La directora del programa "De Pe a Pa" impartió una conferencia en el Foro "La Región" de Ourense
"El que escucha la radio lo tiene como costumbre, nadie lo hace una vez cada seis meses”
- La periodista ofreció un recorrido por las dieciséis cualidades que representa la radio, desde la simplicidad, la autenticidad o la compañía, hasta la espontaneidad o la intimidad, pasando por la familiaridad y la cercanía y, el más importante de todos, el error
LaRegión.es, Sergio Conde, 10.06.2021. La radio es el medio que acompaña a millones de personas en su día a día en sus rutinas. Es un medio que ha trasmitido los hechos acontecidos en el mundo durante ya más de cien años y al que ya se le ha diagnosticado varias veces una muerte más que segura. A pesar de las circunstancias y de otras nuevas tecnologías siempre ha sobrevivido y siempre ha acompañado a mucha gente en sus rutinas diarias. Esta relación tan estrecha entre la radio y la vida es el tema principal sobre el que trató la ex directora de “
No es un día cualquiera” y actual conductora de “
De Pe a Pa" en
“Las mañanas de RNE”, Pepa Fernández (Cervera, 1965) en el Foro La Región, titulado “La radio y la vida”, de cuya presentación se encargó el director del periódico,
Xosé Pastoriza. |
Un momento de la presentación de Pepa Fernández (Captura video La Rioja.es) |
“El que escucha la radio, lo tiene como costumbre. Nadie escucha la radio una vez cada seis meses”, así intentaba empezar la relación entre la radio y la vida Pepa Fernández. “Las personas adecúan sus horarios a los de la radio, saben perfectamente cuando coinciden sus hábitos con las secciones del programa”, y es que la presentadora hace hincapié en el factor de compañía que hace la radio, incluso en los momentos más duros de la vida de una persona. Este hábito, como se titulaba el primero de los 16 apartados en los que estructuró su charla, fue el pretexto para seguir estableciendo relaciones entre la radio y la vida.
“Me di cuenta de que a José María Íñigo le pasaba algo en la voz. Después de unas semanas nos enteramos de que padecía cáncer”, argumentaba para explicar que no los ojos, sino la voz, es el espejo del alma
La periodista continuó haciendo referencia a la simplicidad y la autenticidad de un medio de comunicación que necesita muy pocos recursos para su producción y emisión, así como la cualidad de llegar al oyente -o escuchante, como prefiere decir- sin ningún tipo de filtros.
Continuaba su narración con otros aspectos similares: la sinceridad, la emoción y la naturalidad. Explicó la radio como un medio que refleja estados de ánimo a través de la voz, así como las dificultades de ocultar los problemas detrás de ésta. “Me di cuenta de que a José María Íñigo le pasaba algo en la voz. Después de unas semanas nos enteramos de que padecía cáncer”, argumentaba para explicar que no los ojos, sino la voz, es el espejo del alma. Además, explicó como la naturalidad ha ido ganando terreno en la radio, frente a aquella radio de los años 70 que era “perfecta, pero que parecía artificial”, siendo ella misma un ejemplo de naturalidad en las ondas. Además, resaltó la importancia de la radio en los tiempos de pandemia, ya que se hizo “compañía a mucha gente”. También destacó la sorpresa cuando “descubrimos que se podía hacer radio desde casa, era increíble para nosotros”.
"Escuchantes, no oyentes"
Los siguientes puntos a los que hizo referencia fueron la espontaneidad, la intimidad -aunque ésta ahora se haya trasladado a otros medios como la televisión o internet- o la movilidad, haciendo referencia a que la radio puede consumirse a cualquier hora y en cualquier lugar disponiendo de muy pocos medios.
“Para nosotros los periodistas descubrir que, durante la pandemia, podíamos hacer radio desde casa fue increíble"
Hizo especial hincapié en los dos siguientes puntos: la familiaridad y la cercanía. La voz de un periodista radiofónico conecta con el oyente, creando un clima de serenidad e incluso de interacción, “como si esa voz de la radios estuviese hablando para nosotros”, afirmó.
Prosiguió con la curiosidad y el aprendizaje continuo para “escuchantes y periodistas” y enlazó esto con el recuerdo. El poder de evocación de la radio a través de la música o incluso de secciones, como la que le dedican en RNE a las palabras moribundas y que ayuda a conectar con el pasado y a evocar en el oyente sensaciones que no recordaba.
Y las dos últimas partes en las que dividió esta conferencia fueron la reflexión y, “el más importante”, el error. En cuanto a la primera, comentó que no hacía falta reflexionar sobre temas serios, y recordó cómo en “No es un día cualquiera” realizaron tertulias sobre “el despertador, el tomate o la patata”, algo que en la actualidad, por la diferencia de tono del programa no puede seguir haciendo. Sobre el error comentó que: “No nos queda otra que reírnos, porque si te equivocas en la radio se entera todo el mundo”. Y para terminar ofreció en exclusiva para el Foro un corte de audio de 4 minutos, realizado por Gorka Zumeta, uno de los artífices de la sección quincenal el "Estupidiario", que presenta junto con el también periodista donostiarra Ramón Gabilondo, con errores cometidos en RNE, no sin dejar una conclusión en la que aseguró que “la radio es un medio necesario y sobrevivirá siempre".