El futuro de la SER, ¿en manos de Sánchez?
- La trastienda del Grupo PRISA constituía un ámbito preocupado por el inquilino de La Moncloa tras las elecciones del 23-J. El interés del gigante francés de la comunicación, Vivendi, por el control del conglomerado impulsado por la familia Polanco, ahora en minoría, frenado por Pedro Sánchez en la anterior Legislatura, imaginaba un escenario diferente al que nos hemos encontrado tras el 23-J. Imaginaba a Alberto Núñez Feijóo al frente del Gobierno de España, un político a priori menos opuesto a los intereses de Vivendi. La realidad, tan inesperada como inestable, ha cambiado las fichas en el tablero de juego
- La subida de los tipos de interés, y sus efectos en la deuda de PRISA, no ayudan mucho a fortalecer sus finanzas, y lo hacen más vulnerable a las peleas por el poder. A fecha de hoy, la deuda se cifra en torno a los 870 millones de euros, y continúa lastrando sus resultados empresariales, que han visto aumentar los números rojos en 36,7 millones de euros, de enero a septiembre, 8,5 millones superiores a los sufridos en el mismo periodo del año anterior
La SER mantiene el liderazgo en la radio española desde hace más de un cuarto de siglo (Fotografía CadenaSER.com) |
Joseph Oughourlian devoró a quien le había abierto la puerta en PRISA. “Amber estalla contra Cebrián: “El cáncer de Prisa es el exceso de personalismo”, tituló el digital El Español. Cebrián intentó zafarse de las acusaciones y el deseo de cese promovido por Oughourlian, pero sin éxito. “Ni su amistad con Soraya Sáenz de Santamaría, ni sus llamadas a sus otrora valedores dentro del consejo lograron evitar lo que hace unas semanas parecía imposible: su salida que pone fin a treinta años de reinado absoluto en el grupo de Comunicación más importante de habla hispana”
Con este panorama, Cebrián empezó a buscar socios
estratégicos que colaboraran en financiar la deuda, sin dar muchos problemas,
poniendo solo su dinero y dejando que él se ocupara de la gestión. Un hecho
cuando menos paradójico e incomprensible, habiendo sido él quien tomó tan
errónea decisión que el mercado, ni antes Jesús de Polanco, ni Javier Díez
Polanco, no entendieron nunca. En paralelo, la acción de PRISA se hundió.
Numerosos componentes de la plantilla de la Cadena
SER, llevados por la falsa euforia de su salida a Bolsa, compraron paquetes
de acciones, incluso algunos pidieron créditos para asumir la operación, hasta
que se toparon con esta realidad que acabó convirtiendo PRISA en una empresa a
precio de saldo.
En este contexto es cuando hay que situar la entrada de un
fondo ‘buitre’ en el capital de PRISA, en 2014. “Amber
Capital aprovecha el desplome de Prisa y entra en el accionariado a precios
mínimos”, titulan en el blog de Bankinter. “Prisa
tiene un nuevo socio que no es otro que Amber Capital, uno de los fondos de
inversión considerados 'buitre', que ha irrumpido en el accionariado de la
empresa de medios con una participación superior al 3%”. Con el tiempo,
y sucesivas ampliaciones de capital que asumió este fondo, con permiso del gobierno,
Amber Capital se convirtió en el accionista mayoritario. Los Polanco pasaban a
ser historia dentro de PRISA. “Sorpaso'
histórico en Prisa: los Polanco dejan de ser los principales accionistas”,
tituló El Confidencial en 2016. Jesús de Polanco había muerto nueve años atrás.
Joseph Oughourlian, la cara visible de Amber, devoró
a quien le había abierto la puerta en PRISA. “Amber
estalla contra Cebrián: “El cáncer de Prisa es el exceso de personalismo”,
tituló el digital El Español en noviembre de 2017. Cebrián intentó zafarse de
las acusaciones y el deseo de cese promovido por Oughourlian, pero sin éxito. “Ni
su amistad con Soraya Sáenz de Santamaría (vicepresidenta del gobierno
de Mariano Rajoy, PP, que intercedió con los bancos para evitar la quiebra de PRISA
a cambio de la moderación ideológica del Grupo), ni
sus llamadas a sus otrora valedores dentro del consejo, lograron evitar lo que
hace unas semanas parecía imposible: su salida que pone fin a treinta años de
reinado absoluto en el grupo de Comunicación más importante de habla hispana”.
