Héctor Fernández: “Mi marcha de Onda Cero no fue culpa de nadie”

Entrevista al exdirector de “Radioestadio”, ahora al frente de Hache Group, una empresa orientada al mundo del deporte  

“En Onda Cero los deportes ocupan un segundo plano y yo consideraba que eso era muy injusto por el potencial de esa redacción” 

• “Ya no pueden ponerle barreras al podcast porque hay programas que suenan mucho mejor que lo convencional y es lo que muchos consumimos”
• “Creo que pronto alguien va a cambiar las parrillas convencionales y veremos movimientos de cosas que parecían sagradas”
• “Hay un genio que se llama Carlos Alsina que está cambiando muchas cosas” 

Allá por diciembre de 2017, Héctor Fernández, entonces director de “Radioestadio”, el programa deportivo del fin de semana en Onda Cero (Atresmedia), me reconocía: “necesito retarme constantemente”. Y creo que en este 2019, apenas dos años después de aquella conversación, ha afrontado su mayor reto profesional, hasta la fecha: abandonar la zona de confort de su puesto al frente de este programa y aventurarse por su cuenta, con la incertidumbre como primer ingrediente, en el proceloso mundo del deporte, sin el abrigo de un gran medio de comunicación, como era la cadena verde. Decidió prescindir de padrino y crear su propia empresa, para seguir trabajando -y aprendiendo, tal y como me reconoce en esta charla-. Hache Group, el nombre de su nueva compañía, conserva la ‘H’ de su nombre, lo que le hace singular, y recuerda la nobleza del príncipe troyano que, pese a su fortaleza y su condición de militar, prefería la paz a la guerra. La misma que se va a encontrar en la calle, protagonizada por una fuerte competencia, pero, conociendo a nuestro invitado, cabe la seguridad de que la afrontará desde la pasión en la creación de los mejores contenidos, siempre entroncados con el deporte.

Héctor Fernández afronta una nueva etapa profesional, fuera de Onda Cero, por decisión propia (Fotografía Héctor Fernández, Twitter)

-Renunciaste a un puesto estable, a un reconocimiento público, a un estatus como periodista radiofónico deportivo, director de ‘RadioEstadio’, en Onda Cero, para emprender una aventura que presentaba riesgos e incertidumbres. ¿Cómo recuerdas los momentos previos a la decisión?

-No me fui por culpa de nadie, Gorka, me fui porque el conformismo de la cadena no tenía por qué ser el mío. Dejé Onda Cero porque había decisiones que no comprendía, porque detecté apatía y porque pensaba que todo lo que podían darme ya lo había recibido. Estoy muy agradecido a las personas que apostaron por mí, pero el ciclo había terminado. En Onda Cero los deportes ocupan un segundo plano y yo consideraba que eso era muy injusto por el potencial de esa redacción.

“Lo peor fue contarles mi decisión a la gente que me importaba de la redacción, y a De la Morena, no quería que pensara que mis discrepancias con él me habían conducido a marcharme”

-Pero te pusieron al frente del gran programa deportivo del fin de semana.

-Sí, cuando me pusieron al frente de ‘RadioEstadio’ me juntaba con mis amigos a hacer lo que más nos gustaba y lo pasamos genial en cada programa durante dos años. Ese grupo humano es maravilloso y estoy orgulloso de haber aprendido con ellos cada vez que me he puesto delante de un micro, pero el objetivo de una cadena y de un programa no puede ser sólo ese. Para ser mejores necesitábamos más, igual que en “Al Primer Toque”, y yo estaba convencido de que no lo íbamos a recibir. Quizá no lo merecíamos, pero por primera vez sabía que tenía que tomar una decisión con respecto a esto.

-Y en lugar de tener vértigo por lo que había fuera, ¿te atraían los nuevos retos?

-Tenía un debate ético sobre las cosas que quería hacer fuera de la radio y la compatibilidad a corto plazo. Llegué a la conclusión de que el mejor momento para irme era la Navidad y, sin que nadie lo supiera, estuve despidiéndome medio año.

-¿Qué fue lo peor?

-Sin dudarlo, contárselo a los que me importaban en esa redacción, porque sabía que les iba a afectar. Luego a (José Ramón) De la Morena. No quería que él pensase que un par de desencuentros me habían empujado a aquello. Pienso diferente a él en algunas cuestiones, pero se portó muy bien conmigo cuando la empresa no estuvo a la altura y hay que ser agradecido. Prometo que disfruté cada segundo de esa despedida porque no había ningún problema con nadie y se desarrolló de la manera que yo había pensado.

