Diego Fortea y las 'Historias de la Radio' de "Más de Uno"
- "Soy mucho de aprovechar lo anecdótico o lo rutinario para aplicarlo a gags, imitaciones, parodias... Es un ejercicio que practico casi a diario con mis compañeros guionistas de “Más de uno” (Jorge Abad, Carlos Zúmer, Pablo Díez). Nos ha salido más de un sketch fruto de vivencias personales o personajes reales"
-Como oyente, mis primeros recuerdos van ligados a Radio Nacional, que siempre ha estado puesta en casa. Siendo adolescente, recuerdo escuchar ‘En días como hoy’, con Juan Ramón Lucas; o ‘No es un día cualquiera’, con Pepa Fernández. Con 18 años, en el verano de 2012, acababa de terminar primero de Bellas Artes y mi padre me sugirió pasarme por la radio del pueblo para “proponer algo”. Me dijo: “Con lo peliculero que eres y el palique que tienes, seguro que te gusta”. Así que, sin meditarlo mucho, me planté en Radio Requena. La verdad es que fueron amabilísimos conmigo, porque me dejaron hacer un programa de entrevistas sin tener ninguna experiencia. Al principio me ponía muy nervioso, pero luego me fui soltando y le cogí tanto el gusto, que decidí esforzarme por aprender todo lo posible para poder vivir algún día de esto.
"A mis amigos les veo sintonizar de vez en cuando programas de deportes o alguna emisora musical. Aunque creo que les tira para atrás que la oferta esté tan centrada en información y menos en entretenimiento. No quiero decir que no les interesen las noticias, sino que les resulta más cómodo seguir la actualidad en redes sociales"
-Si no existiera la radio...
-... no sabríamos cómo se deletrea Fibergrán. Ni escucharíamos la ‘Love song’ de Simple Minds de la misma manera. El señor Casamajor pasaría inadvertido entre la muchedumbre, como un señor más que mira las obras...
- Dime, ¿cuántos de tus amigos escuchan la radio?
-De mi edad conozco a unos cuantos que la escuchan a diario, pero son los que de una forma u otra están ligados a este sector: ex compañeros del máster de radio, colegas periodistas, técnicos... Luego, a los amigos que en lo profesional no tienen nada que ver con esto, sí les veo sintonizar de vez en cuando programas de deportes o alguna emisora musical. Aunque creo que les tira para atrás que la oferta esté tan centrada en información y menos en entretenimiento. No quiero decir que no les interesen las noticias, sino que les resulta más cómodo seguir la actualidad en redes sociales.
-Los jóvenes le están dando la espalda a la radio, ¿estás de acuerdo?
-Todavía no tengo una opinión clara al respecto. Es evidente que los hábitos de consumo han cambiado, ya que todos, jóvenes y mayores, tenemos más opciones que nunca para conectar con formatos de todo tipo. Los de mi generación (y ya no te digo las siguientes) hemos estado siempre muy influenciados por el audiovisual. Desde bien críos nos hemos atiborrado de infinidad de estímulos visuales: series de televisión, películas, videojuegos... A todo eso, súmale la amplísima oferta de contenidos que nos ha traído Internet, que nos ha llevado a picotear un poco de muchos lados “por culpa” de las redes sociales, donde vemos pasar a toda leche un mogollón de opiniones, fotos, enlaces, tendencias...
"La sección 'Historias de la Radio' se le ocurrió a Alsina a finales de la temporada pasada, cuando iba en el coche de camino a casa. Después me la explicó por WhatsApp. A principios de septiembre grabé un piloto con una anécdota de Andrés Aberasturi que escuché este verano de pura casualidad en una entrevista que le hicieron en la SER. Se la pasé al jefe y, a partir de ahí, hemos ido emitiendo una historia cada lunes"
-¿A ti también te parece abrumador ese ritmo trepidante en la sucesión de contenidos?
-Sí, es tan abrumador que al final no terminamos prestando demasiada atención a casi nada. El hecho de tener siempre un móvil en la mano ha reeducado nuestra capacidad de concentrarnos a la hora de ver, leer o escuchar cualquier cosa. ¡Hay tanto que no sabemos dónde hacer click! Y al final, al tener todas esas posibilidades de esparcimiento a nuestro alcance, puede que la radio esté pasando más desapercibida para los más jóvenes.
-¿Y el podcast, dónde se coloca en esta jungla online?
