Los ‘Carruseles’ en ‘Tiempo’ de coronavirus
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Los programas deportivos del fin de semana se transforman en magacines generalistas con el foco puesto en la pandemia
Acostumbra España, que es lo mismo que decir los españoles, a etiquetar a sus miembros. Nadie se libra de la adscripción a un ámbito o a una ideología. Ya en los pueblos, el deporte nacional consiste en bautizar con motes a todos sus habitantes, motes, por cierto, que heredan sus hijos, sin que nada puedan hacer por evitarlo, ni aunque emigren a la ciudad y triunfen en un ministerio. Siempre, al regresar, seguirán siendo el “hijo del ovejas” o “la hija del Patillas”.
No creo necesario recurrir al ejemplo más palpable, y a menudo doloroso, de “las dos Españas”, que se remonta mucho más allá de la Guerra Civil, contra lo que muchos creen. Seguimos padeciendo la lacra del enfrentamiento proverbial, y visceral, entre posiciones contrarias, permanentemente enfrentadas, e incapaces de encontrar caminos paralelos o atisbos de coincidencias. Ni siquiera en tiempos de pandemia, unos se dejan ayudar y otros ayudan de verdad.
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- El director de “Carrusel Deportivo”, en la SER, Dani Garrido, reconoce que disponen de “muchísimo contenido. Incluso podríamos hacer más horas de directo. Nos hemos reinventado y tenemos capacidad para seguir haciéndolo”
- Nadie hubiera pensado nunca, de no ser por el coronavirus y la supresión del fútbol, que “Carrusel Deportivo” pudiera hablar de cine, teatro, música o gastronomía
El gran actor Alfredo Landa, padre de un género propio en la historia del cine español -el Landismo- que empezó su carrera en los 50, tuvo que esperar casi treinta años para demostrar que también sabía hacer llorar: dos directores especialmente le ofrecieron la posibilidad de demostrarlo: José Luis Garci -un enamorado sincero de la radio- y Mario Camus. El primero con títulos como “Las Verdes Praderas” (1979), “El Crack” (1981) y “El Crack II” (1983) y el segundo con la genial “Los Santos Inocentes” (1984) que le valió al actor pamplonés un Premio de Interpretación en el Festival de Cannes, exaequo con Francisco Rabal. A partir de aquí otros directores empezaron a fijarse en él para interpretar a personajes dramáticos, como Basilio Martín Patino, José Luis Cuerda, Antonio del Real o Miguel Hermoso, entre otros. Alfredo Landa logró quitarse de encima la etiqueta de “actor cómico”, y lo suyo le costó.
Paco González dirigiendo "Tiempo de Juego", en Cope, en tiempos de coronavirus (Fotografía cope.es) |
No creo necesario recurrir al ejemplo más palpable, y a menudo doloroso, de “las dos Españas”, que se remonta mucho más allá de la Guerra Civil, contra lo que muchos creen. Seguimos padeciendo la lacra del enfrentamiento proverbial, y visceral, entre posiciones contrarias, permanentemente enfrentadas, e incapaces de encontrar caminos paralelos o atisbos de coincidencias. Ni siquiera en tiempos de pandemia, unos se dejan ayudar y otros ayudan de verdad.
Paco González o Dani Garrido no son profesionales, solo, de la radio deportiva. Ni José María García, cuando decidió subirse a una unidad móvil de Radio Madrid y marcharse al Congreso de los Diputados el 23 de febrero de 1981, donde el Teniente coronel Tejero mantenía secuestrado al poder Legislativo, para cubrir la información del ‘Golpe de Estado’
La radio, como reflejo de la vida, también participa de este escenario del etiquetado nacional. Una condena que todos sufrimos, y de la que nadie se libra. Cuando el equipo de deportes de la Cadena SER, con Paco González a la cabeza, decidió desembarcar en Cope, fueron numerosas las voces que se alzaron para denunciar poco menos que “un rojo” aterrizaba en la cadena de la Conferencia Episcopal. Tanto revuelo provocaron ‘las etiquetas’, una vez más, que el propio Paco González tuvo que salir al paso diciendo: “ni en la SER me obligaban a jalear a Zapatero ni en la COPE me obligan a ir a misa”. Sí que es cierto que también el exdirector de “Carrusel Deportivo” expuso claramente sus líneas rojas: “no hubiera ido a una emisora con Losantos”.
