Luis Miguel Pedrero: "El confinamiento ha potenciado la información desde dispositivos conectados"
https://www.gorkazumeta.com/2020/04/luis-miguel-pedrero-el-confinamiento-ha.html?m=0
Entrevista con el Investigador Principal de la Facultad de Comunicación y Artes de la Universidad de Nebrija, en Madrid (I)
-Pues se ha convertido casi en una cuestión de fe de los anunciantes y las agencias...
-Pregunta-silogismo: La
radio se sirve de consultores (generalmente extranjeros) para funcionar en su
día a día, sobre todo las radios de fórmula musical. Las Facultades de
Comunicación tienen profesores que se dedican a investigar comportamientos de
audiencias y parrillas. ¿Por qué no se encuentran los expertos universitarios
con la industria?
“El contacto directo de los alumnos con la radio despierta su interés”
- “Nada ayuda más a una empresa que percibir que las competencias adquiridas en la universidad son las que se requieren en cada momento”
La radio tiene un altísimo
componente emocional. La actual crisis del coronavirus lo ha certificado. Es el medio más cálido, el que más ensimisma al oyente.
También su enseñanza a las nuevas generaciones, a los jóvenes que aspiran a
trabajar en ella, incluye este sello: el de la pasión. Y a menudo los profesores
que imparten clases de radio, o sobre radio, la transmiten y la contagian. Yo
tuve la suerte de que Ángel Faus Belau
fue quien, en la Universidad de Navarra, me instruyó en el medio y me
enamoró con su magia, y me puso a trabajar en un estudio de radio por primera
vez. Hasta entonces solo la había conocido como oyente, y como visitante
ocasional de Radio San Sebastián, de la Cadena
SER, en la que, años más tarde, entré a trabajar cumpliendo un sueño.
Cuando la conocí desde dentro, confirmé mi decisión de que quería dedicar mi
vida a ella. Y lo logré. Al igual que el profesor Faus, que despertó y alimentó
miles de vocaciones, otro profesor, más joven, pero igual de apasionado por el
medio, Luis Miguel Pedrero, ejerció como ‘mentor radiofónico’ de decenas
de promociones en la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA). Es un profesor
atípico, porque ejerció como periodista en el medio, trabajó en la SER, donde tuve la inmensa suerte de
conocerle, y regresó luego a las aulas y a la investigación, para formar a los
profesionales del futuro. Pero si antaño ya eran pocas las vocaciones por la
radio, ahora ya conforman una rara avis en la carrera de Comunicación.
Este curso se ha incorporado a la Universidad de Nebrija, en Madrid, como “Investigador
principal de la Facultad de Comunicación y Artes”, y he podido charlar
con él más tranquilamente. Es un privilegio incluir esta entrevista en mi web.
Disfrútenla.
El profesor Luis Miguel Pedrero en un evento de la Universidad de Nebrija (Fotografía Zaida del Río, Nebrija) |
-Inevitable comenzar por la crisis pandémica del coronavirus, Luis Miguel. ¿Todos bien en el confinamiento?
-Sí, sí, gracias Gorka.
Parece inaplazable la renovación de la herramienta de medición del consumo de radio: no se comprende que la tercera industria que más ingresos publicitarios recibe y la que está liderando el ránking de credibilidad sobre la cobertura del coronavirus no disponga de datos sobre su penetración… ¡hasta el otoño!
-¿Cómo vive un investigador en medios audiovisuales como tú la relación que se está estableciendo en estos momentos entre la radio y la pandemia?
-Con enorme interés y curiosidad, porque estamos asistiendo a situación inédita –y espero irrepetible– en la que se hace más patente que nunca cómo los contextos determinan la selección y el consumo audiovisual. La lógica y generalizada inquietud por la evolución del virus ha disparado el interés por la información a través de todos los medios, pero el confinamiento ha privilegiado el acceso a las noticias desde pantallas y dispositivos conectados.
-¡Sin duda! ¿Y en el caso del audio?
-En este caso se ha incrementado la audiencia de radio y ha descendido la de la música en streaming o los podcasts, mucho más ligados a la escucha en movilidad; el problema es que el sector carece en España de un sistema con el que cuantificar de forma rápida y precisa este repentino cambio de tendencia.
-Y menos encima cuando no se realizará la segunda oleada del EGM?
-Parece inaplazable la renovación de la herramienta de medición del consumo de radio: no se comprende que la tercera industria que más ingresos publicitarios recibe y la que está liderando el ránking de credibilidad sobre la cobertura del coronavirus no disponga de datos sobre su penetración… ¡hasta el otoño!
-Numerosas encuestas, incluso de la propia AIMC, pero sin rango de EGM, están certificando el aumento, pero estoy de acuerdo contigo.
