Rafa Latorre: “La línea editorial de OC va por programas”
- Charlamos con el director de “La Brújula”, que sigue ejerciendo del “Gallo” del “Más de Uno” de Carlos Alsina, una nueva generación de periodistas de radio que no vivieron La Transición en primera persona, sino a través de los libros de historia
Rafa Latorre, durante la entrevista (Reportaje fotográfico Juan Carlos Gómez) |
-Fundé un pequeño diario digital (Zoom News), donde adquirí conocimientos y habilidades digitales, y Antonio San José me llamó para ocuparme de los contenidos digitales de un canal de televisión para jóvenes (Non Stop People) que se ponía en marcha en Movistar Plus.
"Juan Ramón Lucas me ayudó muchísimo, muchísimo. Inmediatamente le llamé y quedé con él varias veces. Y me fue contando los pormenores del programa, del equipo, de los hábitos de trabajo, y puedo decirte que todo lo que me contó, punto por punto, se ha ido cumpliendo, tal y como él lo vaticinó. Juanra me hizo un diagnóstico que ha sobrevivido al paso del tiempo impoluto. Y le estoy muy agradecido"
-Y llega la Navidad, y como un regalo de los Reyes Magos
anticipado, recibes la llamada de Carlos Alsina.
-Sí, poco después de la llamada tomábamos algo juntos en Las
Rozas, y hablamos de radio. Se le había ido del programa David Gistau y,
justo el día que nos conocimos, se le fue también Manuel Jabois. Suena
el whatsapp de Alsina y le llega un mensaje: ‘Jabois se va a la SER’. Y me dijo: ‘tu amigo
Jabois se va a la SER’. Ahí quedó la cosa. A los pocos días me retó: ‘¿te
atreverías a venir a ‘La Cultureta’ un día?’, que no es plaza fácil.
Y fui. Y digo que no es plaza fácil, porque hay una serie de cerebritos ahí
dentro que suben mucho el nivel. Estaban Rodrigo Cortés, Rubén Amón... Al
poco tiempo, Alsina volvió con su frase favorita: ‘¿te atreverías a hacer la
revista de prensa de ‘Más de Uno’?’. Y ya sabes la respuesta.
-No me extraña que te definas como un tipo con suerte,
Rafa.
-Es que he tenido mucha suerte con los profesionales con los
que me he cruzado, y de los que he aprendido tanto, con Félix Madero, con José
Miguel Azpíroz, con Elsa González, con Antonio San José. Por supuesto con
Carlos Alsina. Solo puedo mostrar agradecimiento a todos ellos.
-Pero todos ellos sabían que Rafa Latorre iba a estar a
la altura de la responsabilidad que se le encomendaba. Mira ‘La España que
madruga’, en “Más de uno”.
-’La España que madruga’ se fue convirtiendo poco a
poco en una sección única, gracias a la personalidad de sus integrantes. Antes
era una suma de secciones, pero gracias a la química que surgió entre el
profesor (Carlos) Rodríguez Braun, Félix José Casillas, Rubén Amón y yo,
y luego Mónica García Aller, cobró personalidad propia, como conjunto.
"En Onda Cero cada adjetivo va preñado de un argumento. Aquí el adjetivo gratuito no se estila. Hay quien se queja, por ejemplo, de lo largas que son las entradas de Alsina. ¡Ya! Pero es que argumentar es muy prolijo. Lo que ocurre es que el adjetivo es el atajo. Primero, es un atajo perezoso, porque es mucho más fácil, pero entiendo que esto no es respetuoso con el oyente"
-¿Hablas de la ‘atmósfera’ que fuisteis capaces de crear?
-¡Me parece lo más difícil de lograr para una sección, o un
programa de radio! De hecho, en “La Brújula” voy a insistir en trabajar
porque surja un programa diáfano. Te puedo adelantar que esta temporada va a
haber más atmósfera y menos rectitud.
-¿Por eso escuchabas a Carlos -Charly- Llamas,
en la SER?
-Es que la forma de narrar de Carlos Llamas era
espectacular, era muy poco ortodoxa, y además conseguía que diera toda la
impresión de que te estaba hablando directamente a ti. Te hacías cómplice de él.
Y esto solo lo logra la radio bien hecha, bien hilvanada.
-¿Por esto te apetecía probar la aventura de “La
Brújula”?
-En principio, te confieso que no me apetecía demasiado.
-¿De verdad?