Vienen curvas en el seno de PRISA por el control de la compañía. Unos y otros, pretenden luchar por la capacidad de decidir su futuro. Hasta ahora, parecía que Vivendi iba a liderar la nueva PRISA, pero la irrupción en el tablero de juego de Mediaset puede alterar la estrategia de los franceses. Cada accionista juega sus bazas. Pedro Sánchez ha frenado el control de PRISA por parte de Vivendi. No quiere ni oír hablar de la posibilidad de que los nuevos propietarios puedan modificar la línea editorial progresista de la SER y El País. Mucho menos ahora, cuando se queja de la desproporción entre medios progresistas y medios conservadores
Joseph Oughourlian no es un empresario de medios, carece de
la actitud y la voluntad de los impulsores de PRISA, la familia Polanco. Solo
representa a un grupo de inversores extranjeros reunidos en el fondo Amber
Capital, que busca invertir en diferentes negocios para obtener beneficio y,
acto seguido, recoger ganancias y desaparecer. En este contexto, el objetivo de
Amber Capital está en recuperar los 300 millones de euros invertidos en el
grupo español, a poder ser con beneficios. Ahora mismo sus acciones en el
mercado valen más menos 110 millones. El negocio en PRISA ha sido una ruina. La
deuda sigue lastrando las finanzas de la compañía, y les ha obligado a acudir a
diferentes ampliaciones y emisiones extraordinarias de bonos para continuar
amortizándola. Amber se ha visto obligada a acudir a las ampliaciones, para
evitar diluirse y perder el control.
En 2021 se incorporó otro socio, el grupo francés Vivendi,
tras adquirir el 7% que poseía HSBC. “Amber
Capital celebró por entonces la llegada al fin de un socio industrial”,
tituló El Español. Con todo, la realidad dentro de PRISA ahora mismo se compone
de tres grandes actores, con intereses, en algunos casos, enfrentados. Por un lado,
el citado Amber Capital, que mantiene el control, el francés Vivendi que ha
aumentado su peso específico en el Consejo y, en tercer lugar, el Banco
Santander, el empresario mexicano Carlos Slim y los Polanco.
En la última Junta General de Accionistas, celebrada en junio, que ha
apoyado la gestión del Grupo con un respaldo del 99,87%, Oughourlian,
presidente no ejecutivo del Grupo, dejó claro su objetivo: “Mi
prioridad es reducir la deuda del grupo y ponerla bajo control”. Y es
algo que, poco a poco, está logrando, aunque PRISA
continúa sufriendo un lastre de más de 800 millones de euros (713) y la subida de tipos de interés, en este cambio de ciclo que estamos viviendo, no colabora en este capítulo. Más bien al contrario.
Y aquí entra la política. Los propietarios de la actual PRISA
tienen intereses encontrados en algunos casos. El grupo de los Polanco, Carlos Slim
y el Santander quieren recuperar la fortaleza del Grupo y consolidarlo en su
línea progresista, cercana al socialismo clásico. No quieren ni oír hablar de
la venta de ningún activo, y menos de la SER.
Amber (29,9%), por su parte, quiere recuperar su inversión, y de momento no
quiere perder el control, pero la francesa Vivendi, que ha conseguido el placet del Gobierno de Pedro Sánchez para aumentar
su participación en PRISA desde el 10,9% hasta el (solo) 15%, quiere hacerse con
el control de la compañía. Y de todos es sabido que la línea ideológica de
Vivendi se sitúa claramente a la derecha, lejos de la inspiración histórica de
PRISA, aunque ha manifestado que su intención no pasa por modificar la línea
editorial del Grupo.
A todo esto, Mediaset
ha vuelto a manifestar su interés en hacerse con la Cadena SER, sumándola a su
holding de medios en España. Y no es la primera vez que se manifiesta de
esta manera. Caso de que PRISA decidiera deshacerse de su activo radiofónico, “evaluaríamos”
su compra, adelantó el actual máximo ejecutivo del grupo italiano, Pier
Silvio Berlusconi, a principios del mes de julio.
La cadena líder está siendo objeto de los deseos de muchas compañías (Fotografía Twitter) |
Ahora, un Sánchez fortalecido en Moncloa, aunque de Gobierno inestable, y dependiente, tomará de nuevo las riendas en este asunto, y no dejará que el control de PRISA caiga en manos de un grupo extranjero que no comulgue con su línea tradicional. Es de prever en un futuro cercano que se produzcan pasos adelante para blindar el control del primer grupo de comunicación en español del mundo y, sobre todo, su línea editorial, y afinidad ideológica con el progresismo que enarbola Sánchez como bandera
Este hábil movimiento de simpatía y acercamiento de Oughourlian
hacia Pedro Sánchez, no impide sin embargo que el armenio, actual presidente de
PRISA, haya tendido puentes con el Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo,
y se haya reunido “con
los principales dirigentes del Partido Popular, desde Moreno Bonilla a Bendodo”,
y el propio Feijóo. No es nueva esa estrategia que apunta a “ponerle una
vela a Dios y otra al diablo”, por si acaso... Las perspectivas electorales de las pasadas Elecciones Generales le daban como indiscutible ganador, como así fue, aunque, como luego se vio, con escasas oportunidades de llegar a La Moncloa. Pero convenía ser prevenido...