-¿Cómo justificar ante los anunciantes la merecida atención que despierta el seguimiento de la actualidad nacional y local o los programas especiales directa o indirectamente dedicados al COVID19?
El profesor Pedrero durante una conferencia que pronunció en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) |
-¿No hace falta ya conocer en un plazo mucho más breve qué impacto despiertan iniciativas tan excepcionales como la emisión conjunta de "El Partidazo" de Cope y "El Transistor" de Onda Cero? ¿Cuánto dejará de ingresar la radio por no poder acreditar ante sus anunciantes el tiempo que los oyentes estamos dedicando a sus contenidos… y a sus cuñas?
-Un tema muy complejo, sin duda. Cambiamos de tema y abordamos tu nueva situación. ¿Por qué te incorporaste a la
Universidad Nebrija, en Madrid, después de treinta años en la Universidad
Pontificia de Salamanca?
-Te contaré primero Gorka que comencé
la carrera de Periodismo en la UPSA en 1989: fui parte de la segunda promoción
de una Facultad que un año antes se había convertido en la quinta de España en ofertar
la Licenciatura en Ciencias de la Información. Su fundadora, la catedrática catalana
de Historia Mª Teresa Aubach, modeló un plan de estudios
exigente, con peso intelectual y talante proeuropeo, como definió con lucidez
mi compañera y hoy corresponsal de COPE en Berlín
Rosalía
Sánchez. Al concluir mis estudios en 1994 surgió la oportunidad de
continuar como becario de investigación y docencia mientras cursaba el
doctorado en la Universidad Autónoma de Barcelona, y durante 25 años tuve el
privilegio de ejercer no solo como profesor e investigador, sino también como
responsable en tareas de gestión académica: Coordinador de Calidad, Vicedecano,
Secretario General, Vicerrector…
“El primer y más valioso efecto de las clases prácticas de radio es que generan nuevos oyentes, muchos de los cuales se convierten, además, en propagadores de esa recién adquirida condición a través de comentarios personales y hasta en redes sociales”
-Y con todo este bagaje
adquirido, te llegó la oferta de la Nebrija…
-…Justo. Cuando desde la Universidad Nebrija me
explicaron su ilusionante proyecto académico y me ofrecieron incorporarme a su claustro
de profesores, sentí que se abría un nuevo ciclo para seguir aprendiendo y para
aportar ese bagaje de la experiencia adquirida en Salamanca.
-Si aplicamos el termómetro
entre los jóvenes, ¿cómo está el nivel de vocaciones por la radio entre los
estudiantes de Periodismo?
-Los profesores que ya sumamos
algunos años de docencia coincidimos en apreciar una vocación menos marcada en
los estudiantes que hoy se matriculan en Periodismo, al menos si los comparamos
con generaciones anteriores. Es cierto que ha cambiado mucho la profesión, demasiado
condicionada por las exigencias del mercado, y por supuesto el entorno digital
ha diluido la impronta –y el prestigio– de los medios tradicionales.
-¿Lo que más te llama la
atención?
-Sin duda el hecho de que una
gran mayoría de alumnos reconozca no identificar un modelo a quien parecerse,
menos aún en la radio, con presencia menguante en su dieta mediática: algunos
ya no saben ni lo que es el dial hertziano, ¡preguntan que cómo se lo pueden
bajar al móvil!
-Sí, hasta ese punto llegan,
sí… Dicen que la vocación por la radio aumenta (incluso se dispara) cuando los
jóvenes la conocen y la practican, ¿qué de cierto tiene esta afirmación?
-Resulta curioso, pero se trata
de una reacción generalizada en todas las Facultades de Comunicación: el contacto
directo de los alumnos con los estudios de radio y con las rutinas de la
producción y locución despierta en ellos un interés por el medio que la gran
mayoría no tenía al comenzar la carrera.
"¿De verdad los mejores profesores en una Universidad son siempre quienes se han formado en ella? ¿No se limita así el enriquecimiento de una institución necesariamente obligada a renovarse y actualizarse?
-Menos mal que esto remueve
esperanzas…
-Sí, las asignaturas de guion y producción
les permiten descubrir cómo el lenguaje sonoro logra captar el interés del
oyente sin la complejidad técnica que impone la televisión y sin la
concentración que exigen los textos escritos. Más allá de la habilidad que adquieran
para redactar o de la soltura ganada frente a los micrófonos, el primer y más
valioso efecto de las clases prácticas de radio es que generan nuevos oyentes,
muchos de los cuales se convierten, además, en propagadores de esa recién
adquirida condición a través de comentarios personales y hasta en redes
sociales.
-El problema es, luego, con lo
que se encuentran en la antena… decepcionante para ellos, si no saben buscar
bien. Seguimos aplicando, si te parece Luismi, el termómetro: en valores
del 1 al 5, ¿cuál sería para ti el nivel de endogamia en la Universidad
española?
