“Maldita sociedad líquida”: la nueva radio en un libro
- La radio ya no tiene la exclusiva de los flashes informativos -Twitter le saca dos cuerpos de ventaja-, tampoco es fugaz como antaño -los pódcast la han materializado-, y tampoco es (solo) lineal. Como defiende el periodista de RNE, Julio Valverde, “Quizá, lo único que le quede es aquello de 'medio caliente'”
Imagen de la portada del libro (Fotografía Gorka Zumeta) |
"¿Cómo se aprende a hacer radio? “Pues de la misma forma que se aprende a hacer música: escuchando (...).Todo buen comunicador de radio ha escuchado antes muchas puestas en escena de grandes profesionales” (Julio Valverde)
Antes de meterse en materia, conviene leerse con atención el
prólogo escrito por el periodista de Radio Nacional de España, Julio Valverde, director
y presentador del programa “Primer Movimiento”, en Radio Clásica, profesor de
locución expresiva del Máster de RNE y actor en las Ficciones sonoras de la
misma emisora pública. Valverde se ocupa de trazar las coordenadas en las que
ahora se mueve la radio, muy lejanas de las que nos enseñaron en las Facultades
de Periodismo el siglo pasado. Después de enumerar algunas de las
características que tuvo la radio antes de la irrupción de internet, concluye: “Bueno,
pues todo eso, que fue hace un cuarto de hora, hoy no existe o está a punto de
no existir, maldita ‘sociedad líquida’”, concluye. Y es que el primer paso
para asumir el nuevo conocimiento que recoge este libro es admitir que la radio
ha cambiado, y más que va a cambiar.
Julio Valverde apunta otro detalle que caracteriza a la
radio frente a otros medios como la televisión, absolutamente dependiente de la
imagen. “el consumo de radio no es un consumo pasivo, más bien es activo”,
en referencia a que el sonido no nos lo da todo hecho. Los oyentes tienen que poner
de su parte para imaginar las historias que escucha. Y Valverde no esquiva otra
pregunta clave en este proceso de aprendizaje: ¿cómo se aprende a hacer radio? “Pues
de la misma forma que se aprende a hacer música: escuchando”, mantiene. “Todo
buen comunicador de radio ha escuchado antes muchas puestas en escena de
grandes profesionales”, añade.
“El final de la década de los noventa trajo consigo la irrupción de nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC). La revolución de internet provocó un maremoto en el seno de los medios de comunicación y en la industria cultural” (África Egido)
La situación, el contexto, las coordenadas han cambiado
tanto, y en tan poco tiempo, si uno pone perspectiva histórica en todo este
proceso, que nos ha resultado especialmente complejo procesar todos los cambios
y establecer una nueva estrategia para ‘reinventar’ la radio. “Sí sé que
hoy, mañana y siempre las voces de la radio pueden acompañarte mientras recoges
los platos de la cocina. Que sea en directo, a través de un viejo transistor, o
que sea vía pódcast, etc., eso es cosa tuya”, concluye Julio Valverde, con
cierto optimismo.
Como no podía ser de otra manera, en este nuevo contexto tan
disruptivo, y por propia coherencia del libro “Periodismo radiofónico”,
de la Editorial CEF, las primeras palabras que leemos a continuación, de la
profesora Pilar Martínez-Costa abundan en la misma realidad: “Hasta la
llegada de internet, la radio ha sido el medio informativo por excelencia,
puesto que difunde con mayor rapidez y simplicidad técnica la actualidad que
marca el día a día de la sociedad”, subraya. La docente de la Universidad
de Navarra apunta a la concurrencia de los ‘nuevo medios’ (plataformas y redes
sociales) que han irrumpido dentro del novedoso ecosistema digital. Pero, a
pesar de ello, “la credibilidad y el seguimiento de la radio informativa
siguen otorgando a este medio un papel protagonista y una gran responsabilidad
en la construcción del relato informativo de la actualidad”, afirma.
