“Pepe Domingo Castaño, ese punto fijo de línea temporal”, por Juan de Dios Rodríguez
- “Pues además de una vida profesional, Pepe, también te debo mi vida personal. Y ya ves, lo que se iba a ser un panegírico, un obituario, se ha convertido en un reconocimiento aún mayor de inmenso agradecimiento”
Pepe Domingo Castaño con el autor de este recuerdo, Juan de Dios Rodríguez (Fotografía cedida) |
"Eras el último profesional, radiofonista que ponía color a la radio siguiendo el camino de los Deglané, de Toro y Prat (padre). Explico para los actuales seudoperiodistas de una radio gris y sin color: se trata de Bobby Deglané, Juan de Toro y Joaquín Prat (padre, insisto). Efectivamente en esa radio actual, gris, triste, de trincheras seudopolíticas que ha abandonado el espectáculo era lógico que se te acabaran las palabras"
Pues además de una vida profesional, Pepe, también te debo
mi vida personal. Y ya ves, lo que se iba a ser un panegírico, un obituario, se
ha convertido en un reconocimiento aún mayor de inmenso agradecimiento. Gracias
Pepe por convertirte en uno de mis puntos fijos de línea temporal. Ya ves a
pesar de todo aún nos quedan palabras de amor y palabras de honor.
Ya no tiene sentido volver a hablar de la mili, tu
recomendación y llamada, los años compartidos en “El Gran Musical” y Los
40 Principales, tu ‘Neniña’ de pantalón vaquero y camisa de cuadros, las
mañanas con Iñaki (Gabilondo), la programación local en Madrid y el
salto a “Carrusel Deportivo” brusca e injustamente roto por negligencias
directivas e incomprensiones, tras 37 años de entrega apasionada a la casa de
tus sueños. Pero ese acontecimiento se convirtió en tu punto fijo de línea
temporal, porque a raíz de ello conociste a la nueva gente de COPE que amaste
como siempre hacías con quien se te entregaba.
Eras el último profesional, radiofonista que ponía color a
la radio siguiendo el camino de los Deglané, de Toro y Prat (padre). Explico
para los actuales seudoperiodistas de una radio gris y sin color: se trata de Bobby
Deglané, Juan de Toro y Joaquín Prat (padre, insisto). Efectivamente
en esa radio actual, gris, triste, de trincheras seudopolíticas que ha
abandonado el espectáculo era lógico que se te acabaran las palabras. Ahora
disfruta allá arriba. Imagino que habrás entrado en la Gloria, en el Olimpo de
los inmortales gritando aquello de “¡Hola hola!”.
Hasta siempre padrino, mi punto fijo de línea temporal, mío
y de millones y millones de amigos y oyentes. La radio se ha quedado sin color.
Aquí te dejo mi última conversación con Pepe Domingo Castaño:
-Este recuerdo a Pepe Domingo Castaño en el blog de Juan de Dios Rodríguez
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