La deconstrucción obligatoria de los medios
- El denominado periodismo digital no constituye, como podrían creer algunos, una moda pasajera; muy al contrario, es una enorme ola virtual que está cayendo sobre todos los sectores de la actividad económica, incluidos por supuesto los medios de comunicación, ante la que solo cabe una alternativa para sobrevivir: la adaptación, flexible y continua
Pepe Cerezo, el autor de este "Deconstruyendo los medios" (Fotografía Evoca Media) |
“Con la digitalización, la cultura del dato está cambiando rápidamente las redacciones tradicionales. La introducción de los datos en las diferentes áreas de la organización, y mas aún en la redacción, se ha convertido en la palanca de cambio más potente de esta transformación cultural”
La editora del NYT traza un excelente punto de partida del
libro, en el que aboga por el necesario cambio de cultura de las empresas
informativas, pero sin olvidar los valores del periodismo tradicional, lo que
nos enseñaron nuestros maestros y referentes. Advierte de que, hasta ahora, los
medios han vivido “de espaldas a sus audiencias”. Y esto ha cambiado radicalmente
en la nueva era de los datos y el Big Data. La auténtica guerra comercial,
desatada tras la irrupción de internet, es la de la compilación, análisis y
estudio de nuestros datos. Nosotros nos hemos convertido en el objetivo de la
pelea. Y no puede olvidarse otra circunstancia que apunta Sánchez Díaz, que “todo
Cambia, a ritmo vertiginoso”.
Con esta expectativa, Pepe Cerezo se adentra en la
deconstrucción de los medios, partiendo del reconocimiento de una evidencia
que, a estas alturas, ya no puede seguir manteniéndose, y es la rémora del antiguo
modelo “del papel”. Cerezo analiza en los principios de este destacado trabajo
que los cambios que se han llevado a cabo se han desarrollado “de forma poco
ordenada, incluso precipitada”, sin pensar en las estrategias ni mucho menos
analizar con detenimiento el nuevo escenario digital en el que vamos a tener
que trabajar.
Cerezo traza en este libro un recorrido tan atractivo como
práctico en el que analiza la transición y conversión de los medios de
comunicación tradicionales en nuevas “comunidades de interés”, para a
continuación señalar que la pandemia del COVID-19 se convirtió en un “agente
transformador” del proceso de digitalización. El autor dedica un capítulo
entero a defender que hay que asumir y afrontar este reto, “ahora o nunca”;
analiza “la transformación de las redacciones”, se detiene en “la
transición cultural”, más cercana generacionalmente a la población más
joven y más alejada de los más veteranos, aunque reciclados, y concluye con
unos “breves apuntes sobre el futuro”, en el que tendrán mucho que decir
en las redacciones la Inteligencia Artificial (IA) y los bots, en forma
de software que se encargarán de redactar el periodismo más sencillo y
básico, para favorecer a los profesionales que se ocupen de la información con
valor añadido.
“La pandemia del COVID-19 no ha sido más que el desencadenante de una tormenta perfecta que se venía fraguando desde tiempo atrás, provocada por la irrupción de internet, pero que en algunos mercados se iba sorteando por los ingresos de las ediciones en papel”
Con estos mimbres, la lectura de este “Deconstruyendo los
medios” nos descubre realidades inexistentes hace tan solo unos pocos años,
no más de un lustro. “Lo primero que hay que definir es cómo serán los
medios en el siglo XXI. Consideremos que la función principal de un medio en la
era digital es la creación de una comunidad de interés en torno a una marca
informativa”. Cerezo apunta a una progresiva pérdida de credibilidad y
confianza de algunos medios que es decisivo revertir. ¿Por qué hemos llegado a
esta pérdida patrimonial de los medios? “Se explica por las propias
dinámicas del mercado, pero también por la crisis del negocio”, apunta. Y señala,
como peculiaridad del sector, que las empresas informativas no solo deben
atender a la cuenta de resultados, “sino (también) a las demandas de
servicio público de las comunidades a las que se dirige”, concluye. Y Cerezo
coloca en el centro de la diana un elemento básico e imprescindible que hay que
tener siempre presente: los valores. “La redefinición de los valores (...)
debe orientar la mayoría de las decisiones fundamentales de la compañía”.
Cerezo no deja tema sin abordar. Uno de los más críticos en el nuevo modelo digital es la distribución. “¿En qué momento se jodió el negocio? -se pregunta-. La respuesta podría ser cuando los medios delegaron una parte crucial de su negocio en las plataformas, sin nada a cambio. Uno de los lastres en la transición digital fue confiar la distribución de los contenidos a terceros”. Tampoco se olvida de los modelos de monetización. “La caída generalizada del negocio tradicional (...) no se ha visto compensada por el crecimiento de la publicidad digital”, apunta. Se ha comprobado, mantiene Cerezo, que el modelo publicitario digital ya no es suficiente para asegurar la sostenibilidad de la industria tradicional en su paso al escenario digital, “lo que obliga a impulsar nuevas líneas de ingresos, principalmente, los obtenidos directamente de los lectores”, a través de las suscripciones.
