El podcast incursiona en la audioinformación
https://www.gorkazumeta.com/2020/05/el-podcast-incursiona-en-la.html
La irrupción de los 'Dailys' en el ámbito de la información supone una advertencia y un desafío para la radio
La diferencia entre la 'inmediatez inmediata' y la 'inmediatez mediata'
Los podcasts informativos reducen
su fecha de caducidad frente al resto de contenidos. La información es más perecedera.
Y ocupa en mi opinión un lugar en el apartado de ‘amenazas’ de la radio. En
España, el diario El País abrió este melón en 2018 con un podcast de titulares, con una
primera y horrible experiencia, “los
antipodcast de El País”, aunque, poco más de un año después, presentó el primer “Weekly”
de la historia del podcast informativo en España: “Extra
EPS”, dirigido y presentado por la periodista Montserrat Domínguez,
de larga y reconocida experiencia radiofónica. Un podcast que adelanta los
contenidos principales del suplemento dominical de este diario nacional, pero
no con la inspiración de convertirlo en una autopromoción, sino de dotarle de
vida y lenguaje propios. En
su momento aplaudí su llegada y factura, y eso que los medios con que
cuenta son bastante precarios para lo que representa un diario de estas
características. El País trabaja en la actualidad en un formato ‘Daily’ (Domínguez sería una buena candidata al papel de host),
pero ya va con retraso…
La radio tiene un nuevo
competidor en forma de podcast en el campo de la audioinformación, y debería replantearse
reproducir aquellos procesos en los que su concurrencia sigue siendo
imprescindible, porque cuanto más avance la dieta mediática del podcast, ahora también
incluida la información, más se verá amenazada. Tras la irrupción del formato ‘Daily’,
la inmediatez se subdivide en ‘inmediatez inmediata’, que corresponde
ejercer a la radio y la ‘inmediatez mediata’, que ejerce el podcast
informativo. Está claro que resulta más cómodo decidir y escuchar lo que uno
quiere, cuando lo quiere. Se está extendiendo como hábito en el consumo de
productos sonoros. La radio no puede renunciar a reivindicarse como el
medio que mejor sabe vender la última hora, y en esto no hay podcast que
se le resista. Pero se está obsesionando en España por perpetuarse apoyada
únicamente en la rutina de unas estructuras superadas y anquilosadas en hábitos
cada vez más desgastados y generacionales. La radio debe volver a ilusionar, y
la magia no puede, ni debe, delegarla en el podcast.
La diferencia entre la 'inmediatez inmediata' y la 'inmediatez mediata'
La radio debería plantearse
cuanto antes un DAFO en condiciones. Un análisis en torno a sus debilidades,
amenazas, fortalezas y oportunidades. Un paso imprescindible que siguen todas
las nuevas startups que pretenden adentrarse en el complejo mundo de los
negocios. Pero también las empresas -y los sectores, en general- a los que el
nuevo escenario surgido de la disrupción digital les obliga a replantearse un
camino, intrincado, de difícil superación.
Michael Barbaro, el anfitrión de "The Daily", del New York Times (Fotografía NYT) |
La radio ve amenazados muchos de
sus flancos. Este medio, que personalmente me sigue apasionando, en todas sus formas,
ha perdido varios tronos que la consolidaban como un medio imprescindible. El
de la inmediatez informativa lo perdió hace tiempo. También el trono de la
producción en exclusividad de contenidos sonoros. Por supuesto también el trono de la
actualidad musical. Son tronos que formaban parte de su esencia, y que ahora
comparte con otras plataformas, y medios. Por fortuna, le queda el gran trono
de la credibilidad.
“The Daily” ha representado un auténtico descubrimiento para el New York Times. No solo le ha reportado una cuenta cada vez más saneada e importante en su cartera de ingresos, sino que también ha conseguido atraer una nueva audiencia, más rejuvenecida de target, que nunca se hubiera acercado a la marca de no ser por este formato sonoro
Hace unos días, a través de su
cuenta de Twitter, la prestigiosa profesora de radio de la Facultad de
Comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca, Chelo Sánchez,
afirmaba con toda razón: “En este
contexto de mediamorfosis del sistema mediático, uno de los grandes retos del
periodismo sonoro es que la sociedad vuelva a decir: ‘lo ha dicho la radio’, o ‘lo
han dicho en tal podcast’, en definitiva, lo he escuchado en”. Cierto.
