La eficiencia energética y la sostenibilidad de la difusión de la radio en España

Por Javier Sánchez, miembro del Comité de Radio de la Unión Europea de Radiodifusión 

"En España vivimos un negacionismo frente al DAB+" 

• El autor de este artículo se apoya en datos irrefutables para demostrar la eficiencia energética de la DAB+ frente a la FM, mucho más frente a la OM y hasta la DAB, lo que añade un elemento clave, de enorme repercusión económica y sostenible, como para pensar en la cada vez más necesaria digitalización de la radio, como impulsa Europa, sin España

La reciente invasión de Ucrania está teniendo terribles consecuencias en todos los órdenes. Pero, sobre todo, en todas aquellas personas que están sufriendo sus consecuencias directamente y a las que urge ayudar sin excusas. En esta situación, los radiodifusores públicos europeos están desarrollando un papel fundamental en su misión de servicio público, cobrando especial relevancia por su peculiaridad aquellos servicios de radio transnacionales como BBC World o Radio Exterior de España que facilitan información a los ciudadanos a través de la Onda Corta. Conviene no olvidar que la propaganda, la censura, los apagones informativos o los cierres de canales de radio, televisión y redes sociales están proliferando en Ucrania y Rusia.

Europa, menos España y Portugal, ha apostado firmemente por la Radio Digital Terrestre (Fotografía WorldDAB)

No es el propósito del presente artículo, ni mucho menos, efectuar cualquier tipo de análisis sobre el papel de la radio en el conflicto o de sus efectos en general. Sin embargo, en un contexto en el que uno de los efectos palpables es la subida imparable de los precios de la electricidad, en el que la UE apela a la sostenibilidad de los recursos y, a su vez, a una adopción progresiva de fuentes de energía renovables para reducir la dependencia del resto de fuentes en la generación de electricidad, quizá merezca la pena abrir una reflexión sobre la eficiencia energética y la sostenibilidad de la radio en España. No en vano, el precio del MWh se dispara ya hasta los 500 euros en la hora más cara del día al cierre de este artículo, una cifra jamás vista.

"No sólo se logra un notable ahorro de electricidad gracias a que DAB+ es mucho más eficiente en términos energéticos que la FM, sino que también se reduce el número de transmisores y de centros emisores, con la reducción de los gastos de explotación que ello conlleva"

Verano de 2021. Los ciudadanos comienzan a observar cómo un nuevo índice, el precio en euros del MWh en el mercado mayorista, empieza a aparecer a diario en las noticias con la misma intensidad que la incidencia acumulada a 14 días del COVID-19. Se inicia así una escalada sin precedentes en el precio de la electricidad de la que no se libra ningún ciudadano, ni ningún sector económico (primario, segundario o terciario). Desde entonces y hasta la fecha de cierre del presente artículo, ciudadanos y distintos agentes han ido expresando cómo les está afectado negativamente.

Sin embargo, este no parece ser el caso de la radio española. Aunque el incremento del coste de la electricidad de la difusión de sus emisoras ha impactado con total seguridad en sus cuentas de resultados, no parece que haya quejas. Ni sectoriales ni individuales. Así que lo primero que puede inferirse es que dicho coste no es un asunto preocupante. Sobre todo, porque resulta relativamente fácil justificar su incremento a la hora de rendir cuentas a quien corresponda. ¿Quién no se ha enterado todavía de que la electricidad se ha puesto por las nubes?

Pero la realidad es única y tozuda. Hay muchos centros emisores de FM y bastantes de OM emitiendo la programación de muchas radios en España. Todos los días del año y a todas horas. De ahí que la eficiencia energética aplicada a la difusión de la programación no sea, ni mucho menos, un asunto baladí. Y que parezca un asunto arcano, sin serlo. De hecho, se puede aplicar la ley de Perogrullo a su principal plataforma de consumo, es decir, a la radiodifusión sonora terrestre. En efecto:

• Dada una zona de cobertura en la que se desea difundir N emisoras de radio, su emisión en una única frecuencia de un múltiplex de DAB+ utilizando un único transmisor y un único sistema radiante desde un único centro emisor siempre será más eficiente y económica que su emisión en N frecuencias de FM utilizando N transmisores y varios sistemas radiantes en varios centros emisores. 
• Nota: De manera típica, se considera 18 ≤ N ≤ 24 para aprovechar la capacidad de los múltiplex en DAB+)

