"Impulsando, que no es poco", por Javier Sánchez (UER)
https://www.gorkazumeta.com/2020/07/impulsando-que-no-es-poco-por-javier.html?m=0
Javier Sánchez es responsable de Estrategia del Centro de Innovación de RTVE y miembro del Comité de Radio de la UER
"El que la prueba, ya no vuelve a la FM"
- "El DAB+ permite no sólo trasladar a la radiodifusión sonora digital terrestre toda la actual oferta radiofónica de FM a nivel nacional, autonómico y local existente, sino incluso aumentarla sin agotar la capacidad de los bloques de frecuencias"
- "Resulta increíble que todavía estemos como estamos. Triturando año tras año dinero en el aire en DAB con una utilidad prácticamente nula. Veinte años después de su lanzamiento en España, la escasísima radio digital en DAB que tenemos sigue siendo una perfecta desconocida para casi todos los ciudadanos"
Parafraseando al gran Fernando Arrabal, 'hablemos de radio digital'. Y más en concreto, de la radio lineal digital por antonomasia. El DAB+ va a llegar… y a estas alturas de la película, carece de sentido discutir si es el sustituto natural de la FM. Es un hecho y está ahí fuera. Fuera de nuestras fronteras. Basta consultar el último informe de la UER sobre el estado de la radio digital. Evidentemente, los contenidos de radio no lineal o bajo demanda también existen y gozan de un gran potencial de desarrollo por delante. Pero de ellos hablaremos otro día.
Ya no hay excusa, Europa tira del carro, los receptores ya no tienen precios prohibitivos y las emisiones de nuevos contenidos atraen a nuevos públicos (Fotografía Pixabay) |
No es ninguna sorpresa que en los
mercados en los que la radiodifusión sonora digital terrestre está implantada,
con coberturas cercanas al 100% y campañas intensivas a lo largo de los años,
la opción preferida para escuchar la radio digital sea la radiodifusión sonora
digital terrestre. Es el caso de Reino Unido, Suiza o Noruega, con cifras de
oyentes y tiempos de escucha muy superiores a los de la radio online.
Recordemos que los consumos de la radio online rondan en media el 10% del total
de escucha en Europa en los últimos años, sin clara tendencia al alza.
"El DAB+ va a llegar… y a estas alturas de la película, carece de sentido discutir si es el sustituto natural de la FM. Es un hecho y está ahí fuera. Fuera de nuestras fronteras"
Y no es menos cierto que en
aquellos países en donde se está implantando el DAB+ con cobertura elevada y
nuevas emisoras no disponibles en FM, se atraiga a nueva audiencia con
elementos tan simples como conocidos. Los medios de comunicación ponen a la
radio en el candelero al hablar del DAB+ y las campañas de promoción muestran
sus ventajas. La audiencia consolidada, atraída por la novedad, también acaba probándola.
Y el que la prueba, ya no vuelve a la FM.
Sin embargo, alguien podría
esgrimir que el COVID-19 lo ha cambiado todo, con un amplio crecimiento de
escucha de radio online en detrimento de la radiodifusión sonora terrestre,
bien sea analógica o digital. Y así fue, efectivamente, pero únicamente durante
un determinado período. En la primera fase de confinamiento, los
desplazamientos por carretera eran mínimos. En vehículos, casi toda la escucha de
radio proviene de la radiodifusión sonora terrestre y, además, el 25% en media del
tiempo total de escucha de radio en Europa tiene lugar en el coche. Por otro
lado, un aumento considerable y repentino del teletrabajo propició el inicio de
consumo de radio online en los hogares. Se demandaba información constante y
actualizada, por encima de cualquier otro contenido. Pero poco a poco, a medida
que se iba avanzando en el proceso de desescalada, el escenario de escucha fue
retornando gradualmente a la situación preexistente.
"El DAB+ no será, con toda seguridad, lo último que se utilizará para distribuir masivamente radio lineal digital. Ni sobrevivirá tantas décadas como la Onda Media o la FM. Afortunadamente, existe una cosa llamada progreso"
Con motivo de los trabajos de la Comisión
para la Reconstrucción Social y Económica de España, se ha oído recientemente hablar
de digitalización, si bien de manera vaga y genérica en algunos casos. A pesar
de ello, no cabe duda de que la digitalización real está cambiando radicalmente
el mundo en el que vivimos. Es obvio señalar que su impacto positivo se traduce
en una mejora de la productividad, de la eficiencia y de la eficacia en las
empresas, en una oferta más amplia y novedosa de productos, en la creación de
nuevos servicios y en la utilización de nuevas vías de comunicación.