Recordaba esta anécdota de la mudanza en 2010 del equipo de deportes de la SER a la Cope, con el triunvirato al completo -el mencionado González, Manolo Lama y Pepe Domingo Castaño, y todo el equipazo que les hace brillar- porque la pandemia del coronavirus ha vuelto a demostrar que mi teoría de ‘la etiqueta’ continúa vigente. Entre los efectos secundarios del COVID-19 hay uno que ha sumido a muchos españoles en la añoranza, y no es otro que la supresión del fútbol. Los aficionados se han quedado sin la Liga y los partidos del fin de semana, y los programas deportivos de la radio se han quedado repentinamente huérfanos de contenido que contar.
Tanto “Carrusel Deportivo” en la SER, como “Tiempo de Juego”, en Cope, han notado la ausencia de balones discurriendo por los campos de fútbol de las Españas, pero lejos de amilanarse, o de solicitar del departamento de Programas de cada casa que pusiera en marcha espacios para rellenar su tiempo, decidieron seguir acompañando a los aficionados, aunque no hubiera fútbol, y hacerlo con el mismo ánimo positivo, o incluso más, que durante la normalidad del resto del año. ¿La razón? Está clara: las circunstancias que estamos padeciendo, confinados en nuestras casas, y la búsqueda de compañía en la radio de los oyentes, incluyendo la de sus voces más familiares los fines de semana, la de Paco, Manolo y Pepe en Cope, o las de Dani, Ponseti o Kiko en la SER.
Si los oyentes necesitan sentir la credibilidad que proyectan sus voces preferidas de la radio cuando informan; para elegir ser acompañados por ellos necesitan además otro elemento: la confianza. En el caso de “Carrusel Deportivo” y “Tiempo de Juego” las miles de horas de escucha garantizan ambas
Paco González lo comentaba en el programa especial que “Más de Uno”, en Onda Cero, con Carlos Alsina al frente, dedicó a la radio y a sus oyentes, el pasado 24 de abril. Decía el director de “Tiempo de Juego” que “el foco es la actualidad, es lo que toca”. Pero añadía: “hay mucha gente sorprendida con esto, como si los que decimos “gol en Las Gaunas’, solo valiéramos para decir ‘gol en Las Gaunas’, hay gente que está en shock, como cuando un actor cómico hace un papel dramático y dices. ‘andá, pues me está haciendo llorar también’”. O sea, como Alfredo Landa, cerramos círculo.
Dani Garrido, director de “Carrusel Deportivo”, en la Cadena SER, reconocía en el diario ‘AS’ que “tenemos muchísimo contenido. Incluso podríamos hacer más horas de directo”. Y eso, sin deporte. “Nos hemos reinventado de una gran forma y tenemos capacidad para seguir haciéndolo”, confirma. El objetivo principal sigue siendo el mismo de siempre: los oyentes. Pero ahora están más necesitados de ánimo y compañía, así lo ve Garrido: “es un magacine entretenido, con cosas creativas y mucha participación del oyente, al que necesitamos más que nunca. Notamos que quieren hablar mucho y les metemos en la dinámica que corresponda. La gente es indispensable para nosotros ahora y en estos momentos contamos con ellos más que nunca a la hora también de participar”.
En la radio hay profesionales del medio. Hay nombres capaces de presentar un informativo y hacer luego una entrevista a un actor o cantante, y reírse en antena. Incluso de presentar y defender en la antena las excelencias de una bodega de vino. Esta multifaceta es algo por lo que he trabajado toda mi vida profesional, y ahora trato de trasladar a mis alumnos: cuantos más tonos seamos capaces de asumir en el medio, más completos seremos. Pero existe un elemento primordial, imprescindible, sin el cual no lograremos esta pequeña hazaña: la credibilidad. Y ésta nos sirve para presentar un programa de deportes, otro de motor, al día siguiente para hablar del coronavirus, hacer una entrevista al ministro de Sanidad y vender, o dar paso, a el Corte Inglés, uno de los grandes anunciantes del medio, siempre presente, incluso durante esta crisis. En este camino de ida y vuelta entre el deporte, la información y el entretenimiento, tengo un nombre en la cabeza que merece ser recordado: Julio César Iglesias, ex de RNE, de la SER y de Radio Marca. En todas estas facetas brilló, y eso que empezó en el periodismo escrito.
Paco González o Dani Garrido pueden perfectamente asumir el papel de acompañantes de sus oyentes, aunque no haya deporte. ¿Y por qué no, si cada tarde acompañan a millones de aficionados que les escuchan, no solo por los resultados futbolísticos, sino por el ambiente que logran crear en sus respectivos programas? Alsina calificaba este giro en la inspiración de los programas deportivos, provocado por las circunstancias, de “meritorio” y, además, “una magnífica noticia” para el medio: “os habéis reinventado”, y “habéis demostrado que, por encima de los programas deportivos, sois, ante todo, programas de radio”.
