Obituario: "Juan Pablo Colmenarejo, el profesor que nos hizo sentir importantes"
- Detrás del gran locutor que fue se escondía un profesor de humildad infinita que demostró en solo seis meses que para él cada alumno era tan importante como la más importante de sus entrevistas
Fotografía del día de su doctorado en la Universidad de Navarra, en 2019 (Fotografía J.P.C.) |
"Es una desgracia, sobre todo, para la radio. Si hubiera podido disfrutar de la carrera académica que la vida le debía, en solo unos años se habría escuchado en cada micrófono de este país una declaración de amor a la radio inspirada en el profesor que supo hacer importante a cada uno de sus alumnos"
Además del periodista que todos conocimos, Juan
Pablo era también maestro de futuros reporteros. Llegó a la Universidad
Villanueva de Madrid el pasado mes de septiembre cargado de humildad, como si
no fuera el grande de la radio que era. En solo seis meses se convirtió
en un supercontagiador de vocaciones radiofónicas. Profesional,
humano, bueno y exigente, muy exigente. Y también temido (al principio) por sus
minuciosos test de actualidad con los que demostraba a los futuros periodistas
que en esta profesión hay algunas puertas por las que siempre hay que pasar. Y
una de ellas es la de leer periódicos, ver la televisión, escuchar la radio.
“Sacaba lo mejor de nosotros mismos -escribió otro de sus alumnos-. Y
nos hizo amar la radio”.
Amar la radio. Con todas sus fuerzas, sí. Porque detrás del
gran locutor que fue se escondía un profesor de humildad infinita que demostró
en solo seis meses (solo seis meses…), que para él cada alumno era tan importante
como la más importante de sus entrevistas en Onda Cero, en la Cadena Cope o en
Onda Madrid.
Una declaración de amor a la radio
Juan Pablo deja entre sus compañeros y alumnos una huella
que no se podrá borrar. Su pérdida es una desgracia para su familia, para sus
amigos y para esa legión de compañeros agradecidos que intentan ahora
recordarle en solo 280 caracteres.
Y es una desgracia, sobre todo, para la radio. Si hubiera
podido disfrutar de la carrera académica que la vida le debía, en
solo unos años se habría escuchado en cada micrófono de este país una
declaración de amor a la radio inspirada en el profesor que supo hacer
importante a cada uno de sus alumnos.