En caso de la radio, la
digitalización de su plataforma mayoritaria de distribución de contenidos
lineales ofrece todo lo mencionado. Un mayor número de emisoras, una mayor
calidad de audio, más eficiencia y nuevos servicios. Todo ello, además,
sentando las bases de su futura evolución tecnológica, digitalizando la cadena
de valor extremo a extremo. Porque el DAB+ no será, con toda seguridad, lo
último que se utilizará para distribuir masivamente radio lineal digital. Ni
sobrevivirá tantas décadas como la Onda Media o la FM. Afortunadamente, existe
una cosa llamada progreso.
Sin embargo, nada podemos
asegurar sobre cuándo llegará y bajo qué “advocación” lo que acabe sustituyendo
al DAB+. Eso a lo que muchos, con escaso o nulo fundamento, pretenden saltar
directamente desde la FM porque aseguran que será el remedio de todos sus
males. Y, además, gratis. ¿Qué podría salir mal? Porque no se trata simplemente
de un mecanismo de distribución masiva de contenidos radiofónicos tal y como
conocemos, basado en redes de telecomunicaciones exclusivas controladas extremo
a extremo por los radiodifusores. Estamos hablando de plataformas de terceros,
nacionales o multinacionales y con su propia distribución a través de internet.
Llegados a este punto, únicamente me gustaría esbozar una reflexión: si algo
sale gratis, es porque tú eres el producto o porque alguien paga la fiesta. En
el primer caso, huelga cualquier comentario. Y en el segundo, quien paga manda.
"El 25% en media del tiempo total de escucha de radio en Europa tiene lugar en el coche" (Fotografía Pixabay) |
Más allá del DAB+ y pensando a
largo plazo, es la propia radio la que debe participar en la definición de los
casos de uso y requerimientos que le permitan afrontar su distribución masiva
de contenidos lineales, con garantías y sin perder su identidad. Si algún lector
avezado desea satisfacer su curiosidad con respecto a las posibilidades que se
abren, le recomiendo vivamente la
consulta del informe “5G for the Distribution
of Audiovisual Media Content and Services”, publicado por la UER el
pasado mes de junio. Seguro que se sorprenderá, palabra. Prefiero no hacer spoiler. Por lo tanto, con respecto a
ese futuro, conviene ser prudentes y abrazar el agnosticismo, concretando
necesidades y estando vigilantes. Y con respecto al corto y medio plazo, actuar
desde el pragmatismo e implantar el DAB+ lo antes posible.
"Más allá del DAB+ y pensando a largo plazo, es la propia radio la que debe participar en la definición de los casos de uso y requerimientos que le permitan afrontar su distribución masiva de contenidos lineales, con garantías y sin perder su identidad"
En la última década, la
radiodifusión sonora digital en DAB+ ha acelerado su introducción en Europa. La
mayor oferta radiofónica que permite poner en el aire con respecto a la FM ha
sido un elemento definitivo para impulsar su implantación. De hecho, existen
1.697 emisoras de radio que emiten su programación utilizando la radiodifusión
sonora digital terrestre en la zona UER. De ellas, 544 difunden programación exclusiva
que no se emite en FM. Además, de todas las emisoras que emiten en DAB y DAB+,
el 67% son privadas y el 43% emite a nivel nacional en cada uno de sus países.
Esta implantación en Europa no
es, ni mucho menos, casual. Como decíamos al principio, se ha convertido en el
sustituto natural de la FM en Europa. Y por derecho propio, debido fundamentalmente
a elevada cobertura geográfica y, sobre todo, a su elevada cobertura social. El
DAB+ es la radio para todos, como lo es la FM. No ocurre lo mismo con la radio
online. De hecho, según las últimas cifras disponibles del INE de 2019, un 9,3% de la población de 16 a 74 años (3,24 millones de ciudadanos) no había utilizado Internet en los últimos tres meses.
El DAB+ permite acceder a
servicios de radio lineal sin necesidad de disponer de conexión a internet,
bien sea fija en el domicilio o en movilidad. Presenta una usabilidad mayor aún
que la FM y no requiere de suscripción a ninguna plataforma, ni gratuita ni de
pago. Es la única modalidad que permite hacer llegar en abierto la programación
de radio lineal digital sin costes adicionales y ello la hace ser muy
apreciada. Además, el DAB+ posibilita no sólo trasladar a la radiodifusión
sonora digital terrestre toda la actual oferta radiofónica de FM a nivel nacional,
autonómico y local existente, sino incluso aumentarla sin agotar la capacidad
de los bloques de frecuencias.
