Abierto por vacaciones
- Hace ya tiempo que la radio ya no tiene la exclusiva de la producción de contenidos sonoros. El podcast no para de crecer y la radio se estanca y decrece, pero sigue fuerte
Nunca termina de irse uno, a pesar del esfuerzo por intentarlo (Fotografía Stux, Pixabay) |
En cualquier caso, es tiempo para descubrir o redescubrir. En el dial, pocas son las voces nuevas que nos acompañarán este verano. Esto es algo bueno y algo menos bueno. ‘Bueno’ porque la costumbre (¿las rutinas?) es una buena acompañante en la radio; y ‘menos bueno’, porque se pierde la oportunidad de testar talentos, de probar, de arriesgar (con red), y de enriquecer la oferta con lo mejor de cada casa. Es lo que intenta Cope este verano desde “Herrera en Cope”, apostando por no desentonar con el apellido del programa, con Alberto Herrera, el hijo de “Herrera, Carlos, locutor de ustedes”, a pesar del favoritismo subyacente que deriva la operación. Pero no deja de ser una prueba…
Volveremos en septiembre con un primer espada de la radio española que ha querido dedicarme unos minutos de su tiempo para repasar juntos la actual situación que vivimos, y para poner la vista, hasta donde se puede, en el futuro. Su marca personal, que ha paseado por RNE, Onda Cero y Cope reúne un enorme e indiscutible prestigio profesional y, subrayo, personal
Cope ya ha empezado a
anunciar algunos cambios para septiembre: la salida de Pilar García Muñiz
de “Herrera en Cope”, en dirección a “Mediodía Cope”, que amplía
una hora su duración. Antonio Herráiz, el desplazado, y quien ha consolidado
el espacio, encuentra nuevo acomodo en “La Mañana del fin de semana”.
Nada más se ha adelantado. Los principales espadas, se deduce, continuarán en
sus puestos. Sobre todo, el ‘Rey Midas’ de Cope, Carlos Herrera.
Pero sin duda la Cadena
SER le ha robado todo el protagonismo, porque los cambios avanzados por la cadena
de Prisa Media han eclipsado todo cuanto pueda contarse a partir de ahora en lo
que a cambios se refiere. Pepa Bueno será la segunda mujer directora de
El País y el hasta ahora su segundo de a bordo, Aimar Bretos, asume la
dirección de “Hora 25”. El rotativo tendrá que asumir, desde dentro, la
llegada de alguien de fuera, como antes ocurrió en la SER. Algo inaudito en la historia del
primer diario del país. Basta leerse ese magnífico libro de Juan Cruz “Ciudadano
Polanco. Los hechos de una vida” (Debate, 2021), que recomiendo vivamente,
sobre todo a quienes hemos trabajado o trabajan en el Grupo Prisa, y a quienes
confían en la calidad de su producto, para conocer con detalle todos y cada uno
de los procesos de nombramientos endógenos de directores de El País, en los que
siempre el desaparecido Jesús de Polanco tuvo la última palabra. En su
momento, hablaré del libro, porque merece la pena.
No es baladí el traslado de Pepa Bueno a lo más alto del
escalafón de El País. Es una decisión coherente con los últimos movimientos
estructurales de Prisa, dentro de su nueva unidad de negocio bautizada como
Prisa Media, de la que cuelgan todos los activos periodísticos
(SER, El País, As). Si antes, cada empresa era, hasta cierto punto, autónoma respecto
del resto, y desconocían el significado de la palabra ‘sinergia’, aunque la SER fue la que más experimentó la
influencia y los desembarcos desde El País (no hay que olvidar que El País representa
el embrión de Prisa, reforzada luego por Santillana, en definitiva, ‘la
propiedad’), ahora la cultura es otra, más igualitaria dentro de la misma
estructura, e incluso transversal, con la reciente creación de la división Prisa
Audio, que afecta a todas las cabeceras del Grupo.
Aimar Bretos, cantera SER, asumirá la dirección de "Hora 25" a partir de septiembre, noticia muy celebrada en la redacción de esta cadena (Fotografía CadenaSER.com) |
La verdad es que Prisa necesita un poco de estabilidad.
Cambiar cuatro veces al director de El País en apenas tres años no es una buena
opción, igual que hacerlo con el presentador de un programa de radio afecta
directamente a los oyentes y, en algunos casos, por decisiones erróneas, puede
provocar estampidas, y no está el horno para bollos. Todo apunta a que se van a
seguir produciendo más ajustes en la SER,
y en el Grupo, para adaptarse a los nuevos tiempos y rejuvenecer la antena, que
necesita más de un retoque. El nombramiento del donostiarra (como Iñaki Gabilondo)
Aimar Bretos, puede significar un cambio de rumbo, en lo que supone de apuesta
por el talento propio, la cantera, como Gemma Nierga, Carlos Llamas, Mara
Torres, Javier del Pino o el mismo Carles Francino. Este último no
ocultaba, en un cariñoso y amable encuentro con Andreu Buenafuente que "Deberíamos
apartarnos un poquito", en
referencia a la conocida “generación tapón”, que impide que otros colegas, más
jóvenes, accedan a los primeros puestos de los grandes programas de la radio en
España, no solo de la SER.
