EGM, 2ª ola 2022: la radio pierde casi 700.000 oyentes
- Los valores absolutos de la audiencia de radio en España sufren un nuevo batacazo, que dan al traste con los crecimientos registrados en las dos últimas oleadas
- Bajan la Cadena SER, que se deja 226.000 oyentes, la COPE, que pierde 66.000 y RNE que resta 170.000 oyentes, y abandona la barrera psicológica del millón
- Hay quienes, a pesar de la tempestad, crecen en audiencia, como Carlos Alsina (con su mejor dato), Julia Otero y Aitor Gómez en Onda Cero, la única cadena que crece en esta ola
- Juan Ramón Lucas se despide con su mejor dato, 390.000 oyentes fieles, y deja alto el listón para su sucesor, Rafa Latorre
La SER mantiene su liderazgo en esta segunda ola del EGM de 2022, pese a las pérdidas que ha sufrido (Fotografía CadenaSER.com) |
Habitualmente, en esta época del año, la que abarca la primavera y el comienzo del verano, con la llegada de los días más largos y la recuperación del ocio en las calles, la audiencia consumía más radiofórmulas musicales, pero esto no ha ocurrido en esta ocasión. También este comportamiento ha cambiado. En realidad, todo está cambiando.
Desde la pandemia la radio había iniciado una carrera
ascendente de audiencia que, incluidas las actualizaciones anuales del universo,
nos hacían pensar en una recuperación del escenario previo a la irrupción del
Covid. Este resultado nos devuelve a la casilla de salida, a valores incluso
inferiores a los registrados en aquellas fatídicas fechas. Desde 2020 la
audiencia neta de la radio española había crecido un punto porcentual, que ha
perdido en esta. Lo lógico es pensar que la siguiente oleada corregirá las
desviaciones y resituará las cifras en sus justos términos. O no, porque
últimamente el EGM nos tiene sometidos a unas oscilaciones sorprendentes en lo
que a números y resultados se refiere.
Tratemos de analizar el escenario en que se ha producido
este evidente descenso del interés de los oyentes por escuchar la radio. La
anterior oleada marcó un crecimiento, ahora lo vemos, exagerado. Comenzó la
guerra en Ucrania, los enviados especiales abrían los informativos y Europa entera
temblaba con las amenazas de guerra nuclear de Putin. Se disparó el precio de
la energía, y puso en aprietos la economía nacional y la del Viejo Continente.
Las materias primas no llegaban. El Banco Central Europeo confirmó su decisión
de intentar frenar la galopante inflación desatada subiendo los tipos de
interés y los españoles se pegaron a la radio para mantenerse informados. Hoy,
superados con creces los más de cien días de guerra en Ucrania,
lamentablemente, estos son los códigos del periodismo, nos gusten o no, el
conflicto ha perdido interés entre los oyentes. Las amenazas de guerra nuclear se
han convertido en bravuconadas. La opinión pública ha asumido, porque no le
queda otra, la inflación y las familias empiezan a recortar su consumo en
previsión de que lleguen peores tiempos a partir del invierno. La información
ha perdido tensión e interés. Y la audiencia, como la propia radio, se ha
relajado.
Da igual, da igual que la sangría de la radio continúe y que no levante cabeza, que vayamos en picado a un escenario en el que la audiencia neta de la radio en España se sitúe por debajo de los 23 millones de oyentes, cuando en 2016 la radio se movía en valores superiores a los 25 (1ª ola 2016, 25.208.000)
Habitualmente, en este mismo contexto, y en esta época del
año, la que abarca la primavera y el comienzo del verano, con la llegada de los
días más largos y la recuperación del ocio callejero, la audiencia consumía
más radiofórmulas musicales, pero esto no ha ocurrido en esta ocasión. También
este comportamiento ha cambiado. En realidad, todo está cambiando.
Tampoco ha ayudado mucho la actualidad deportiva, que se ha
vuelto bastante previsible, sin grandes enfrentamientos de por medio. Si
alguien confía en que el Mundial de fútbol de Qatar devuelva la tensión y la
pasión a los programas deportivos, hay que subrayar que no va a ser así, porque
las fechas de su celebración -del 21 de noviembre al 18 de diciembre- se quedan
fuera del estudio de campo. Como mucho, en la previa, las cadenas deberán dar
el do de pecho, si quieren rentabilizarlo en el EGM. Pero no tendrán más
oportunidades.
