Fallece el Padre Arregui, el jesuita que acercó el mundo a la Radio del Papa
- Ha fallecido en su Loyola natal (Azpeitia, Guipúzcoa), tras una larga enfermedad, a la edad de 89 años
- Durante veinte años ejerció como director de los Servicios Informativos de Radio Vaticana, bajo las órdenes del padre Lombardi, e introdujo cambios sustanciales en los informativos
El Padre Arregui (Fotografía Vatican News) |
Apertura hacia el mundo
Y es esa profesión, la que el jesuita lleva a las oficinas de la Radio del Papa, ayudando a ampliar el horizonte. Respetando su papel y tradición como principal programa informativo del Vaticano, de acuerdo con la dirección, el padre Arregui pidió a sus colegas del boletín de noticias radiofónico que se ocuparan de la crisis del norte de África en ese momento, para seguir la reacción libia contra Lampedusa, la difícil mediación de la ONU.
Pionero del euskera en la radio vasca
Aita Arregi |
Fue un hombre de San Ignacio y un apasionado periodista con los acontecimientos del
mundo en el corazón, especialmente los de las poblaciones en mayor dificultad.
Este fue el Padre Arregui y así lo recuerda el Padre Federico Lombardi, ex
Director General de Radio Vaticano, que compartió largos años de trabajo con su
hermano jesuita:
"Fue un hombre riguroso y
amable"
R. - Conocí al padre Arregui cuando llegué a Radio Vaticano
en los años 1990-91 y él en la radio ya estaba a cargo del servicio del
informativo radiofónico después de una experiencia profesional en el campo de
la radio en España, en el País Vasco, donde también había estado a cargo de una
estación de radio pública, por lo que era una persona muy atenta y preparada
profesionalmente en el campo de la comunicación y específicamente en el sector
radiofónico. Recuerdo muchos años, diría al menos quince años, de trabajo con él en
Radio Vaticano y siempre ha sido una colaboración muy correcta.
Padre Ignacio Arregui Cendoya (Fotografía Diócesis de Bilbao) |
-Pero no fue sólo este Padre Arregui, no sólo un hombre
de Radio Vaticano, sino también un hombre de la enseñanza y un cuidadoso
observador de la realidad...
R. - Sí, también había enseñado técnicas de radiocomunicación en el Instituto Gregoriano de Comunicación, en Roma, realmente quería ser competente y serio en su trabajo. Cuando, luego por razones de edad, regresó a su provincia - la provincia de Loyola, en España, en el País Vasco, y amaba mucho el euskera y lo hablaba muy bien, continuó haciendo un servicio, aunque no de responsabilidad directa, ciertamente de asesoramiento, de intervención en el campo de la comunicación, hasta que finalmente la enfermedad que lo golpeó a una edad bastante avanzada, lo ha llevado ahora a terminar su camino.
La Embajada española pidió su
cabeza...
“En marzo de 1987, el padre Arregui pidió a Mikel Lejarza una semblanza del exjefe de ETA Txomin Iturbe, que había
muerto en Argel, «para enfocar el problema vasco». Se organizó un gran revuelo
y se sucedieron las protestas, algunas a nivel diplomático. Se acusó a Radio
Vaticano de hacer apología del terrorismo. La embajada española ante la
Santa Sede pidió la cabeza de Arregui, pero no se la cortaron. En octubre de
2000 le hizo una entrevista al entonces lehendakari, Juan José Ibarretxe, que
viajó a Roma para asistir a la canonización de María Josefa del Corazón de
Jesús, la primera mujer en el santoral vasco. La entrevista nunca se emitió «por
órdenes que vinieron de muy arriba», pese a que contaba con las bendiciones de
Lombardi”.
Pedro Ontoso, El Correo.
Hemos vivido juntos en la comunidad religiosa de Radio Vaticano junto con los demás, durante mucho tiempo y siempre hemos tenido una excelente colaboración fraternal también como hermanos jesuitas. Ciertamente, por lo tanto, un largo recorrido profesional, espiritual y humano.
- Un rasgo de esa humanidad que lo distinguió fue también
una sutil ironía que siempre nos ha hecho amar hasta las comunidades de
trabajo, ¿no es así?
R. - Ciertamente muchos de vosotros, en la Radio, habéis
tenido la posibilidad de vivir diariamente con el padre Arregui aún más que yo
y por lo tanto habéis podido apreciar mejor también muchos aspectos de su personalidad,
una personalidad amable y agradable, aunque fuera un hombre ocupado, una
persona rigurosa, un gran trabajador, que frecuentaba su lugar de trabajo con
mucha, mucha fidelidad.
Bueno, también estaba muy atento a los detalles, así que
tengo un recuerdo de un profesional muy capaz. Pero más aún, la de un hermano
con el que también seguimos siendo muy amigos incluso después de que dejara
Radio Vaticano. Las veces que volvimos a hablar no eran frecuentes, pero
nuestras conversaciones siempre estuvieron marcadas por una gran cordialidad y
estima mutua.
-Esta información en Vatican News
Más información sobre su fallecimiento:
-El micrófono vasco en el vaticano, por Pedro Ontoso, El Correo