El órdago de Blas Herrero a Prisa que no prosperó
- El País destacó que la negativa a considerar la oferta del propietario de KISS FM, se tomó "por unanimidad" de los miembros del consejo de administración del grupo
Podemos recuperar los viejos contactos en el PSOE de Blas Herrero, y especular todo lo que queramos... pero, al final, el dinero y el poder constituyen la pareja perfecta para remover vanidades que aspiran a jugar en Primera División
El pasado 19 de octubre, Prisa dio un largo suspiro. Además de continuar con ese deporte tan recurrente en estos últimos años de refinanciar su deuda (lo que aumenta intereses pero pospone los pagos), la editora de El País consiguió vender parte de uno de sus activos más rentables: Santillana España por 465 millones de euros. Con esta operación, el grupo logró reducir la deuda neta en un 30 por ciento y aumentar su liquidez en 275 millones. Últimamente, una empresa con dinero en el bolsillo es peligrosa, no se le vaya a ocurrir emplearlo para adelgazar el capítulo de personal. Ya se sabe que la Bolsa, cruel a menudo, suele premiar estos adelgazamientos con subidas de cotización de la acción.
El caso es que desprenderse de esa parte del grupo -Santillana España-, que ha comprado la empresa nórdica Sanoma, desvaloriza Prisa. El valor de la compañía decrece al deshacerse de uno de sus activos más rentables, y que aporta más valor al grupo. Y no solo eso, desprenderse de la parte editorial supone cerrar la página más antigua del origen de la Prisa de Jesús de Polanco, algo así como traicionar los orígenes, ante la obligación vital de subsistir. Si no hubiera verdadera necesidad, no se hubieran desprendido de la ‘niña bonita’ del grupo. Pero han tenido que dar el paso. Y ya veremos qué ocurre con Santillana Internacional…
A pesar de todo, a pesar de su debilidad financiera, del
acoso de los acreedores, que evitaron casi in extremis, con la ayuda e
intermediación del gobierno del Partido Popular, la quiebra de Prisa, sigue
siendo el grupo en español más importante del mundo, aunque venido a menos por sus propios errores. La
situación anda revuelta entre los accionistas, porque no hay unanimidad de
estrategia: fondos como Amber Capital no tienen vocación de liderar medios de
comunicación, sino de obtener beneficios de sus millonarias inversiones y salir
por la puerta cuanto antes, pero se niega a dejarse arrastrar por la pésima gestión y los malos resultados económicos (muchos de ellos, ahora, coyunturales) que les
han conducido a esta situación de auténtica inestabilidad financiera.
En este contexto de debilidad, Blas Herrero, empresario
asturiano de éxito, y de buenos contactos, intentó lograr aquello a lo que ha
aspirado siempre: pasar de ser un industrial de segunda, propietario de Kiss FM
y de Hit FM (empresas que le proporcionan dinero, pero no influencia), al
parnaso de los grandes líderes de los medios de información, desembarcando en
el mayor grupo de comunicación de este país que, a pesar de los bandazos
ideológicos, también forzados por su debilidad manifiesta, sigue siendo uno de los más influyentes de España. Herrero siempre aspiró a jugar en Primera
División. Y él, insisto, aunque con dinero, siempre ha jugado en Segunda. Esto
es lo que quería cambiar. Pero el tiro, al menos de momento, se le ha desviado.
Prisa se ha cerrado en bloque, para defenderse, como un armadillo amenazado.
Pero el dinero llama al dinero…
Santillana, que representa los orígenes de Prisa, se ha convertido en la joya de la corona... |
Blas Herrero dio el pelotazo a principios de los dos mil, gracias
al fichaje de unos consultores que hicieron de su emisora de música pop, Kiss
FM, un bombazo de audiencia, absolutamente inesperado por su socio de entonces,
Onda Cero (la Uniprex propiedad en aquel tiempo de Telefónica y luego del grupo Planeta),
que tuvo que aflojar, por imposición de los tribunales, cientos de millones de
euros para abonar el exitazo de la radiofórmula, que se convirtió en una
máquina de hacer dinero. A partir de
entonces, todas las cadenas de radio musicales sucumbieron a la fascinación de
los consultores y cada una fichó a los suyos con la esperanza de batir sus
propias marcas. Y así ocurrió, la radio musical superó en audiencia neta a la
radio hablada en pocos años (EGM 2009, 3ª ola), impulsada por el márketing aplicado a la radio.
Hoy, el problema es otro. Los consultores reunieron audiencias millonarias,
nadie lo niega. Pero despersonalizaron las radiofórmulas, convirtiéndolas en
hilos musicales y aspecto clónico. Ahora, la irrupción de las plataformas musicales en streaming obliga
a un replanteamiento de la estrategia, para recuperar el valor añadido
tradicional de la radio, que los consultores adormecieron con su desembarco: la
prescripción.