La radio era el medio referente: el que representaba la confirmación de la
realidad de unos hechos que buscábamos para cerciorarnos de su veracidad. La
credibilidad es EL gran patrimonio de la radio y, por ende, también lo es del
periodista. Pero no es suficiente.
Esa pérdida de la exclusividad en
la producción de contenidos sonoros, unido a la pérdida del trono de la
inmediatez informativa, nos ha conducido a un nuevo escenario, inimaginable
hace solo una década, en el que ha irrumpido, con toda su fuerza y
efectos, el podcast. No es nuevo lo que estoy diciendo, pero sí es nuevo
-porque se van produciendo novedades de manera constante- el camino que está
siguiendo, y el que nos encontramos prácticamente cada día.
La revista ‘Lecturas’,
especializada en el llamado ‘periodismo del corazón’, si es que cabe este
término (no tengo la mínima intención de entrar en este debate identitario) acaba
de publicar su primer podcast, conversacional por cierto, en el que se aborda
de manera exclusiva esta temática. En esta web dábamos cuenta de su llegada.
Evidentemente, tiene su público. No creo que a estas alturas nadie se atreva a
negarlo. Era un nicho que la radio también ha abordado -y aborda- a lo largo de
su historia reciente. Iñaki Gabilondo zanjó el tema suprimiéndolo en su
día, y prescindiendo de su colaborador, Carlos Ferrando, apodado en el “Hoy
por Hoy” con el seudónimo de ‘la avispa’. Tanto le incomodaban a Iñaki estos
asuntos que la sección concluía con el efecto sonoro de un ‘spray’ que se deshacía
de estos insectos y 'purificaba' el aire... Siempre me llamó la atención aquel juego de quiero y no
quiero… El podcast de ‘Lecturas’
también compite, entre otras opciones, con la divertidísima sección de mi admirada María José
Navarro, su “revisterío del corazón”, en el que no deja títere con
cabeza, y donde la ironía, y a menudo el sarcasmo, inspira sus aguijones.
No solo empresas ajenas al mundo de la industria radiofónica se han lanzado a competir con las radios tradicionales en el que ha sido su principal feudo: la información; también las propias radios se han dado cuenta de que el formato que están desarrollando no camina de acuerdo a los nuevos tiempos de consumo bajo demanda
Hasta ahora, el podcast, al que
cada vez veo como mayor competencia de la radio tradicional, ha realizado
incursiones en géneros que la radio había arrinconado en algún viejo almacén,
creyendo que a nadie le interesaban o, al menos, que no atraía tanta publicidad
como los informativos y los programas generalistas. Hasta ahora. Porque el
podcast también puede ofrecer información, mejor dicho: análisis detenido (o
profundo, según se califique) de la información. Me refiero al formato Daily,
que puso en marcha, con fórmula de continuidad, el diario estadounidense “New
York Times”, modelo de referencia en la mediamorfosis que citaba la
profesora Chelo Sánchez.
“Serial” abrió el camino
en octubre de 2014. Este docudrama despertó el millonario ansia de consumo de
nuevas historias bajo demanda entre millones y millones de estadounidenses, que
aun descargan sus entregas. Por aportar un dato espectacular, los episodios de
su primera y segunda temporada se han descargado 340 millones de veces, lo que ha
logrado un récord mundial, hasta la fecha, no superado. Pero “Serial” no representó
una amenaza frontal para la radio, sino una advertencia: cuidado, porque tú (la
industria) ya no eres la única que puedes producir estas historias basadas en
lenguaje sonoro.