En la evolución que está marcando el nuevo escenario digital, Cerezo establece una diferencia sustancial, frente a una creencia que, si bien continúa siendo determinante, ha sido desplazada por otra realidad más perentoria. Si hasta ahora considerábamos que el contenido es el rey, el autor de este libro introduce una variable de fondo: “En la nueva realidad de las comunidades de interés, el verdadero protagonista es el usuario”, afirma. Las marcas de medios de comunicación deben reforzarse y convertirse en comunidades que aspiren a fidelizar a lectores, telespectadores u oyentes. Estas comunidades “se sustentan en cuatro ejes fundamentales; su misión y valores, una oferta de valor conformada por productos y servicios únicos y diferenciales, el control de la distribución y el desarrollo de un modelo de negocio diversificado, rentable y sostenible en el tiempo”. Y todo ello con el usuario final en el punto de mira.
Portada del libro (Fotografía Gorka Zumeta) |
¿Por qué tienen que acometer la digitalización los medios
tradicionales? No solo porque, en el caso de la prensa escrita, el papel se
muere. Esto es una consecuencia, no el origen que provoca la necesidad. El
hecho fundamental es que los lectores son digitales, “y por eso las
organizaciones tienen que serlo también”, asegura. Ese nuevo público digital
exige otros contenidos, nuevos formatos, que obligan a las empresas a buscar
nuevos perfiles, “más audiovisuales”, “talento que actualmente escasea en la
mayoría de las redacciones: científicos de datos, programadores, infógrafos,
guionistas y editores de audio y video”.
“La irrupción de soluciones de Inteligencia Artificial (IA) para la creación de noticias será sin duda una de las tecnologías más disruptoras en un futuro no muy lejano". Muchos defienden que “es imposible sustituir el olfato periodístico de los humanos, por las máquinas”. “Se puede decir que, de momento, es cierto”. Pero la presencia y la incorporación de la IA al ejercicio periodístico no es ciencia ficción, ya es un hecho en algunas redacciones, aunque “su aplicación ahora es incipiente, los algoritmos son capaces de crear solo noticias básicas”
Hay una constante en el libro de Pepe Cerezo, y es la
atención que merece el dato como motor del cambio. “Con la digitalización,
la cultura del dato está cambiando rápidamente las redacciones tradicionales.
La introducción de los datos en las diferentes áreas de la organización, y mas
aún en la redacción, se ha convertido en la palanca de cambio más potente de
esta transformación cultural”, asevera. Por eso, en este nuevo escenario
presidido por los datos, se hace imprescindible contar con el mejor equipo de
profesionales que sepan moverse entre ellos, analizarlos y gestionarlos con
éxito. Porque les va la vida...
Estos nuevos perfiles, estos nuevos formatos, obligan
necesariamente a “repensarlo todo” en las redacciones, incluso “el
espacio físico” que ocupan. Sin olvidar el teletrabajo, al menos “algunas
de las novedades que ha traído”. Y hasta las ubicaciones. Cerezo cita los
casos de medios que tienen localizadas sus redacciones en bibliotecas y
universidades, grandes centros del conocimiento, para tender puentes y
sinergias. Pero no se trata, como defiende el autor de “Deconstruyendo los
medios”, de que un CEO se despierte un día y decida trasladar las
dependencias de la redacción a una biblioteca, sino de establecer la estrategia
previa que conduzca a esta decisión. Cerezo aporta un dato relevante que nos da
idea de lo difícil y complejo de acertar en la digitalización. “En torno a dos
mil periódicos de EE.UU. que llevaban funcionando más de quince años han cerrado sus
puertas”, lo que supone una cuarta parte del total, según un estudio
fechado en 2020.
En ese nuevo objetivo de centrar al lector (cliente) en el
nuevo escenario digital de medios, Cerezo se pregunta “cómo hacer lo
necesario y dejar de hacer lo prescindible”. Y responde el mismo autor
argumentando: “el análisis de los datos que proporcionan las audiencias
ofrece las pistas necesarias para saber priorizar aquellas a las que merece la
pena dedicar más tiempo y desestimar aquellas otras actividades que requieren
más dedicación y aportan poco valor”. En este punto, cabría aportar una
reflexión en torno a la diferencia, sustancial, entre lo que quiere la
audiencia, y lo que necesita, establecido bajo criterios profesionales, que no
siempre coinciden. Tal vez, un medio público, cuya misión incluya, por ejemplo,
el respeto a las minorías, debería sacrificar las grandes audiencias por pequeñas
y selectivas. No hay modelos únicos. Hay modelos en permanente construcción,
viene a decir Cerezo.