“Aunque las radios no lo crean, el podcast ya se ha comido unas cuantas tostadas. Hay espacios que ya sólo se escuchan enlatados, que no hay intención de escuchar el directo”

-También renunciaste a tu estatus como ‘director de un programa de Onda Cero’…

-El reconocimiento personal, Gorka, nunca ha sido un objetivo. Siempre he puesto por delante la satisfacción del trabajo en equipo y el buen ambiente. Así que hay cosas que, como nunca he querido, no he tenido que renunciar a ellas. No soy más importante que lo que he hecho y con quienes lo he hecho.

-Publicaste un tuit muy inspirador: “Es momento de evolucionar. Haré cosas nuevas y quiero ilusionarme, quiero hacer lo que creo que debo hacer. Quiero seguir siendo parte de los que no se sienten más importantes que las noticias, de los que son necesarios siendo invisibles. Eso es Hache Group, otra FAMILIA”. ¿Cuál es el resultado hasta ahora? ¿Acertaste?

-De pleno. Hache es una empresa que fundamos entre amigos para hacer algo que nos gusta mucho: crear contenidos relacionados con el deporte, siempre desde la positividad y la cercanía con los deportistas. Tenemos un acceso privilegiado, entre otras cosas, por nuestra manera de trabajar todo este tiempo. Aun así, el camino es duro y nadie nos ha regalado nada, no paramos de aprender y siempre estamos en el proceso de buscar las fórmulas perfectas. Queremos crear cosas con valor añadido y para eso tengo cerca a un manantial de talento y de buenas personas, algo que para mí es fundamental en los equipos. Además, era un mensaje que escondía alguna que otra intención más allá de Hache. Trabajo asesorando a deportistas, he hecho una colaboración como asesor en el nacimiento de DAZN en España creando todo su staff de narradores y comentaristas para la Premier y la Euroleague y ahora va a nacer otro proyecto en el que estoy muy implicado y que me hace especial ilusión. Así que hay mucho en marcha y estoy muy feliz de la decisión que he tomado.

Héctor Fernández junto a su socio Henry
Querales, durante el rodaje del vídeo
del jugador de basket Alex Abrines
(Fotografía Twitter)

-En este país nuestro, tan cainita, si no estás en el candelero, en exposición pública permanente (televisión, radio… por este orden) no existes. ¿Cómo te sientes ante esa pérdida de visibilidad, Héctor?

-Es que yo nunca he sido alguien con una especial visibilidad, Gorka. Quizá eso tenía que haber sido el objetivo de Onda Cero, pero hubiese chocado con mi manera de ser. Hay gente que quiere ser famosa, no periodista, locutor o contador de historias. Ser famoso es un valor añadido a lo que haces, pero no puede ser un fin. Normalmente las personas con ese talante duran poco, especialmente en la radio. Conozco perfiles de ese tipo y me dan algo de lástima, porque valoran más lo que les dice la gente que no les conoce de nada que sus propios entornos.

-Pero seguro que no dejas de recibir mensajes de antiguos oyentes que te recuerdan, es lo que tiene la radio, que formas parte de su familia. Y eso es ‘visibilidad’, siquiera en el recuerdo.

-Sí, claro, eso sí. No falta día en que reciba un mensaje de un oyente de “Radioestadio”, o alguien que escucha la famosa sintonía de “Al Primer Toque” y se acuerda de ti. Estoy muy agradecido a quienes nos aprecian tanto por lo que hicimos. Pero, como te decía antes, nunca he querido ser más importante que lo que he hecho y mi ego está cubierto más que de sobra con la gente que me quiere.

-¿A qué te dedicas ahora, al frente de Hache Group?

-En Hache estamos siempre en el laboratorio buscando ideas. Pronto verá la luz un proyecto que nos llevó mucho tiempo el año pasado y que me hace especial ilusión por el personaje del que se habla. Evidentemente tengo una gran responsabilidad, como todos en cada uno de los apartados de la empresa, pero he descubierto el maravilloso proceso de la guionización y me apetece seguir aprendiendo de esto. Además, mi tiempo está especialmente dedicado a asesorar a deportistas y me siento muy pleno en mi nueva posición. Sé que muchos compañeros hablan de “el lado oscuro”, de los asesores de prensa de los jugadores que tanto limitan algunas cosas, pero creo que el deportista de nivel necesita estar bien rodeado para saber qué pasos dar en esta jungla.

