“La nueva radio artificial”, por Juanma Ortega
- El abuso hacia el profesional de la locución tiene su paradigma en lo que está ocurriendo con algunas de las voces que usan sistemas de “text to speech”: una IA se descarga y “aprende” a hablar accediendo a decenas de audiolibros grabados por voces muy humanas en jornadas maratonianas. Nadie ha pagado ni pedido permiso a las voces reales, pero ya es tarde
La IA, dicen, llega para hacernos la vida más fácil. Tal vez, pero de momento no deja de complicarla (Fotografía Tara Winstead. Pexels) |
"La radio debería asimilar la IA como una tecnología más del desarrollo de su negocio, igual que el software de emisión, las librerías musicales o la gestión digital de las cuñas publicitarias" (Luis Miguel Pedrero)
¿Qué ha pasado en todo este tiempo? Todo el sector sabe que
a principios de los años 2000 unos inteligentísimos consultores norteamericanos
cobraron cantidades enormes de dinero por auditar a las cadenas musicales y
decir que se hablase lo menos posible. La creatividad de programas como Gomaespuma
y tantos otros, en los que las canciones ocupaban su espacio, pero no era el
objetivo fundamental de la emisión, peligraba. Se tenía que ser generalista,
molestar a pocos. En el camino se quedaron decenas de emisiones “de nicho”,
dedicadas a públicos concretos. Hubiera sido un tesoro ahora en el reinado
actual de la “segmentación”. Eso, y la automatización de la emisión gracias a
los ordenadores, sacó del micrófono a centenares de seres muy sintientes de
cualquier provincia que ponían todo su corazón cuando abrían el micro.
Era la época de las famosas frases “x minutos sin
interrupciones”, “aquí te ponemos más música y menos palabra”, etc.
Claro, al final llegaron las plataformas que sí ponían música sin más. Al DJ,
que no le había matado el vídeo como decían Buggles, le había
asesinado la propia estructura de la radio, por orden de los sabios que se
llevaron un buen botín, dejando atrás algún cadáver radiofónico.
Aquel recorte de creatividad general en pos de hacer algo
que (¡ay, consultores!) luego harían las máquinas, como poner música casi sin
hablar, convirtió en funcionarios a la mayoría de los sobrevivientes de la
debacle. El DJ de radio, salvo honrosísimas excepciones, ya no es lo que era.
Los menos conocidos de los que siguen en activo se agarran con celo excesivo a
sus asientos tras décadas de robotización programática, y seguro que no ven con
agrado que, para correctas, ya están las máquinas.
"Me duele pensar que determinados programadores se cargaran a los disc jockeys. Ahora me cuentan que la inteligencia artificial quiere recrearlos en las plataformas" (Luis Merino)
La estocada la ha dado estos días la aparición de Radio
GPT. Ni una sola voz humana. Juzguen ustedes mismos. De momento son
solamente locuciones, pero indistinguibles de las reales, y sin dejar de
repetir una y otra vez que cualquier cosa que un locutor convencional puede
hacer, ellos lo hacen mejor. “Como humanos, pero mejores”, aseguran sin
reparos. Si esas son las voces, que se preparen los que solamente son correctos
y nada personales en su emisión.
Sí, ex-oyentes, la primera “radio artificial” ya
tiene un par de décadas. No es nueva. Se creó en los despachos y recibió el
beneplácito de los financieros y accionistas. Ahora ya no hay respirador que
devuelva a la vida o trate de captar personal entre una juventud que
mayoritariamente quiere ser “influencer” o “top gamer”. No hay
manera de recuperar lo que en otros países se conservó mucho mejor que aquí.
Esa opinión la defiende con más pasión de la que puedo expresar el que fuera el
más alto directivo que la radio musical ha tenido en España. Luis Merino
dispara, a golpe de whatsapp encendido: “Me duele pensar que determinados
programadores se cargaran a los disc jockeys. Ahora me cuentan que la
inteligencia artificial quiere recrearlos en las plataformas. ¡Dios mío! ¿Por
qué no les diste un poco de inteligencia a esos pseudo programadores, aunque
fuese artificial?” No, Luis, la IA no quiere recrearlos. Lo hace de forma
prácticamente indistinguible para la mayor parte de los mortales. Y le queda “cerocoma”
para que sea en español.
¿Qué piensan algunos de los DJs que destacan en la radio musical actual? Me faltó tiempo para escribir a mi muy querido Dani Moreno, “el Gallo”, que sigue en el que fuera en tiempos mi programa, “Anda ya”, el despertador de Los 40. “En la década de los 80 nos sorprendía a todos un personaje con inteligencia artificial que co-protagonizaba una serie para la cadena ABC. Se llamaba Max Headroom.”
