Iñaki Gabilondo, el periodista del sentido común, el menos común de los sentidos
“Iñaki es un hombre sobre todo honesto, inteligente,
leal, difícil, reflexivo, apasionado, muy apasionado. Debajo de toda esa
reflexión, de todo ese equilibrio que comunica, que transmite, está la pasión.
Iñaki es un vehemente nato, que muchísima gente no conoce. Creen que es ese
hombre impertérritamente serio que no admite el sentido del humor… A veces da
esta impresión porque es profundamente tímido”. Así define Lola
Carretero, la vigía de Iñaki Gabilondo, a quien ha sido durante
estos últimos cincuenta años la voz del sentido común del periodismo en España,
el profesional con mayor crédito que el oficio ha dado en nuestro país. Hoy cumple
78 años.
Iñaki Gabilondo recordando su vida desde el hotel Igeldo de su ciudad natal, San Sebastián, para el documental "Imprescindibles" de TVE (Fotografía captura del programa) |
Nació en el Donosti de 1942, en una posguerra difícil, en el
seno de una familia tan modesta y humilde como numerosa. “La ciudad tenía
una gran capa de silencio encima”, reconoce Iñaki en un programa especial
que le dedicó Televisión Española en 2018, “Imprescindibles”. “Hemos
sido educados en los afectos, muy contagiosamente, no nos han dado conferencias
sobre los afectos. Y también valor extraordinario por el trabajo, de luchar en
esta vida para salir adelante y depender de tu propio trabajo, y también en una
idea de la austeridad, siempre lejos del derroche o el malgasto”,
relata Ángel Gabilondo, el hermano político de Iñaki y, antes, y sobre
todo, catedrático de Filosofía.
“Tenía un nivel de exigencia brutal para un nivel de excelencia como yo no he visto nunca” (Mamen Mendizábal)
Iñaki Gabilondo fue educado en esas coordenadas, en las de
la humildad, la honestidad, el respeto a la palabra dada y a la seriedad y
responsabilidad ante el trabajo, virtudes genéticas de los vascos (guipuzcoanos)
que compartí también en mi universo familiar. Virtudes que no se frecuentan hoy
día en que la incoherencia e incluso la mentira se han convertido en
herramientas de la política más barriobajera. “Yo he conocido muchas
personas, de muchos galones, pero no he conocido a nadie tan importante como
mis padres -reconoce Iñaki en este documental-. A nadie, pero en serio,
hablando de peso específico, tonelaje humano, calidad”, subraya.
Su hermano Ángel le describe desde otro punto de vista: “lo
encuentro un poco romano, un romano clásico, porque es muy sensual, sabe
apreciar la sensualidad de la vida”. Iñaki es un enamorado de los pequeños
detalles que nos depara la vida que, juntos, sumados, conforman un cúmulo de
felicidad cotidiana a la que no solemos prestar la atención que merece.
No es de extrañar que, fruto de esta formación, le escuchemos
reflexiones de esta naturaleza: “cuando se dice que lo más importante de una
entrevista es saber escuchar, hay que explicar qué quiere decir saber escuchar:
escuchar no es poner cara de escuchar. Escuchar es querer entender. Querer
intentar entender. Yo, que me he pasado toda la vida queriendo intentar
entender, todavía estoy en primero de escuchar, porque es dificilísimo,
y no se aprende nunca”.
Lola ya lo sabe: Iñaki es muy vehemente, y le mueve la
pasión. Pasión por la radio, y respeto escrupuloso por el oyente, al que casi
deifica, porque es la razón de existir del medio. “Tenía un nivel de
exigencia brutal para un nivel de excelencia como yo no he visto nunca”, reconoce
la periodista Mamen Mendizábal, de La Sexta, formada con Iñaki en su
programa de la SER. Y remata Elvira Cordero, “era bastante más exigente
con él que con los demás”. Esta, y no otra, es la razón que impulsaba sus
tormentas en la redacción cuando no salían bien las cosas. Por eso tardó veinte
años en sonreír en la antena, por el profundo respeto que le merecían los
oyentes, a quienes, pensaba -y piensa- no debías asaltar con tus imperfecciones.
Iñaki Gabilondo saluda con afecto al cocinero donostiarra Martín Berasategi, con el que compartió niñez y adolescencia en su San Sebastián natal (Fotografía captura "Imprescindibles", de TVE) |
“A mí me llamaban Teresa de Calcuta”, recuerda en el
reportaje. Por eso sonó raro que el humorista Ramon Aragüena
incluyera en el cuestionario de sus entrevistas noventeras y surrealistas en Antena 3, en el
programa “Osados”, la popular pregunta “¿qué fue de su agria polémica
con Iñaki Gabilondo?”. Tampoco podía imaginar que aquella pregunta
desconcertante le iba a suponer un contrato para colaborar con el propio Iñaki,
al que le hizo gracia su tipo de humor absurdo, y eso que Iñaki -como para todo- siempre
ha sido muy exigente con el humor como contenido de su programa, “este país
tiene diecisiete tipos de humor diferentes, y es complicado elegir uno que
guste a todo el mundo”, suele decir. Pero él sí que tiene sentido del humor, socarrón e irónico, como todos los Gabilondo, doy fe.
