“La radio se lleva los oyentes y los pódcast los titulares”
- El “Día Mundial de la Radio” sirvió para visibilizar la radio, su papel, su importancia y su influencia, en un contexto en que las nuevas incorporaciones relacionadas con el audio, y acompañadas del apellido ‘digital’, están contribuyendo a desviar el foco sobre la indiscutible relevancia de la radio, a día de hoy
Carlos Alsina, Àngels Barceló y Carlos Herrera celebraron juntos el "Día Mundial de la Radio 2023" (Fotografía Cadena COPE.es) |
La radio comercial española, representada por la AERC, está dispuesta a seguir impulsando el medio y reivindicando sus poderes. Es, sin duda, una magnífica noticia. Pero haría bien en abordar abiertamente, sin tabúes, el eterno debate sobre el futuro digital de la radio, a través de todos sus canales, no solo el de la IP y explicar por qué no creen en la RDT, en contra de la mayoría de países de nuestro entorno
El día 13 de febrero de 2023 el sector se reunió en la
Fundación Telefónica, a iniciativa de la Asociación Española de
Radiodifusión Comercial (AERC), que agrupa a miles de emisoras de
naturaleza privada. La Cadena SER, la Cadena COPE, Onda Cero y Kiss FM fueron
los anfitriones de una Jornada dedicada a mostrar, y demostrar, cuáles son los
auténticos valores de la Radio, algo olvidados tal vez por la abrumadora
entrada en escena del pódcast y el atractivo hipnótico de su apellido,
“digital”. Recordaba una frase del presidente de la Fundación COPE, y exCEO de
esta misma cadena, Rafael Pérez del Puerto, cuando, en la bienvenida a
un acto, saludó subrayando que “La radio se lleva los oyentes y los pódcast
los titulares”. En ese momento, cuando escuché la frase, pensé que no era
‘políticamente correcta’, en estos tiempos de creación de un nuevo ecosistema digital de medios, pero, pese a quien le pese, se ajusta a la realidad.
Para algunos, que sin duda poseen la condición de
impacientes, la radio es pasado y los pódcast representan al futuro. Hay parte
de razón en ese argumento, pero el presente es incontestable: 23 millones de
personas que la escuchan todos los días, de lunes a viernes, mayores de catorce
años, no pueden equivocarse: eligen radio. Y la disfrutan. Y la quieren,
porque, frente a la prensa, a la que se respeta y a la televisión, a la que se
admira, a la radio se la quiere. Y, como me decía mi buen amigo Luis Muiño,
coartífice de esa ‘isla sonora’ llamada “Entiende
tu mente”, junto con Molo Cebrián, "La
radio llega, directamente, al sistema límbico, el de las emociones".
Y así lo repito en mis cursos y formaciones a quienes se acercan con curiosidad
a la radio, desde diferentes ángulos.
La AERC organizó una Jornada de enorme interés, que
reivindicó la innegable fortaleza de la radio, a través se sesiones de trabajo
dedicadas al estudio de las audiencias, donde se ofrecieron más detalles acerca
de esa
integración de datos reales de consumo de radio (streaming) en el EGM, por
parte de la AIMC (el llamado audímetro censal), se ofrecieron interesantes
datos de consumo de pódcast en España, por parte de IMOP Insights, donde se distinguieron con precisión y datos la 'radio en directo', la 'radio en diferido', los contenidos de 'radio exclusivos' y los 'contenidos independientes', o se habló de
la situación de la radiofórmula musical, con algunos de sus protagonistas más
destacados.
En el momento en que la radio olvide su relación con los oyentes, manifestada a través de los viejos canales (teléfono) o de los nuevos (redes sociales, whatsapp, etc.) estará perdida. Habrá perdido su norte y caminará a la deriva. En este "Día Mundial de la Radio" la Cadena SER ha renovado su compromiso con sus oyentes, con su campaña #LocosporlaRadio, rompiendo las rutinas, y apelando a su complicidad y generosidad
El acto central de esta Jornada, sin duda, estuvo copado por la presencia de Àngels Barceló, Carlos Herrera y Carlos Alsina, que participaron, por primera vez en la historia de la radiodifusión española, en una emisión conjunta y simultánea a través de la Cadena SER, la Cadena COPE y Onda Cero Radio. El gran Juan Carlos Ortega actuó de maestro de ceremonias. Los tres participaron en una simpática tertulia improvisada, que demostró la magnífica relación que mantienen, a pesar de la competencia de sus respectivas cadenas. La foto de los tres, juntos, es la imagen de este "Día Mundial de la Radio" 2023. Pero la situación de la radio en España va mucho más allá que una fotografía para la galería.
La asistencia fue del más alto nivel, directivos de las
principales cadenas asistieron durante todo el evento, con interés, a todas las
sesiones. Hay voluntad, por parte de AERC, de seguir impulsando eventos e
iniciativas en torno a la radio para reivindicar sus fortalezas. Sin embargo,
dentro de todos los escenarios que se analizaron el pasado lunes 13 de febrero,
hubo uno que ni siquiera se mencionó: la Radio Digital Terrestre (DAB/DAB+). Es
un término prescindible, “porque no creemos que pueda prosperar”, se
escuchó en algunos círculos durante el networking. Ni siquiera se mencionó
durante la ponencia titulada “La Radio en Europa”, defendida por Lucy
Barrett, la directora de clientes de Radiocentre -la AERC británica-y eso
que la escucha en DAB (Reino Unido comenzó muy temprano en DAB y ahora se ve en
la obligación de migrar a su estándar evolucionado y mejorado, la DAB+) representa un 58% de las horas de radio en
directo consumidas en este país, equivalentes a 391 millones (Fuente Rajar, Q4
2022). La DAB no apareció por ningún lado hasta el final, en que el presidente de la AERC, Ignacio Soto, hizo
recuento de datos y, en el capítulo de los actuales canales de distribución/difusión de contenidos sonoros, no había más remedio que citarla, pero de puntillas.
