Avance: La otra cara de la pandemia
https://www.gorkazumeta.com/2020/06/avance-la-otra-cara-de-la-pandemia.html?m=0
El autor reflexiona sobre el cambio de hábitos que nos ha traído el coronavirus, que marcará el futuro tras su desaparición
El mundo será más digital: la radio también
Ya me han llegado los comentarios de más de un director de pequeñas emisoras locales o provinciales pensando en nuevos ahorros de costes estructurales, surgidos de esta pandemia. La radio no solo no se ha silenciado por la ausencia de los profesionales en las redacciones, que también se han visto obligados a confinarse en sus casas; sino que, muy al contrario, se ha enriquecido con numerosos puestos de observación, repartidos por toda la geografía urbana, y rural, de nuestro país. Los puestos de vigías se han multiplicado. Las voces de los periodistas desde sus fortalezas han brotado, en una gran mayoría de los casos, limpias gracias a tecnologías de las que ya he hablado en este blog, como el Quantum o el Alio, por citar dos de los más extendidos.
La pregunta que se formulan esos directores de pequeñas emisoras, y probablemente más de un director financiero de alguna gran cadena, a la vista de los acontecimientos, y el confinamiento obligatorio decretado por el estado de alarma, es qué necesidad existe de disponer de grandes centros de trabajo, amplias redacciones, equipadísimos estudios de grabación y de emisión, ubicados en el centro de las ciudades, si los periodistas pueden realizar su tarea desde casa, con todas las garantías.
Mi primera reacción fue titular “La otra cara de la pandemia: la buena”. Finalmente, no lo he hecho. Porque lo que para mí puede resultar positivo, y un avance que entiendo como progreso; para otros es posible que signifique cuantiosas pérdidas económicas. El COVID-19 y el confinamiento derivado de él nos han hecho refugiarnos en nuestras casas para esquivar el virus. Nuestras casas, así, se convertían en refugios contra el contagio. Pero también, en muchos casos, circunstancialmente, en nuestras nuevas oficinas de trabajo.
Pedro Blanco, de la Cadena SER, emitiendo desde su casa a través de un Quantum Lite, durante el confinamiento por la COVID-19 (Fotografía Pedro Blanco) |
Los responsables de alta frecuencia de las grandes cadenas de radio (los ingenieros) se han inventado nuevos procesos para que los invitados rehúyan el ya más que amortizado sonido telefónico, y lo sustituyan por otros procesos con mayor calidad
La pregunta que se formulan esos directores de pequeñas emisoras, y probablemente más de un director financiero de alguna gran cadena, a la vista de los acontecimientos, y el confinamiento obligatorio decretado por el estado de alarma, es qué necesidad existe de disponer de grandes centros de trabajo, amplias redacciones, equipadísimos estudios de grabación y de emisión, ubicados en el centro de las ciudades, si los periodistas pueden realizar su tarea desde casa, con todas las garantías.
La crisis del coronavirus ha impulsado sin duda un cambio de modelo laboral que pasa por el teletrabajo, al que más de uno, y de dos, empresarios eran tan renuentes. Si de lo que se trata es de ofrecer un producto de calidad, al precio más ajustado en costes, aquí está la solución: en reducir los alquileres de grandes locales donde se ubican las oficinas centrales de una empresa. No quiere esto decir, de ninguna manera que, por efecto del coronavirus, y situándonos ahora en el otro extremo, vayamos a suprimir de golpe y porrazo todas las sedes de la radio española, cuando se ha demostrado que la radio se puede hacer desde la casa de cualquier trabajador del medio, con una calidad extraordinaria. Pero la nueva normalidad, no me cabe la menor duda, apuntará maneras en la concepción del teletrabajo.
Ni qué decir tiene que esta nueva manera de desarrollar la labor diaria de cualquier profesional, desde casa, fomentará la conciliación familiar y, como se ha demostrado, no reducirá la calidad del trabajo (siempre habrá excepciones, pero que terminan localizándose). Pepa Fernández, la directora del segundo tramo del matinal “De Pe a Pa”, de las mañanas de RNE, está presentando el programa desde su casa en Barcelona y, salvo los primeros días en los que estaba desorientada por la situación extraordinaria que estaba viviendo, al igual que el resto de sus compañeros de equipo, finalmente, cuando la excepción se convierte en rutina, el nuevo hábito forma parte de nuestra vida con absoluta naturalidad. Como ella, la mayoría de grandes nombres de la radio española. Ángels Barceló le reconocía, sin embargo, a Andreu Buenafuente, que ella necesitaba acudir todos los días a la radio, porque de lo contrario no se sentía centrada para hacer su trabajo. Necesitaba ver a sus técnicos.
ESTE VIERNES, 12 DE JUNIO, “LA OTRA CARA DE LA
PANDEMIA”. EL AUTOR REFLEXIONA SOBRE EL CAMBIO DE HÁBITOS QUE NOS HA TRAÍDO EL
CORONAVIRUS, QUE MARCARÁ EL FUTURO TRAS SU DESAPARICIÓN. EL MUNDO SERÁ MÁS
DIGITAL: LA RADIO TAMBIÉN