“Los recortes miopes al Servicio Mundial de la BBC”
- El periódico británico, de tendencia socialdemócrata, denuncia que los recortes presupuestarios a la BBC, desde el gobierno conservador, están dañando gravemente la capacidad de Gran Bretaña para promover sus prioridades y valores, en un mundo que necesita, cada vez más, luchar contra las noticias falsas y la desinformación generalizada en las redes sociales
El Servicio Imperial, como se llamó en un principio, el 'Servicio Mundial' de la BBC, inició sus retransmisiones el 19 de diciembre de 1932 (Fotografía BBCMundo.com) |
“La BBC no es la única culpable. Estos recortes fueron impuestos por los ministros conservadores a quienes les desagrada la emisora nacional más de lo que valoran el interés nacional”
Y continúa el editorial de “The Observer”, “Los
gerentes de la BBC dijeron que los recortes de 28 millones de libras fueron el
resultado de años de aumentos de tarifas de licencia por debajo de la inflación
y la congelación actual de tarifas de licencia. Afirmaron que el Servicio
Mundial continuaría brindando el ‘mejor periodismo’ en inglés en todo el mundo
y que aún se escucharía en cuarenta idiomas. En general, llega a 364
millones de personas semanalmente, aunque podrían ser muchas más”, puntualiza.
La situación agrava la desinformación sobre todo de los
regímenes autoritarios en la era de las fake news. La desaparición de parte
de este ‘Servicio Mundial’ de la BBC impedirá el acceso a medios confiables en
zonas del planeta que carecen de libertad de prensa. Y deja claramente apuntado
“The Observer”, que “la BBC no es la única culpable. Estos
recortes fueron impuestos por los ministros conservadores a quienes les
desagrada la emisora nacional más de lo que valoran el interés nacional”.
“The Observer” reconoce, con orgullo, que “La BBC,
y el Servicio Mundial en particular, representan importantes herramientas de
poder blando que son la envidia de otras democracias. Desempeñan un papel
importante en la proyección de las prioridades y valores de Gran Bretaña en el
extranjero y explican este país al mundo y, al hacerlo, promueven sus ideas,
cultura y productos”, concluye.
Este periódico denuncia también que la nueva Secretaria de
Cultura del gobierno conservador británico, Michelle Donelan, va a
revisar la decisión de su predecesora, Nadine Dorries, de abolir la tarifa
de la licencia para financiar los medios públicos que abonan todos los
ciudadanos de este país, porque “no hay consenso sobre una alternativa”.
Y sigue denunciando: “Mientras tanto, James Cleverly, el nuevo secretario de
Asuntos Exteriores, debería revisar la desacertada decisión de 2010 de retener
la mayor parte de la financiación del ‘Servicio Mundial’ por parte del
Ministerio de Asuntos Exteriores”.
“The Observer” va más allá cuando, extrapolando lo
que está ocurriendo en el seno del “Servicio Mundial de la BBC”, critica
con vehemencia los recortes de 4.200 millones de libras esterlinas introducidos
en el presupuesto de ayuda exterior de Gran Bretaña impuestos por el anterior
primer ministro Boris Johnson, a lo que peligrosamente se ha sumado “la
congelación en curso de la ayuda internacional ‘no esencial’ impuesta cuando
Liz Truss, actual primera ministra) era responsable de la cartera de Asuntos
Exteriores”