Navidad 19: sensaciones agridulces en la radio
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La programación ha ofrecido una altísima calidad, pero la radio se ha convulsionado por dentro
Los contrastes de esta Navidad
La Navidad para la radio, también para la actualidad, por lo general, es un paréntesis en el frenético ritmo del día a día, una balsa de aceite que contribuye a relajarnos, una terapia necesaria para afrontar el resto del curso, tan tozudo en mostrarnos su cara más inhóspita en muchas ocasiones. De hecho, cuando escribí mi post anterior, “La radio, más humana por Navidad (si cabe)”, pensaba que la Navidad -en la radio- transcurriría según lo previsto: mucha ficción sonora, mucho humor, y mucho programa Especial, porque los titulares se toman también unos merecidos días de descanso.
Pero no ha sido así… del todo. Me hubiera gustado centrar mi análisis en el excelente texto de Carlos Alsina para su ficción “Madre en Belén”, protagonizada por una siempre inspirada Blanca Portillo. Aunque la propia Onda Cero lo promocionaba como ‘un monólogo’, en realidad, no lo era. Había más elementos que alejaban la ficción de esa clasificación, porque Blanca Portillo no está sola: hay más voces que realzan su historia, y le dan aun más coherencia, si cabe. Pero sí es cierto que la actriz lleva el peso de la narración. Alsina se ha revelado, también, como un autor. No solo un adaptador de otros textos, sino como un inventor de historias. ¿Qué otro primer espada se dedica a encerrarse en un despacho y ponerse a escribir, a imaginar, una historia que contar por y para la radio? Ninguno.
“Madre en Belén” autorretrata las horas previas al nacimiento de Jesús de Nazaret. La virgen María las cuenta en primera persona, en dos tiempos: en el real, y en un flashback muy bien resuelto gracias a una edición eficaz y potente. La historia entremezcla y fusiona tiempos diferentes, con la coherencia que da una narración provista de una extraordinaria sensibilidad femenina en torno a la maternidad, lo que conduce a apreciar aún más el trabajo de Carlos Alsina. Blanca Portillo aporta la credibilidad imprescindible que requiere un texto tan emocional y emocionante. Y Fran Montes y, otra vez, el propio Carlos Alsina, rubrican la ficción con un exquisito montaje. Carlos Zúmer se ha ocupado de la dirección de actores y María Jesús Moreno y Marisol Parada de la producción.
Y enlazo con la propuesta de la Cadena SER, “Peter Pan y Wendy”, que tiene además otro punto de conexión con nombre y apellido: Pepe Viyuela, que hace doblete, y en ambas ficciones, un personaje bastante repelente. “Peter Pan y Wendy” es un clásico firmado por J.M. Barrie, presente en la ficción como narrador, en la voz “cómplice”, como la define Juanjo Millás, del siempre certero Josep María Pou, en un texto adaptado por Ángeles Caso, en el que ha sido, según propia confesión, “uno de los trabajos más divertidos y satisfactorios que he hecho en mi vida”. Caso subraya las dobles lecturas del texto de Barrie, no solo la aventura infantil, “mágica y vibrante”, sino también las “oscuras cargas de profundidad: la reflexión sobre el paso del tiempo y la madurez, la constante presencia de la muerte —el hermano favorito de Barrie murió el día antes de cumplir los 14 años— y una irónica crítica a la sociedad victoriana y sus élites”. Javier del Pino añade: “esta versión remozada de Peter Pan tiene una lectura clásica y otra extrañamente provocadora, porque revisa sin rubor algunas incorrecciones políticas del texto original”. Y se pregunta, oportuno: “¿no será el peterpanismo la enfermedad social de nuestro tiempo? Mire a su alrededor y decida…”.
La potente campaña mediática de la SER, en la que ha involucrado a sus comunicadores estrella, trataba de indagar, previamente, en la actualidad del texto -la ‘eterna juventud’ o ‘el rechazo a la madurez’-, aplicada a personajes públicos de diferentes disciplinas. Así, desde Iñaki Gabilondo a Javier del Pino, otros nombres como Carles Francino, Mara Torres, Manuel Burque, Juan Cruz, el mencionado Millás, o Manuela Carmena, entre otros, han contribuido a promocionar una ficción sonora, que renueva la indiscutible calidad de los “Cuentos de Navidad” que la cadena de Prisa nos regala cada Navidad desde hace siete años, y que hoy reúne Podium Podcast.