Dentro del capítulo firmado por Martínez-Costa hay un
aspecto en el que merece la pena detenerse, sobre todo dirigido a las nuevas
generaciones de radiofonistas que aspiran a vivir de este medio. Me refiero a
la necesidad, imprescindible, de “escribir para escuchar”. La manera de hablar
al oyente a través de la radio no admite juegos florales o poéticos, salvo que
se trate de un programa especializado de literatura o poesía, y ni siquiera. El
profesional tiene la obligación de escribir sus textos tal y como los habla. De
hecho, el ejercicio inapelable que debe hacer antes de pasar por la antena es
leer el texto en voz alta para comprobar si está bien construido y, sobre todo,
si se entiende fácilmente, sin esfuerzos complementarios que resultan
totalmente prescindibles. Esta regla sigue siendo válida, incluso más, en los
llamados “pódcast informativos”, a los que también se refiere Martínez-Costa en
su capítulo.
El capítulo del podcasting, de Jesús Agudiez, incorpora muchas imágenes para ser lo más preciso posible (Fotografía Gorka Zumeta) |
“Hasta la llegada de internet, la radio ha sido el medio informativo por excelencia, puesto que difunde con mayor rapidez y simplicidad técnica la actualidad que marca el día a día de la sociedad (...) La credibilidad y el seguimiento de la radio informativa siguen otorgando a este medio un papel protagonista y una gran responsabilidad en la construcción del relato informativo de la actualidad” (Pilar Martínez-Costa)
África Egido se ocupa de la “Radio Musical”, la que más ha
sufrido la irrupción de las plataformas musicales como Spotify o Deezer, entre
otras. “El final de la década de los noventa trajo consigo la irrupción de
nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC). La revolución de
internet provocó un maremoto en el seno de los medios de comunicación y en la
industria cultural”, escribe Egido. La misma autora dedica un par de
párrafos a profundizar en el epígrafe “Locutores que no locutan,
pinchadiscos que no pinchan”, en alusión a la nueva metodología que
impusieron los consultores a principios de los dos mil, en los que primaba lo
racional frente a lo emocional en la radio musical. Pocos son los que consiguen
hoy día sustraerse de la vieja radio musical cálida de la prescripción. Tanto
es así, que Spotify acaba de incluir entre sus opciones tecnológicas (de
momento solo en unos pocos mercados) un nuevo DJ virtual, creado a partir de
Inteligencia Artificial, lo que demuestra la vocación de esta plataforma sueca
por parecerse, cada vez más, a la radio, la madre de todo lo sonoro.
“El placer de escuchar historias contadas en voz alta es ancestral”. Así comienza su capítulo dedicado a las Ficciones Sonoras, la periodista y realizadora Mayca Aguilera, que se muestra rotunda en defensa del medio: “Con la tecnología de por medio, con distancia física entre emisor y receptor, solo ha habido un medio capaz de devolver a las historias que se escuchan, a la vez que se cuentan, esa fuerza del momento presente: la radio”, mantiene. Desde la tradición oral, desde los tiempos medievales de los juglares y los trovadores, las historias nos han cautivado. Y la radio es poderosa en este capítulo, porque, según Aguilera, es una creadora y sumadora “de atmósferas”. La realizadora de RNE concluye siendo optimista. “La radioficción seguirá ahí si ofrece una diferencia clara con respecto a la gran maraña sin identidad de los productos de internet: calidad sonora y limpieza de montaje. Identidad y personalidad. Y, sobre todo, riqueza en la narrativa sonora”, concluye.
