Javier del Pino: "Hay que asumir que el oyente es más inteligente que tú"
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El programa que conduce, 'A vivir que son dos días', reúne los fines de semana a dos millones de oyentes en la cadena SER. Una entrevista de El País.com
"En la SER hay programas que me huelen a naftalina todavía"
ElPaís.com, Álvaro P. Ruiz de Elvira, Madrid, 30.11.2029. Sentado en el mayor estudio de la cadena SER, con su clásica camisa oscura, los auriculares puestos y una chuleta del tema a tratar, Javier del Pino (Madrid, 55 años) dirige desde el micrófono los pasos de uno de sus colaboradores, David Broncano, que está ocho pisos más abajo en la Gran Vía de Madrid dispuesto a lanzar preguntas a los transeúntes. Es viernes y están grabando la sección del humorista en A vivir que son dos días. El tema a tratar es la merienda, quién sigue haciéndola y quién no, qué es mejor comer y qué no, pero la conversación deriva en bromas sobre indios y elefantes y termina, con Broncano ya de vuelta en el estudio, en una enumeración de las virtudes del kiwi. Todo esto es parte de lo que los dos millones de oyentes que tiene A vivir que son dos días escucharán el domingo sobre las 11 en el programa más seguido de toda la radio española los fines de semana.
"En la SER hay programas que me huelen a naftalina todavía"
- "Mi virtud es reconocer mi propia mediocridad y ver el talento de los demás"
- "Ya no somos retransmisores de la información, somos más bien narradores de un contexto"
ElPaís.com, Álvaro P. Ruiz de Elvira, Madrid, 30.11.2029. Sentado en el mayor estudio de la cadena SER, con su clásica camisa oscura, los auriculares puestos y una chuleta del tema a tratar, Javier del Pino (Madrid, 55 años) dirige desde el micrófono los pasos de uno de sus colaboradores, David Broncano, que está ocho pisos más abajo en la Gran Vía de Madrid dispuesto a lanzar preguntas a los transeúntes. Es viernes y están grabando la sección del humorista en A vivir que son dos días. El tema a tratar es la merienda, quién sigue haciéndola y quién no, qué es mejor comer y qué no, pero la conversación deriva en bromas sobre indios y elefantes y termina, con Broncano ya de vuelta en el estudio, en una enumeración de las virtudes del kiwi. Todo esto es parte de lo que los dos millones de oyentes que tiene A vivir que son dos días escucharán el domingo sobre las 11 en el programa más seguido de toda la radio española los fines de semana.
Javier del Pino lidera uno de los 'A Vivir' con mayor índice de creatividad de su historia (Captura video el País.com) |
Del Pino lleva siete años al frente del espacio los sábados
y los domingos por la mañana (de 08.00 a 12.00) en la SER y ha logrado
fidelizar a una audiencia (1.922.000 los sábados y 2.033.000 los domingos,
según la última oleada de la Encuesta General de Medios) que, desde el
principio de su llegada de Washington, donde era corresponsal, entendió que le
estaban ofreciendo un magacín diferente con una mezcla de entretenimiento,
información, reportajes y muchos colaboradores. Un formato tan poco encorsetado
como parece ser él. "¿Podemos hacer fotos que no salga posando? Que se
me vea hablando o grabando", pide a la fotógrafa al llegar. Una
naturalidad que quiere ofrecer a sus oyentes. "Me beneficio del mérito
de otros. En España se ha creado una cultura de escuchar la radio los fines de
semana que no es comparable a la de ningún otro país, tengo una enorme ventaja
frente a los datos de audiencia lunes a viernes, y es que la gente sábados y
domingos está muy a favor de escuchar cualquier cosa que no le recuerde todo lo
que tiene que vivir de lunes a viernes", cuenta justo antes de grabar
la sección de Broncano.
"Hemos informado bien. Pero no hemos formado bien y no hemos entretenido bien. Por formado no quiero decir adoctrinar, quiero decir dar elementos de juicio al oyente para que él saque sus conclusiones"
El momento del programa en audiencia es excelente, pero el
periodista cree que la situación actual de la radio en España debe de mejorar.