En el New York Times, un joven
periodista graduado en la Universidad de Yale, recién llegado del Washington
Post, se incorporó a la sección de Negocios. Corría el año 2005. Hace quince años. Y se puso a cubrir en
profundidad, como si de un partido político se tratara, la actualidad generada
por el mayor distribuidor de los Estados Unidos, Walmart, una empresa familiar de proporciones estratosféricas, mezcla de Mercadona y El Corte Inglés, que cuenta con más de dos millones
de empleados en los 28 países donde está establecida con diferentes marcas. Aquel joven se llamaba
Michael Barbaro. Pasó luego a cubrir la información municipal del
Ayuntamiento de Nueva York, y se convirtió, durante unos años, en la sombra del
alcalde Michael Bloomberg, republicano de origen, luego independiente y hasta hace poco candidato a las primarias demócratas, uno de los tipos más ricos del país
(se le calcula un patrimonio de más de 50 mil millones de dólares), y creador
de la empresa de comunicación Bloomberg, dedicada a la información económica.
Aquí Barbaro se despertó a la política, y en el diario se dieron cuenta de sus
posibilidades, convirtiéndole años después en corresponsal político nacional.
Sean Rameswaram, el host del Dily "Today Explained" del digital Wox Media representa la antítesis de Barbaro (Fotografía James Bareham / Vox Media, Inc) |
Durante la campaña electoral a la
presidencia de los Estados Unidos, en la que Donald Trump resultó
vencedor, en 2016, el New York Times probó suerte con el podcast, y Michael
Barbaro, su corresponsal político, se ocupó del puesto de host (el
anfitrión). El podcast se llamó “The
Run Up” y se publicó durante los últimos tres meses de campaña. La
experiencia resultó un éxito. Y el periódico decidió apostar claramente por el
podcast creando “The
Daily”, hoy en día un modelo referente de podcast informativo. En enero
de 2017 se puso en marcha su publicación diaria, estaba disponible a las 6 de
la mañana. La apuesta del NYT no era tibia. Organizó un equipo de 18 personas
para arropar a Barbaro (tres editores de audio, una productora ejecutiva, doce
productores, un gerente técnico y un técnico de sonido). El resultado, hoy en
día, lo siguen, cada día, más de dos millones de personas. Tan cierto como que
es un número respetable de seguidores, es que representa un 0,6 por ciento de
la población de EE.UU., o el 23,5 por ciento de los habitantes de Nueva York, dependiendo del universo elegido para la comparación.
Tal vez no haya que medir su audiencia en términos cuantitativos, sino
cualitativos, pues su influencia cada vez es mayor. ¡Y sus ingresos! Se calcula
que este nuevo producto aporta, mensualmente, 300.000 dólares a las arcas del
periódico. Ya no es una broma.
Los ‘Dailys’ no han inventado la radio. Lo que hacen, su estructura y contenidos, ya lo ha hecho la radio desde los comienzos de su andadura. Lo que han logrado, y ésta es su principal aportación, es reinterpretarla. Un presentador, con personalidad, que charla sobre una noticia con un especialista, no es una novedad. Pero sí la forma en que se produce ahora esta secuencia
Al ‘Daily’ del NYT le
siguieron otros diarios, digitales y de papel, y hasta radios. El modelo tenía éxito, y era
fácilmente adaptable a cualquier medio que tuviera suficiente músculo
informativo como para dotar al podcast de contenido sólido, creíble (vuelta otra vez al concepto ‘credibilidad’). El londinense The Guardian (que ya había
incursionado antes en el formato, pero sin continuidad) apostó por “Today in Focus”,
que al igual que el neoyorkino se publica a las 6:00 AM. Su equipo está formado
por seis personas. El Washington Post no se quedó atrás, y lanzó poco después
el “Post
Reports”, en este caso se publica a las cinco de la tarde, y hay 9
personas elaborándolo cada día. El más iconoclasta, transgresor y a menudo irreverente es el
‘Daily’ del diario digital Vox Media de Washington, “Today Explained”, cuyo
presentador es Sean Rameswaram. Mientras que el resto de los citados son
muy formales, éste ni siquiera tiene sintonía fija y el deporte consiste
en escuchar a ver con qué sonido empieza, y con qué temas. El efecto
sorpresa llevado a sus últimas consecuencias.