“Si cuando estudiábamos sonido nos hubieran contado que en un futuro íbamos a poder llevar un pequeño estudio en poco menos de dos maletines, no lo hubiéramos creído” (Jesús Agudiez)
Las profesoras Clara Muela Molina y Teresa Piñero-Otero comienzan su capítulo dedicado a la publicidad con una afirmación: “La radio es un medio con un destacado potencial publicitario (...). La publicidad es un elemento más de la programación radiofónica, que se integra con los contenidos informativos y musicales”. Y la publicidad constituye, no puede obviarse, la principal fuente de financiación de la radio privada. Una inversión publicitaria sólida es la principal garantía de una pluralidad de radios potentes, como ocurre en los principales mercados mundiales, incluido España. Por eso, es importante seguir las pautas de Muela y Piñero a la hora de ser creativos, además de críticos con los formatos publicitarios clásicos que ahora ven la necesidad, en el nuevo ecosistema digital, de reinventarse. “Más allá de la cuña, la estrecha relación que se establece entre publicidad y programación va a implicar a los profesionales radiofónicos en su desarrollo, tanto en la integración de la publicidad directa, de forma natural, como en la producción de contenidos, como publirreportajes o espacios publicitarios”, concluyen.
Jesús Agudiez es uno de los más destacados nombres que puede
abordar con autoridad el fenómeno del Podcasting. En escasas cuarenta páginas
de este libro “Periodismo radiofónico” traza una más que competente ‘hoja
de ruta’ para emprender la aventura del pódcast, una nueva gran disrupción
surgida de la llegada de internet. “Si cuando estudiábamos sonido nos hubieran
contado que en un futuro íbamos a poder llevar un pequeño estudio en poco menos
de dos maletines, no lo hubiéramos creído”, reflexiona. En esta “Introducción
al Podcasting”, Agudiez se detiene en todos los aspectos relativos a la técnica
necesarios para poder producir un pódcast (micrófonos, conexiones, mesas,
software de edición digital, auriculares, etc.), pero todo condicionado a una
afirmación fundamental: “La idea es lo más importante”. La técnica es el
medio para desarrollarla, pero no hay técnica que levante una mala idea y hay
muchas malas técnicas que pueden hundir muy buenas ideas.
Los profesionales de la radio han prestado muy poca atención, en general, por su instrumento de trabajo más básico: la voz (Fotografía Gorka Zumeta) |
“Más allá de la cuña, la estrecha relación que se establece entre publicidad y programación va a implicar a los profesionales radiofónicos en su desarrollo, tanto en la integración de la publicidad directa, de forma natural, como en la producción de contenidos, como publirreportajes o espacios publicitarios” (Clara Muela y Teresa Piñero)
Por último, cerrando este libro editado por CEF, la
editorial de UDIMA, la profesora Emma Rodero analiza el elemento que más ha
investigado: la voz humana. “La voz es la sustancia de la radio, es su
materia prima”, comienza. La profesora de la Pompeu Fabra de Barcelona
recomienda, sin duda con conocimiento de causa, que el objetivo de un
profesional que desea dedicarse a la radio “es conocer y aprender a manejar
la voz”. Y, para ello, lo primero es “conocer cómo se produce”. Este
capítulo profundiza en la voz humana no solo teóricamente, sino que invita al
lector a realizar una serie de ejercicios vocales para perfeccionar su dominio
de este elemento, fundamental para dedicarse profesionalmente a la radio. “Pero
lo más importante es que el tono de la voz debe variar de acuerdo con el
mensaje”. No puede contarse de igual manera un ataque terrorista, que una
fiesta de sociedad. La voz debe transmitir credibilidad a los contenidos. De lo
contrario, todo carecerá de sentido. Tras los ejercicios propuestos (y
realizados), “el locutor podrá ganar -mantiene Rodero- la suficiente
versatilidad para transmitir con eficacia el mensaje radiofónico. Ahora, solo
es cuestión de práctica”, concluye.
Este libro, “Periodismo radiofónico” (CEF, 2023),
realiza un esfuerzo considerable, a partir de firmas autorizadas, por adaptar
la realidad del medio al nuevo contexto y ecosistema digital, partiendo del
pasado, sus enseñanzas y experiencias, y afrontando el presente con optimismo,
ante lo que suponen las nuevas oportunidades surgidas a raíz de la irrupción de
internet, como el pódcast o el audiolibro. Se trata, en definitiva, de un libro
de consulta rápida para los futuros profesionales, y un texto muy recomendable
para que los actuales se reciclen. Lo necesitan.