Mucho. "No creo que estemos bien, hay muy buenos y muy malos programas
de radio. En esta misma emisora hay programas que me huelen a naftalina
todavía, lo que pasa es que las cosas evolucionan lentamente, hay que
cambiarlas poco a poco, pero sí creo que hay que entender que ya no somos
retransmisores de la información, somos más bien narradores de un
contexto", apunta. "Históricamente en la radio en España, de
las tres cosas que se nos exigen a los que tenemos el privilegio de hablar para
millones de personas, que son formar, informar y entretener, siempre hemos
hecho muy bien lo de enmedio, los informativos son la espina dorsal de la
radio, aunque ahora tengo mis dudas si son los informativos o son los deportes.
Pero no hemos formado bien y no hemos entretenido bien. Por formado no quiero
decir adoctrinar, quiero decir dar elementos de juicio al oyente para que él
saque sus conclusiones sobre los elementos de la política, por ejemplo. Hemos
hecho muy mal el entretenimiento, y a mí me parece que el humor es el mejor
elemento para transmitir la verdad".
Del Pino procede del mundo de los informativos, evolucionado hacia el entretenimiento de calidad (Captura video El País.com) |
El remozado estudio, iluminado con líneas blancas y azules y
repleto de grandes pantallas de televisión, se llena cada fin de semana de
colaboradores como José Martí, Juan Tallón, Llum Barrera, Cristina Pardo,
Manuel Burque, James Rhodes o Juanjo Millás, entre muchos. "Es
verdad que la gente ha cogido cariño a muchas de las personas que salen en el
programa y lo ha convertido en una especie de reunión dominical con ellos",
comenta el periodista. El día de esta entrevista todo está más tranquilo.
Alrededor de un 20% del programa se graba con anterioridad, como es el caso de
Broncano. "Lo mejor que ha sabido hacer el programa es captar talento.
Mi virtud es reconocer mi propia mediocridad y ver el talento de los demás. Me
he ido rodeando de gente a la que admiro muchísimo. El programa se ha ido
convirtiendo en la suma de pequeños grandes talentos".
Broncano termina de grabar y se va con prisa pidiendo
disculpas por no poder quedarse más, pero se detiene un momento para recordar
qué pensó cuando hace siete años, y todavía no era conocido, le ofrecieron
colaborar en el programa de Del Pino. "Pensé que me iban a joder el
ranking de tenis, porque los domingos por la mañana era el rato que tenía para
jugar, y así fue", comenta. Aunque al tenis sigue jugando, con Del
Pino muchas veces, formando una relación que ha influido en el programa. "Mi
trabajo en el programa ha evolucionado por pura relación entre Javier y yo de
conocernos más y ser más amigos. Hay más naturalidad, más calma y todo fluye
más fácil", dice el cómico antes de marcharse, no sin cerrar una
posible cita tenística con su jefe para el fin de semana.
Del Pino con David Broncano, uno de sus colaboradores con mayor popularidad en su "A Vivir que son dos días" (Captura vídeo El País.com) |
El equipo de A vivir, formado por una docena de
personas, trabaja a lo largo de la semana en los temas, algunos incluso a largo
plazo, durante meses. "Como oyente de radio de lunes a viernes, echo
mucho en falta la creación de contenidos propios. La radio ha empezado a
retransmitir la política del mismo modo que retransmite el fútbol",
comenta Del Pino. "Yo tengo una obsesión enfermiza por tener contenidos
propios, que es lo que nos da ese pequeño margen de virtud. También, el auge de
los podcast ha demostrado que el directo en la radio está
sobrevalorado. La gente quiere escuchar cosas bien preparadas y cosas que en el
fondo te cuenten la realidad a través de pequeñas historias". "Hay
una manera de entender la radio contra la que sigo luchando. Hay gente que
entiende que es un medio en el que tienes que situarte por encima de la
inteligencia del oyente, y yo creo que es justo lo contrario, tienes que asumir
que el oyente es mucho más inteligente que tú", comenta Del Pino.