Las peleas internas, y la diferencia de intereses y
estrategias, hace que Barroso, como apuntan desde The Objetive, busque “un
inversor que pueda irrumpir en Prisa y consolidar un grupo de control junto al
7% de Global Alconaba. El Gobierno busca protegerse de Vivendi, pero también de
Amber y del Banco Santander”.
Dibujado el paisaje, y a la vista del resultado de las elecciones del 23-J, donde ha ganado el Partido Popular, pero quien ha formado gobierno, contra todo pronóstico, ha sido Sánchez, el tablero de juego se ha clarificado del todo, aunque pende de un hilo, del hilo de los nacionalistas, que son quienes deciden con sus apoyos. Está claro que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España por tercera vez consecutiva, no tiene intención de desprenderse de las riendas de PRISA, e impedirá que Vivendi tome el control del grupo creado por Jesús de Polanco. El grupo francés lo tiene mucho más difícil con Sánchez en La Moncloa. Se hizo, seguro, más ilusiones pensando en que tal vez Feijóo, como nuevo 'inquilino', pondría menos inconvenientes a un control de Vivendi. Ahora, la situación ha cambiado y le es mucho menos favorable.
Pedro Sánchez entrevistado por Àngels Barceló en la SEr (Fotografía CadenaSER.com) |
Pero sí es cierto que la PRISA del futuro, la de Vivendi, la
de Mediaset, o la de un tercer inversor que pudiera terciar, corre el riesgo de
moderarse hacia el centro, volviendo -resultaría paradójico- a la línea
editorial que se encontró Polanco antes de desembarcar en la Cadena SER de Eugenio Fontán, muy
cercana entonces a la Unión de Centro Democrático de Adolfo Suárez. Pero hoy ya no existe ni la UCD... ni el centro. ¡Cómo se
escribe la historia!
Análisis concreto y correcto de la situación accionarial del Grupo Prisa, de su situación financiera y de los intereses políticos y económicos creados entorno a este grupo.
ResponderEliminarComo dice usted, el "nicho" de mercado o mejor segmento de mercado, porque aún es amplio aunque creo que cada vez menos, que ocupa Prisa, lo tiene prácticamente en exclusividad, sobre todo en el medio de la radio.
En el panorama periodístico de hoy en día, hay muchos más medios de derechas y conservadores que de centro izquierda, esto se debe sin lugar a dudas a que en la sociedad actual española impera más el pensamiento de derechas y conservador, esto es una realidad que se ha ido afianzando en los últimos 25 años. La sociedad actual no tiene nada que ver con la sociedad española de los 80 y hasta mitad/finales de los 90, donde digamos que el pensamiento socialdemócrata o de centro-izquierda estaba más enraizado.
¿Qué futuro tiene Prisa? Según lo veo yo, aparte del problema financiero, de deuda y apalancamiento que tiene, pero que está mejor que hace 10 años, lo que veo es que antes o después alguno de los grupos por usted citados, Vivendi, Mediaset u otros, digamos que conservadores, entrarán en el accionariado de una forma muy significativa, entorno a un 20%-25%.
Con la entrada de uno de estos grupos y la correspondiente inyección de dinero y ampliación de capital la deuda se reduciría o casi desaparecería y entonces, digamos que "con el contador a 0", Prisa es muy apetecible y rentable, por su volumen de facturación, resultados de las empresas e implantación multimedia internacional tanto en el sector radio, prensa y editorial.
En una economía de libre mercado, no se le puede poner "puertas a los mercados", por mucho que los gobiernos lo traten de parar. Luego ya estará la estrategia de estos grupos conservadores de saber gestionar esa inversión y entrada y optar por mantener la actual orientación del grupo de centro-izquierda o cambiarla, para en un sentido u otro "contentar" al gobierno de turno, PSOE-SUMAR o PP-VOX.
En caso de reorientar con usted dice la ideología "hacia el centro", algo que no existe hoy en día, sería un eufemismo, sería hacia la derecha, creo que sería un error, el segmento de mercado que ocupa actualmente PRISA, aunque como digo es cada vez más pequeño por el tema ideológico de la sociedad antes expuesto, sigue siendo significativo y por lo tanto rentable en términos empresariales y económicos.
La empresas están para ganar dinero, y hay que dejar la ideología, aunque sólo sea un poco aparte, ejemplo Atresmedia, Planeta, grupo conservador de manual con "La Razón, Onda Cero, Antena 3 tv,.., pero también con "La Sexta".
Las inversiones empresariales son para lo que son... ¡para ganar dinero!