Salvando las distancias, quiero aplaudir también otros esfuerzos más modestos, pero igual de voluntariosos e intensos, promovidos por emisoras más pequeñas, que no cuentan con tantos medios, ni con un reparto estelar, y quiero personalizar mi pequeño homenaje en la obra “Los cinco mendigos”, que ha escrito Emilio Javier Gómez Plaza, de Radio Inter, con Joaquín Martín y Mónica Fraile como narradores, y Jesús Córdoba como realizador. “Vivimos en un mundo donde vibra más el móvil que los sentimientos”, se dice al final del cuento que, a diferencia del resto, no supera los veinte minutos.
Despedir en Navidad. Qué duro es. Me suena autobiográfico. Por eso lo entiendo bien. No paso por alto que las empresas no son ONG,s, y que tienen todo el derecho del mundo a establecer su estrategia y a incluir en ella a quienes consideren (y comunicarlo para aclarar los términos y neutralizar los ataques interesados). De hecho, ECD confirmaba que la SER se encuentra en pleno proceso de reajuste de su programación. Pero no pueden obviarse las formas, el trato, de unas personas con otras. La misma Puri Beltrán denunciaba que la despidieron “sin mirarme a los ojos”. No hagas con otros lo que no te gustaría que hicieran contigo. Ésta ha sido siempre una de mis máximas inspiradoras. Y creo que lo he conseguido, sinceramente. Mi recuerdo hacia Manolo, Celia, Macarena y Puri, cuatro profesionales a los que han expulsado del templo. Es fácil hablar de las bondades de la radio, pero mucho más difícil apuntar sus vergüenzas, lo que nos quieren ocultar. La otra cara de la moneda...
La Navidad para la radio, también para la actualidad, por lo general, es un paréntesis en el frenético ritmo del día a día, una balsa de aceite que contribuye a relajarnos, una terapia necesaria para afrontar el resto del curso, tan tozudo en mostrarnos su cara más inhóspita en muchas ocasiones. De hecho, cuando escribí mi post anterior, “La radio, más humana por Navidad (si cabe)”, pensaba que la Navidad -en la radio- transcurriría según lo previsto: mucha ficción sonora, mucho humor, y mucho programa Especial, porque los titulares se toman también unos merecidos días de descanso.
Pepe Viyuela representa el nexo de unión entre Onda Cero y la Cadena SER, porque participa en ambos "Cuentos de Navidad", encarnando al malo (Fotografía Javier Jiménez Bas, Cadena SER) |
Alsina se dedica a volar por los aires la imagen de una mujer etérea, asexuada -virgen, en definitiva- para presentar a la madre desgarrada por el dolor del parto, que incluso desprecia la ayuda de José, su marido
“Madre en Belén” autorretrata las horas previas al nacimiento de Jesús de Nazaret. La virgen María las cuenta en primera persona, en dos tiempos: en el real, y en un flashback muy bien resuelto gracias a una edición eficaz y potente. La historia entremezcla y fusiona tiempos diferentes, con la coherencia que da una narración provista de una extraordinaria sensibilidad femenina en torno a la maternidad, lo que conduce a apreciar aún más el trabajo de Carlos Alsina. Blanca Portillo aporta la credibilidad imprescindible que requiere un texto tan emocional y emocionante. Y Fran Montes y, otra vez, el propio Carlos Alsina, rubrican la ficción con un exquisito montaje. Carlos Zúmer se ha ocupado de la dirección de actores y María Jesús Moreno y Marisol Parada de la producción.
