ellos es estratégico, como se ha demostrado. A empresas como Google no les interesa la radio (salvo que pasaran por taquilla para garantizar su presencia en los futuros salpicaderos de los coches conectados). Prefiere publicitar sus propios contenidos, con los que obtiene mayor rentabilidad
En este contexto, debemos incluir los
concursos en Extremadura, donde solo se presentó una petición para 78 licencias,
o el
concurso de Navarra, donde acaban de concederse 19 emisoras DAB locales, y
faltan por otorgarse los múltiplex autonómicos, para emitir una misma señal en
todo el territorio navarro.
En definitiva, este asunto se ha llegado a convertir en un
auténtico culebrón
legal de la DAB en España, en el que las autonomías están obligadas a
repartir el espacio radioeléctrico de que disponen entre los ciudadanos que
aspiren a ocuparlos mediante concurso.
Lo malo de este asunto es que la tecnología que se pretende
otorgar ya es una tecnología caduca y amortizada, con un nuevo estándar, evolucionado,
más eficaz y eficiente: la DAB+. Y no tiene mucho sentido marear la perdiz con
la DAB cuando ya existe la DAB+. Haría falta, por tanto, redactar, de acuerdo
con el sector, un nuevo Plan Técnico
Nacional de Radiodifusión Sonora Digital Terrenal que mejorara el anterior, que
data, incomprensiblemente, de 1999.
Este nuevo Plan debería garantizar, porque hay espacio para
ello de sobra, la migración de los actuales concesionarios de FM al nuevo
escenario de DAB+, así como la incorporación de nuevos operadores mediante
concursos autonómicos (cobertura autonómica y local) y nacionales (múltiplex de
cobertura nacional otorgados por el gobierno de la nación).
8 La barrera de los móviles en su expansión
Si coincidimos en que el smartphone representa el ‘transistor
del siglo XXI’, el DAB no está presente en él. Solo hubo un intento, allá
por 2016, que impulsó la marca LG, con su modelo Stylus 2 que incorporó un
sintonizador de DAB y DAB+. Fue el primero, ¡y el último! Nunca más.
Si atendemos al sabio refranero español, “piensa mal y
acertarás”, para responder a la pregunta de por qué no se extendieron en el
mercado, en lugar de desaparecer, convendremos que a los grandes teleoperadores
no les interesa incorporar una app gratuita mediante la que pueda escucharse
información y entretenimiento. La radio, bien en FM o en la moderna RDT, representaba,
para los fabricantes de smartphones, un obstáculo evidente para que los
usuarios consumieran radio a través de IP, o sea, con gasto (y por tanto
negocio).
El consumo de radio en los coches va a resultar estratégico para el futuro del medio (Fotografía Pixabay) |
En definitiva, la ausencia de la DAB+ en los smartphones
constituye un grave problema de cara a su expansión, como es evidente, lastrada
por los intereses de los fabricantes y operadores que priorizan la escucha de
la radio a través de IP para generar negocio.
9 El control del canal propio
¿Cuál es, por tanto, la principal característica que hace atractiva,
y necesaria, la Radio Digital Terrestre? Sin duda, el control del canal.
Los grandes gigantes tecnológicos no buscan más que hacer
negocio y el ámbito del entretenimiento para ellos es estratégico, como se ha
demostrado. A empresas como Google no les interesa la radio (salvo que pasaran
por taquilla para garantizar su presencia en los futuros salpicaderos de los
coches conectados). Prefiere publicitar sus propios contenidos, con los que
obtiene mayor rentabilidad.
RNE debe mostrar músculo enriqueciendo su oferta con nuevas emisoras y utilizando el altavoz de TVE para publicitar y promocionar el nuevo ámbito digital de difusión de contenidos radiofónicos. Tiene medios y talento de sobra para hacerlo. Le falta capacidad de decisión y operatividad. Pero, me consta, le sobra determinación
Oponer dos intereses, el del radioperador y el del operador
de red o de canal, caso de que la radio volcara todas sus emisiones a IP, para
ahorrarse costes en la infraestructura de distribución de señal (postes,
transmisores, alquiles centros emisores, etc.) constituiría un gravísimo
problema para el medio porque dependerían a partir de ese momento de la
discrecionalidad del operador de red que, en el momento en que un contenido equivaliera
a un conflicto de intereses con sus propios contenidos no dudaría en interrumpir
su distribución.
Además, si la radio fuera IP quedaría sumergida como una
gota de agua en la inmensidad de la oferta contenida en el mar de internet, con
escasas oportunidades de diferenciarse del resto.
La Radio Digital Terrestre garantiza la continuidad del
modelo broadcast que ha imperado hasta la fecha, desde los orígenes de la
radio, hace este 2024 en España, cien años. La radio, en definitiva, controla
su propio canal y decide libremente, con total autonomía y de una forma
totalmente diferenciada del ámbito IP. Pero mantener su independencia no impide
que la radio también se difunda a través de la red. La diferencia es que el
broadband (que representa en volumen de audiencia en España, según el EGM, en
torno a un diez-once por ciento de los oyentes de radio) es un complemento de
las emisiones por aire.