Está claro que la RDT no es la panacea. Hay
quien la considera, de hecho, “una tecnología de transición”, como
apuntaba en esta misma web el abogado y consultor de medios alemán Helmut G.
Bauer, pero también lo fue la Onda Larga, o la Corta, y lo está ya
certificando la Onda Media y, en algún momento lo será la FM. Todas las tecnologías
son transitorias, pero la apuesta determinada de la mayoría de países europeos,
incluso de otros continentes (como Australia) no parece ser el camino
equivocado. También es cierto que otros países han decidido apagarla, como
Portugal, Irlanda
o Hungría,
básicamente porque no se produjo suficiente volumen de migración de oyentes de
FM a DAB, y por los costes de su puesta en marcha. Habría que preguntarse
también por qué sí crece a buen ritmo en Reino Unido, Bélgica, Alemania,
Austria, Italia e incluso Francia y el resultado ha sido el contrario en estos
otros países. Me atrevo a apuntar una posible razón: las nuevas emisoras
difundidas solo en digital (RDT + IP) no fueron suficientemente atractivas como
para animar a los oyentes a cambiar a DAB+. Puede que me equivoque. O no.
Sin duda, encontrarse en "El Faro" con este alegato a la amistad, personalizado en Carles Francino y Andreu Buenafuente, fue un auténtico regalo para los oyentes (Fotografía CadenaSER.com) |
Para algunos, que sin duda poseen la condición de impacientes, la radio es pasado y los pódcast representan al futuro. Hay parte de razón en ese argumento, pero el presente es incontestable: 23 millones de personas que la escuchan todos los días, de lunes a viernes, mayores de catorce años, no pueden equivocarse: eligen radio. Y la disfrutan. Y la quieren, porque, frente a la prensa, a la que se respeta y a la televisión, a la que se admira, a la radio se la quiere
En todo caso está bien que se reivindiquen las fortalezas de
la radio y se celebre el “Día Mundial de la Radio”, y el sector intente
resituar en el lugar que le corresponde al medio frente a la irrupción de
nuevos contenidos sonoros, como son, principalmente, los pódcast que son los
que, como mantiene Pérez del Puerto, los que se llevan los titulares. Tampoco
hay unanimidad, como reconocieron en la presentación del último informe de
Audio Digital de IAB, en la clasificación de los pódcast: de radio y nativos, o
exclusivos, lo que conduce, inevitablemente a sesgar los resultados de este
informe, que debería establecer un criterio válido, soslayando las
desviaciones. Es un lástima que estos errores inhabiliten parte de los resultados.
En esta celebración, no quiero olvidarme de la apuesta
solidaria de la radio pública. Radio
Nacional ha recuperado una de sus frecuencias DAB (por lo visto para la radio
pública la RDT no es invisible) para cederla a la radio pública ucraniana
-Suspilne Ukraine- de manera que los refugiados que residan en Madrid o
Barcelona puedan escuchar sus emisiones y por tanto la información relativa
a la marcha de la guerra contra el invasor ruso. La presidenta interina de RTVE,
Elena Sánchez Caballero, encendió la señal RNE – Sulspilne Ukraine, el pasado lunes
en el Centro de Atención, Acogida y Derivación de Refugiados Ucranianos
(CREADE) de Pozuelo de Alarcón (Madrid), e incluso se regalaron algunos
receptores para poder captar la señal. De esta manera, la
radio pública siguió al pie de la letra las recomendaciones de la UNESCO, que
dedicaron el “Día Mundial de la Radio”, a nivel global, a los conceptos
“Radio y Paz”.
También hay que felicitar a la Cadena SER por ese juego que han propuesto
a sus oyentes, con ocasión de este “Día Mundial de la Radio”: intercambiar
a sus comunicadores de programa. Así, Carles
Francino, acompañado de su amigo Andreu Buenafuente, presentaron “El
Faro”, Javier
del Pino se puso al frente de “La Ventana”, Javier
Casal saludó a los noctámbulos oyentes de “Si Amanece” y entrevistó
a Gemma Nierga, Mara
Torres se encargó de ‘El Abierto’, en el “Hoy por Hoy” y Aimar
Bretos vivió intensamente el fin de semana
desde “A Vivir que son dos días”. Siempre he defendido
que la radio debe huir de la rutina y de la previsibilidad, y este ha sido un
momento para demostrarlo. Los oyentes de la SER
han agradecido el juego, porque les ha deparado momentos históricos inesperados
y sorprendentes.
En el momento en que la radio olvide su relación con los oyentes, manifestada a través de los viejos canales (teléfono) o de los nuevos (redes sociales, whatsapp, etc.) estará perdida. Habrá perdido su norte y caminará a la deriva. Bienvenida sea esta nueva AERC Radio Value que apueste por visibilizar las fortalezas de la radio, pero que aborde, con igual determinación, el debate en torno a la Radio Digital Terrestre, junto con la radio pública, el segundo gran actor del sector. No podemos sustraernos a un paisaje europeo mayoritario en el que la DAB/DAB+ no solo se abre paso, sino que está enterrando a la FM, como en Noruega, que ya la ha apagado; en Suiza, que será el siguiente país en hacerlo y en Reino Unido, donde los oyentes ya escuchan más radio digital que analógica. Y el quid de la cuestión, no lo olvidemos, no está en el canal, sino en los contenidos, en las casi 600 nuevas emisoras de RDT que disfrutan nuestros vecinos (que no se emiten por FM) y que son las que, en última instancia, les han hecho migrar a DAB/DAB+. ¡Viva la (buena) radio!
Relacionado: