Andreu Buenafuente: “’Nadie sabe nada’ tiene 7 millones de descargas”
https://www.gorkazumeta.com/2020/05/andreu-buenafuente-nadie-sabe-nada.html?m=0
Una entrevista de Héctor Izquierdo en la Revista GQ
“Reír es la única salida”(edita HarperCollins) es un compendio de diarios, escritos entre 2016 y 2018, en los que el presentador y showman cuenta los avatares de realizar un programa diario de televisión y la forma en que la cotidianidad se filtra entre sus pliegues. Ilustrados por el propio Buenafuente, en ellos el cómico da rienda suelta a sus emociones, opiniones o temores; pero, sobre todo, a sus reflexiones sobre el oficio de entretener y divertir.
GQ: Leyendo el libro da la impresión de que es un diario de un mundo que ya no existe. ¿Tienes tú también esa impresión?
GQ: Tratas muchos temas en el libro pero hay uno que casi no aparece que es el de las audiencias. ¿Has conseguido liberarte de las audiencias hasta ese punto?
“Joder, hago radio desde el 92 y disfruto como el primer día”
- Buenafuente copresenta en la Cadena SER el podcast de humor en español más escuchado del mundo, junto a Berto Romero
- El periodista y presentador acaba de publicar un libro “Reír es la única salida” (HarperCollins)
RevistaGQ.com, Héctor Izquierdo, 20.05.2020. EXTRACTO. Esta entrevista a Andreu Buenafuente se produce del único modo en que se pueden producir las entrevistas en este tiempo que nos ha tocado vivir: por Zoom. Son las 12 de la mañana de un viernes festivo en Madrid (el único día de la semana que dispone de tiempo para atendernos, ya que no graba programa) y al otro lado de la videoconferencia nos encontramos a un Andreu relajado, dicharachero y simpático. Viste una camiseta de Regreso al futuro y de forma inconsciente recordamos un meme que se ha hecho muy popular en las redes: “Marty, pase lo que pase, nunca viajes a 2020”.
"Nadie sabe nada", un programa tan sencillo de factura, como sus dos presentadores (Fotografía Cadena SER.com) |
"Recuerdo que le dije a Berto, que es como yo en este sentido, ‘yo no estoy muy cómodo restregándole a la gente cuánta audiencia tenemos’, ¡y no lo hemos dicho! ¿Te puedes creer…? Pero bueno, está bien que sea así, a mí me pagan por entretener, no por vanagloriarme"
GQ: Leyendo el libro da la impresión de que es un diario de un mundo que ya no existe. ¿Tienes tú también esa impresión?
AB: Ostras, no, no, no… A ver… A mí me gusta pensar que esto no es el fin del mundo. Yo he descubierto también estos días, Héctor, que soy un optimista, que ya lo sabía, pero lo soy más, a veces a mi pesar, porque me digo ¿eres optimista o eres tonto, Andreu?, ¿tú no estás viendo la que cae?, pero joder, pongo en valor cosas como la potencia humana de la solidaridad, la mayoría de la gente es buena, y la ves salir de esto, cómo se apoya, ver a los sanitarios… eso es la hostia. Luego todo lo malo… pues sí, la amenaza, esa energía, pero vamos a salir y tampoco creo que el mundo haya terminado, nos costará un poco más, pero volveremos a los protocolos de antes, habiendo aprendido lo que hemos aprendido, que ésa es otra historia.
GQ: También citas a Chicho Ibáñez Serrador en el libro: “Haz que el público sienta lo que tú sientes”. ¿Te has preguntado qué te gustaría que sienta la gente que lea este libro?
AB: Buah, me gustaría que sintieran… No tengo grandes pretensiones, porque cada vez me gusta menos obligar a sentir, a influir, ¿sabes? Yo soy muy anti gurús, anti líderes de opinión... Me gustaría que vean alguien que ama su oficio, que lo valora mucho, que lo respeta mucho y que efectivamente a lo mejor les quede esa sensación al acabarlo de leer. Me quedó un poco serio, pero yo sabía que estaba quedando serio mientras escribía los diarios.