-Sí, porque yo tenía un ritmo de trabajo muy cómodo, había
alcanzado el status que me permitía ser el dueño de mi destino, organizar mi
vida con comodidad, incluida mi vida familiar. Volver a meterme en una
redacción, y sobre todo dirigir equipos, me daba mucho vértigo. No tanto el
programa, en sí mismo, sino lo que comportaba. Dirigir un equipo es asumir
también sus problemas.
-Pero se te oye cómodo en la antena, disfrutón, si me
permites el término.
-Sí, a pesar de mis reservas, te puedo decir que es el mejor
equipo con el que he trabajado nunca, en todos los sentidos, de compromiso, de
paz social, y de grado de comunicación, implicación y confianza: no necesitas
decirle a nadie nada. Y luego, la garantía absoluta que es José Miguel
Azpíroz, un subdirector exigente con el equipo, que mantiene siempre el
pulso informativo al máximo nivel.
Rafa Latorre defiende el argumento, la explicación, frente al calificativo (o descalificativo) |
-¡Y me ayudó muchísimo, muchísimo. Inmediatamente le llamé y
quedé con él varias veces. Y me fue contando los pormenores del programa, del
equipo, de los hábitos de trabajo, y puedo decirte que todo lo que me contó,
punto por punto, se ha ido cumpliendo, tal y como él lo vaticinó. Juanra
me hizo un diagnóstico que ha sobrevivido al paso del tiempo impoluto. Y le
estoy muy agradecido.
"Te confieso que no me apetecía demasiado aceptar la dirección de 'La Brújula', porque yo tenía un ritmo de trabajo muy cómodo, había alcanzado el status que me permitía ser el dueño de mi destino, organizar mi vida con comodidad, incluida mi vida familiar. Volver a meterme en una redacción, y sobre todo dirigir equipos, me daba mucho vértigo. No tanto el programa, en sí mismo, sino lo que comportaba. Dirigir un equipo es asumir también sus problemas"
-No es lo habitual, Rafa, llamar al anterior titular del
programa para tomar contacto de su mano con las rutinas que lo rodean.
-Cuando llegas a un nuevo destino, siempre estás tentado de
caer en el adanismo, de creer que todo lo anterior a ti estaba mal hecho, y que
solo contigo alcanzará la verdadera calidad que exigen las circunstancias.
Crees que vas a inventar la radio. ¡Claro! Yo llego, Gorka, a un programa que
tiene treinta años de historia, que ha cumplido este año. Si yo llegara con la
intención de reinventar el programa sería profundamente idiota. Si lo miras
objetivamente, es una suerte que te den un programa con treinta años de
historia. Eso te libera de responsabilidad, porque cuentas con el peso de la
tradición. Y cada uno de sus directores ha aportado algo. Así que vuelvo a
decirte que estoy muy agradecido por seguir aprendiendo.
-¿Con qué te propones sorprendernos a los oyentes esta nueva
temporada?
-Vamos a hacer una escaleta (pauta de contenidos del
programa), para que nadie se entere de que la tenemos. Vamos a eliminar todas
las caretas e indicativos posibles para que el oyente perciba que el programa
está fluyendo. Creo que cuando compartimentas demasiado el contenido de un
programa de radio, lo estás haciendo artificioso.
-¿De qué estás especialmente satisfecho en el programa,
por apuntar hacia lo positivo?
-Te confieso que hay una sección que, para mí, es
imprescindible, que es ‘La Brújula de la Economía’. Yo creo que es uno
de los contenidos mejor concebidos, mejor acabados, con una implantación más
sólida. Son contenidos muy densos, que es muy importante dar a conocer, y creo que
hemos conseguido canalizar de una manera atractiva. ¡Porque no podemos olvidar
que estamos hablando de hablar de economía ¡por la radio! Está ubicada en un
horario ‘valle’, no es de los más concurridos en audiencia, porque coincide con
la cena. Pero, comercialmente, es la bomba. Tiene un oyente muy cualificado y
una respuesta muy buena. Es decir, no todo son números...
Rafa Latorre tenía sus reservas para asumir 'La Brújula', pero ahora disfruta de un equipo volcado y cohesionado |
-No te quepa la menor duda. En todas las redacciones de los
periódicos se escuchan atentamente sus editoriales.
"El problema está en creer que la radio solo se puede hacer de forma convencional. ¿Qué hizo el presidente Sánchez acudiendo al podcast de ‘La Pija y la Quinqui’? ¡Una entrevista de radio! Onda Cero no es solo una cadena de radio, es también una cadena digital, es también una productora de podcast... Nosotros lo que hacemos es producir contenidos para distribuirlos por todos los canales por los que podemos"
-Los oyentes tienen claro cuáles son los idearios de la SER y de COPE,
pero lo de Onda Cero no está tan claro.
