Avance: Locutores y periodistas sustituidos por bots
El progreso de los avances tecnológicos en este campo acelera la necesidad de reflexionar en torno a sus efectos
- Clonar humanos está prohibido por cuestiones éticas, pero no así clonar sus voces, auténtica marca personal de un individuo que puede llegar a utilizarse en algunos sistemas de seguridad para autenticar identidades y acceder a información sensible
- A menudo, el progreso avanza sin hacerse muchas preguntas sobre moral o repercusiones jurídicas de lo que inventa, tan solo imaginando el negocio que reportará a un sector de la sociedad, sin pararse a pensar en los problemas que acarreará a otros colectivos directamente afectados
Los bots nos descargarán de trabajo, dicen los científicos. Tal vez sí, o tal vez no (Fotografía Pixabay) |
En más menos cinco años, cuando la inteligencia artificial y la síntesis de voz alcancen la perfección en español, no necesitaremos locutores que graben cuñas, o que conviertan libros en audiolibros. Bastará con introducir el texto en un ordenador equipado con el software apropiado, y en cuestión de ¿minutos? ¿segundos? tendremos disponible el correspondiente audiolibro
Este pasado 29 de mayo, Enrique Alpañés, en El País, en su suplemento ‘Tendencias’, volvía a la carga con las voces artificiales desde un artículo titulado “Cada vez oirás más voces sintéticas”, en el que anunciaba que la tecnología de clonación ya no requiere de grabación alguna, sino que, muy al contrario, se basa en el “uso de redes neuronales, algoritmos matemáticos que tratan de imitar cómo se conectan las neuronas en nuestro cerebro”. Alpañés recogía la respuesta a su pregunta sobre este asunto de la profesora de Lingüística Computacional de la Universidad de Barcelona, Mireia Farrús Cabeceran.
¿Hasta qué punto ha avanzado la tecnología en este campo de la síntesis de voz? Para que se hagan una idea, en el mismo artículo, realmente revelador, Alpañés cita a Roberto Carreras, el director de la empresa ‘Voikers’, dedicada a la producción de podcast y audiolibros. “En inglés es prácticamente imposible distinguir una voz sintética de una original. En español aún no, pero llegaremos, porque la cosa está avanzando a un ritmo exponencial”, advierte. O sea, es cuestión de tiempo, y de inversión. Y en esa carrera, tendrán mucho que ver los 1.100 millones de euros anunciados como dotación del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica aprobado ya por el gobierno de Pedro Sánchez. Los recursos concluirán con una inteligencia artificial que piense, y hable, en español.
Hace tan solo un par de años, en el comienzo de la pandemia, la compañía donostiarra Vicomtech, especializada en procesos de inteligencia artificial, recibió una extraña llamada. El interlocutor les proponía sintetizar la voz del general Franco. No daban crédito a la petición. Pero accedieron. Recibieron más de seis horas de grabaciones de su voz, con discursos recuperados de diferentes fuentes, los digitalizaron, los procesaron y añadieron inteligencia artificial al experimento. El resultado es tan espectacular como inimaginable: los técnicos de Vicomtech habían recuperado la voz del dictador gallego, al que descontextualizaron deliberadamente en algunos ejemplos que luego pudimos oír: Franco imitando a Chiquito de la Calzada, e incluso cantando el “Macarena” de Los del Río. El interlocutor fue Toni Garrido, y el destino de aquel experimento fue el podcast “XRey” (Premio Ondas 2020).
ESTE VIERNES, 16 DE SEPTIEMBRE, “LOCUTORES Y PERIODISTAS SUSTITUIDOS POR BOTS”. EL PROGRESO DE LOS AVANCES TECNOLÓGICOS EN ESTE CAMPO ACELERA LA NECESIDAD DE REFLEXIONAR EN TORNO A SUS EFECTOS. LAS CONSECUENCIAS ÉTICAS Y JURÍDICAS DE LAS VOCES SINTETIZADAS