Pero da igual, da igual que la sangría de la radio continúe
y que no levante cabeza, que vayamos en picado a un escenario en el que la
audiencia neta de la radio en España se sitúe por debajo de los veintitrés
millones de oyentes, cuando en 2016 la radio se movía en valores superiores a
los veinticinco (1ª ola 2016, 25.208.000). Cada marca ha echado sus campanas al
vuelo, y ha dejado que los compañeros de marketing se luzcan esta mañana de
EGM. La que ha incurrido más en la mentira, directamente, es COPE, pese a su vinculación
humanista y cristiana, con el titular: “’Herrera
en COPE’ cierra la temporada como líder de las mañanas de la radio española”.
Hay que buscar más abajo, en el texto, la letra pequeña que explica que,
bueno, que no es el líder, pero que casi lo es... El líder no necesita
recurrir a los juegos florales en los titulares: “La
Cadena SER cierra la temporada como la radio más escuchada: 4.140.000 oyentes
la siguen cada día”. Es rigurosamente cierto, aunque tampoco señala
-¿para qué?- las pérdidas cuantiosas que ha sufrido. Por su parte la cadena de
radio generalista de Atresmedia titula de acuerdo con los hechos: “Onda
Cero, única gran cadena de radio generalista que crece”. Y Carlos Alsina
es, como hemos visto, el amuleto de la suerte que ha nadado contracorriente.
Tengo curiosidad por leer el titular de RNE
que, en el momento de escribir estas líneas, todavía no ha publicado, pero no
está en su mejor momento, y todavía, ¡a estas alturas!, no ha adelantado cuál
será su parrilla la próxima temporada.
"Herrera en COPE" representa la gran esperanza de COPE para desplazar del liderazgo a la SER. Herrera ha recortado distancias en esta ola (Fotografía COPE.es) |
Desde la pandemia la radio había iniciado una carrera ascendente de audiencia que, incluidas las actualizaciones anuales del universo, nos hacían pensar en una recuperación del escenario previo a la irrupción del Covid. Este resultado nos devuelve a la casilla de salida, a valores incluso inferiores a los registrados en aquellas fatídicas fechas. Desde 2020 la audiencia neta de la radio española había crecido un punto porcentual, que ha perdido en esta
No ha habido sorpasso. Pero “Herrera en COPE” ha
reducido distancias con respecto al “Hoy por Hoy” de la Cadena SER. Si en la anterior ola se quedó
a 154.000 oyentes, ahora la diferencia está en los 124.000. La batalla entre
ambos programas y comunicadores, Carlos Herrera y Àngels Barceló,
antiguos compañeros de colegio, y buenos amigos -lo cortés no quita lo
valiente- se ha convertido en tendencia y, de momento, la catalana revalida el
liderazgo, pero el aspirante almeriense no pierde fuerza y recorta distancias. El
gráfico, con valores inferiores, se mantiene intacto.
En el resto de la programación, la cosecha mantiene un color
rojo dominante. “La Ventana” (SER) pierde 106.000
oyentes (910.000); “La Tarde” (COPE) se mantiene, aunque pierda 3.000 oyentes (448.000) y “Tarde lo que tarde”
(RNE) pierde 16.000 oyentes, hasta situarse en
los 152.000. A contracorriente, “Julia en la Onda” (Onda Cero) se
mantiene, e incluso crece un poco (+8.000), hasta sumar el apoyo de 628.000
oyentes.
Por las noches, la audiencia de “La Brújula” (Onda
Cero) despide a Juan Ramón Lucas con su mejor dato de audiencia: 390.000
oyentes (+45.000), que será el listón en que se medirá, a partir de septiembre,
su sucesor, Rafa Latorre. Por otra parte, Aimar Bretos, aunque ha
perdido en esta ola 73.000 oyentes al frente de “Hora
25” (SER), sigue siendo líder de las noches informativas de lunes a
viernes, con 973.000 oyentes, 115.000 oyentes más que “La Linterna”
(COPE) de Ángel Expósito, que reúne cada noche a 858.000 fieles (-178.000). Si en la anterior ola el madrileño se quedó
a 10.000 oyentes de distancia del donostiarra, en esta la SER refuerza su
liderazgo. Y eso que el programa de COPE incluye una hora más de duración...