Haciéndolo extensivo a toda la red de difusión del ámbito territorial de cobertura, es inmediato deducir que puede obtenerse un ahorro de electricidad migrando de FM a DAB+, si bien cuantificar el ahorro del DAB+ con respecto a la FM pudiera parecer, de primeras, harina de otro costal. Pero no. Para este viaje no necesitamos alforjas. Ni rara astucia o habilidad. Porque para efectuar una primera aproximación es más que suficiente partir de algunos datos e hipótesis de trabajo, establecer uno o varios modelos y efectuar cálculos sencillos. E incluso a estas alturas de la película, ni siquiera eso. Basta con observar lo que otros han dicho. Veamos un par de ejemplos:

"La percepción generalizada en España tanto del DAB como del DAB+, metidos ambos absurdamente en el mismo saco, es la de un enorme fiasco a nivel mundial con emisiones testimoniales y una escasa oferta de receptores carísimos. A lo sumo, si se siguen las noticias del sector radiofónico en nuestro país, la radio digital puede llegar a percibirse como algo a lo que se ven obligadas las Comunidades Autónomas, sacándolo a concurso por sentencia judicial. ¡Fake!"

• En 2014 apareció un informe de GatesAir -fabricante de transmisores de radio con un siglo de historia y anteriormente conocido como Harris- titulado Economic Advantages of DAB+, en donde ya se cuantificaba el ahorro asumiendo la radiodifusión de 18 emisoras mediante modelos muy simples. En media, los gastos de explotación de una red DAB+ resultaban entre 5, 7 y 12,7 veces inferiores a la de una red de FM dependiendo de la tipología de los centros emisores que conformaban la red (propio, regional o metropolitano). A pesar de ello, el ahorro en una serie de conceptos era independiente de la tipología. Entre ellos, el consumo eléctrico. Así, el de la emisión en DAB+ resultaba 41 veces inferior al de la emisión en FM. O lo que es lo mismo: el ahorro de energía de DAB+ con respecto a FM se podía cifrar en un 97%. Una cifra que podría parecer tan irreal como optimista, pero que no dista mucho de lo que se puede llegar a conseguir en una situación real.

• En 2017, la UER en su artículo Cost-Benefit Analysis of FM, DAB, DAB+ and Broadband for Radio broadcasters and listeners utilizaba un modelo más refinado y completo que el estudio de GatesAir, introduciendo también novedades tales como el cálculo del coste para la distribución por internet o una estimación de los costes de recepción para los oyentes.

Una de las principales conclusiones obtenidas era que los gastos de explotación de una red de DAB+ en un caso realista resultaban en torno a 5 veces inferiores a los de una red de FM y en torno a 2 veces inferiores a los de una distribución exclusiva a través de internet. Por caso realista debía entenderse que los múltiplex de DAB+ estaban ocupados por 18 emisoras, al igual que en el estudio de GatesAir. No obstante, no ofrecía ninguna cifra desglosada relativa al ahorro en consumo eléctrico.

De todas maneras, no hay nada como recurrir a estudios sobre redes de DAB+ ya implantadas en determinados países para conocer resultados reales de ahorro. Porque, como es lógico, ya se han llevado a cabo. Si nos fijamos en el último disponible a fecha de cierre de este artículo, proviene de Alemania. Se publicó en septiembre de 2021, lleva por título Green Radio. A comparison of energy consuption between FM and DAB+ y procede de la colaboración de la radio pública de Baviera (Bayerischer Rundfunk, BR) con el regulador de los medios de ese Länder (Bayerische Landeszentrale für neue Medien, BLM). Por su interés, hemos considerado oportuno reproducir a continuación algunos de sus párrafos al constituir, más allá de los resultados conseguidos, toda una declaración de principios y objetivos:

Llegar, con las emisiones en RDT, a este receptor cuesta mucho más barato en consumo energético y contamina mucho menos el medio ambiente

La radiodifusión es un servicio público. El doble sistema alemán garantiza una oferta única en cuanto a amplitud y diversidad: con un servicio de radiodifusión público fuerte y comprometido con su mandato legal y el bien común, por un lado, y un gran número de potentes servicios del sector privado, por otro. Permite a todo el mundo recibir sus programas de radio y televisión sin mucho esfuerzo. Sin embargo, la obligación con el público en general también incluye el compromiso de los radiodifusores con la sostenibilidad ecológica, económica y social. Por esta razón, los servicios de radiodifusión proporcionan información sobre cuestiones de sostenibilidad como parte de su programación; educan y promueven el discurso público sobre el tema. Además, las propias emisoras privadas y públicas llevan tiempo invirtiendo cada vez más en producciones respetuosas con el clima y la conservación de los recursos.

