El concurso de méritos para renovar la cúpula de RTVE se tambalea
La Corporación RTVE espera un nombramiento independiente, que ahora está en cuestión |
"Modificar el método de preselección ha generado sorpresa y malestar entre los candidatos que fueron declarados aptos. Consideran que si ahora son presentados por los partidos se les estampará de forma automática una etiqueta ideológica"
El acuerdo entre socialistas y populares no implica que los
95 candidatos comparezcan ante el Congreso y el Senado. Los distintos grupos
parlamentarios propondrán a los aspirantes que proporcionalmente le
correspondan, según fuentes de la Comisión, que no especifican el número de
ellos que serán finalmente examinados ni en qué plazos. El futuro consejo
pondrá fin al mandato de la periodista Rosa María Mateo como administradora
provisional única de RTVE tras más dos años en un puesto pensado para tres o
cuatro meses.
En la práctica, el nuevo método de selección dinamita la minuciosa tarea desarrollada durante meses por un comité de expertos compuesto por 17 personas designadas por el Parlamento para evaluar las solicitudes. Tras examinar los currículos y los proyectos de gestión, fueron aprobados 20: 16 hombres y cuatro mujeres. Sus nombres se publicaron en el BOE en diciembre de 2018, y el paso siguiente debería haber sido su inmediata comparecencia ante la comisión de nombramientos del Congreso (que designa a seis vocales, incluido el presidente de RTVE) y la del Senado (que escoge a cuatro).
Modificar el método de preselección ha generado sorpresa y malestar entre los candidatos que fueron declarados aptos. Consideran que si ahora son presentados por los partidos se les estampará de forma automática una etiqueta ideológica. “Nos van a colgar el sambenito de ser avalados por unas siglas políticas, cuando muchos de los que nos presentamos somos totalmente independientes y ajenos a los partidos”, enfatiza una aspirante.
En el seno del comité de expertos, que invirtió varios meses
de trabajo para realizar la primera criba, también abundan las críticas. El
catedrático de Comunicación Audiovisual Enrique Bustamante, uno de los
participantes en el proceso, opina que el cambio de rumbo supone “una
traición flagrante” al espíritu de las leyes de 2006 y 2017. Esta última
aboga precisamente por recuperar la independencia de RTVE y el pluralismo en la
elección parlamentaria de sus órganos directivos. Para Bustamante, “causará
un mayor desprestigio del servicio público y agravará la caída de RTVE”. A
su entender, la modificación pactada por PSOE y PP “demuestra que el
bipartidismo más pernicioso sigue vivo en RTVE”.
También se muestra muy crítica la profesora de Comunicación
de la Universidad de Barcelona Isabel Fernández Alonso, quien formó
parte del mismo comité de evaluación. Considera que la comisión de control
parlamentario actúa en contra de sus normas. “Nosotros nos limitamos a
aplicar los criterios que fueron definidos por la propia comisión, que en su
día avaló que hiciéramos un filtro de 20 candidatos. Los aspirantes tienen
derecho a que se respeten las bases del concurso”, recalca. Fernández
Alonso cuestiona el hecho de que la reforma se haga bajo el paraguas de la
paridad: “La ley de igualdad es una ley orgánica, pero por encima de ella
está la Constitución, que recoge el principio de mérito y capacidad”. Y
teme que los dos principales grupos parlamentarios intenten “cambiar las
reglas de juego” justo cuando la carrera para renovar los órganos de
gestión de RTVE está a punto de terminar.