GQ: De hecho me da la impresión de que tanto ahora en este libro, por supuesto, como antes en la televisión o en tu programa de radio, “Nadie sabe nada” estás en una especie de constante striptease emocional, vital e incluso físico alguna vez. ¿De dónde sale esta necesidad de desnudarte tanto delante de tu público?
Andreu Buenafuente y Berto Romero recogiendo el premio Ondas 2019 por "Nadie sabe Nada" (Fotografía CadenaSER.com) |
AB: Sí, sí… Esto no sé cómo respondértelo, tendría que poner a un psicólogo aquí a mi lado y que te diga. Es como una evolución de mi personalidad artística. Yo al principio era muy tímido, en el fondo yo soy un poco tímido… Me gusta más observar a que me observen; pero luego, como digo yo, sale el cable pelado cuando actúo, se me pela el cable y ese tipo discreto que no quiere influir y tal es un exhibicionista, ¿no?, y al final construyes tu lenguaje así. Yo qué sé chico, a lo mejor es también la madurez, que dices… Me decía Berto el otro día, ‘joder, estás más payaso que nunca’, y a mí me hacía gracia eso, me pareció un elogio, me dije ‘pues mola tío, mola que con 55 años de repente enseñes tu uña en un programa o le estornudes a tu compañero’… Eso es amor al oficio.
¿El futuro? "Siempre creo que encontraré una manera de contar mis mierdas. Al final a lo mejor tendrá que ser a través de una radio local, pero ahí seguiré"
GQ: Tratas muchos temas en el libro pero hay uno que casi no aparece que es el de las audiencias. ¿Has conseguido liberarte de las audiencias hasta ese punto?
AB: No del todo, pero me gusta mucho que lo destaques porque nadie lo hace, y yo en toda mi carrera nunca verás una mención a la audiencia, ni cuando iba muy bien, ni cuando iba muy mal, ni cuando iba relativamente mal. Siempre quise extirpar ese parámetro de nuestro lenguaje. Hombre, a veces hago excepciones, en radio me sucede que… Más que nada, el consumo del programa de radio ahora es espectacular, es el podcast de humor más escuchado en español, tiene 7 millones de descargas, y ahí salió el Andreu más agradecido, y dije vale, audiencias no, pero… Y recuerdo que se lo dije a Berto, y Berto es como yo en este sentido, y me dijo ‘yo no estoy muy cómodo restregándole a la gente cuánta audiencia tenemos’, ¡y no lo hemos dicho! ¿Te puedes creer…? Pero bueno, está bien que sea así, a mí me pagan por entretener, no por vanagloriarme.
GQ: Por último, hablas en el libro de la perspectiva de envejecer y de que no te gusta mucho pensar cuántos años buenos de comedia te quedan todavía. De momento, ahí sigues al pie del cañón con 55 años. ¿Uno se puede volver un poco yonqui del aplauso y de la risa?
GQ: Por último, hablas en el libro de la perspectiva de envejecer y de que no te gusta mucho pensar cuántos años buenos de comedia te quedan todavía. De momento, ahí sigues al pie del cañón con 55 años. ¿Uno se puede volver un poco yonqui del aplauso y de la risa?
AB: Mira, el otro día lo pensaba. Está por ver, está por ver. No sé si yonqui o que te puedas sentir un poco amputado emocionalmente. Cuando llevas 30 años con esto, con el feedback constante, realmente cuando no lo tienes entonces debes empezar a explorar otros campos. Yo por suerte no lo he necesitado durante largos recorridos. El otro día pensaba, ‘joder, haces radio desde el 92’, y disfruto como el primer día, entonces más que yonqui es que me completa y si no lo tengo estoy un poco incompleto. Siempre creo que encontraré una manera de contar mis mierdas. Al final a lo mejor tendrá que ser a través de una radio local, pero ahí seguiré.
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