Delkáder deja sus cargos ejecutivos en PRISA
- El exdirector adjunto de EL PAÍS y exdirector de la SER será presidente de honor de la radio
Augusto Delkáder en una imagen de 2018 firmada por Carlos Rosillo (El País) |
"Su marcha a la SER fue para él, “un reto y un desgarro”, explica. “Jesús de Polanco, Cebrián y Javier Baviano me enviaron a trasladar allí la cultura de PRISA”, recuerda ahora. "Era un ascenso, pero también era un trauma porque el papel era mi vida. Lo que pasó luego fue que la radio me ha cautivado y muy pronto aquel desgarro se convirtió en amor por ese medio"
Quienes han trabajado con él ratifican el espíritu imbatible
de un periodista en pie de guerra. Las redacciones que ha dirigido, en EL PAÍS,
en el Diario de Cádiz, en la SER, almacenan un extenso anecdotario
de su relación con el oficio. Por ejemplo, la noche en que murió Paquirri, el
26 de septiembre de 1984. Consciente de que aquella noticia contenía todos los
asuntos propios de la cultura sentimental española, espoleó a los redactores
para lograr que esa cobertura terminara haciendo de aquel periódico el más
vendido de su historia hasta entonces. Lo consiguió.
Nunca ha sido de muchas palabras, y las que dice parecen
titulares. Su frase más célebre es “en caso de duda, haz periodismo”, y los que
han trabajado con él saben de la importancia profesional que Delkáder le daba a
ese objetivo.
Su marcha a la SER fue para él, “un reto y un desgarro”,
explica. “Jesús de Polanco, Cebrián y Javier Baviano me enviaron a trasladar
allí la cultura de PRISA”, recuerda ahora. “Era un ascenso, pero también era un
trauma porque el papel era mi vida. Lo que pasó luego fue que la radio me ha
cautivado y muy pronto aquel desgarro se convirtió en amor por ese medio”.
Siempre presente
En la SER ha vivido un vértigo tan incesante como el que se
le supone ahora a la prensa, que en esta época también da noticias a cada
minuto. A su memoria vienen las cintas de una conversación telefónica del
dirigente socialista Txiki Benegas que hicieron tambalear al PSOE, o el
desastre del Prestige. Consolidó la enorme transformación de la SER, líder de
las ondas durante 25 años, hasta hacerla una orquesta global que da cohesión al
diálogo español.
A los que ejercen ahora el periodismo, Delkáder les
recomienda “hacer de la curiosidad la inspiración de todas las preguntas a que
obliga el oficio”.
Ha sido periodista de día y de noche, de linotipia, de
pantalla y de voz. Su hijo Jaime, ahora médico, se admira: “Aunque trabajara
tanto y estuviera tanto fuera de casa, nunca nos dejó la impresión de que no
estuviera con nosotros”. Los que trabajamos con él tuvimos siempre la misma
sensación, que siempre estaba por allí, aunque no se le viera.
En su despacho sigue teniendo un recorte de la columna
del Diario de Cádiz en la que Fernando Fernández contaba el
último paseo de su sección legendaria, De Cortadura a la Caleta, y
que fue hallada, a su muerte, en su chaqueta. Un emblema de su pasión por el
oficio. Él no se jubila, dice. Dentro le sigue dictando pasiones el veneno del
oficio.
-Este
retrato de Augusto Delkáder en El País.com
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