A pesar de su debilidad financiera, del acoso de los acreedores, que evitaron casi in extremis, con la ayuda e intermediación del gobierno del Partido Popular, la quiebra de Prisa, sigue siendo el grupo en español más importante del mundo, aunque venido a menos por sus propios errores
El caso es que Blas Herrero, que se sabe fuerte, con dinero
en la cuenta corriente, vio la oportunidad de hacerse, a precio de saldo, con
El País y la Cadena SER, dos trasatlánticos, algo desvencijados por la
situación (la financiera, sumada a los efectos económicos perversos del COVID
en el sector publicitario), pero aún potentes, y con indudable predicamento, y
lo intentó con una oferta que unos medios cifran en 150 millones y otros en
200,como si una imprecisión de ¡50 millones! fuera peccata minuta. Fichó a
la Société Genéralé, escribió una carta, y filtró la noticia, para generar
expectación y, al principio, confusión y revuelo, el suficiente como para que
la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) decidiera suspender la ya de
por sí maltrecha acción de Prisa en la Bolsa madrileña. Ya estaba el campo
abonado.
Mientras todos los medios escupían la noticia, y especulaban
con quien estaban detrás de esta oferta -que si el empresario mexicano, amigo
personal de Felipe González, Carlos Slim, que siempre mantuvo un
interés especial por entrar en Prisa, que si Herrero resucitó sus viejos contactos
de históricos en el PSOE, hoy enemigos declarados de la estrategia del
actual Secretario General, y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez,
etc.- los medios de Prisa callaban, a la espera de conocer la decisión y la
estrategia de los superjefes. Y en paralelo, la cotización de la acción, que subió al
conocerse la noticia, casi tanto como la acción de Pfizer al dar a conocer sus
avances con la vacuna antiCOVID, paralizada por la CNMV. Había que tomar una
decisión y, sobre todo, había que comunicarla.
El
País publicó que la carta de Blas Herrero constituía una oferta “no solicitada”,
y que el camino elegido por el empresario asturiano no pasaba por "una oferta
pública de adquisición de acciones de PRISA". En realidad, en cuanto
se formalice la venta de Santillana España el grupo perderá más valor bursátil. Con su acción
en mínimos (0,72 euros) la valoración actual del grupo en bolsa es de 510,9
millones. Pero, claro, esta cifra incluye Santillana entera. Como
apunta El Español, que cita ‘fuentes financieras’, Santillana representa
el 70 por ciento del valor de la acción. Este 2020 está resultando
desastroso para Prisa (y para cualquier otra empresa de comunicación, pero en
este caso la deuda/lastre acentúa la debilidad financiera). En los nueve
primeros meses del año, el grupo ingresó 616 millones de euros, un 22,7 por
ciento menos por las consecuencias de la COVID-19. Los gastos sumaron 534
millones de euros, un 15,5 por ciento menos, “por
lo que el Ebitda (resultados operativos brutos) se quedó en los 82
millones de euros, un 50,3% menos. Por su parte, el Ebit (resultados
operativos netos) se quedó en los 19 millones, un 81,2% menos que el periodo
comprendido entre enero y septiembre de 2019”, según señala El Español. En
este contexto claramente adverso, el camino elegido por Blas Herrero era jugar
al órdago: yo pongo el dinero, y vosotros, que seguís de deuda hasta el cuello
y con importantes descensos en ingresos publicitarios por la pandemia, y además
os vais a deshacer de la parte que más suma al valor bursátil de la compañía, me regaláis El País y la Cadena SER…
Blas Herrero ha iniciado el asalto a Prisa |
Acceder a la operación hubiera supuesto la disolución de facto del imperio Prisa. Y el monto de la oferta no justificaba la venta, de ninguna manera. Las diferencias de los socios de Prisa se han aparcado en esta ocasión, con toda probabilidad, por la escasa oferta de compra. Por eso la nota destacaba (para apuntalar la solidez de la negativa) la “unanimidad” del consejo de administración. Pero tiene pinta de ser el primer round boxístico de esta operación de compraventa que no ha hecho más que empezar. Prisa ocupa ahora una posición de debilidad mayúscula que van a aprovechar quienes se postulen para controlarla. Es un caramelo muy apetecible… Blas Herrero no ha hecho más que empezar a definir la horquilla del precio de compra. La debilidad financiera conlleva vulnerabilidad, más si cabe si algunos socios, a la vista de la trayectoria de los últimos años, y la escasa fortuna, buscan recuperar sus inversiones y salirse del grupo, lo que lograrían con una oferta más sustanciosa. Puede ser cuestión de millones sobre la mesa, aunque no olvidemos tampoco las dimensiones ideológicas y políticas. Podemos recuperar los viejos contactos en el PSOE de Blas Herrero, y especular todo lo que queramos... pero, al final, el dinero y el poder constituyen la pareja perfecta para remover vanidades que sigan aspirando a jugar en Primera División.
Iba de listo, pero se equivocó de Viernes. El Blas Friday es esta semana.
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