“Madre en Belén” huye de ser un ejercicio simplista y confortable, finamente doctrinal y, muy al contrario, quiere retratar a la mujer que había detrás de María. Una mujer vulnerable y enérgica a un tiempo. Decidida. Desconocida. “He aquí una mujer que no conoció la paz”, reconoce María por boca de Alsina. Y añade: “Yo era una niña obligada a crecer”. Esta María no había aflorado. No nos habían contado la vida de María-mujer y sí, de sobra, la de María-virgen. Alsina se ha lanzado a cubrir este hueco, incluso con cierto desdén por la figura de Jesús de Nazaret, que es la que centra el interés de los interrogadores de la ficción. “Él, él, él, ¿qué más queréis saber de él? Lo que quiso que supierais ya os lo contó”. María reivindica ante todo su rol de madre, frente al de progenitora de Dios. Alsina se ha transfigurado ante el ordenador en María, incluso ha cambiado de género para pensar como una mujer. Como una madre. Y Blanca Portillo ha hecho lo mismo ante el micrófono: ha dado vida justo a quien le dio vida a Jesús.
José Ángel de Juanes ha encarnado decenas de veces a Papá Noel. Nadie niega a estas alturas que ES la voz de San Nicolás. Justifica por sí mismo el "Milagro en la gran ciudad" de Alsina. Nadie sonríe como él el clásico ‘jooou, jooou, jooou”. De Juanes transmuta la ficción por realidad. Regala verosimilitud
Alsina se dedica a volar por los aires la imagen de una mujer etérea, asexuada -virgen, en definitiva- para presentar a la madre desgarrada por el dolor del parto, que incluso desprecia la ayuda de José, su marido, “Dime, ¿qué puedo hacer? -me decía José (cuando estaba ya de parto) y a mí me ofendía su frase-. ¡Qué vas a poder hacer? ¿Qué puede hacer una persona por otra cuando el cuerpo le exige que expulse lo que lleva dentro y a la vez el cuerpo actúa como un cepo?”. Y se oye a José que inquiere: “Dime, ¿qué puedo hacer?”. Y María contesta, desgarrada: “¡Nada! ¡Salvo callarte! No me ayuda que hables. No me ayuda que reces. No me ayuda que ayudes. He aquí una mujer pariendo sola, rota de espasmos. Aterrada por un cuerpo que no reconoce como suyo”. Un texto valiente, iconoclasta, humano y realista.
Pero Carlos Alsina quiso hacer honor el día de Navidad al nombre de su programa, “Más de uno”, y ofreció una segunda ficción; o sea, ‘Más de una ficción”. Y para la ocasión sí eligió un cuento de Navidad, como la SER, como la Cope… La ficción ha regresado -y confío que para siempre- en esta época del año, en la que los cuentos son bienvenidos, y forman parte del paisaje de espumillón y musgo. “Milagro en la gran ciudad” fue la obra elegida, una adaptación de la película “Milagro en la Calle 34”, de George Seaton, que en España se tradujo como “De ilusión también se vive” (1947).
El gran acierto de Alsina, en esta ocasión, ha sido contar con el “Papá Noel verdadero”, que en España se llama José Ángel de Juanes Seseña, un salmantino casi octogenario, actor de doblaje, que ha encarnado decenas de veces el personaje, hasta en una campaña publicitaria de Amena, y nadie niega a estas alturas que ES la voz de San Nicolás. Ha narrado más de 2.000 documentales, puso voz al mayordomo de la popular serie británica “Arriba y Abajo”, y abría cada episodio de “El coche fantástico”. José Ángel de Juanes justifica por sí mismo esta ficción y, sin él, el resultado sería otro bien diferente. Nadie sonríe como él el clásico ‘jooou, jooou, jooou” de Santa Klaus. De Juanes transmuta la ficción por realidad. Regala verosimilitud.
Acompañan a José Ángel de Juanes, colegas como Pepe Viyuela, tan histrión como eficaz, y María Jesús Varona, y otras voces de Onda Cero como Carlos Latre, un siempre ajustado Javier Ruiz Taboada, o Asun Salvador y los niños, muy bien dirigidos por Zúmer, Celia de la Torre, Martín Pizarro, Víctor Quiroga, Inés, Diego Abad y Rodrigo Iglesias. Especial mención a Borja Fernández Sedano, que representa la columna vertebral del relato, y que ha interpretado su papel con destreza, recreándose en la naturalidad que la ficción sonora hoy requiere. Abunda en su trabajo en “Más de uno”, no siempre tan lucido.