Sigue Moreno: “Todos pensamos en aquel momento que
algunos presentadores de televisión desaparecerían y serían sustituidos por la
IA. Evidentemente, no sucedió. Ahora vuelve a surgir esa pregunta cuando
aparece la tecnología suficiente para crear textos y programas que emulan
cualquier voz para sustituir a los DJs de radio. Ya existe una emisora en EEUU
con presentadores digitales, pero será curioso presenciar cómo evoluciona. En
cualquier caso, no tendrán nunca algo que sí tenemos los humanos: que somos
imperfectos. Y eso es muy difícil de emular. Yo diría que imposible.”
No sé si la gente escucha a los locutores de la radio por
ser imperfectos. Quizá más por la compañía cómplice de la que habla otro de los
puntales en los que se apoya la radio musical actual. Xavi Rodríguez
conduce el programa despertador en la conocida cadena KISS FM. Él, que es un
apasionado de la tecnología, considera que hay que separar el uso de la
inteligencia artificial para, por ejemplo, recomendarte canciones en un
servicio de streaming, de la emulación del trabajo que hacen los locutores de
radio. “Escuchar música por streaming es un acto solitario, mientras que
escuchar la radio es un acto comunitario, ya que te conectas con otros que
están compartiendo ese momento. La IA puede ser útil para recomendarte
canciones o para ayudarte a descubrir nuevas, pero tengo dudas sobre si los
locutores sintéticos pueden suplir el trabajo que hacemos en la radio. La magia
es sentir que formas parte de una comunidad y compartes un momento único con
otros”.
Dani Moreno y Cristina Boscá, conductores del programa "Anda Ya", en Los 40 (Fotografía Los40.com) |
"En muchas industrias y sectores se vienen utilizando ya voces sintéticas. Entiendo que una radio así no tiene la personalidad que se espera de un comunicador, pero sí que nos muestra algo interesante: la radio puede aprovechar la tecnología IA para encontrar contenidos adecuados, pero la personalización, adecuación, elección final y locución ha de pasar por una persona real" (Chema García Lastra)
No he conseguido declaraciones de los directivos actuales de
la radio musical, pero sí de estudiosos de la talla de Luis Miguel Pedrero,
Profesor e investigador en la Facultad de Comunicación y Artes de la Universidad
Nebrija y uno de los mayores especialistas en este medio que tenemos en nuestro
país. Desde su newsletter en AudioGen, lo ve de un modo más “glocal”: “La
radio debería asimilar la IA como una tecnología más del desarrollo de su
negocio, igual que el software de emisión, las librerías musicales o la gestión
digital de las cuñas publicitarias. Quienes experimenten con ella brindarán al
oyente nuevas experiencias en un entorno donde cada vez hay más propuestas de
audio digital y es más necesario que se diferencien entre sí. La proximidad
local siempre fue un atributo explotado por la radio que la centralización de
las emisiones para rebajar costes ha diluido en los últimos años: en España,
las cadenas comerciales apenas conceden 2 horas al día a las emisiones
territoriales. Y aquí la IA, guiada por profesionales humanos, se puede
convertir en un necesario aliado para la radio.”
Efectivamente, el mundo financiero y la crisis de la
publicidad “de la tienda de la esquina” se llevaron por delante a
centenares de proyectos de radio local que ya en los últimos tiempos eran
dirigidos y locutados por una sola persona. La locución artificial, tal y como
se anuncia, podrá hablar del socavón en la rotonda cercana a tu casa, pero
¿realmente hará compañía?
También de “alma” habla Gorka Zumeta, Profesor de
Comunicación en ESIC Business & Marketing School y de Radio en el Máster de
RNE, y editor de esta web, cuando afirma que “Hay quien cree que con la IA
mejorará la cuenta de resultados, pero en realidad lo que se juega la radio en
esta historia es el alma”. Gorka señala que la automatización de la emisión
de radio ya se ha visto en el pasado, y que la IA permitirá la creación de
locutores y actores virtuales con voces sintéticas. “Aunque la tecnología
avanza rápidamente, el oyente tendrá la última palabra y decidirá si prefiere
la radio automatizada o la radio más artesanal y personalizada”. Advierte
también sobre los posibles riesgos de la síntesis de voz y el clonado de la voz
humana, y plantea la posibilidad de que los locutores y actores virtuales
reemplacen a los humanos en la radio y el cine. “El actor Bruce Willis,
retirado desde el pasado mes de marzo, ha vendido sus derechos de imagen a
Deepcake, compañía que crea rostros virtuales mediante IA. Bruce Willis seguirá
apareciendo en películas pese a su retirada el pasado mes de marzo a causa de
la afasia que padece. ¿Qué nuevos escenarios se abren, incluida la radio?
¿Escucharemos un programa dirigido por el ‘nuevo’ Carlos Herrera, o el ‘nuevo’
Luis del Olmo o el ‘nuevo Iñaki Gabilondo’? Técnicamente, ya es posible.”