-¡Eso te iba a decir! A partir de los veintipocos, sí empiezas a encontrar un número para nada desdeñable de chavales que escuchan podcasts tipo ‘El sentido de la birra’ o ‘Nadie Sabe Nada’. En medio de toda esta marea, estoy convencido de que la radio sigue en muy buena forma. Es sólo que las audiencias, que antes se concentraban únicamente en torno a dos o tres focos, ahora se han ido atomizando y decantando por otras muchas alternativas.
-¿Te consideras un friki de la radio, siendo tan joven?
-Sí, aunque yo ya no me veo tan joven, Gorka. Los 30 se acercan, en nada “ya le voy a dar la vuelta al jamón”, como dije una vez en directo. Pero sí, me gusta curiosear sobre el oficio. Cuando empecé en la emisora de mi pueblo no sólo no tenía experiencia delante de un micro, sino que ni siquiera tenía referentes. Conforme he ido cumpliendo años en la radio, más ha crecido mi interés por conocer lo que se hace y lo que se ha hecho en esta profesión.
-¿Qué es lo que tiene la radio que te engancha?
-La capacidad de recrear cualquier situación imaginable a través del sonido. Lo que más disfruto en “Más de uno” es cuando adaptamos el fragmento de un libro, o cuando viajamos en el tiempo y ambientamos un escenario concreto, apoyándonos en una serie de efectos que nos trasladan a esa época. La radio evoca imágenes en nuestro cerebro desde el primer minuto de escucha. Es como cuando lees un libro y le pones cara al personaje que te están describiendo.
La identidad gráfica de las "Historias de la Radio" también la ha realizado Diego Fortea |
-Soy más de aprovechar lo anecdótico o lo rutinario para aplicarlo a gags, imitaciones, parodias... Es un ejercicio que practico casi a diario con mis compañeros guionistas de “Más de uno” (Jorge Abad, Carlos Zúmer, Pablo Díez). Nos ha salido más de un sketch fruto de vivencias personales o personajes reales.
"El hecho de tener siempre un móvil en la mano ha reeducado nuestra capacidad de concentrarnos a la hora de ver, leer o escuchar cualquier cosa. ¡Hay tanto que no sabemos dónde hacer click! Y al final, al tener todas esas posibilidades de esparcimiento a nuestro alcance, puede que la radio esté pasando más desapercibida para los más jóvenes"
-¿Cómo nacieron las ‘Historias de la Radio’?
-La sección se le ocurrió a Alsina a finales de la temporada pasada, cuando iba en el coche de camino a casa. Después me la explicó por WhatsApp para ver si podríamos empezar a hacerla al comenzar este curso. Entonces, a principios de septiembre grabé un piloto con una anécdota de Andrés Aberasturi que escuché este verano de pura casualidad en una entrevista que le hicieron en la SER. Se la pasé al jefe y, a partir de ahí, hemos ido emitiendo una historia cada lunes.
-¿Por qué crees que Alsina te eligió a ti para hacerla?
-Porque, creo, sabe de mi afán por escarbar en el pasado de la radio y supongo que por eso me la propuso.
-¿Te sugirió que las dramatizaras?
-No, en principio me dijo que bastaría con que contara estas anécdotas con mis propias palabras, pero también he ido probando a plasmarlas por medio de pequeñas “dramatizaciones”, como cuando metí a Carlos Latre haciendo de Luis del Olmo para escenificar el momento en el que le tocó leer un poema falso que le coló uno de sus redactores.
-¿Te sientes a gusto en ese mundo de ‘radiofonismo de investigación’?
-Mucho. Últimamente ya estoy empezando a complicarme la vida buscando los cortes específicos de algunos de esos chascarrillos. Estas últimas semanas ya se me puede ver rebuscando cintas en fonotecas, desempolvando cajas y molestando a conocidos de la profesión para preguntarles si guardan esto o aquello. No lo puedo evitar, me resulta divertido hacer de “arqueólogo”.
- Uno de tus miedos era que se acabaran pronto, ¿hay suficiente carrete...?
-Sí, reconozco que temo a quedarme sin relatos a mitad de temporada, a no ser capaz de encontrar más historias que puedan resultar interesantes. Pero seguro que hay carrete de sobra.