Dani Garrido, director de "Carrusel Deportivo" en la SER, en el estudio A1 (Fotografía Cadenaser.com) |
En la radio hay profesionales del medio. Hay nombres capaces de presentar un informativo y hacer luego una entrevista a un actor o cantante, y reírse en antena. Incluso de presentar y defender en la antena las excelencias de una bodega de vino. Esta multifaceta es algo por lo que he trabajado toda mi vida profesional, y ahora trato de trasladar a mis alumnos
Los españoles, me temo, no solo los oyentes de radio, tienen que aprender a relajarse un poco, a entender que las estructuras no pueden ser permanentemente rígidas. Cabe -y es muy recomendable- la flexibilidad en ellas, lo que ahora se ha dado en llamar la transversalidad, y no me refiero en exclusiva al plano ideológico o político, donde si entras, tienes todos los puntos en este país para ser etiquetado en uno u otro sentido. Y, con la etiqueta encima, tienes que luchar hasta lo indecible para demostrar que puedes ofrecer más facetas que las escuetas que te conceden quienes te han adjudicado la clasificación.
Paco González o Dani Garrido no son profesionales, solo, de la radio deportiva. Ni José María García, cuando decidió subirse a una unidad móvil de Radio Madrid y marcharse al Congreso de los Diputados el 23 de febrero de 1981, donde el Teniente coronel Tejero mantenía secuestrado al poder Legislativo, para cubrir la información del ‘Golpe de Estado’. Ante todo, son hombres -y voces- de radio: de las que informan, pero también de las que acompañan. Otra cuestión es cómo narró García lo que veía subido a la móvil, o la jaqueca que le proporcionó a Fernando Ónega, a la sazón director de los Servicios Informativos de la Cadena SER en 1981, y el que tuvo que torearle… Pero ésta es otra historia.
García en el Congreso el 23-F (Foto archivo EFE) |
Y hay más: si los oyentes necesitan sentir la credibilidad que proyectan sus voces preferidas de la radio cuando informan; para elegir ser acompañados por ellos necesitan otro elemento: la confianza. En el caso de “Carrusel Deportivo” y “Tiempo de Juego” sus oyentes llevan acumuladas cientos, posiblemente miles de horas, de escucha, y a lo largo de tanto tiempo juntos ambos conceptos se sitúan en niveles muy altos. Si Paco o Dani hablan de las mascarillas, del confinamiento, de las fases de la desescalada, si se preocupan por escuchar los mensajes de sus seguidores, e interpretarlos, si además se esfuerzan por introducir un tono positivo en medio de tanta desgracia, el esfuerzo se agradece y se premia con el seguimiento y la fidelidad.
El coronavirus ha cambiado el mundo y nos ha cambiado a nosotros. No entendería que no cambiara también a la radio. Lo que ha ocurrido era lo que tenía que ocurrir, y de nuevo el medio ha demostrado estar a la altura de lo que se espera de él.
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Paco fue el primero en verlo, como casi siempre. Nada de programas grabados ni contenido atemporal. Lo que el oyente necesitaba es que le contáramos qué está pasando, que les acompañáramos y sintiéramos con ellos.— Fernando Evangelio (@ferevangelio) June 7, 2020
Hoy suena el último (nº 26) de una etapa inolvidable de @tjcope pic.twitter.com/dyMm5XMzut
El ‘Tiempo de Juego’ actual es la versión de fin de semana, y con Paco González, de ‘La Tarde’ de COPE. Cambiando de tema cada 5 minutos y hablando de cualquier cosa con la música siempre de fondo. Por algo COPE lleva trabajando desde 2012 con los famosos suecos. En deportes habían desembarcado parcialmente y el estado de alarma ha sido la excusa ideal para el desembarco pleno.
ResponderEliminarLa España de este siglo xxi , consume mucha tele basura .- ( perdón ) , y poca radio , al revés de los USA , y la Europa moderna., se permite hacer una tele basura , que no se permite ni en los paises de origen .El sector de población moderno es el que escucha la radio y labora y/ o lee.¿ Como se permiten programas que son basura ?. propuesta no es lo mismo una empresa que hace radio-prensa y tv de calidad con la tele basura , que se ponga una tipo impositivo susperior ?
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