En 1999 recibí el encargo de producir un especial dedicado a
su figura y a su aportación en la radio y en el periodismo, y fragüé este programa
titulado “Iñaki Gabilondo, Ciudadano en Gran Vía”, como el libro del mismo
nombre que le dedicó el también periodista, canario en este caso, Carmelo
Martín.
A Iñaki el micrófono le mantiene vivo, activo, al corriente de lo que pasa, y nos pasa en esta España nuestra tan desconchada últimamente. En sus más de cincuenta años de profesión ha visto de todo: ha hecho periodismo maquillado de “programa de cuestiones actuales”, en tiempos de la censura franquista, y ha hecho periodismo en libertad. En el camino, le tocó asistir en directo al golpe de Estado del teniente coronel Tejero en el Congreso de los Diputados en 1981 y estrenarse en TVE para contarlo, como director de los Servicios Informativos de la televisión pública que era, y hasta le pilló la revuelta de mayo del 68 en París. Ha sido testigo, de primera fila, de los grandes acontecimientos históricos de nuestro mundo contemporáneo.
“El periodismo tiene que cambiar por supuesto, tiene que incorporarse a todas las novedades y desafíos tecnológicos, desde luego que sí, si no se morirá. Pero, como se le vaya a olvidar que lo que le sostiene y le sostendrá, siempre, tendrán que ser estos elementos básicos y estables, que son: la independencia, la calidad, los protocolos a cumplir con toda exactitud, la decencia, la honestidad, como se crea que uno se actualiza subiéndose a surfear sobre las olas de todo lo que pasa perdiendo esa referencia de base, está seco”, mantiene. Y es algo que está olvidando en algunos medios. ¡Zorionak Iñaki!
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Espectacular semblanza de Iñaki, Gorka. El especial dedicado a su figura que produjiste en 1999 es sencillamente maravilloso. Yo tengo ese libro (“Ciudadano en Gran Vía”) y lamento que ese especial no lo acompañase en formato cinta de casette o CD.
ResponderEliminarAh, y muy de acuerdo con lo que le costaba sonreír a Iñaki en antena. A mí fue algo que siempre me llamó la atención y me agradaba de él, aunque luego fuese extremadamente educado, cordial y cercano con los oyentes. No había más que escuchar sus programas especiales del 25 de diciembre con su mítico “¿hay alguien ahí?” en el arranque de las 9.
Al final se acostumbró a sonreír y era una delicia escucharle con El Guiñol de Canal Plus los viernes a las 9:30. Sus diálogos con Victoria Beckham, David Beckham, Raúl y Ronaldinho, ya en sus últimos programas en Hoy por Hoy, eran una pasada y casi hacía más gracia él que ellos. Por no hablar de “Él Sacapuntas” con Elvira Cordero, Karmentxu Marín, María Esperanza Sánchez, Mamen Mendizábal... donde parecía una tertuliana más.
Aunque sea inimitable, ojalá volvamos a tener a alguien como Iñaki en la radio. Yo confío en que Javier Ruiz pueda ocupar ese alargado hueco, aunque sea imposible cubrir la sombra de Gabilondo. No obstante, Ruiz dirigió Hoy por Hoy el verano pasado y demostró tener unas condiciones similares a las de Iñaki. Transmitía también mucha solemnidad, rigor y seriedad e incluso tú mismo subrayaste por aquí que le ocurría lo mismo que a Iñaki y también pecaba de serio y de sonreír poco. Por eso mismo, sigo en mis 13 de que Javier Ruiz es el heredero natural de Iñaki Gabilondo.
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ResponderEliminarangel poza
ResponderEliminar31 de octubre de 2020, 17:56
Este medio peca de centrarse en las cadenas típicas.- SER , cope, rne , y onda cero . Y olvida a otras cadenas : esradio , capital , intereconomía, radio sol xxi . Y creo que el dato de audiencia presunta está lejos de la realidad. Ej .- .-Onda cero, J Otero sacó la semana de las elecciones de galicia a la ministra gallega de podemos y 0 escaños- En el congreso -. por afinidad ,Ser= 120 psoe, cope=88 pp+ 10 ciudadanos. -,
esradio =52 vox. -.Resto etb , tv 3 etc.-
Creo , a mi parecer que la aduiencia del EGM dista mucho de ser la real .