Iñaki Gabilondo: “La maquinaria político-económica ha terminado por apoderarse del misterio de la comunicación”

El periodista donostiarra invitado en el pódcast “Estudio 8”, de Juan de Dios Rodríguez Pariente

“La radio ‘se jugaba en la antena’, ahora el estudio de emisión es un departamento más de la radio”

"Hablar con Iñaki Gabilondo sobre radio, periodismo, o la vida, siempre es más que un lujo y un honor; es un aprendizaje constante como se demuestra en la conversación mantenida en el estudio ‘Alfonso Santisteban’ de Subterfuge Radio de Madrid

Han transcurrido más de dieciocho años desde que la Cadena SER anunció que Iñaki Gabilondo abandonaba la dirección del programa “Hoy por Hoy”, el estandarte del prime time de la radio en España. El periodista donostiarra se trasladaba a Cuatro, para poner en marcha el canal de televisión que por fin conseguía PRISA en abierto, después de la experiencia de Canal Plus. Gabilondo es una de las figuras señeras de la historia de la radio reciente en nuestro país, pero terminó cansado, hastiado, del escenario político, de la tensión y la polarización a la que nos condujeron los políticos. “Nunca he estado más cerca de dejarlo como en aquellos años de hostilidad”, le confiesa a Juan de Dios Rodríguez Pariente en esta nueva entrega del pódcast “Estudio 8”, de Subterfuge Radio. Pero hay otros muchos momentos de este tenor, de confesión abierta y sincera, y también de tristeza en torno a la situación de la radio en los últimos años. “La radio ‘se jugaba en la antena’, ahora el estudio de emisión es un departamento más de la radio”, comenta.

Iñaki Gabilondo con Juan de Dios Rodríguez Pariente (Fotografía Subterfuge Radio)

Gabilondo participó en una de las épocas de la historia de España en las que se construyó un nuevo país, partiendo de una dictadura de más de cuatro décadas: asistió a la creación de un nuevo estado, democrático, libre y crítico. ‘La Transición’, como se conoce este período, terminó probablemente en 1982, con la llegada de los socialistas al poder, y la entrada de Felipe González en La Moncloa. José María Aznar le sucedió en 1996, y logró, con algunas de sus actuaciones, crispar al periodista vasco. Cuando salió del “Hoy por Hoy”, pidió perdón porque Aznar logró sacar lo peor de él. Hoy, casi treinta años después, se entristece porque la situación de la radio, y de la comunicación se ha empobrecido. “La maquinaria político-económica ha terminado por apoderarse del misterio de la comunicación”. A pesar de todo, destaca que “la radio de hoy sigue enamorando a los que trabajan en ella”. Y él la añora, porque lo ha sido todo en su vida profesional, pero nunca pensando en volver, porque ya no se ve encajado en este contexto mediático-político, tan efervescentemente polarizado.

“Cuando llegó PRISA les veíamos como gente que no nos entendía y tampoco nosotros a ellos, venían con complejo de superioridad y nos miraban con mucha misericordia, pero la radio tiene tal fascinación que les enamoró”

“Creo que se ha perdido la consciencia de la maravilla” de la radio, le comenta a Juan de Dios Rodriguez en su pódcast “Estudio 8”. Lejos de jubilarse, y alejarse de los medios, Iñaki Gabilondo sigue acudiendo a un sinnúmero de invitaciones, “menos a las de signo político”, como confesaba el pasado viernes en el pódcast “Radio San Pablo”, de Fernando Ruiz, en conversación con quien fue du director general en la Cadena SER, Daniel Gavela.

En “Estudio 8”, el periodista vasco habla de su trabajo, de su “Disneylandia”, de la que ya ha hablado en otras entrevistas, y de la casa en la que desarrolló toda su trayectoria profesional: la Cadena SER. “La SER podía ser un buen ejemplo de cómo entre empresas tan diferentes y de teorías tan diferentes se ha podido construir una marca tan inapelable: lo hicimos porque no sabíamos que era imposible”, comenta. Augusto Delkáder, hombre en punta de El País en la SER, que llegó a Gran Vía 32 como director de Informativos, resultó providencial para la radio, según Iñaki Gabilondo: “Delkáder cambió por completo la relación con las emisoras asociadas”.

“Cuando llegó PRISA les veíamos como gente que no nos entendía y tampoco nosotros a ellos, venían con complejo de superioridad y nos miraban con mucha misericordia, pero la radio tiene tal fascinación que les enamoró”, comenta Gabilondo. Al exdirector del “Hoy por Hoy” se le ha acusado de actuar al dictado de Jesús de Polanco, el fundador de PRISA. “Con Polanco tenía muy poca relación, pero él también había sido un niño de la radio como yo”.

La conversación se desarrolla también en torno a la radio que vivió el periodista vasco en su tierra natal, San Sebastián. “Yo no he tenido mayor sensación de éxito que cuando me nombraron director de Radio San Sebastián, no sólo había entrado en Disneylandia sino que era el jefe de Disneylandia”. En muchas ocasiones, Iñaki Gabilondo ha reconocido que, de niño (fue un niño de la radio, porque la televisión llegó muchos más años después), cuando paseaba por la Avenida de La Libertad, número 27, el se imaginaba la radio, y el soñaba con trabajar en ella. “Yo no quería ser periodista, yo quería vivir en la radio, nuestra Disneylandia particular”.

Su imaginación se desarrollaba gracias al sonido, a los sonidos que procedían del receptor de radio en casa de sus padres. “El cuadro de actores de Radio Madrid fue lo que me condujo a la fantasía”, rememora. Por eso, Iñaki Gabilondo se considera un tipo con suerte, que ha podido trabajar, y desarrollar su trayectoria profesional, en el medio más maravilloso del mundo. Todo esto queda reflejado en este pódcast, “Estudio 8”, en el que hay espacio para Antonio Calderón, “el inventor de todo en la radio”, Manolo Martín Ferrand, “el padre de ‘Hora 25’”, aunque “quien lo creó fue Calderón”, precisa. También hay un recuerdo para Marian de la Banda, “un absoluto genio de la radio que como a tantos otros no se le ha terminado de hacer justicia”, y por supuesto su competidor por excelencia, y sin embargo amigo, Luis del Olmo. “el rey absoluto”, según Iñaki. “Ofrecía el mayor espectáculo radiofónico, pero yo tenía una visión más periodística”, recuerda.