“Cuando la radio necesita la imagen para ser visible en las redes sociales”
- "El sonido por sí solo no tira tanto en la manera en la que consumimos en el universo viral. Y necesitamos el poder de la imagen para retuitear con más ímpetu. Nos hemos convertido en perezosos a la hora de simplemente escuchar"
El equipo de "La Vida Moderna", de la SER, de izquierda a derecha, Ignatius, Broncano y Quequé (Fotografía, CadenaSER.com) |
"Las fronteras de la radio tradicional y la televisión parecen saltar por los aires. La radio quiere verse, mientras que los programas de tele cada vez son más tertulias que también se pueden seguir solamente siendo escuchados. Qué paradoja"
Los estudios de radio ya cuentan con escenografías casi televisivas. Pantallones gigantes en los que proyectar señales de vídeos, mesas con luces de led dignas de un 'Telediario'.... Sin embargo, su tamaño y la logística técnica que disponen no está a la altura de calidad visual de la televisión. Y ni siquiera quizá tiene que estarlo porque el cometido de estas emisiones online está más bien en posicionar a la emisora en las redes sociales. El sonido por sí solo no tira tanto en la manera en la que consumimos en el universo viral. Y necesitamos el poder de la imagen para retuitear con más ímpetu. Nos hemos convertido en perezosos a la hora de simplemente escuchar. Porque nos movemos en las redes sociales a una velocidad de vértigo que, hasta cuando hay vídeos, premiamos que tengan sobreimpresionados rótulos porque nuestro ojo caza los titulares al vuelo.
Son las consecuencias de la viralidad el que vivimos inmersos: da la sensación que para triunfar no hay que dejar prácticamente nada en el suspense de aquella radio en el que no sabías muy bien cómo era la persona que estaba detrás del micrófono. Ya esa magia no existe, se ha transformado. Lo que sí sigue existiendo es esa cercanía cómplice que logra la voz que te habla sin otro tipo de distracción visual. Ese sigue siendo el motor de la radio, que favorece una compañía cotidiana entre los profesionales del micrófono y sus oyentes.
Ahí se cimenta el lazo de fidelidad real entre público...