-A Onda Cero se le
podrán reprochar muchas cosas, pero ofrece una tremenda ventaja, única, a sus
comunicadores y profesionales: la libertad. Y, en el fondo, el saber que la
línea editorial va por programas. Mira mi caso, termina Julia Otero, y
empiezo yo, y no creo que haya demasiada coincidencia en muchos aspectos...en
otros sí...
-El EGM premia a COPE y
a la SER con mayor seguimiento y
fidelización de los oyentes, porque el ideario de la oferta está más claro.
-Tal vez, si comercialmente va bien la radio, hay que
apostar por otro modelo, diferente a los de la competencia. Es cierto que
nuestro sistema de medición premia la afectividad. Y ya sabemos cómo se forja.
Y, además, premia el orgullo de escuchar una radio, es como llevar El País
debajo del brazo.
-¿Qué es para ti la ‘pluralidad’?
-Algo imprescindible. Fundamental. Nosotros hemos conseguido,
desde Onda Cero, mantener la
interlocución con todas las partes del tablero político. Porque hay un momento
en que a las radios de derechas van solo los políticos de su cuerda, y a las de
izquierdas solo los políticos afines”.
-¿Nunca te han dado instrucciones acerca de lo que debes
contar?
-¡Nunca, Gorka! Nadie me ha dicho nunca nada de cómo debo hacerlo. Para bien y para mal. En la ‘revista de prensa’ con Alsina, nadie me decía abre por aquí, trata bien a este... Ni siquiera en algunos momentos de zozobra con temas que podrían haber afectado a la empresa... Alsina sí me dijo al principio: ‘¡tú tranquilo! El primero hay que sufrirlo, pero luego ya sonará bien’. ¡Y es verdad! Tal cual.
A Rafa Latorre le gusta trabajar haciéndose muchas preguntas |
-Aquí cada adjetivo va preñado de un argumento. En Onda Cero el adjetivo gratuito no se estila.
Hay quien se queja, por ejemplo, de lo largas que son las entradas de Alsina.
¡Ya! Pero es que argumentar es muy prolijo. Si tú te tomas el esfuerzo de
argumentar, inviertes más tiempo. Lo que ocurre es que el adjetivo es el atajo.
Primero, es un atajo perezoso, porque es mucho más fácil, pero entiendo que
esto no es respetuoso con el oyente. Es muy posible que el oyente ya haya
elegido su adjetivo preferido. Pero nosotros no estamos aquí para adjetivar,
sino para argumentar.
"A Onda Cero se le podrán reprochar muchas cosas, pero ofrece una tremenda ventaja, única, a sus comunicadores y profesionales: la libertad. Y, en el fondo, el saber que la línea editorial va por programas. Mira mi caso, termina Julia Otero, y empiezo yo, y no creo que haya demasiada coincidencia en muchos aspectos...en otros sí"
-Te escuché en una entrevista
con Carlos Padilla, en The Objetive, hablando de la radio y los jóvenes,
que es un tema que me preocupa especialmente, porque se refiere a la imprescindible
renovación generacional que necesita el medio para garantizar su supervivencia.
Defendías que esta relación es “fantástica, está mejor que nunca, y que hay
un discurso apocalíptico que es ridículo”, porque lo que hacen ahora, tipos
como Jordi Wild, es un formato de radio clásico.
-El problema está en creer que la radio solo se puede hacer
de forma convencional. ¿Qué hizo el presidente Pedro Sánchez, el
candidato socialista en las últimas elecciones generales, acudiendo al podcast
de ‘La Pija y la Quinqui’? ¡Una entrevista de radio! Onda Cero, por ejemplo, no es solo una
cadena de radio, es también una cadena digital, es también una productora de
podcast... Nosotros lo que hacemos es producir contenidos para distribuirlos
por todos los canales por los que podemos.
-¿Y qué pasa entonces con el modelo tradicional, el que
actualmente mantiene a la industria?
-El modelo yo creo que está garantizado. ¿Cuál es el
problema? El problema es que nosotros dependemos, para emitir por aire, de unas
licencias autonómicas, que por cierto ya no se conceden, que están
restringidas. En realidad, tenemos una ventaja competitiva, porque esta
estructura no la tienen todos. Pero, ¿qué me impide a mí empezar a emitir por
Apple Podcast. ¿Cuáles son los pódcasts más escuchados? Precisamente, los
programas de radio.
-Con eso refuerzas el argumento de que la industria de la
radio tiene que evolucionar en una industria del audio, pero, insisto, ¿qué
crees que ocurrirá con el modelo tradicional de la escucha en directo a través del aire?