-No me atrevo a valorar al
conjunto de la universidad española, seguro que habrá mejores y peores
prácticas al respecto, pero resulta innegable que en los criterios definidos y
aplicados para consolidar o aumentar la plantilla de docentes e investigadores se
tiende a primar a quienes ya pertenecen al mismo Departamento o a la misma
Facultad. Eso no es necesariamente negativo si el candidato o candidata
acredita los méritos que se solicitan, pero ¿de verdad los mejores profesores en
una Universidad son siempre quienes se han formado en ella? ¿No se limita así el
enriquecimiento de una institución necesariamente obligada a renovarse y
actualizarse?
-Estamos en un momento en que
la renovación y la actualización, con sentido crítico como el que defiendes en
tu respuesta, son no ya necesarios, sino imprescindibles, en todos los
estamentos.
-Qué necesarias son las estancias
de docencia o investigación en otros centros y qué incongruente parece que
quienes ejercen cargos de responsabilidad a veces no las hayan realizado nunca
y, por tanto, no valoren su pertinencia.
El profesor Pedrero junto con Iñaki Gabilondo y José María García Lastra |
-Como sucede en casi todos los
ámbitos, existen empresas de consultoría con un prestigio ganado a pulso gracias
a su solvencia para identificar las debilidades de una compañía o las
oportunidades en un mercado y proponer así soluciones y nuevas líneas de
negocio. En España las cadenas de radio musical, que durante mucho tiempo
actuaron a partir de la intuición de sus programadores –con el apoyo de
indicios más o menos objetivos–, constataron la eficiencia de estos servicios
cuando irrumpió Kiss FM en 2002: nadie
esperaba que un formato de música romántica lograse atraer a un millón de
oyentes en tan solo un año, fue algo único y seguramente irrepetible.
-La
primera sorprendida por la extraordinaria audiencia lograda fue Onda Cero, su
socia de viaje, a la que le costó la broma muchos millones de euros.
Pero ¿tú no crees que los especialistas universitarios estarían a la altura, o
tal vez les falte trabajo de campo?
-No sé si los especialistas
universitarios podrían replicar los instrumentos y técnicas de análisis de
estas empresas, pero sí complementarlos y enriquecerlos. Creo que el libro ‘La
transformación digital de la radio. Diez claves para su comprensión académica y
profesional’ representa una clara evidencia del beneficio de esa
colaboración.
-No dejamos el termómetro,
en valores de 1 a 5: señala por favor el nivel de colaboración actual entre la
Universidad y la empresa
-Poco a poco se va asentando, en buena
medida gracias al impulso que brindan las convocatorias de investigación
públicas y privadas. Uno de los ejes que promueven los planes de estudio bajo
las directrices de Bolonia es la aproximación de la universidad al mercado
laboral, y resulta obvio el recíproco interés de ambas instituciones por
conseguirlo. Nada favorece más a una universidad que una alta tasa de
empleabilidad de sus egresados –de hecho, es uno de los indicadores que se
consideran para medir la calidad de un título–, y nada ayuda más a una empresa
que percibir que las competencias que demuestran los graduados que se
incorporan a ellas son las que se requieren en cada momento: solo así se
mantendrá el sentido y la legitimidad de la universidad.
“Uno de los ejes que promueven los planes de estudio bajo las directrices de Bolonia es la aproximación de la universidad al mercado laboral”
-¿Puntuación?
-Ahora mismo diría que nos vamos
acercando al 3.
-Si el nivel de la endogamia
es más o menos alto y el de la colaboración universidad-empresa todavía bajo,
¿qué mecanismos deben ponerse en marcha para corregir estas desviaciones?
-De entrada, convendría reivindicar
la coherencia interna de las universidades, dadas a invocar las banderas de la
transparencia, la excelencia o la exigencia académica sin aplicárselas a sí
mismas o a los planes de mejora que promueven. El sistema educativo se asienta
en la preparación reglada de los estudiantes y en la posterior evaluación de
quienes los forman: ¿por qué resulta tan difícil que la gestión institucional sea
sometida también a controles con los que medir y evaluar sus resultados?
-Me temo que no hay costumbre
ni hábitos en este sentido, Luismi.
-Un gobierno académico pierde credibilidad
si su modelo se basa en anunciar objetivos sin estipular plazos ni definir
logros que comprometan su responsabilidad, que es la única forma de involucrar a
la comunidad académica. Si los discursos públicos de los equipos gestores se
plasmasen en contratos con los diferentes estamentos de la universidad y ante
ellos hubiese que rendir cuentas, seguramente se moderarían algunas de esas
empobrecedoras desviaciones.
(Continúa)