El duelo de los deportivos nocturnos no pierde interés. Juanma
Castaño sigue líder en COPE con “El Partidazo”, que crece en
seguidores, pese a la tempestad generalizada. Incorpora 37.000 nuevos oyentes y
alcanza los 767.000, mientras que su más directo competidor, Manu Carreño,
en “El Larguero” (SER) pierde 11.000 oyentes
y se sitúa en los 733.000. El tercero en discordia, Aitor Gómez, de “Radioestadio
Noche” (Onda Cero), también navega a contracorriente y suma 89.000 nuevos
adeptos, lo que alcanza la mejor marca de este comunicador, y se acerca a los
valores liderados por José Ramón de la Morena (413.000).
La radio de Carlos Alsina sigue reuniendo más oyentes (Fotografía Onda Cero.es) |
¿Cómo ha quedado situado el progresivo crecimiento de consumo de podcast? El EGM es el único estudio que ofrece el dato diario de consumo. Y, contrariamente al dato previsto, el podcast ha frenado su crecimiento, al menos en esta encuesta. Ya veremos en diciembre. De momento, si en la anterior oleada el EGM contabilizó 1.346.000 consumidores diarios de podcast, esta segunda ola de 2022 ha contabilizado 1.434.000, 88.000 oyentes más
Y no quiero terminar sin citar otro dato curioso: en la Cadena SER, mientras todos sus programas
pierden oyentes, hay uno (si exceptuamos el “A Vivir” de los sábados,
porque los domingos pierde) que sube oyentes, en su proporción, pocos, pero
sube. Es “El Faro”, de Mara Torres, que ha alcanzado también una destacada
repercusión en redes sociales y Youtube con algunos de sus contenidos, como la
propuesta del “Gatopardo”, una entrevista en profundidad a un personaje
(que no deja de ser ahora uno de los géneros recuperados por los podcast
conversacionales). También suben "La Noche" de COPE y el "No son horas" de Onda Cero.
A propósito de los podcast, ¿cómo ha quedado situado el progresivo
crecimiento de su consumo? El EGM es el único estudio que ofrece el dato diario
de consumo. Y, contrariamente al dato que me atreví a adelantar en mis
previsiones, basándome en el ritmo marcado en las últimas olas, el podcast ha frenado
su crecimiento, al menos en esta encuesta. Ya veremos en diciembre. De momento,
si en la anterior oleada el EGM contabilizó 1.346.000 consumidores diarios de
podcast, esta segunda ola de 2022 ha contabilizado 1.434.000, 88.000 oyentes
más. El EGM sigue sin hacer públicos los datos particulares de consumo de los
podcast más escuchados, sean de radio o nativos, porque todos los contabiliza
en la encuesta.
El rodillo de la FM sigue funcionando a pleno rendimiento.
En esta ola el EGM certifica que hay 19.283.000 de españoles que eligen el
aire para recibir las emisiones de radio, el 46,9 por ciento. Y 580.000,
que no son pocos, que continúan fieles a la Onda Media (el 1,4 por ciento). La
radio escuchada a través de internet, en streaming, solo la eligen 3.132.000
oyentes, lo que supone el 7,6 por ciento de la audiencia total de radio en
España. Por último, el EGM contabiliza la audiencia que dice escuchar la radio
a través de la televisión (TDT), que supone un 1,3 por ciento, en términos
absolutos 552.000 oyentes. Por supuesto, el EGM no pregunta a sus encuestados
si escuchan la radio por DAB, pese a que ya existen en nuestro país más de un
millón largo de receptores, montados principalmente en los coches nuevos,
fabricados en la Unión Europea, aunque solo puedan captar las emisiones en
Madrid y Barcelona.
En definitiva, la radio vuelve a la casilla de salida, en plena pandemia, recabando unos datos negativos que lastran el crecimiento experimentado en las últimas dos oleadas. Esperemos y confiemos en que el dato no cambie la tendencia y en diciembre el EGM confirme una corrección que nos sitúe, al menos, por encima de los veintitrés millones. Mientras, siguen las peleas, con las prisas poco elegantes de COPE por celebrar su victoria sobre la SER antes de que llegue, si llega; la permanencia en el pódium de la emisora de Prisa, que suma, como Grupo, 9.294.000 oyentes diarios, el mayor en España y las peleas en el ámbito del deporte, con cesiones puntuales de liderazgo entre marcas en las últimas oleadas del EGM. La radio, pese a las campañas de marketing, no está bien, necesita algo más que asistencia, necesita... un revolcón, y conviene impulsarlo antes de que se quede sin oyentes...