https://www.gorkazumeta.com/2023/12/ramiro-lopez-en-la-ser-de-prisa-sufri.html?m=0
Enamorado de la radio, donde empezó, fue luego uno de sus mayores y mejores clientes desde sus diferentes empresas
"Mi gran ilusión era trabajar en la radio"
- La radio ha creado a su alrededor un ejército de militantes vocacionales que se ensimismaron con ella -de uno y otro lado- y no han dejado nunca de disfrutarla y creer en sus incuestionables poderes
- Uno de los capitanes de ese ejército es Ramiro López, meritorio de la radio con dieciséis años, trabajador de Radio Juventud, Radio Popular y Radio Albacete, y posterior emprendedor por necesidad
- Javier del Castillo, de “La Tribuna de Cuenca”, charla con él en esta entrevista, de la que hemos extractado el capítulo referido a la radio, su amor incondicional
La Tribuna de Cuenca, Javier del Castillo, 11.12.2023. En el Hotel Intercontinental de Madrid, junto al Paseo de la Castellana, le saludan con afecto los empleados. Es su centro de operaciones – también intercontinentales –, cuando viaja a la capital de España. Ramiro López Henares. De gran envergadura y tez morena, a este hijo de panaderos nadie le ha regalado nada. Ha trabajado desde niño, repartiendo el pan con una bicicleta por Albacete, y siguiendo el consejo que tanto le repetía su padre: haz lo que sea, pero hazlo mejor que nadie.
Con ese afán de superación y la ilusión de trabajar en la
radio, se presentó con dieciséis años en la emisora de Radio Juventud. «La
primera oportunidad me la dio Manuel Montoliu Izquierdo. También
me ayudaron mucho en mis comienzos mi buen amigo Alfonso y Eduardo
Cantos, que en paz descanse. Ahora todo es maravilloso, pero cuando yo
empecé había que barrer la emisora, archivar los discos y hacer de chico de los
recados. Para darme ánimos, Eduardo me decía: 'algún día escribirás páginas
importantes de la radio en España'». Pero sin correr, paso a paso.
"Cuando, desde Central Park, contemplé la Quinta Avenida de Nueva York se me quedó la misma cara que a Paco Martínez Soria al salir de la madrileña estación de Atocha. Estuve cinco minutos traspuesto y sólo se me ocurrió decir una frase: '¡Ay va la ostia!'. En ese viaje me enamoré de la cultura americana. Allí al empresario se le respeta y se le apoya. Al contrario de lo que ocurre en España, en EEUU se admira a quienes crean riqueza y hacen negocios"
El siguiente peldaño sería Radio Popular – emisora de la que
guarda buenos recuerdos, especialmente de Paco de Aguilar – y
posteriormente, en 1982, Radio Albacete, de la Cadena SER. «Aquella era la SER
auténtica, la de Vicente Marco, Joaquín Prat y Pepe Domingo Castaño.
Luego, la compró el Grupo Prisa y sufrí una persecución política absoluta,
hasta que lograron echarme. Pero, no por mal profesional, sino por ser de
derechas, algo que no he ocultado nunca y de lo que me siento orgulloso. Ellos
me decían que cambiara de orientación o, si no, puerta. Así que les dije: pues
ya nos podemos ir hacia la puerta. Fue una pena que se cargaran la SER de Eugenio
Fontán, una radio en libertad, en la que nadie te preguntaba por tu
ideología. Se valoraba sólo la profesionalidad». Esa profesionalidad que le
ha hecho merecedor de varias Antenas de Oro.
En la trayectoria profesional de Ramiro López se produce un
punto de inflexión en 1987, cuando decide viajar a Estados Unidos por
recomendación de Ángel Álvarez, director y presentador del mítico
programa musical 'Vuelo 605'. El inquieto empresario albaceteño recuerda
su llegada a Nueva York como si acabara de despertarse de un sueño. «Cuando,
desde el Central Park, contemplé la Quinta Avenida se me quedó la misma cara
que a Paco Martínez Soria al salir de la madrileña estación de Atocha. Estuve
cinco minutos traspuesto y sólo se me ocurrió decir una frase: '¡Ay va la
ostia!'. En ese viaje me enamoré de la cultura americana. Allí al empresario se
le respeta y se le apoya. Al contrario de lo que ocurre en España, en EEUU se
admira a quienes crean riqueza y hacen negocios».
En aquel primer viaje a Estados Unidos nació la idea de
montar una emisora de radio en castellano en Miami, que se llamó ‘Radio Única’,
con cobertura casi nacional, y un negocio similar a la teletienda, pero sin
imágenes. Así nació la empresa ‘Publipunto Inter-Schopping’, que se
haría tremendamente popular por los microespacios que protagonizaba este
emprendedor manchego, después de probar sin éxito con la voz de Constantino
Romero. «Yo me traía las patentes de Miami, de Hong Kong, de diferentes
lugares del mundo. Recuerdo que de la Feria de Cantón (China) nos trajimos el
cigarrillo electrónico y otras cinco o seis cosas importantes que adaptamos al
mercado español. Los productos que vendíamos tenían sus homologaciones,
certificaciones y permisos. Y, una vez enviado el producto al comprador, si no
le convencía, podía también devolverlo».
Ha compartido micrófono con grandes estrellas y es amigo de Carlos Herrera y Luis del Olmo. Su admiración por ellos es incuestionable. «En la radio, como en el fútbol, se juega por los extremos, pero a mí me gustan más los centrales. Luis del Olmo ha sido el inventor de la radio moderna, mientras que Carlos Herrera encarna la evolución de la radio, sin perder la pureza. A Carlos Alsina lo he tratado menos, pero es otro gran profesional, que prepara las entrevistas como nadie. También lo ha sido Iñaki Gabilondo, y lo es ahora Federico Jiménez Losantos»
|
Ramiro López, junto a Luis del Olmo, en Onda Cero (Archivo familiar RL) |
«En casa teníamos una radio Telefunken de válvulas, con un ojo de buey para sintonizar mejor las emisoras. En esa radio escuchábamos 'Matilde, Perico y Periquín' y 'Cabalgata Fin de Semana', pero luego a mí me regalaron de chaval un transistor Inter del tamaño de un paquete de tabaco, de color azul plateado, que costó setecientas pesetas. Iba a todos los sitios con el transistor. Porque mi gran ilusión era trabajar en la radio».
-Lee
la entrevista completa de “La Tribuna de Cuenca”, aquí
Relacionado:
-Ramiro
López (Publipunto): "Soy un hombre de radio" (ElMundo.es)