Kiko Novoa: "Ahora todo es de consumo rápido"
- "La humanidad ha aprendido antes a contar historias que a escribirlas. Primero aprendes a hablar, luego a escribir. Los jóvenes quizás aun no sean conscientes de todo ello, pero lo serán. Y volverán a la radio como volvimos los demás"
- "El periodismo te exige mantener un aprendizaje continuo"
Kiko Novoa está al frente del magacine matinal de la radio pública galega (Fotografía CRTVG) |
(Continúa...)
-¿En el envoltorio es donde le gana el podcast a
la radio, o esto no es una competición?
-Son dos modelos distintos.
-¿Te da tiempo a podcastear?
-Sí, yo también soy seguidor de podcast. Es fantástico poder
ir en el coche y escuchar un programa en el momento que tú quieres, detenerlo,
volverlo a reproducir, darle hacia delante, hacia atrás... Pero la radio es
otra cosa.
"Una entrevista, en ocasiones, deriva, en el peor de los casos, en un tercer grado. Creo que esto no es positivo. La audiencia nos exige que vayamos a degüello. "Se te escapó vivo", nos increpan a veces. Hemos convertido las entrevistas en elementos fiscalizadores en donde pesa tanto el entrevistador como el entrevistado"
-¿Sí?
-Sí, nada es comparable a contar las cosas en el momento. La
radio en ese aspecto es imbatible. Mi obsesión es dar la
noticia al minuto. No me refiero a soltar por la radio lo primero que
consideres sobre un hecho y formular una hipótesis, sino a contar las cosas que
uno ve. Los atentados del 11-M, por ejemplo, o el siniestro de Angrois, en
Santiago, son ejemplos magníficos en donde la radio mostró todo su poder: un
periodista narrando los hechos que ve, con claridad narrativa, sin
especulaciones, sin teorías, sólo con la transparencia de la descripción. La
Radio Galega en ese accidente fue un elemento social imprescindible.
-¡Cómo va creciendo la noticia en la antena, en directo, desde
el flash inicial!
-¡Qué cierto es eso! Todo comienza con una llamada de un vecino,
después empiezas a sospechar que estás ante un suceso importante en la línea
ferroviaria, después surgen sonidos de ambulancias, a lo que le sigue la
tragedia. Después toca analizar lo ocurrido y buscar responsabilidades, pero en
ese momento, la Radio Galega se convirtió en una herramienta de servicio
público, con el extraordinario músculo de todos los profesionales que hicieron
de esa jornada un componente personal de superación. Nada puede compararse a la
radio.
-¿Y ahora, con la pandemia?
-Te soy absolutamente sincero, Gorka, cuando te digo que
durante la pandemia está sucediendo lo mismo. La radio pública de Galicia se ha
convertido en imprescindible. Los gallegos saben que si pasa algo su radio va a
estar allí.
-Si tuvieras que cambiar el chip pasando de la radio
diaria a un podcast semanal, con un presupuesto ilimitado, el que tú quisieras,
¿qué podcast harías?
-Quizás un programa de entrevistas en donde, para
prepararlo, puedes pasar horas y días con personajes de gran relevancia en su
casa, su entorno... Ahora bien, dudo de que todo ello tuviese mucho interés. Ya
no hay casi programas de entrevistas. Todo es de consumo rápido.
"Al final lo único que necesitas es alguien que quiera contar algo y otro alguien que esté dispuesto a escuchar. Es más, aunque el sonido no sea bueno, si la historia es buena o el hecho muy relevante, el receptor siempre estará dispuesto a hacer un esfuerzo"
-Fíjate, ahí discrepo contigo, creo que el podcast ha
venido para paladear el audio, sin prisas.
-Pero la radio va a otro tempo: cuando sabes que una
entrevista está grabada pierdes interés por ella, imagino que a ti también te pasa.
-En el caso de una entrevista de actualidad, sí, salvo
que tenga mucha trascendencia informativa. Pero hay podcast de entrevistas de
dos y tres horas, que se siguen perfectamente.
-Creo, Gorka, que, a pesar de esto, nos falta paciencia. No
sé si esto es bueno o malo, pero sucede.
-Ahí sí estoy de acuerdo, internet ha impuesto el hábito
de “lo quiero, lo tengo”.
-Por otra parte, una entrevista, en ocasiones, deriva, en el
peor de los casos, en un tercer grado. Creo que esto no es positivo. La
audiencia nos exige que vayamos a degüello. "Se te escapó vivo",
nos increpan a veces. Hemos convertido las entrevistas en elementos
fiscalizadores en donde pesa tanto el entrevistador como el entrevistado. No
estoy de acuerdo.
-Coincido contigo, nosotros somos periodistas, no
fiscales.
-El entrevistado es el único protagonista de la entrevista.
Claro que es importante la pericia del entrevistador para poner al entrevistado
ante un espejo, repreguntar con dureza y contundencia para mostrar sus
contradicciones. Pero esto no es una guerra. Una entrevista no debe terminar
con vencedores o vencidos. Es el oyente el que debe sacar sus conclusiones. A
veces parece que interesan más las preguntas del periodista que las respuestas
del entrevistado. Yo escucho una entrevista para conocer la opinión del
entrevistado y no las del entrevistador.