Tanto ha cambiado todo, y más que va a hacerlo, que también
el perfil del líder lo ha hecho. Cerezo cita a Lucy Kueng, experta
internacional en el dominio de la transformación digital, cuando establece que “para
que un líder llegue a la cima de la organización hace falta ‘pensamiento
elevado y ego bajo’”. La humildad ha recobrado valor en los puestos
directivos, porque los nativos digitales viven y conocen el fenómeno digital de
una manera más próxima y natural que las generaciones más alejadas de esta
realidad, que se han acercado a ella de manera artificial. En este nuevo
contexto “es tiempo de impulsar un nuevo liderazgo basado en las habilidades
blandas, que sea capaz de fomentar la creatividad y el talento”.
La Inteligencia Artificial (IA) será un elemento clave y habitual en las redacciones de las empresas informativas (Fotografía Pixabay) |
“La caída generalizada del negocio tradicional no se ha visto compensada por el crecimiento de la publicidad digital”. Se ha comprobado que el modelo publicitario digital ya no es suficiente para asegurar la sostenibilidad de la industria tradicional en su paso al escenario digital, “lo que obliga a impulsar nuevas líneas de ingresos, principalmente, los obtenidos directamente de los lectores”, a través de las suscripciones
Pepe Cerezo concluye con unos “Breves apuntes sobre el
futuro”, en los que la tecnología, de nuevo, tiene mucho que decir. “La
irrupción de soluciones de Inteligencia Artificial (IA) para la creación de
noticias será sin duda una de las tecnologías más disruptoras en un futuro no
muy lejano”, augura. El autor reconoce que una parte del sector permanece
reacio a esta evolución de confianza en las máquinas. Muchos defienden que “es
imposible sustituir el olfato periodístico de los humanos, por las máquinas”.
En este sentido, no habría por qué tener miedo a este progreso. “Se puede
decir que, de momento, es cierto”. La clave está, pues, en el tiempo y en
los avances de la IA, que, según un estudio citado en el libro, “tiene un
problema de exceso de expectativas y de foco mediático”. Pero la presencia
y la incorporación de la IA al ejercicio periodístico no es ciencia ficción, ya
es un hecho en algunas redacciones, aunque “su aplicación ahora es
incipiente (...), los algoritmos son capaces de crear solo noticias básicas”.
Queda trecho para las mejoras.
Todo lo comentado forma parte de un cambio no solo de
modelo, sino fundamentalmente de cultura. “El futuro de la automatización
-avanza Cerezo- pasa por la reformulación de muchos de los principios y
procesos tradicionales del periodismo. Eso significa desgranar el trabajo
periodístico en piezas informativas y microprocesos para saber qué puede
automatizarse y qué tareas son inherentemente humanas”, concluye.
Y, como última curiosidad, Cerezo cita el caso del diario
canadiense Globe a Mail, que
cuenta con un robot inteligente, de nombre Sophi, que gestiona y
administra su muro de pago compuesto por 170.000 suscripciones. “También
edita la página de inicio y tramita las ayudas para gestionar las redes
sociales”. Ha sido necesario mucha I+D+i, un equipo de cincuenta ingenieros
informáticos especialistas en datos para desarrollar Sophi, y alcanzar así un ‘modelo
de pago dinámico’ único. Pero, como cita el propio Cerezo, el reto más
trascendental es “encontrar un modelo de negocio sostenible que permita encajar
la automatización de los procesos, sin que afecte a la calidad periodística que
garantizan los redactores”.
En definitiva, este “Deconstruyendo los medios”
escrito por Pepe Cerezo contribuye a abrirnos los ojos en torno al nuevo
escenario digital y a lo que exige al tejido industrial de medios de
comunicación, sobre todo a los tradicionales, tanto a los que vivían del papel,
como a la radio y televisión, que vivían de espaldas a sus lectores, oyentes y
televidentes, más allá de contarles en un audímetro o en un EGM. Ahora, el
poder reside en los clientes, y son ellos los que han condenado a los medios a
adaptarse a sus necesidades y exigencias. Unos y otros juegan al modelo ‘prueba-error/acierto’
y consiguen avanzar no sin dificultades. Pepe Cerezo nos aporta caminos y rutas
para explorar, pero no funcionarán si no estamos dispuestos a desaprender
(deconstruirnos) y adoptar, por convencimiento, que no por imposición, una
nueva cultura.
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