Otro elemento importante en el camino hacia una mayor sostenibilidad es la reducción del consumo de energía en la distribución de programas, sobre todo teniendo en cuenta la actual transición tecnológica de FM a DAB+. El estándar de radio digital permite una variedad mucho mayor de programas, receptores asequibles y una cobertura consistente o incluso mejorada en muchos lugares sin mayores costes (…)

"No sólo debe llevarse a cabo un despliegue en DAB+ (acompañado de radio híbrida RadioDNS) para, entre otras cosas, proporcionar una mayor oferta radiofónica y una mejor calidad percibida por el oyente, sino que dicho despliegue debería efectuarse cuanto antes. Además, cuanto más breve sea el necesario periodo de emisiones simultáneas en FM y DAB+, mayor será el ahorro energético conseguido. De esta manera, la radio estará contribuyendo activamente tanto a la sostenibilidad de su modelo de difusión a futuro como a la lucha contra el cambio climático"

En lo que se refiere a resultados, animamos al avezado lector a que se asome al estudio y compruebe por sí mismo los ahorros conseguidos en cada caso para las emisoras contempladas (Bayerischer Rundfunk, Antenne Bayern, Klassik Radio y Deutschlandradio). En líneas generales, puede afirmarse que se corroboran los resultados obtenidos en otros países. Y en particular, para el caso de estudio considerado:

• Cuando el múltiplex de DAB+ está plenamente ocupado, el ahorro de energía para las zonas y estaciones examinadas asciende a entre el 70% y el 90% para una emisora emitida en DAB+ en relación con una emisora emitida en FM.
• Para proporcionar cobertura en el área considerada, para FM se necesitan alrededor de 2.700 transmisores en unos 1.054 emplazamientos, mientras que actualmente sólo se necesitan 654 transmisores en unos 300 emplazamientos para una cobertura casi comparable de las emisoras en DAB+.
• Para lograr una cobertura total en DAB+ está prevista la instalación de más transmisores en los próximos años. Sin embargo, en la expansión final se necesitarán menos de 1.000 transmisores para la cobertura DAB+. 

En resumen, no sólo se logra un notable ahorro de electricidad gracias a que DAB+ es mucho más eficiente en términos energéticos que la FM, sino que también se reduce el número de transmisores y de centros emisores, con la reducción de los gastos de explotación que ello conlleva.

También conviene resaltar que no sólo debe llevarse a cabo un despliegue en DAB+ (acompañado de radio híbrida RadioDNS) para, entre otras cosas, proporcionar una mayor oferta radiofónica y una mejor calidad percibida por el oyente, sino que dicho despliegue debería efectuarse cuanto antes. Además, cuanto más breve sea el necesario periodo de emisiones simultáneas en FM y DAB+, mayor será el ahorro energético conseguido. De esta manera, la radio estará contribuyendo activamente tanto a la sostenibilidad de su modelo de difusión a futuro como a la lucha contra el cambio climático.

Frente a todos estos planteamientos, nos encontramos con una situación en España que bien podría describirse en términos de negacionismo frente al DAB+. Da igual que se esté produciendo un claro avance en toda Europa y que este se refleje en informes accesibles, contrastables y procedentes de fuentes confiables. O que vayan apareciendo noticias sobre los progresos en la implantación de DAB+ en distintos países de nuestro entorno.

Imagen que corresponde a las operación de instalación de los nuevos centros difusores de DAB+ en Suecia (Fotografía WorldDAB)

En realidad, ¿qué más da? A fin de cuentas, siempre se repite el mismo estribillo. Porque la percepción generalizada en España tanto del DAB como del DAB+, metidos ambos absurdamente en el mismo saco, es la de un enorme fiasco a nivel mundial con emisiones testimoniales y una escasa oferta de receptores carísimos. A lo sumo, si se siguen las noticias del sector radiofónico en nuestro país, la radio digital puede llegar a percibirse como algo a lo que se ven obligadas las Comunidades Autónomas, sacándolo a concurso por sentencia judicial.