-Repasando tu formación, veo que, además de periodista,
has estudiado filología románica, historia, turismo, hablas portugués… y sueco,
llegaste a enseñar español en Suecia, hasta has hecho un máster de filosofía…
Lo que deduzco a la vista de todo esto es que eres un profesional que no tiene
límite para el aprendizaje y la curiosidad.
Kiko Novoa ha dado también el salto a la televisión (Fotografía CRTVG) |
"Ya no vale eso de quedarnos en el estudio y meter una entrevista telefónica tras otra. Hay que salir a la calle. Por favor, que se escuche la calle, la gente, un claxon, unas vacas o un tractor. Necesitamos escuchar la vida. Desde lo cercano llegamos antes a lo universal"
-En absoluto, Kiko. Hay candidatos que son más filósofos
que políticos, y les llaman sosos… Cambiemos de tema, la audiencia de la radio
tradicional envejece, y no se renueva, los jóvenes no se acercan a la radio
porque la radio no se acerca a ellos… No es solo un problema de la radio,
España -Europa, en realidad- envejece… ¿Te preocupa el futuro de la radio en
este contexto de la ‘tormenta perfecta’? ¿Eres de los de la media botella
llena o la media botella vacía?
-Yo soy muy optimista. La radio ha sido quizás el medio que
más ha aguantado sin sufrir cambios radicales. Claro que ahora la calidad del
sonido es mejor, que los teléfonos móviles recortaron distancias... Pero al
final lo único que necesitas es alguien que quiera contar algo y otro alguien
que esté dispuesto a escuchar. Es más, aunque el sonido no sea bueno, si la
historia es buena o el hecho muy relevante, el receptor siempre estará dispuesto
a hacer un esfuerzo. No sucede lo mismo con un periódico o la televisión, en
donde prima más la espectacularidad o la reflexión amplia. Ese joven que ahora
no escucha la radio la escuchará cuando compre su primer coche y le interese
saber qué tiempo va a hacer hoy o si hay accidentes por la carretera por la que
va camino al trabajo. Por eso en la radio debe primar la inmediatez por encima
de todo.
-O sea, ¿defiendes el directo como el valor diferencial
de la radio frente a otras formas de comunicación sonora?
-Totalmente, ya puede ser muy buena la entrevista que estés
realizando, que si hay un accidente o una contingencia importante esa
entrevista debe interrumpirse sin demora. Yo siempre digo que el guion lo
preparas para arrancar con algo y ocupar los huecos que deje la actualidad. Ahí
somos imbatibles. Pero también es necesaria mucha pedagogía y admito que no va
a ser fácil. Sin embargo, resistiremos.
"Cada cierto tiempo los gurús de la comunicación pronostican el final de la radio. Todo está en las redes sociales. Mentira. Mientras tú buscas en las redes sociales, la radio está ya buscándote a ti. La radio sigue siendo el medio que ofrece mayor credibilidad"
-Ojalá, yo tengo mis dudas, en los futuros coches
conectados, con los que nos comunicaremos por voz, será muy fácil pedir esa
información que acabas de citar. En ese nuevo escenario que prevés para la
radio, dentro de diez o veinte años, ¿dónde ves situada la radio de proximidad?
-En lo más alto. Para eso se necesita personal bien formado
y medios técnicos. Dinero, básicamente.
-O sea, lo que le falta, justamente, a la radio
comercial.
-Pero es que ya no vale Gorka eso de quedarnos en el estudio
y meter una entrevista telefónica tras otra. Hay que salir a la calle. Por
favor, que se escuche la calle, la gente, un claxon, unas vacas o un tractor.
Necesitamos escuchar la vida. Desde lo cercano llegamos antes a lo universal.
Vivimos una situación de pandemia que está siendo durísima para el tejido
empresarial. Podemos abrir el micrófono y realizar un relato de datos
económicos con cifras indigeribles o podemos bajar al bar para que su
propietario nos explique cuál es la realidad, a cuántos empleados va a tener
que despedir mientras corre el riesgo de cierre definitivo. Los grandes hechos
se cuentan también desde los pequeños espacios. Nos estamos olvidando de la
gente mientras coleccionamos expertos.
-¿Cuál es tu estrategia para captar a los jóvenes, o es
una batalla perdida?
-Yo formo parte de una generación en la que comenzaron a
nacer los videojuegos. Por entonces ya nos decían que el mundo discurriría
entre pantallas y monitores. Es cierto, todo ha cambiado, pero al final nos
sigue haciendo felices compartir una tarde de risas con unos buenos amigos.
Cada cierto tiempo los gurús de la comunicación pronostican el final de la
radio. Todo está en las redes sociales. Mentira. Mientras tú buscas en las
redes sociales, la radio está ya buscándote a ti. La radio sigue siendo el
medio que ofrece mayor credibilidad, al menos eso es lo que dicen muchos
estudios. Nos fiamos de una voz mucho más que de 280 caracteres. Tiene más peso
lo que cuentas que lo que lees. La humanidad ha aprendido antes a contar
historias que a escribirlas. Primero aprendes a hablar, luego a escribir. Los
jóvenes quizás aun no sean conscientes de todo ello, pero lo serán. Y volverán
a la radio como volvimos los demás.
-Por último, completa esta frase: “la radio es para
mí..."
-La vida. Mi vida.