Diego Fortea (a la izquierda) con algunos de los humoristas de "Más de Uno", Sara Escudero, Agustín Jiménez, Jorge Abad y Leo Harlem |
-Creo que está en seguir motivado para sonsacar recuerdos a la gente de mi alrededor sin que me manden a la porra. Sólo entre las vivencias que guardan mis compañeros de Onda Cero, ya hay para unas cuántas temporadas de sección. Eso sí, que dure lo que tenga que durar, soy consciente de que los programas están sujetos a cambios con mucha frecuencia.
"La radio tiene la capacidad de recrear cualquier situación imaginable a través del sonido. Lo que más disfruto en “Más de uno” es cuando adaptamos el fragmento de un libro, o cuando viajamos en el tiempo y ambientamos un escenario concreto, apoyándonos en una serie de efectos que nos trasladan a esa época. La radio evoca imágenes en nuestro cerebro desde el primer minuto de escucha"
- ¿’Historias de la Radio’ es la competencia del “Estupidiario”?
-Jamás me atrevería a competir contra el “Estupidiario”, no sea que sus autores, a modo de represalia, terminen sacando alguno de mis gazapos en la próxima edición de su libro o en su sección de radio... Porque he cometido meteduras de pata que podrían ser canelita en rama para vosotros.
-No cejaré hasta conseguirlas, pero de ninguna manera como represalia, sino como ‘historias (simpáticas) de la radio’... De las que has producido, ¿tienes alguna favorita?
-Pues creo que una de las más recientes que hemos emitido, la del choque entre Luis del Olmo y José María García cuando este último se alargaba en sus conexiones sobre La Vuelta a España, dentro los boletines que se emitían en tiempo de ‘Protagonistas’. Un día, el de Ponferrada se quemó tanto que le dijo en antena a Supergarcía: “Te queda un minuto, José María”. Es una historia que me contó Alsina hace años y me vino a la mente nada más ponerme a trabajar en esta sección. Mi problema era que no sabía cómo abordarla, pero gracias a un artículo que encontré en la hemeroteca de El País que recogía una de estas famosas trifulcas, fui a nuestra fonoteca y me hice con la cinta del día exacto en el que se publicó ese número del periódico. Empecé a tirar del hilito y salieron unos cortes maravillosos de aquellas semanas de La Vuelta. Desde aquí, mi enorme agradecimiento al encargado del archivo de Onda Cero, Miguel Ángel Albez, que me aguanta lo que no está escrito.
-¿Cuándo vas a sacar alguna de Alsina o al jefe ‘no se le toca’?
-Y tanto que van a salir historias de Alsina... Ya he encontrado algún que otro cortecito de cuando era un pipiolo y hacía programas a horas intempestivas. Además, tengo una buenísima de cuando leía boletines en Antena 3 de Radio. La sacaré pronto... (léase esta última frase con una risa malvada de fondo).
Diego Fortea en directo, en "Más de uno" |
-...podemos montar la película que nos dé la gana. Hubo una época en la que yo quería ser director de cine, pero más tarde descubrí que en la radio, con un par de voces y sonidos, puedes montarte la película que tú quieras. Y de forma mucho más rápida.
- ¿Dónde te gustaría verte dentro de 5 ó 10 años?
-Disfruto mucho escribiendo humor e interpretando personajes y quiero seguir explorando por ahí. Me encantaría realizar alguna serie documental, un género que sigo mucho. Y respecto a ese campo, de “Más de uno” han salido cosas muy chulas. Jorge Abad, subdirector del programa, dirigió y escribió ‘Annual: 1921’, que es una pasada. En definitiva, de aquí a unos años querría seguir trabajando en contenidos de entretenimiento.
Diego Fortea: la Radio del de Bellas Artes
Diego Fortea |
-La radio es para mí...
-...información, entretenimiento y, por encima de todo, compañía. Bueno, y en mi caso... madrugones. Aunque nunca imaginé que madrugar me aportaría tantas cosas.
-¿Quieres aprovechar por último esta tribuna para pedir que te envíen anécdotas de radio, material fresco?
-¡Claro! A todos los lectores de Gorka Zumeta, seáis oyentes o trabajadores del medio: si sabéis de alguna historia divertida, emotiva o curiosa que tenga que ver con la radio y queréis compartirla conmigo, os estaré sumamente agradecido. Y no todas tienen que ir sobre primeros espadas en grandes escuderías, seguro que hay anécdotas chulísimas en la emisora más recóndita y pequeñita del planeta.
-Disfruta con las “Historias de la Radio” de Diego Fortea, en Onda Cero.