Spotify se va de Uruguay para no pagar más a los músicos
- El presidente de la República de Uruguay se mantiene optimista ante la llegada de un acuerdo que evite la salida del país de la plataforma de streaming sueca
- Una nueva ley proteccionista con los derechos de autores e intérpretes espanta a esta compañía, que no está dispuesta a duplicar sus gastos por el capítulo de derechos de autor en este país del cono sur americano
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| El logo de Spotify (Fotografía Pixabay) |
Spotify denunció en una carta enviada al ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, que, pese a los ajustes que se realizaron a la ley, la empresa deberá «pagar dos veces» por el mismo contenido
¿Qué llevó a Spotify a retirarse de Uruguay? La nueva ley de derechos de autor aprobada en el Parlamento. Spotify denunció en una carta enviada al ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, que, pese a los ajustes que se realizaron a la ley, la empresa deberá «pagar dos veces» por el mismo contenido. Según el diario uruguayo El País, Spotify considera que ahora "los intérpretes podrán reclamarles el cobro por la reproducción de sus contenidos y no solo al productor que los contrató para hacer su disco, a quien hoy Spotify ya le paga por cada vez que se escucha su música".
A eso se refiere Lacalle Pou cuando habla de ser "equilibrados". Entiende la posición de la plataforma, pero también a los artistas uruguayos que esperan vivir de su obra.
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| ¿Condenados a entenderse? (Pexels) |
Spotify lleva años, prácticamente desde su fundación,
registrando pérdidas en su negocio, debido principalmente al capítulo de pago
de derechos de autor a las discográficas. Su negocio es la música, pero hay que
pagar a quien la hace. Sin embargo, el sector es perfectamente consciente de
que una de sus fuentes tradicionales de ingresos, la venta de discos, ha pasado
a la historia en este nuevo escenario de consumo masivo de música en streaming
a través de internet, y que han tenido que darle una vuelta a su manera de
sobrevivir como industria. Spotify constituye, sin duda, ahora, al igual que el
resto de plataformas, uno de sus nuevos grifos de recursos, junto con los
conciertos en directo. Los músicos ya no viven de sus discos. De hecho, se está
recuperando el vinilo para rescatar a sus viejos y nuevos aficionados a los
tocadiscos, apelando a su carácter vintage. Pero el sector no levanta cabeza.
El ‘equilibrio’ al que apela el presidente de Uruguay tendrá que llegar, porque
la plataforma sueca mantiene a la industria, y cargarse a Spotify puede ser
cargarse este sector en ese país, como antes ha ocurrido en otros países -Corea
del Norte, China, Siria, Irán, Rusia, Cuba-, aunque en este caso sus regímenes
políticos nada tienen que ver con una economía de mercado como la de Uruguay. Hay
verdadero interés en el contexto mundial por ver cómo se resuelve la crisis de
Spotify en este país del cono sur americano. Los tres actores implicados en
esta producción -gobierno, discográficas y plataforma- saben qué aportan cada
uno, y no es cuestión de dilapidar recursos. GZ
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