Una de las grandes sorpresas de esta Navidad: Blanca Portillo encarnando a la virgen María, por obra y gracia de Carlos Alsina (Fotografía Onda Cero.es) |
Nadie, que no crea en el espíritu de la Navidad, que representa Papá Noel, puede permanecer ajeno a esta historia que rodea, y recrea, la mentira mejor custodiada de la civilización occidental. Ni mucho menos identificarse con el personaje del psicólogo/abogado Thomas Sawyer, interpretado por Pepe Viyuela, el malo de la película, o más bien la caricatura del malo. Porque, aunque a muchos esta ficción sonora pueda parecerles excesiva y pretendidamente lacrimógena, cursi o sensiblera, y por tanto prescindible, yo me siento muy fan de Papa Noel o de su competencia patria, los Reyes Magos, siempre justificados por la magia que reparten y contagian entre la inocencia infantil.
También hay magia en la SER, igual que en la propuesta de Alsina, en Onda Cero, y también la hay en la Cope, la más vinculada a la Navidad, desde su ideario militante de humanismo cristiano. También hay niños en esta ficción sonora, ¡cómo no! Los ‘niños perdidos'
Y enlazo con la propuesta de la Cadena SER, “Peter Pan y Wendy”, que tiene además otro punto de conexión con nombre y apellido: Pepe Viyuela, que hace doblete, y en ambas ficciones, un personaje bastante repelente. “Peter Pan y Wendy” es un clásico firmado por J.M. Barrie, presente en la ficción como narrador, en la voz “cómplice”, como la define Juanjo Millás, del siempre certero Josep María Pou, en un texto adaptado por Ángeles Caso, en el que ha sido, según propia confesión, “uno de los trabajos más divertidos y satisfactorios que he hecho en mi vida”. Caso subraya las dobles lecturas del texto de Barrie, no solo la aventura infantil, “mágica y vibrante”, sino también las “oscuras cargas de profundidad: la reflexión sobre el paso del tiempo y la madurez, la constante presencia de la muerte —el hermano favorito de Barrie murió el día antes de cumplir los 14 años— y una irónica crítica a la sociedad victoriana y sus élites”. Javier del Pino añade: “esta versión remozada de Peter Pan tiene una lectura clásica y otra extrañamente provocadora, porque revisa sin rubor algunas incorrecciones políticas del texto original”. Y se pregunta, oportuno: “¿no será el peterpanismo la enfermedad social de nuestro tiempo? Mire a su alrededor y decida…”.
También hay magia en la SER, igual que en la propuesta de Alsina, en Onda Cero, y también la hay en la Cope, la más vinculada a la Navidad, desde su ideario militante de humanismo cristiano. También hay niños en esta ficción sonora, ¡cómo no! Los ‘niños perdidos’. En esta ocasión dirige Carmen Socias que se autodefine en su perfil de Twitter como “ficción en vena”, y desde luego lo ha demostrado, construyendo, junto a la fina realización de Roberto García, un universo sonoro repleto de matices y sugerencias, enlazadas con coherencia, que conectan directamente con el hemisferio derecho, el más creativo y sugerente de nuestro cerebro.
José María Pou es el gran talismán de los Cuentos de Navidad de la radio. Este año repite en la SER, encarnando al autor de 'Peter Pan y Wendy, J.M. Barrie (Fotografía Javier Jiménez Bas, Cadena SER) |
Despedir en Navidad. Qué duro es. Me suena autobiográfico. Por eso lo entiendo bien. No paso por alto que las empresas no son ONG,s, y que tienen todo el derecho del mundo a establecer su estrategia y a incluir en ella a quienes consideren. Pero no pueden obviarse las formas
Cope
también ha apostado este año por la Ficción sonora, continuando con la trama
que inició el año pasado con ‘Operación Celeste’. En esta ocasión, la
segunda entrega, se titula: “Operación
Celeste: Atrapados en Navidad”.
Repiten dirección: Valle Higueras y Juan Antonio Fernández Machado,
con guion original de la primera. Este año las ‘colaboraciones especiales’
corren a cargo de Carlos Herrera (que hace de sí mismo), José Luis
Pérez (también, como informador), María Ruiz, Juan Solo y LOM MC.
