"La radio no muere en la antena"
- Un artículo de investigación que profundiza en los nuevos hábitos de trabajo que ha impuesto la irrupción de internet a la industria radiofónica tradicional, que se ha visto obligada a segmentar sus contenidos y a ofrecerlos como píldoras de audio, pódcast, de manera autónoma y accesible, para su segundo consumo, en este caso bajo demanda. Esta tendencia al despiece ha crecido entre un 20 y un 70% entre las temporadas 2019-20 y la 2021-22
Pepa Blanes en una emisión live de 'Ser Podcast, de la Cadena SER (Fotografía SER Comunicación.com) |
Se aprecia un esfuerzo de los operadores por adaptar los contenidos emitidos a las nuevas y diferentes formas de escucha y a los distintos dispositivos y vías de acceso que permite la tecnología digital, con el objetivo de mejorar la experiencia de usuario
No es posible entender la radio a la carta –ni su auge- sin
el podcasting. De hecho, en el día a día de las cadenas radiofónicas, es más
común el empleo del término “pódcast” que el de “radio a la carta”, si bien no
hay consenso en la denominación. A partir de ahí, el modelo predominante de
gestión es el de la coordinación entre el área de producto digital y los
diferentes programas. Se podría afirmar que se ha impuesto un patrón
mixto-descentralizado, engrosando los equipos dedicados al ámbito digital, a la
vez que se distribuye parte de la tarea entre toda la redacción.
A partir de ahí, ha habido un incremento sostenido en la labor de procesado. Se mantiene vigente la pauta establecida en 2008, que consiste en separar horas completas (salvo “Más de uno” de Onda Cero), secciones y momentos estelares, aunque con una mayor intensidad. Desde un punto de vista cuantitativo, la cantidad de despieces de un único magacín prácticamente duplica al número total que producía toda una emisora cada día. Más aún, entre la temporada 2019-20 y la 2021-22, solo en el caso de los magacines, se aprecia un crecimiento de entre un 20,2% y un 71,1%.
El pódcast más escuchado de RNE es uno de sus programas |
“En el caso de España, la Cadena SER comenzó a utilizar el podcast el 10 de abril de 2005, seguida apenas unas semanas después por COPE, que apostó inmediatamente por el procesado de sus programas (Sellas, 2012). A partir de ese momento, fue generalizándose su empleo. De hecho, en 2009 todas las emisoras generalistas habían desarrollado significativamente esta vía de distribución, actualizando regularmente sus noticias online, subiendo su último boletín horario o incorporando vídeo (Moreno-Moreno; Martínez-Costa; Amoedo-Casais, 2009). En 2010, RNE generaba en torno a medio centenar de podcast diarios y COPE rondaba los 30. una tendencia que iría in crescendo dos temporadas después (2012-2013), sobre todo en lo que se refiere al procesado de los magacines de la mañana (Sellas, 2012). Se puede afirmar que para entonces el podcasting era una práctica común para distribuir en diferido los contenidos ya emitidos (Gallego-Pérez, 2010; García-Marín, 2019; Gutiérrez-García et al., 2014; Pessoa; Prata; Avelar, 2017)."
Se aprecia un esfuerzo de los operadores por adaptar los contenidos emitidos a las nuevas y diferentes formas de escucha y a los distintos dispositivos y vías de acceso que permite la tecnología digital, con el objetivo de mejorar la experiencia de usuario. En otro orden de cosas, la distribución de contenidos a través de la Web se complementa con el uso de plataformas y agregadores de audio.
-Artículo original “Radio does not die on the air: Podcasting and on-demand broadcast strategies among speech-based radio stations”. (2022). Profesional de la información, v. 31, n. 5, e310508.
-Ve
al origen de este trabajo de investigación en la REVISTA EPI RevistadelaInformacion.com