"Hemos estado durante muchos años constreñidos por un sistema de medición que nos ha hecho tremendamente conservadores. No nos atrevemos a hacer según qué cosas... Quizás haya que empezar a atreverse un poquito más, porque tenemos las mismas parrillas que en los años ochenta. Y quizás habría que pensar en ser un poquito más audaces"
-Hay que decir que, en nuestro caso, y de momento, en Onda Cero, nuestra prioridad sigue estando
marcada por el directo, el pulso informativo marcado por la actualidad, una
noticia de relieve lo desmonta todo absolutamente. Manda la antena, y sigue
mandando la antena. Esto no ha cambiado.
-Esta radio de la que hablas, que todavía sigue siendo
muy fuerte, y atrae a 23.526.000 de oyentes de lunes a viernes (2ª ola EGM,
2023), pierde oyentes cada ola, y los jóvenes, en su mayoría, viven bastante de
espaldas a la radio de contenidos.
-Hemos estado durante muchos años constreñidos por un
sistema de medición que nos ha hecho tremendamente conservadores. No nos
atrevemos a hacer según qué cosas... Quizás haya que empezar a atreverse un
poquito más, porque tenemos las mismas parrillas que en los años ochenta. Y
quizás habría que pensar en ser un poquito más audaces.
-Los directivos de la radio no opinan igual...
-Los entiendo, Gorka, cómo no. Los directivos piensan que no
se juega con su pan de todos los días, y por eso, en determinados terrenos, no
se atreven a mover ficha.
-¡Y se van mirando de reojo unos a otros!
-No sé si, con el tiempo, deberíamos ir dándole más valor a
otro tipo de mediciones, como puede ser el streaming o las descargas, para
olvidarnos de las actuales servidumbres... Pero sí es verdad que la
programación de la radio en España es extremadamente conservadora.
-Y poco atractiva para los jóvenes.
-Nosotros en el programa nos hemos planteado hacer una
renovación generacional de los colaboradores, similar a la que ya se ha conseguido
en los periódicos. En la radio se está tardando más. Está claro que tenemos que
cuidar a toda nuestra audiencia. Y los jóvenes forman parte de ella. Y, fíjate,
tampoco creo que los intereses difieran tanto entre generaciones. En suma, se
trata de estar bien informado para poder enfrentarse a las cuestiones
cotidianas.
Latorre comparte la preocupación por dirigirse a los jóvenes |
-Nosotros no enfrentamos una crisis de modelo como otros
medios. La radio se ha demostrado como el formato definitivo: algo que te
acompaña, que no te estorba, que te permite hacer otras cosas mientras; es
decir, no reclama toda tu atención. Y, en este mercado feroz de la atención que
vivimos, algo que no reclama toda tu atención, es sin duda una ventaja
competitiva. Yo soy muy optimista en general, porque, como decía Rosa
Belmonte (colaboradora de Onda Cero),
‘ser pesimista es algo de muy mala educación’. Pero es que, además, en
particular con la radio, creo que tengo buenas razones para serlo.
-Decías que el sistema de medición nos ha constreñido
durante más de cuatro décadas, ¿qué importancia le confieres tú, como director
de “La Brújula”?
-Yo estoy en una radio comercial. ¿Me importan las cifras?
Sí. No puedo pretender hacer un programa de culto, ni ser un apocalíptico...
Quiero que se escuche el programa, lo más posible. Y trabajo por ello. En el
caso de ‘La Brújula’, además, concurría otra circunstancia, y es que se
iba a cambiar a un director popular, conocido y reconocido, como es Juanra
Lucas, por un director que no lo es. El primer resultado ha sido muy positivo,
porque salva este inconveniente que, tú sabes, el sistema de medición penaliza,
y no me gusta ser triunfalista.
-Volvemos al principio, a la ‘radio de las estrellas’,
que, si salen por televisión, sus nombres se recuerdan más fácilmente de cara
al EGM. ‘Servidumbres’ las llamabas tú.
-Nosotros no podemos construir sobre sensaciones, esto es lo
que hace la televisión. La radio es un trabajo paciente, en el que tú participas
en los hábitos de consumo de los oyentes y para alcanzar esto, hay que invertir
tiempo. Yo tiendo poco a la histeria, las cosas con tranquilidad.
-Gracias por la amable y enjundiosa conversación, Rafa.
-A ti, Gorka.
-Si no lo has hecho, no dejes de leer la primera parte de esta entrevista: Rafa Latorre: “Elegí la COPE, aunque no pagaban”