10 El escenario europeo de la DAB+
Como afirmaba el responsable de Estrategia del Centro de
Innovación de RTVE y miembro de la Junta Directiva del WolrdDAB, Javier
Sánchez, “España no podía quedarse descolgada de Europa".
Y es cierto. España constituía, junto con Portugal, la
llamada “excepción ibérica” en el Viejo Continente, en materia de radio
digital. Éramos los únicos que, aunque emitíamos en DAB residualmente, sin
vocación ni entusiasmo, soterradamente, para un veinte por ciento de la
población, localizada en Madrid y Barcelona, no apostábamos por la evolución
del estándar: el DAB+. Mientras, Portugal, llegada la crisis económica, decidió
apagar todas sus emisiones digitales, a la espera de que la Unión Europea, como
hizo con la TDT, lo ordenara expresamente, algo que no está previsto que
ocurra, al menos a corto plazo.
Los privados siguen en stand by, haciéndose los remolones, pero participando en los concursos de emisoras DAB autonómicos, no vaya a ser que pierdan representatividad, igual que el viejo accionista de una empresa que pierde poder ante las sucesivas ampliaciones de capital si no concurre a ellas. Desde RNE se alienta a los privados a sumarse a la ‘Era de la Radio Digital en España’, al igual que a los miembros de FORTA Radio que no dejan de formar parte de la misma filosofía de servicio público
En estos años se han ido produciendo una serie de hitos,
como el
ocurrido en Noruega, el primer país del mundo que apagó la FM. Luego se
dieron cuenta de que lo había hecho demasiado apresuradamente, generando una
serie de problemas, entre ellos el descenso de la audiencia de radio que hoy,
por fortuna, ya se han superado. El
siguiente país que ha anunciado el apagón es Suiza, aunque una última decisión
les condujo a retrasarla a 2026. Reino Unido podría ser el siguiente,
porque las emisiones digitales de radio (la suma entre DAB/DAB+, el canal más
escuchado, y la radio por IP) suman más del sesenta por ciento de la audiencia.
Pero todavía las autoridades británicas no se han manifestado en este sentido.
El país más retrasado en la implementación de la DAB+ era
Francia. Hoy es uno de los más convencidos, y de los que más han acelerado.
ARCOM, el regulador galo, ha anunciado que llegará al sesenta por ciento de la
población el próximo mes de marzo.
En este marco, España se quedaba como una isla, o como un
desierto. Si volvemos a los coches como ‘receptores de DAB+ con ruedas’, al
entrar en nuestro territorio desde la frontera francesa, solo encontrarían
silencio, algo que, al menos la radio pública (de momento) ha impedido con su
decisión de encender sus emisiones digitales.
La RDT no garantiza el futuro, pero no hay futuro sin la RDT
Nadie puede garantizar nada en un mar de incertidumbres.
Pero la radio no puede, en el primer cuarto de siglo XXI seguir difundiéndose a
través de tecnologías del siglo pasado, tan poco eficientes energéticamente. En
el siglo en el que la conciencia sobre las energías renovables se ha disparado,
en el que se habla de la reconversión de la industria automovilística en
vehículos eléctricos, la radio no puede seguir siendo tan contaminante (sobre
todo en Onda Media).
Hacía falta, por tanto, migrar a una tecnología que fuera
diez veces más eficiente energéticamente hablando que la FM. Y que se llama
DAB+.
El paso dado por RNE es encomiable, por lo que representa:
la voluntad de la radio pública de avanzar hacia el futuro, apostando por una
transición tranquila sin fecha fija de apagón analógico. Pero todo el castillo
de naipes puede venirse abajo si RNE no es capaz de reforzar su decisión con
nueva oferta de emisoras, como ha hecho, por ejemplo, la
BBC, que acaba de anunciar cuatro nuevas emisoras musicales para reforzar su
catálogo.
La radio cuenta con un nuevo canal digital que perdura su tradicional difusión por aire (Fotografía Pixabay) |
Los privados siguen en stand by, haciéndose los
remolones, pero participando en los concursos de emisoras DAB autonómicos, no
vaya a ser que pierdan representatividad, igual que el viejo accionista de una
empresa que pierde poder ante las sucesivas ampliaciones de capital si no
concurre a ellas. Desde RNE se alienta a los privados a sumarse a la ‘Era de
la Radio Digital en España’, al igual que a los miembros de FORTA Radio que
no dejan de formar parte de la misma filosofía de servicio público.
Como vemos, el panorama de la DAB+ no está exento de problemas. De momento, nace circunscrito al ámbito de los coches, pero con potencialidad, si la oferta aumenta, al margen de los piratas, de crecer en las casas, animando la compra de receptores de sobremesa, con emisión gratuita y universal para toda la vida, al margen de internet. A estas alturas de la vida, conviene tener presente que no todo va a ser internet.
Relacionado:
-10 verdades sobre la DAB+ en España (I)
Si la radio analógica no ha muerto todavía es por su resistencia a las inclemencias meteorológicas y también por su facilidad de fabricación tanto de los receptores como también de los transmisores, al igual que el consumo de energía de quien la recibe ya que puedes obtener receptores de FM y AM que consumen muy poco. Al otro lado del charco en Estados Unidos están obligando a los vehículos eléctricos a poner receptores AM y allí la radio digital no existe.
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