Y en el reparto, y en los principales papeles: Fernando Martín como
Jeremy, Sergio Liébana como Fredi, Antonio Hueso como
Alonso, Óscar Gómez como Sergio, Maiki de Toro como
Jaime y María Pérez como Marga, con la narración de Roberto
Pablo. Cope ha aportado este año un
elemento novedoso: la colaboración de los alumnos de su Máster.
Segunda aventura ambientada en la
Corporación de Ángeles: en esta ocasión, dos agentes especiales, Jeremy
y Fredi (‘con ‘í’ latina), bajan a la tierra para cumplir con una
misión: proteger y guiar a los humanos. En esta ocasión, Valle Higueras ha elegido
una aventura con mayor ritmo, acción, y hasta malos, personificados en
los personajes de Jaime y Marga Rodríguez, unos hermanos que están dispuestos a
desahuciar a diez familias que viven en un edificio de su propiedad. Los
malvados hermanos pretenden derribarlo y construir un centro comercial en su lugar, pero
para acometer la operación, necesitan una inyección económica, que encuentran
en el cobro del seguro de robo de un cuadro de su padre. Para ello contratan a
Alonso y Sergio como ladrones, éste último residente en el edificio desahuciado. Los ángeles
se entrometen en la operación para dar al traste con los planes de Jaime y
Marga, pero su arrepentimiento va mucho más allá… y no es mi intención desvelar
el final.
Sergio Liébana y Fernando Martín grabando la historia (Fotografía Cope) |
Este año Cope ha hecho un mayor esfuerzo que en 2018. Entonces,
los resultados interpretativos fueron más desiguales. Pero en ésta, aunque no
han recurrido a actores profesionales, como sí han hecho sus competidores, Onda Cero y la Cadena SER que siempre dan lustre y mayor
visibilidad al trabajo, la dirección de actores ha sigo más exigente, y ha
obtenido mejores resultados. La producción se nota también en la banda sonora
musical, con una canción original, titulada “Rap de Navidad” compuesta
por Daniel Fernández e interpretada por LOM MC, con coros de Barbara
Archilla y María Pérez.
La historia se sigue con interés,
y presenta una edición muy cuidada por Juan Antonio Fernández Machado. El guion
de Valle Higueras se va sucediendo, escena a escena, aportando más y más
información para que el oyente complete el argumento y los móviles de cada uno
de los personajes, para actuar como lo hacen. También indaga más en el origen de
los protagonistas, en los informes de los ángeles. El peligro de estas
historias es que se líen en exceso con los diferentes personajes y tramas -que
en radio se complican, porque la única referencia es la voz-, pero es algo que
no ocurre en esta ocasión. Al contrario, tras la presentación, y el nudo de la
historia, se espera con curiosidad el desenlace, que está bien construido y
resuelto.
Sergio Liébana y Fernando Martín junto con el codirector y realizador Juan Antonio Machado, en el centro (Fotografía Cope) |
Hay que valorar el esfuerzo de
apostar por un texto original, nacido en la propia Cope.
Las referencias de la historia hay que buscarlas en la película “Qué bello
es vivir” de Frank Capra, los cuentos de Charles Dickens y
hasta en otra película, más reciente, “Monstruos S.A.”, que podría
actualizarse, en este caso, como “Ángeles S.A.”.
Miriam Rodilla, otra de las actrices (Foto, Cope) |
Esto es lo que hemos podido escuchar esta Navidad por la radio, sin obviar el esfuerzo y la profesionalidad de numerosos colegas que, bien en directo, al pie del micrófono, bien en diferido, a través de programas grabados, han acompañado a los oyentes en estas horas previas al final del año, tan familiares. Pero la realidad cuenta con otras caras menos agradables, también relacionadas con la radio, que hemos conocido estos días, y que no quiero silenciar, siquiera por respeto a las compañeras que han vivido, probablemente, una de sus peores Navidades: hablo de Celia Blanco, Macarena Berlín y Puri Beltrán. Las dos primeras han perdido sus programas, “Contigo dentro” y “Los muchos libros”, respectivamente, porque la dirección de la Cadena SER ha estimado amortizados. Y la tercera ha sido despedida, tras quince años como “falsa autónoma”, según denunció ella misma a través de su cuenta de Twitter. Si nos hemos enterado de las decisiones, no ha sido por la propia SER, sino por las redes sociales de las afectadas.
