Noblejas, medio siglo de la voz de España en el mundo (y II)

Este 21 de julio se conmemoran los 50 años de la puesta en marcha del centro emisor de Noblejas

La onda corta sigue siendo necesaria

• Aunque REE también emite por internet, satélite, TDT, DAB en Madrid y Barcelona, apps. para móviles, tabletas y altavoces inteligentes, es en la onda corta su plataforma mayoritaria de difusión y su razón de ser

A día de hoy, la señal en Onda Corta sigue siendo un vehículo útil y eficaz. Hay interés por la escucha en dicha banda y España tiene intereses y vínculos de carácter económico y cultural en América, África y Asia, áreas geográficas en las que todavía las nuevas tecnologías son un privilegio para unos pocos.

Imagen del edificio del Centro Emisor de REE en Noblejas (Toledo)

Si hay un hecho diferencial que distinga a REE del resto de emisoras de RNE es precisamente la onda corta. Aunque REE también emite por internet, satélite, TDT, DAB en Madrid y Barcelona, aplicaciones para móviles, tabletas y altavoces inteligentes, es en la onda corta su plataforma mayoritaria de difusión y su razón de ser. De hecho, REE emite durante 11 horas diarias por onda corta frente a las 24 horas de transmisión por los otros soportes y plataformas de difusión.

¿Acaso BBC World o Radio Vaticano han cerrado sus emisiones en Onda Corta o tiene pensado hacerlo? No. Ni han cerrado ni tienen pensado hacerlo. No parece que exista ningún argumento cierto y diferencial con respecto a los servicios exteriores de otros radiodifusores públicos que utilizan la onda corta para apagar las emisiones de REE. Cualquier razón para cerrarla es peregrina y poco confesable

La onda corta proporciona un servicio de recepción en movilidad donde otras plataformas como el satélite, internet, la onda media o incluso FM no están disponibles debido a los altos costos, la ubicación geográfica (tres cuartas partes de la superficie de la Tierra son agua) o la falta de infraestructura. Y en este sentido, cabe mencionar muy especialmente aquellas zonas en las que se producen desastres, tanto naturales como provocados por el hombre. Pensemos, por ejemplo, en zonas de conflicto armado.

Por su parte, la recepción por satélite de radio es tan utópica como lejana del target de REE. Pensemos, por ejemplo, en una embarcación tipo de nuestra flota pesquera. Requiere de estabilizadores de antena tan caros que nadie está dispuesto a pagar por ellos.

Asimismo, el hábito de escucha de radio por satélite es muy escaso y casi nulo. En condiciones normales, se necesita al menos un televisor con recepción de satélite (o un decodificador conectado a un televisor para poder operarlo) y un emplazamiento estable para la instalación de una antena parabólica con visión directa de satélite, idealmente en tejados y azoteas. A fin de cuentas, su instalación no es posible en muchas ocasiones (tanto por el emplazamiento de la parábola como por la distribución interior del cableado en edificios) y resulta innecesariamente más sofisticado, complicado y caro que la recepción mediante un simple receptor de onda corta. Es más, las emisiones de TV y radio suelen ir de la mano por satélite y lo que suele hacerse es ver la televisión, no escuchar la radio.

De la recepción por internet para el target fundamental al que se dirige REE casi no merece la pena referirse. Si ya en muchas zonas de Iberoamérica o África no es posible disponer de centros emisores de OM o FM porque no llega el tendido eléctrico, resulta totalmente disparatado pensar que ningún operador de comunicaciones móviles las vaya a cubrir para proporcionar recepción de radio en movilidad. Aunque hay excepciones, estas no son ni mucho menos la regla.

Los receptores de onda corta son asequibles. Son los únicos que proporcionan un servicio de escucha tanto fija como en movilidad para las personas que viven o viajan en regiones aisladas. Hay receptores que van instalados en vehículos y receptores convencionales que incluso funcionan con pilas, algo fundamental en emplazamientos en donde no hay suministro eléctrico

Por otro lado, los receptores de onda corta son asequibles. Son los únicos que proporcionan un servicio real de escucha tanto fija como en movilidad para las personas que viven o viajan en regiones aisladas. Hay receptores que van instalados en vehículos y receptores convencionales que incluso funcionan con pilas, algo fundamental en emplazamientos en donde no hay suministro eléctrico regular o ni siquiera se dispone de generadores eléctricos por las razones que fuere.

De igual modo, gracias a su mecanismo de propagación, las comunicaciones en onda corta no pueden ser interceptadas, garantizando siempre una escucha anónima y gratuita. No se necesita suscribirse a ningún servicio para escuchar la radio. Ello tiene gran interés en todos aquellos países que imponen un férreo control de los contenidos ofrecidos a través de sus medios de comunicación y, en especial, de internet, en donde se pueden controlar los contenidos que están accesibles. Incluso en casos en los que existen contenidos que escapan al control, siempre se pueden monitorizar los contenidos que consume cada individuo. Ni qué decir tiene las consecuencias que pueden derivarse de ello, especialmente en regímenes totalitarios.

Las grandes radios internacionales mantienen su presencia en la Onda Corta hacia zonas de interés estratégico, caso de la BBC, Radio Vaticano, La Voz de América, Radio Internacional de China, Radio Habana Cuba, Radiodifusión Argentina al Exterior, NHK Radio Japón, Radio Taiwán Internacional, Radio Praga Internacional, Radio Rumanía Internacional. Muchos de ellos con programación en español.

Además, lejos de infundadas y burdas creencias e información directamente falsa, el servicio de radiodifusión en onda corta está muy lejos de desaparecer. Todo lo contrario. Según los últimos datos disponibles (enero de 2019), existen 114 emisoras de Onda Corta en la zona UER. Y si ello es así, es porque no hay alternativa.

Estaciones OC en el área de la UER (Fuente UER)

¿Acaso, por ejemplo, BBC World o Radio Vaticano, con gran cantidad de oyentes fuera del Reino Unido o de Ciudad del Vaticano respectivamente, han cerrado sus emisiones en Onda Corta o tiene pensado hacerlo? La respuesta es bien sencilla: no. Ni han cerrado ni tienen pensado hacerlo. Por lo tanto, no parece que exista ningún argumento cierto y diferencial con respecto a los servicios exteriores de otros radiodifusores públicos que utilizan la onda corta para apagar las emisiones de REE. Cualquier razón para cerrarla es peregrina y poco confesable.

Además, cabe mencionar que aquellos radiodifusores públicos en los que se ha suprimido su servicio de onda corta, las emisoras que proveían su servicio exterior se han reducido considerablemente y han perdido en gran medida su función. En el mejor de los casos, se han reconvertido en contenedores de media emisoras través de otras plataformas que no aportan prácticamente ningún valor diferencial con respecto a otros contenedores de su misma especie u otras emisoras generalistas, abandonando a las audiencias a la que se dirigían por imposibilidad de recepción. Y en el peor de los casos han cerrado.

Transmisores del Centro Emisor de REE en Noblejas (Toledo)

En lo que se refiere a la audiencia, es difícil saber el número de oyentes de REE. No hay una medición exacta de la audiencia por las características de su difusión, que se realiza a través de varias vías de comunicación y hacia amplias zonas geográficas. Donde más escuchan Radio Exterior de España es en América, por el idioma y cultura semejantes.

Por último, es importante mencionar que el futuro del Centro Emisor n.º 2 de Noblejas pasa por una renovación de su equipamiento técnico (muy especialmente, de sus transmisores) y de reparaciones en el campo de antenas, para que siga ejerciendo el protagonismo como altavoz de la realidad española en el mundo.

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