No es baladí el traslado de Pepa Bueno a lo más alto del escalafón de El País. Es una decisión coherente con los últimos movimientos estructurales de Prisa, dentro de su nueva unidad de negocio bautizada como Prisa Media, de la que cuelgan todos los activos periodísticos (SER, El País, As). Ahora la cultura es otra, más igualitaria dentro de la misma estructura, e incluso transversal, con la reciente creación de la división Prisa Audio
Onda Cero solo tiene
una ficha que retocar, tras la confirmación del regreso de Edu García a "Radioestadio": sus noches, una vez confirmada la salida de José Ramón de la Morena
de “El Transistor”, con apenas doscientos mil fieles (201.000
oyentes, EGM 2ª ola 2021) que aguardaron hasta el final. Y, por lo que parece,
sigue apostando por el deporte, aunque con un lavado de cara, pese a la enorme
competencia, abrumadora, que se encuentra en SER
y Cope y que condujo en su momento a la radio
pública a renunciar a este enfrentamiento, apostando por un contenido
diferenciado, también condicionada, no cabe duda, por su mermada redacción
deportiva, siempre en comparación con el derroche de medios de las privadas.
Y hablando de la radio pública, RNE ha vivido meses de incertidumbre y de
desconcierto, donde la ausencia de toma de decisiones y de hoja de ruta, sumadas al establecimiento de una nueva estructura más transversal, ante la llegada de un nuevo equipo a la Corporación RTVE, ha abierto un
paréntesis que confío se cierre pronto con la renovación expresa de la
confianza en el actual equipo directivo de la Casa de la Radio, en pos de la
necesaria estabilidad que necesita nuestra radio pública, donde el problema no
es, de ninguna manera, la falta de talento. La llegada de José Manuel Pérez
Tornero, el nuevo presidente, se produjo bien entrada la temporada, y sin
margen prácticamente para introducir cambios de calado en la parrilla de la
temporada 21-22. Este verano se ha producido otro hecho significativo en
relación con RNE la suspensión del curso de verano “Somos tu radio”, que
pretendía impartir en Santander, en la UIMP, por falta de matriculados. El
curso incluía un homenaje a profesionales de indiscutible valía como Julio
Ruiz, Javier Tolentino, José Miguel López y Juan Pablo Silvestre que
tal vez hubiera requerido de otro foro, diferente a este donde lo demandado se
acerca más al futuro que al pasado.
Y ahora el podcast
"El
podcast representa una grave amenaza para la radio convencional",
afirmó en mayo pasado Andreu Buenafuente, convencido, en el podcast “Lo que
tú digas”, que presenta mi amigo Álex Fidalgo, ahora en la escudería
Podimo. En parte lo comparto. Pero no desde una inspiración catastrofista que
conduzca a la desaparición de la radio, sino a una recolocación de las fichas
en torno al consumo de contenidos sonoros. Incluso, visto en positivo, el podcast podría entenderse como un acicate para la radio. El podcast representa para mí la
gran esperanza del audio. Un provechoso futuro, también para la radio, en la
medida en que integra, por derecho propio, y origen, la llamada nueva “era de
la audificación”. Radio y podcast integran las dos patas de una nueva forma de
consumir contenidos sonoros.
Y el verano es una extraordinaria época para acercarse a
nuevas propuestas, a los podcast pendientes, e incluso a la reescucha de
aquellos que nos sobrecogieron o divirtieron en su momento, y que queremos
revivir. El podcast es sinónimo de libertad, la de todos nosotros, al poder
elegir todas las variables de su manera de consumirlo: tiempo y espacio,
coordenadas que la radio maneja y gestiona de otra manera, diferente y, creo,
complementaria.
Recomendación imprescindible: "XRey", de Álvaro de Cózar y Toni Garrido |
Hace ya varios veranos que me ‘fabrico’ mi propia parrilla
de ‘radio’ para el coche a partir de la suma de mis podcast preferidos, pero
nunca olvido mi conexión con la vida, y su minuto a minuto, conectándome a los
boletines informativos, o haciendo zaping por el dial, salto a salto, por si me
encuentro con un momentazo de radio que, por desgracia, no abundan. Tal vez por
eso, porque los podcast representan, si te gustan, una apuesta segura, durante
los viajes recurro más a ellos. En cualquier caso, lo importante es que sigo escuchando…
Volveremos en septiembre, con una entrevista, con un podcast, con un post dedicado a un primer espada de la radio española que ha querido dedicarme unos minutos de su tiempo para hablar de radio, para repasar juntos la actual situación que vivimos, y para poner la vista, hasta donde se puede, en el futuro. Adelanto que será un contenido imprescindible, porque su marca personal, que ha paseado por RNE, Onda Cero y Cope, por este orden, hasta recalar en su actual destino, reúne un enorme e indiscutible prestigio profesional y, añado, personal. Pero esto será en septiembre. Hasta entonces, ¡FELIZ VERANO DE AUDIO!
Feliz verano, Gorka. Nos leemos a tu regreso.
ResponderEliminar