Alberto Ruano: "A un técnico de hoy día le parecería imposible trabajar con la vieja tecnología"
- Aimar Bretos le entrevista en el Día Mundial de la Radio en "Hora 25", como un homenaje a la figura de los técnicos en la radio
Alberto Ruano, jefe de Emisiones de la Cadena SER, invitado en "Hora 25" (Fotografía Cadena SER.com) |
"La radio en directo tiene mucha tensión porque un corte, una música, una conexión o está en el momento en que tiene que estar o 10 segundos después ya no vale para nada. Es inevitable que en un estudio de vez en cuando surja un grito, porque la indicación o es en ese momento o no sirve. Pero una vez terminado el programa todos tan amigos y punto, nadie se molesta"
Ruano se sorprende cuando recuerda que en los años 80 solo
un programa se hacía habitualmente desde fuera de los estudios "el gran
musical de los domingos" que se emitía desde una discoteca o desde el
propio parque de atracciones de Madrid durante el verano. Para poder realizar
ese programa, e incluso algunos hasta no hace mucho, se necesitaba una
furgoneta especialmente preparada para poder enviar todo con una antena
apuntando "directamente al edificio de Gran Vía 32", la sede de la
SER. Alberto Ruano precisa que con la conexión por vía satélite se ganó en
movilidad, pero "subía mucho la tensión en los departamentos de los
directivos porque el coste de estas coberturas era altísimo".
Los cambios también son notables dentro de los estudios en
los que empezó a trabajar en abril del 82: "Los archivos sonoros en las
emisoras, salvo la de Radio Nacional por una cosa lógica de posibilidades, no
existían en ninguna emisora de radio". Solo se podía almacenar contenido
en cintas, "y las cintas eran caras", explica. Esto se traduce en que
algo tan frecuente en la radio actual como es aludir durante un programa a las
declaraciones de una tercera persona, y reproducir esas palabras exactas para
debatirlas, no podía hacerse: "Era imposible, esa frase no estaría
archivada ni almacenada en ningún lado".
Pero hay mucho más, incluso preparar las sintonías que introducen los programas, como "Hora 25", era un reto. En el año 81, había cuatro cartucheros, que Ruano define como "los padres del cassette", porque "abultaban 6 u 8 veces más". La ventaja de estos cartucheros es que los técnicos podían elegir la parte grabada en la cinta que querían reproducir justo en el directo o en una grabación de un programa. "En Madrid, por ser la capital, teníamos cuatro cartucheros y con eso teníamos que apañarnos para tirar la publicidad, las ráfagas, los separadores, las sintonías, absolutamente todo". Y tampoco podían quejarse, reconoce, porque había emisoras que solo tenían uno. "Ibas corriendo con absolutas torres de 20, 30 o 40 cartuchos de cinta, sujetos con tus manos, de un lado a otro, porque tenías que recolocarlos según el orden que fuera y con el riesgo de que todo se cayera por medio". Actualmente, en la base de datos de un ordenador "tienes miles y miles de sonidos, simplemente al alcance de un click, imagínate las posibilidades que te ofrece eso", cuenta.
Ruano describe facilidades hasta en la emisión de canciones
en antena porque antes se trabajaba con vinilos: "Tenías que abocar el
momento exacto y tener la habilidad de dejarle un segundo al vinilo para que al
soltar la mano, no llorara el disco y la música entrara lenta". En aquel
momento, explica, "no se echaban en falta las posibilidades de un
ordenador" porque se desconocían, pero Ruano asegura: "Si ahora
alguno de los que está trabajando en la radio tuviera que volver a trabajar con
los medios de hace 30 o 40 años, le parecería imposible".
Es por todas estas dificultades y por el continuo cambio de
contenidos en las emisiones que Ruano profundiza: "La radio en directo
tiene mucha tensión porque un corte, una música, una conexión o está en el
momento en que tiene que estar o 10 segundos después ya no vale para
nada". Es inevitable, señala, que en un estudio de vez en cuando
"haya una voz o haya un grito" porque: "La indicación o es en
ese momento o 10 segundos después ya no vale para nada y tienes que ser
vehemente". Pero también despeja dudas: "Una vez terminado el
programa todos tan amigos y punto, nadie se molesta".
Un momento de la entrevista de Aimar Bretos a Alberto Ruano (Captura video CadenaSER.com) |
Escuché la entrevista en su momento y fue todo muy entrañable. La radio en sí misma.
ResponderEliminarpodi-.