"544 de las 1.697 emisoras DAB en Europa difunden programación exclusiva que no se emite en FM. Además, de todas las emisoras que emiten en DAB y DAB+, el 67% son privadas y el 43% emite a nivel nacional en cada uno de sus países"
A su vez, la oferta de receptores
hoy en día es muy amplia y asequible, gracias a las economías de escala que
proporcionan los más de 82 millones de receptores vendidos ya en el mundo,
según cifras del WorldDAB Forum. Sus precios de venta al público están por
debajo de 20 euros en los modelos de acceso, tanto a través de internet como en
los lineales de la gran distribución de los países en donde hay mercado
desarrollado o en desarrollo. Además, cada vez más coches incorporan receptores
DAB/DAB+ y será de serie en todos a partir de diciembre de este año en toda la
Unión Europea, con motivo de la entrada en vigor de las transposiciones
nacionales en los Estados miembros de la Directiva por la que se establece el
código europeo de las comunicaciones electrónicas.
El DAB+ se puede complementar con
servicios de radio híbrida utilizando el estándar RadioDNS, lo cual es particularmente
útil en vehículos. De esta manera, junto con la programación de radio se pueden
introducir imágenes relevantes (por ejemplo, artista y título de la obra musical,
fotos del estudio de radio en directo desde el que se emite o últimas noticias)
en las pantallas de los sistemas multimedia de los salpicaderos, conmutando
automáticamente a FM o incluso a radio online cuando se pierde el servicio
DAB+. Otra funcionalidad interesante consiste en que el oyente sólo tiene que
pulsar un botón para etiquetar el contenido que está escuchando (“Tagging”). De esta manera, podrá volver
a escucharlo o terminar de escucharlo más tarde en su smartphone, tablet u
ordenador, sin tener que buscarlo.
Por todo lo anterior, resulta
increíble que todavía estemos como estamos. Triturando año tras año dinero en
el aire en DAB con una utilidad prácticamente nula. Veinte años después de su
lanzamiento en España, la escasísima radio digital en DAB que tenemos sigue
siendo una perfecta desconocida para casi todos los ciudadanos. Ni siquiera se
ha publicitado al gran público. Y tras esos veinte años de emisiones
ininterrumpidas, tenemos una audiencia tan testimonial que ni siquiera la
tenemos caracterizada a través del EGM. Seguro que algo estamos haciendo mal.
Javier Sánchez, el autor de este post |
Tampoco tiene ningún sentido que
nuestro país, después de lanzarse prácticamente en solitario con el Reino Unido
a acometer los primeros compases la digitalización de la radio en Europa,
paralizase en seco todo su desarrollo e implantación hace más de quince años. Todavía
recuerdo que alguien decía que “arrancamos como un caballo y nos detuvimos como
un burro”. Eso por no hablar de su reducción de cobertura provisional al 20%
poblacional en 2011 para migrar a DAB+. Tan provisional, que todavía seguimos
con ella y con el DAB nueve años después. ¿Y qué decir de la reducida oferta
radiofónica de 17 cadenas (Radio Nacional se emite con y sin desconexiones
territoriales), que es prácticamente la misma que se puso en el aire a
principios de siglo y que se emite simultáneamente en FM, con la honrosa
excepción de Radio Exterior de España. Intentar encontrarle alguna lógica a todo
esto parece más bien una broma digna de mejor causa.
Hace quince años se presentó en
España una Ley de medidas urgentes para el impulso de la TDT. Su importancia
radica en que se aprobó
con una amplio respaldo y sentó las bases para el despegue de una amplia
oferta de TDT en abierto. Una realidad muy bien recibida por la ciudadanía y
que supone a día de hoy cerca del 80% del tiempo de consumo total de
televisión. Por lo tanto, demos la bienvenida a la Propuesta de Ley de Medidas
urgentes para el Impulso de la Radiodifusión Sonora Digital Terrestre que se ha
presentado hoy en el Senado, y confiemos en que se conciten voluntades al más alto
nivel para que suceda algo parecido. Porque ya va siendo hora de que el DAB+ se
convierta en nuestro país, de una vez por todas, en la realidad para la que fue
concebida.
Esperemos que, esta vez, se apoye la digitalización de la radio sin fisuras. Yo siempre tengo muy presente el caso del Tirol del Sur (Italia ) y el RAS. Este organismo poseía 212 postes de fm que permitían tan solo emitir tres programas. Sin embargo, la digitalización de la radio ha permitido que poco más de 90 postes, hagan llegar la señal no de tres programas de fm, sino de más de 20 en DAB+... cubriendo un territorio mayor, y llegando a más población que los anteriores postes. El año pasado, un directivo del RAS afirmó en una entrevista, que el ahorro que suponía el dejar de emitir en fm, podría permitir en menos de cuatro años, regalar un receptor DAB+ a cada uno de los 300.000 habitantes de esa región tan peculiar de Italia. Creo que es algo en lo que se debería pensar.
ResponderEliminarEduardo Martínez.