Gracias a todos los oyentes por estos 15 años. Viva la radio. Eso siempre. Un beso grande. pic.twitter.com/cdMcbl6lWk— Purificación Beltrán (@beltranp) December 20, 2019
Pero el episodio que más ha llamado la atención, por inesperado, aunque de alguna manera era previsible, ha sido la supresión del programa “Los Toros”, de Manolo Molés que, tras 49 años vinculado profesionalmente a la Cadena SER, ha decidido “cambiar de aires”, y hacer un paréntesis para no se sabe qué. La noticia huele a cese, maquillado como dimisión. En cualquier caso, la información taurina en la cadena amarilla desaparece, aunque otras cadenas la mantienen en un discreto lugar, y en algún caso en formato podcast, destinados a inmensas minorías. ECD afirmaba que la SER seguirá informando de la actualidad taurina, pero sin programa específico. Molés ha cerrado la última etapa de esplendor de los toros, hoy cuestionados no solo por los animalistas.
Manolo Molés ya no hablará más desde "Los Toros" de la SER (Fotografía Cadena SER.com) |
La Navidad de 2019 en la radio ha dado mucho de sí. Para los oyentes será sin duda otra Navidad feliz vivida junto a la radio, pero para las cuatro personas citadas esta Navidad se quedará marcada en su memoria como el final de una etapa. Por fortuna, los cambios entrañan siempre mejoras aún por descubrir. Seguro que a los cuatro volveremos a encontrarlos en la radio. Así se lo deseo. Y al resto de los oyentes, gracias de nuevo por elegir la radio, y a sus profesionales que, como leen, también son personas, que sienten y padecen, pero trabajan por ustedes…
Comento por partes:
ResponderEliminar1. "Contigo dentro" era muy aburrido y Celia Blanco no era la mejor divulgadora. No estaba a la altura de Silvia de Béjar o Lorena Berdún. El programa ha durado más de 5 años, además de sus colaboraciones en otros programas (todas prescindibles). Demasiado ha durado.
2. La programación regional de la SER deja mucho que desear. No se puede comparar con provincias, donde SÍ se hace radio de proximidad y con una excelente cantera de profesionales. Sólo salvaría "La ventana de Madrid" con Javier Casal.
3. Puri Beltrán estuvo 15 años contratada como falsa autónoma. ¿Y no tuvo tiempo de denunciar su situación ante la Inspección de Trabajo? Denuncia "acoso y derribo" contra ella, pues con más motivo.
4. "Los muchos libros" no tenía interés alguno. Mucho más interesantes las secciones de lectura de "La ventana" y "A vivir". O "Un libro, una hora", magnífico programa de Antonio Martínez Asensio para animar a la lectura. El tiempo de Macarena Berlín hace tiempo que pasó en la SER. Y demasiado lejos había llegado.
5. Si antes no desaparecieron los toros de la SER fue por la figura que representaba Molés dentro de la SER. La competencia de derechas tuvo menos paciencia con sus programas taurinos. No sé por qué critican la decisión de la SER cuando ellos habían suprimido los programas taurinos mucho tiempo atrás. Hay que adaptarse a los tiempos: antes había secciones de tarot y videncia hasta en el "Hoy por hoy" de Iñaki Gabilondo. Hoy sería incomprensible.
6. Alsina es un comunicador que ya puede hacer el mejor programa del mundo que nunca va a conseguir atraer mi atención. Nunca ha conseguido engancharme, ni siquiera en "La brújula" donde creo que estaría mucho mejor, como antaño. Eso sí, para quien disfrute escuchándole. Y lo siento de veras, ni siquiera en "La cultureta" me enganchaba, cuando hay gente que disfrutaba escuchando aquel programa. Me pasa lo mismo con Roberto Sánchez en "La ventana", el Ciudadano García en "Ésto me suena" o Pablo G. Batista cuando estuvo en el "Hoy por hoy".
En definitiva: las formas para despedir siempre pueden ser mejores, son situaciones desagradables para todos. Pero las decisiones adoptadas por la SER son muy acertadas. Y en el caso de Molés, a sus 79 años, tiene una jubilación más que merecida. Personalmente, como antitaurino, celebraría que desapareciera la programación taurina de RTVE definitivamente.