“Hora 25, yo estuve allí”, 50 minutos para 50 años
- El programa veraniego regresa con un nuevo enfoque: viviremos, y escucharemos, momentos inolvidables de nuestra historia, a través de las voces que los vivieron en primera persona
- 'Radio Paradiso' rememora la trayectoria del informativo nocturno más longevo de la radio española, con las voces de sus directores y presentadores
Merece la pena invertir poco más de 50 minutos, uno por cada año de vida de “Hora 25”, y reencontrarse con voces en las que hemos creído tanto a lo largo de nuestra vida que, cuando volvemos a escucharles, retrocedemos en el tiempo con una habilidad inusitada hasta situarnos en los años en que les escuchábamos cada noche, durante la cena, en el salón, o acostados, porque la radio siempre se ha movido con nosotros. A todos les hemos creído, y les seguimos creyendo. Es lo que tiene la radio: que forja compañeros de viaje…
En 2022 se cumplirán los 50 años de vida ininterrumpida de “Hora
25”, el informativo más emblemático de la Cadena SER. De sus precursores, ya
no están con nosotros ni Antonio Calderón ni Manuel Martín Ferrand. Pero quedan
otras voces que lo vivieron en primera persona, periodistas como Basilio
Rogado, que lo dirigió avanzada la década de los 70, y que no sabía, cuando
empezaba su labor, qué le esperaría al decir ‘adiós’, porque el Régimen seguía
todos sus pasos y a menudo los censores se presentaban en la emisora, o al día
siguiente recibía el rapapolvos del director general, entonces Eugenio
Fontán. De esa misma primera generación de periodistas formó parte Luis
Rodríguez Olivares, otro de sus grandes referentes. Tanto Rogado como
Rodríguez Olivares participan con sus recuerdos de este delicioso y evocador Radio
Paradiso.
Sonia Ballesteros realiza un justo repaso de algunas de las voces
que nos han acompañado desde hace casi medio siglo desde esta tribuna
radiofónica que se empeñaba en ponernos al corriente de lo más destacado que
había sucedido a lo largo del día. Además de los ya citados, Basilio Rogado,
enormemente popular en años posteriores gracias a su magacine vespertino “Cita
a las 5”, que destronó a las radionovelas de los hogares españoles, y Luis
Rodríguez Olivares, que se enfrentaron a la época más difícil, y por tanto
imaginativa, de “Hora 25”, porque no podían hacer información, ante la prohibición del franquismo, participan otras voces como las de Iñaki
Gabilondo, Fermín Bocos, Gerardo González, Julio César Iglesias, Manuel
Campo Vidal, el inolvidable y entrañable cascarrabias Carlos Llamas,
Àngels Barceló, Pepa Bueno y, el último en llegar, Aimar
Bretos, que asumirá la dirección del programa en septiembre, tras la marcha
de Bueno a la dirección de El País.
Como defendía Antonio Calderón, y se le escucha en esta
edición de Radio Paradiso, lo importante es la radio, no el periodista.
Desde el comienzo ha sido una máxima a respetar, extender y honrar. En el
recuerdo reciente, me gustaría dedicar un par de líneas a la labor callada de
otro enorme profesional de la información de la Cadena SER, José Antonio
Marcos, que, con una extraordinaria dedicación y discreción, se ocupó de la
dirección y presentación de “Hora 25” durante la enfermedad de Carlos
Llamas.
Carlos Llamas |
Me ha gustado volver a escuchar a Luis Rodríguez Olivares,
al que me encontré cuando llegué de Radio San Sebastián, conformando una de las
redacciones de informativos más potentes que yo he conocido, antes de marcharse
a RNE. Con él, estaban Antonio Muñoz, Fernando González, Carmelo Encinas,
Ángeles Afuera, Antonio Jiménez, Gerardo González, Javier Roch. Ya se habían
ido José Joaquín Iriarte, Javier González Ferrari e Iñaki Gabilondo
acababa de declinar la oferta del nuevo propietario, el Grupo Prisa, de dirigir
los Servicios Informativos, que finalmente recayeron en Augusto Delkáder.
Merece la pena invertir poco más de 50 minutos, uno por cada año de vida de “Hora 25”, y reencontrarse con voces en las que hemos creído tanto a lo largo de nuestra vida que, cuando volvemos a escucharles, retrocedemos en el tiempo con una habilidad inusitada hasta situarnos en los años en que les escuchábamos cada noche, durante la cena, en el salón, o acostados, porque la radio siempre se ha movido con nosotros. A todos les hemos creído, y les seguimos creyendo. Es lo que tiene la radio: que forja compañeros de viaje… ¡Gracias Sonia!