“Siempre he puesto por delante la satisfacción del trabajo en equipo y el buen ambiente que mi reconocimiento personal. Mi ego está cubierto más que de sobra con la gente que me quiere”

-En definitiva, ¿sigues contando historias? Pero ¿relacionadas solo con el deporte?

-Sí, aunque me apetece muchísimo explorar otros campos, especialmente la historia. No obstante, creo que, aunque pise otros territorios, me encantaría que siempre tuviesen una conexión con el deporte. Ya sea por lo que se cuenta o por el personaje. Hay mucho camino por recorrer y, sobre todo, mucho de lo que aprender porque ya se hacen cosas de un nivel impresionante.

-Veo que has cambiado de lenguaje, que has dejado a un lado, imagino que aparcado, el audio, y has envuelto en imágenes tus relatos, principalmente deportivos. ¿Por qué el abrazo de la imagen?

-He de decir que esto, como dirigir programas, es circunstancial. Ahora toca la imagen porque creo que hay un camino por recorrer y se dan las circunstancias perfectas para hacerlo. Es un mundo en el que ya llevo tiempo entrando y aprendiendo de los que verdaderamente saben y me gusta lo que estamos haciendo. De todas formas, tengo la intención de recuperar mi podcast. Puse en marcha “Otra Historia” hace unos años y lo abandoné, pero creo que ahora es un momento ideal para recuperarlo. Volverá pronto, pero con otro formato.

-Ahora que tú lo citas, ¿dónde queda, en Hache Group, el podcast? O sea, ¿contar historias con el rotundo efecto evocador y emocional del audio?

-En uno de los proyectos, el de Ibai Gómez, incluimos un relato en audio. Creo que hay un valor añadido para lo que hacemos en el podcast, pero tenemos que ver cuál es la manera de integrarlo en nuestro plan. De momento yo voy a recuperar el personal y seguiremos adelante con nuestra idea de generar contenido extra de audio para nuestras historias.

“En Hache queremos crear cosas con valor añadido y para eso tengo cerca a un manantial de talento y de buenas personas, algo que para mí es fundamental en los equipos”

-¿Cuál crees que, desde tu nueva experiencia y perspectiva, va a ser el camino recorrido por el podcast?

-Aunque las radios no lo crean, el podcast ya ha comido unas cuantas tostadas. Hay espacios que ya sólo se escuchan enlatados, que no hay intención de escuchar el directo. Hay empresas que han ido un paso por delante, pero yo he vivido ese proceso en el que se cree que lo que no cabe en la antena convencional es lo que hay que llevar al podcast. Esto es un error tremendo. Hay que dar valor a esos formatos, hay que empujar para crear nuevos programas que sean transversales y hay que buscar talento dando oportunidades. ¿Qué mejor que el podcast?

-Tú mismo te preocupaste en “Al Primer Toque” de enriquecer vuestra oferta de contenidos, con nuevas propuestas

-Sí, apostamos por crear un contenido paralelo. Lo presentaba Alberto Collado y aunque parecía (y era) una gamberrada en la ejecución, había varios objetivos en aquello. Uno de tus valores de redacción ganaba minutos de antena siendo el responsable de un contenido, extendías tu visibilidad más allá de tu horario y alimentábamos el “fandom”, haciendo sonar nuestras voces en otro registro. Todo sumaba.

-¿Qué ocurrió?

-Pues lo de siempre. La producción generaba un problema por horarios de grabación y demás cuestiones y se dejó de hacer porque (estoy casi seguro de esto) nadie en Onda Cero pensó que aquello era un plan muy interesante. Ya no pueden ponerle barreras al podcast porque hay programas que suenan mucho mejor que lo convencional y es lo que muchos consumimos.

 

Héctor Fernández rodeado de su equipo en "Al Primer Toque" (Onda Cero) Javier Matiacci, Alberto Collado, Andrés Aránguez y Raúl Granado (Fotografía Twitter)

-¿Y la radio? ¿Cómo ves su futuro? ¿Qué nos espera a los oyentes?