Pero no solo empresas ajenas al
mundo de la industria radiofónica se han lanzado a competir con las radios tradicionales
en el que ha sido su principal feudo a lo largo de los últimos años: la
información; también las propias radios se han dado cuenta de que el formato
que están desarrollando no camina de acuerdo a los nuevos tiempos de consumo
bajo demanda, tan marcados por la cada vez menor disponibilidad de tiempo y su
deseo de optimizar al máximo la escucha. Así, un grupo de oyentes de la radio
pública norteamericana, la NPR (National Public Radio), parecida en inspiración,
pero no en estructura ni en financiación a nuestra RNE, se quejaron de que no podían dedicar
dos horas o tres a la escucha del informativo matinal, y solicitaron un
producto más compacto, más breve, pero con todas las noticias más importantes
de la jornada. Así nació el ‘Daily’ “Up First”,
más bien un resumen de noticias, entre 6 y 10 minutos, que está disponible a
partir de las 6 de la mañana.
Grabación del 'Daily' "El Primer Café", del diario El Tiempo, en Colombia, el más escuchado en el país |
Martine Powers es la presentadora del Post Reports, el 'Daily' del Washington Post, la única con formación en periodismo de audio |
Los ‘Dailys’ no han
inventado la radio. Lo que hacen, su estructura y contenidos, ya lo ha hecho la
radio desde los comienzos de su andadura. Lo que han logrado, y ésta es su principal
aportación, es reinterpretarla. Un presentador, con personalidad, que charla
sobre una noticia con un especialista, no es una novedad. Pero sí la forma en
que se produce ahora esta secuencia. “The Daily” es un
cuento, una narración basada en la técnica del storytelling que tan de
moda se ha puesto en la actualidad, pero que se remonta nada menos que a la
tradición oral y a los juglares del medievo. El podcast del NYT, con Barbaro a
la cabeza, no sería el mismo sin este periodista. Él traslada su personalidad
al producto, lo tamiza de sentido común, de confianza, de ritmo pausado, de
reflexión frente al ritmo trepidante al que nos tiene acostumbrados la radio de
los informativos. Barbaro habla en profundidad de los temas, con quien sabe de
ellos y, con frecuencia, con los protagonistas de la noticia. Y cuenta para
ello con toda la potentísima redacción del Times.
La radio no puede renunciar a reivindicarse como el medio que mejor sabe vender la última hora, y en esto no hay podcast que se le resista. Pero se está obsesionando en España por perpetuarse apoyada únicamente en la rutina de unas estructuras superadas y anquilosadas en hábitos cada vez más desgastados y generacionales
“The Daily” ha representado
un auténtico descubrimiento para el New York Times. No solo le ha reportado una
cuenta cada vez más saneada e importante en su cartera de ingresos, sino que
también ha conseguido atraer una nueva audiencia, más rejuvenecida de target,
que nunca se hubiera acercado a la marca de no ser por este formato sonoro.
Además, esta nueva audiencia ha profundizado en su relación con el diario, se
ha hecho suscriptora y consumidora de otros servicios de pago del periódico.
Todo esto sin olvidar la influencia en los círculos de poder de la ciudad, y
del país. Era muy lógico pensar que las empresas periodísticas se iban a
interesar en el podcast, conforme fuera avanzando y aumentando el consumo bajo
demanda, y -algo fundamental- el consumo matinal y vespertino en los coches,
cada vez más interconectados con los móviles y, por tanto, con todos los
contenidos disponibles en la red. Era cuestión de tiempo, de superación de la brecha
digital y en la comodidad del acceso a los nuevos contenidos que brinda
internet. Y las empresas periodísticas no iban a perder esta oportunidad, sobre
todo cuando su situación financiera, en el viejo modelo analógico de pago por
ejemplar, está sufriendo una crisis galopante, que terminará por suprimir la
relevancia del papel. Y un medio de comunicación no puede rehusar a su
capacidad de influir no solo en los órganos que rigen una ciudad o un país,
sino también en sus ciudadanos.
Montserrat Domínguez es la responsable del 'Weekly" EXTRA EPS |