"Pudiera parecer que la radio española contará a futuro con unos recursos económicos tan elevados que no le preocupe lo más mínimo seguir abonando la factura de la FM in aeternum. Incluso simultaneando, en algunos casos, emisión por FM y OM, por más que la penetración de esta última haya descendido hasta un 1,6% de la población según el Marco General de los Medios en España de 2021"

Y también parece que da lo mismo que lo que sacan las Comunidades Autónomas a concurso sean licencias de un estándar totalmente obsoleto y prácticamente abandonado como lo es el DAB (excepto en Reino Unido por razones poco confesables y en España por absoluto desinterés), además de ser al menos tres veces menos eficiente que el DAB+. O que se consideren coberturas tan claramente insuficientes como un 20% poblacional. Y sin ningún tipo de campaña de promoción lo suficientemente seria para que el desarrollo efectivo de mercado acabe apareciendo por algún lado.

La última Comunidad Autónoma que ha publicado su concurso a cierre del presente artículo ha sido Extremadura, el 13 de enero de 2021. Por lo menos, se ha planteado otorgar puntos por un “plan de empleo de energías renovables de producción” (sic). Claro, que también los otorga por la paginación, el formato, la tipografía, la maquetación o el uso de hipervínculos en el índice del proyecto que se presente.

Con excepción de este “plan de empleo de energías renovables de producción”, la eficiencia energética de la difusión de la radio o su mejora no parece importar. Ni la producción y el consumo responsable aplicados a la radio o, lo que es lo mismo, el duodécimo Objetivo de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU. Allí se establece que el consumo y la producción sostenibles consisten en hacer más y mejor con menos. Por el contrario, se sigue haciendo lo mismo con lo mismo y sin visos de cambio, por más que algunas radios o los grupos empresariales a los que pertenecen publiciten su compromiso con el futuro del planeta en acciones de responsabilidad corporativa.

Al margen de cualquier consideración medioambiental, pudiera parecer que la radio española contará a futuro con unos recursos económicos tan elevados que no le preocupe lo más mínimo seguir abonando la factura de la FM in aeternum. Incluso simultaneando, en algunos casos, emisión por FM y OM, por más que la penetración de esta última haya descendido hasta un 1,6% de la población según el Marco General de los Medios en España de 2021. Y, por supuesto, confiando su futuro a la emisión de radio digital lineal a través de plataformas de terceros por internet o a macroagregadores como Alexa, en vez de defender el core de su negocio con la distribución directa y controlada de radio digital lineal mediante DAB+ como así lo están haciendo parientes suyos internacionales.

Los recientes bloqueos de Rusia hacia Facebook y Twitter revelan, una vez más, la facilidad con la que se puede controlar cualquier plataforma digital. Tiktok ha suspendido la creación de vídeos y de emisiones en directo desde Rusia. Netflix ha suspendido su operación en Rusia. El Consejo de Asuntos Exteriores de la UE prohibió la emisión a las principales televisiones internacionales rusas, pero no fue hasta días después cuando YouTube anunció unilateralmente que haría lo mismo.

Javier Sánchez, el autor de este post

La radio no puede ni debe caer en la trampa de fiar el futuro de la distribución de sus contenidos exclusivamente a través de internet, mediante plataformas de terceros y redes sociales. La radiodifusión sonora terrestre tiene todo el sentido del mundo y lo seguirá teniendo a futuro en su versión digital, por más que exista negacionismo patrio al respecto.

"Lo bueno de la ciencia es que es verdadera, creas o no en ella", afirmó el astrofísico, escritor y divulgador científico estadounidense Neil deGrasse Tyson. Parafraseándole, quizá podría decirse que lo bueno de la aplicación de una tecnología adecuada es que arroja resultados positivos en varios órdenes, se crea o no en ella. Y este es el caso del DAB+ con respecto a la eficiencia energética y a la sostenibilidad de la difusión de la radio en España. Salvo que esta desee acabar convertida en algo distinto, dando la espalda a Europa y con una más que probable pérdida de identidad.

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