-Estoy preocupado, Gorka. El deporte está perdiendo influencia y aguantar un programa de retransmisiones enganchado durante más de tres horas se hace prácticamente imposible. Los equipos que hacen esos programas están hechos de otra pasta, son programas que hay que saber hacerlos. Además, la crisis de credibilidad periodística es tan grande que los protagonistas ya no se dejan escuchar en los programas igual que antes, así que toca pensar en fórmulas nuevas.

"Soy periodista porque siempre he querido contar historias. Ni para entrar gratis al fútbol, ni para ser famoso, que ahora parece que es lo que persiguen algunos”

-Como ¿por ejemplo…?

-Pues tocará adaptarse a los nuevos tiempos y formatos. Creo que pronto alguien va a cambiar las parrillas convencionales y veremos movimientos de cosas que parecían sagradas. Yo insistí mucho en tiempos de “Al Primer Toque” en que cuando pasaban las cosas, como la Champions por ejemplo, era entre 20:30 y 23:00, no a las 0:00 horas, lo que supone que la noche se estaba quedando vacía de contenido “interesante” porque la actualidad llegaba triturada a esa hora. Esto era para un análisis profundo que daba pánico afrontar, pero que, entendía, que era un debate necesario. No digo que haya que hacerlo, pero hay que planteárselo porque ahí están los datos y la tendencia a la baja. O eso o habrá una muerte dulce de la que todo el mundo dirá “se veía venir”.

-¿Y del resto de la radio, fuera del deporte?

-Ahí entiendo que todos estamos de acuerdo en que hay un genio que se llama (Carlos) Alsina que está cambiando muchas cosas. Me alegro porque está tumbando barreras gracias a su talento, al de su equipo y me alegra. Es obvio que con gente como él o Julia (Otero) -no voy a ser objetivo porque conmigo han tenido un trato personal y un cariño tremendo. Julia siempre tuvo un mensaje de cariño y de apoyo cuando lo he necesitado- el paisaje está cambiando. Julia es un ejemplo de profesional, pero sobre todo una persona excelente, como la gente que trabaja con ella. Igual que Juanra Lucas, un tipo cercano que siempre tiene voluntad de colaborar.

“El deporte está perdiendo influencia y aguantar un programa de retransmisiones enganchado durante más de tres horas se hace prácticamente imposible. Los equipos que hacen esos programas están hechos de otra pasta” 

-¿Te atreves con los que eran tu/vuestra competencia?

-Claro, también espero que a Ángels Barceló le vaya bien. Hace unos años coincidí con ella en el AVE y tuve una charla de radio maravillosa y es alguien a quien respeto mucho. En general, ojalá triunfen los que apuestan, los que se arriesgan y los que ponen a los mejores en primera línea.

-¿Cómo te ves a ti mismo, en Hache Group, dentro de 5 años? no nos vamos a ir muy lejos…

-No voy a apostar por nada, simplemente voy a vivir el momento. De lo que estoy absolutamente convencido es de que no tendré que reprocharme nada porque hice exactamente lo que quería hacer. Así que estoy seguro que seré feliz.

-¿Te sientes identificado con la definición de ‘periodista’ como ‘cuentista’ (en el buen sentido del término, soslayando el peyorativo)?

-Yo soy periodista porque siempre he querido contar historias. Ni para entrar gratis al fútbol, ni para ser famoso, que ahora parece que es lo que persiguen algunos. Mi único objetivo ha sido siempre que alguien escuche algo que no ha oído antes, desde una respuesta de un protagonista al tratamiento de un tema de una manera especial o distinta. Es lo mejor que me podrían decir, que soy o he querido ser alguien que ha contado historias. Así que sí.

 

La nueva vida de Héctor Fernández al frente de 'Hache Group'

-Al terminar la entrevista que tuve la oportunidad de hacerte en 2017, y al preguntarte “qué es la radio para ti”, me respondiste: “El presente que alimenta mi futuro”. ¿Y ahora?

-Ha sido mi manera de vivir y ha alimentado mi presente. Me ha dado amigos para siempre y experiencias únicas, pero como nadie es imprescindible en nada, yo también tengo que aprender a vivir sin la radio. Espero tener la oportunidad de volver alguna vez, no sé de qué manera, pero sentarme delante de un micro y hacer eso que para mí es un arte: transmitir con tu voz algo que alguien quiere que le cuentes.

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