Obituario Carlos Pumares (1943-2023)
- Pumares creó un personaje ante el micrófono que no era impostado, porque lo llevaba dentro. Formaba parte de su propia personalidad, pero afloraba solo cuando se ponía delante del micrófono y un oyente se le cruzaba en el camino. El Pumares compañero, muy diferente al histriónico presentador, era educado, mesurado y muy culto
Carlos Pumares sentado delante del micrófono de Antena 3 Radio (Fotografía A3R) |
Es injusto que la percepción colectiva de algunas personalidades de profesionales de la radio se quede reducida a su expresión más superficial. Con seguridad, muchos de los que no le conocieron en profundidad se quedaron con el Pumares más chillón y vociferante, con el charlatán presentador de "Polvo de Estrellas", pero Pumares era, ante todo, un tipo culto y educado, enciclopédico, con una fuerte personalidad que le conducía a menudo a ir contracorriente, sin el menor complejo. Lo que nadie puede negar, a estas alturas, es que no dejaba indiferente a quien le escuchaba: o le amabas, o le odiabas. Y esto, en los medios, a menudo es un valor diferencial
Carlos Pumares era un tipo que enumeraba de memoria las diez
mejores películas de John Ford o Howard Hawks o las mejores
interpretaciones de Katherine Herburn y Spencer Tracy, sin
titubear. En tiempos, hoy, en que los presentadores de la radio tienen Google
delante para maquillar sus lagunas mentales y hasta sus limitaciones, Pumares
tenía un disco duro impecable en su cabeza, dispuesto siempre, a flor de piel,
a demostrar sus conocimientos, como solo uno de Portugalete (Vizcaya) sabía hacer:
con orgullo.
Carlos Pumares fue un prestigioso crítico de cine, que
también ejerció como guionista, porque era un buen contador de historias, y
hasta disfrutó, porque así lo confesó, de una contenida y breve faceta como
actor en algunas películas. Era un loco de la radio, como así lo demostró toda
la vida, navegando de Antena 3 de Radio, a Radio Voz y a Onda Cero y, más
recientemente, repitió aventura ante el micrófono de la mano de su querido
compañero de Antena 3 Radio Rafael Ferro, en Capital Radio, la emisora
económica de Luis Vicente Muñoz, también con pedigrí de Antena 3 Radio. En
su largo camino, escribió, y muy bien por cierto, varios libros, como por
ejemplo “Un matrimonio perfecto” y “Tan cerca y lejos”, ambos
editados en 1973.
Sus últimos trabajos se han podido leer y ver en el diario
La Razón, además de en Aragón TV, donde fue colaborador del magacín matinal “Sin
ir más lejos”, además de contar con un programa semanal “Veo Cine”, en
el extinto canal Veo 7. El cine, siempre el cine. Pumares amaba el cine, pero
tenía sus propios gustos, en muchos casos, alejados de las corrientes
academicistas de Hollywood. No dudaba en declararse fan de las películas de Jean
Claude Van Damme, Charles Bronson o Chuck Norris. Su fuerte
personalidad le conducía a menudo a ir contracorriente, sin el menor complejo.
Todavía se recuerda su crítica demoledora de una de las series de mayor éxito
de la reciente historia de la televisión: “Twin Peaks”:"Es
una basura. es mala con avaricia. Más mala que Laura Palmer y su padre".
Era auténtico, pero contaba con una doble personalidad. Y el micrófono activaba
una de ellas, tal vez la que más le divertía, y sin duda una de las que más
atrajo a sus oyentes.
Lo que nadie puede negar, a estas alturas, es que no dejaba
indiferente a quien le escuchaba: o le amabas, o le odiabas. “Era un
crítico peculiar. Un auténtico amante del cine y un personaje muy divertido”,
le ha calificado el actor y director Santiago Segura. Era "un entrañable
gruñón, conocedor como nadie de la historia del cine y muy culto. Su enfado
permanente era una pose que creó el personaje que se apoderó de él. Hicimos
muchas risas con él y junto a él", ha añadido en redes uno de sus
compañeros en Antena 3 Radio, Juan Luis Cano. Estoy completamente seguro
de que, si pudiera decirnos algo desde el más allá, a la vista de todos los
comentarios elogiosos que le dedican cientos de colegas y oyentes a través de
las redes sociales, apoyaría la frase del político socialista Alfredo Pérez
Rubalcaba, “En
España se entierra muy bien”. Porque su humor se movía entre lo irónico
y lo sarcástico, y en ocasiones superaba los límites de lo caustico.
La publicidad corporativa de A3R del programa "Polvo de Estrellas", en 1993, de Carlos Pumares (Vía Toni Mascaró) |
El oficio de periodista le permitió divertirse con los demás: con sus oyentes en la radio, a quienes maltrataba a veces, y se dejaban, e incluso les gustaba, porque repetían; y con sus televidentes, porque a nadie tampoco dejó indiferente su papel en las “Crónicas marcianas” de Tele 5, con aquel Javier Sardá, siempre inteligente, que le provocaba para lograr extraer de él el friki que llevaba dentro.
Ha fallecido en Madrid, a los ochenta años. Cuando concluye una vida se busca en sus orígenes y principios y, en el caso de Carlos Pumares, es fácil encontrarse con el comienzo de todo: su descubrimiento del cine, del que se enamoró perdidamente, y al que se consagró en vida. Fue como estudiante, en el colegio de los Jesuitas, en Portu (Portugalete, Vizcaya). Sin pretenderlo, los Jesuitas ejercieron sobre él una influencia que le condujo a amar siempre el cine, a ser honesto consigo mismo, a decir verdades como puños, aunque molestaran, y a gritarle a aquel que se lo merecía (o no). Y, al fondo, la radio, en la que se refugiaba, porque sabía que ningún otro medio como este es capaz de llegar tan profundamente al alma de las personas. Por eso se le recuerda y, a pesar de todo (o tal vez por ello), se le recuerda con cariño.
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