“El actor Bruce Willis ha vendido sus derechos de imagen a Deepcake, compañía que crea rostros virtuales mediante IA. Bruce Willis seguirá apareciendo en películas. ¿Qué nuevos escenarios se abren, incluida la radio? ¿Escucharemos un programa dirigido por el ‘nuevo’ Carlos Herrera, o el ‘nuevo’ Luis del Olmo o el ‘nuevo Iñaki Gabilondo’? Técnicamente, ya es posible" (Gorka Zumeta)
El que fuera uno de los directivos de la radio más
relacionados con la última tecnología, Chema García Lastra, desde su
puesto actual como Director de Media en la empresa Cristaliza, empieza por
analizar al DJ personal de Spotify: “es una combinación de tecnologías muy
innovadoras: Tecnología Open AI, Voz dinámica de IA, más la inteligencia de
personalización de Spotify. Es un intento de la plataforma de streaming de
música de competir con las radios, con el objetivo de dar un servicio más
personalizado y humano. Mi opinión es que no puede competir con un DJ real,
pero significa un paso más en la conquista de la audiencia del audio musical.
La radio tendrá que buscar formatos que no sean puramente «playlists». En este
momento todas las marcas están lejos de encontrar ese modelo, el DJ necesita
retomar el liderazgo y la prescripción.”
Y la pregunta puede ser ¿le dejarán? ¿Será capaz, tras
tantos años de creatividad reprimida? En lo referente a Radio
GPT, su análisis es que se trata de un “experimento realizado por una
empresa de la industria radiofónica para aprovechar el potencial que a priori
tiene la Inteligencia Artificial. Debemos entenderlo sólo como eso: un
experimento”. Ve interesante cómo la tecnología IA crea contenido muy local
gestionando fuentes de noticias, básicamente desde las redes sociales. Después
de eso, construye contenido en forma de frases, y las traduce en voz. “Esto
último no es algo novedoso, en muchas industrias y sectores se vienen
utilizando ya voces sintéticas. Entiendo que una radio así no tiene la
personalidad que se espera de un comunicador, pero sí que nos muestra algo
interesante: la radio puede aprovechar la tecnología IA para encontrar
contenidos adecuados, pero la personalización, adecuación, elección final y
locución ha de pasar por una persona real.” De momento, amigo Chema, de
momento.
No es casual que nos pille todo esto en pleno “boom” del
audio, y que cada día haya centenares de nuevos podcasts. Si ya era barato
hasta la explotación la contratación de voces y talento para el audio, esto es
la puntilla. El abuso hacia el profesional de la locución tiene su paradigma en
lo que está ocurriendo con algunas de las voces que usan sistemas de “text
to speech”: una IA se descarga y “aprende” a hablar accediendo a decenas de
audiolibros grabados por voces muy humanas en jornadas maratonianas. Nadie ha
pagado ni pedido permiso a las voces reales, pero ya es tarde. Las inflexiones
de la voz será complicado regularlas por Ley, aunque nada es imposible. Seguramente
porque será también una IA la que será capaz de detectar y perseguir esos
delitos.
No son buenos tiempos para los locutores. La conclusión que
podemos sacar de todo lo visto, es que más vale que sean todo lo “humanos” y
personales que puedan. Porque de momento, y solo de momento, la inteligencia
que maneja las locuciones automáticas es eso, artificial.
-El
artículo original en ElIndependiente.com
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Yo sí creo que es un buen momento para los locutores. Ahora, por fin, se darán cuenta de que tienen que preparar lo que van a decir; que tienen que enganchar a la audiencia con sus comentarios; que deben estrechar su relación con los oyentes, no solo con sus contenidos al aire sino con el manejo de sus redes sociales. Es decir, los locutores tendrán que esforzarse por mejorar su oficio y profesionalizarse. Y eso es bueno para ellos... pero también para los oyentes y para las empresas de radio.
ResponderEliminarNo hay que temerles a los avances tecnológicos. Hay que saber aprovecharlos. Son una gran herramienta. Y no se dejen deslumbrar por estos avances ni por la Inteligencia Artificial: solo hay que mirar los errores, las imprecisiones, las falsedades que entrega ChatGPT y todos sus émulos, que dependen de lo que está publicado en internet sin filtros que permitan verificar la información que entregan. Y aunque hay mucha gente que "traga entero", también hay mucha gente que se da cuenta de lo que es falso o impreciso, y podría hacer que esa tecnología o se perfeccione o se caiga por su propio peso.
Finalmente, me aterra el miedo que les tienen a los consultores. Ese discurso ya se lo escuché a Luis Merino que, sin desconocer su éxito en los años 70 y 80, se quedó en el pasado. Recuerdo cuánto odiaba la investigación de mercados. Simplemente no cree en ella. Prefiere las cosas hechas 'a pulmón', en un mundo lleno de opciones de entretenimiento. Hoy en día no hay espacio para la equivocación. Los errores se pagan caros. Ya no vale lo de mojar la punta del dedo y levantarlo para saber la dirección del viento.
Y tampoco deben tenerle miedo a la segmentación. De hecho, esa es, precisamente, la clave del éxito de las redes sociales...