Avance: La radio sale a la calle ¿para qué?
https://www.gorkazumeta.com/2019/12/avance-la-radio-sale-la-calle-para-que.html?m=0
El editor reflexiona en torno a las razones que deben impulsar las salidas de la radio a exteriores
La radio no puede moverse solo por el EGM y la publicidad
- Hay profesionales que huyen de las salidas, les provoca inseguridad; al tiempo que recelan del contacto directo con los oyentes
Salir a la calle. Trasladar la mínima parte de espectáculo que integra la radio al ciudadano de a pie. Sacar la radio de los estudios, de su arropada zona de confort, y vivir con intensidad la potencialidad de las inseguridades del directo. La incertidumbre en torno al producto final. El resultado, en la calle, queda en entredicho. Y quien sale tiene que asumirlo como algo normal, inherente a la propia salida. Pero no es tan fácil.
Imagen de una de las salidas del programa de la SER "A Vivir que son dos días", dirigido por Javier del Pino (izquierda), con el pianista James Rhodes (Fotografía Cadena SER.com) |
Conozco a muchos compañeros a los que no les gusta desprenderse de la seguridad de su locutorio. Se encuentran incómodos en la calle, frente a un ciudadano que pasa cerca del set de la radio y les contempla como si fueran chimpancés expuestos en el zoo. Con curiosidad. Con indiferencia. Incluso, también se da, con hostilidad. No es algo que, de entrada, apetezca. Resulta mucho más cómodo, dónde va a parar, resguardarse en los estudios, prescindiendo del contacto con el oyente. O sea, remedando la esencia del Despotismo ilustrado, y de su claim: “todo para el oyente, pero sin el oyente”. También conozco colegas que no querían salir, pero fuera han descubierto otras vibraciones y su actitud ha cambiado. La radio inspira a quien ama el medio y vence sus miedos e inseguridades ante el contacto, directo y personal, con el oyente.
Conozco a muchos colegas a los que no les gusta desprenderse de la seguridad de su locutorio. Se encuentran incómodos en la calle, frente a un ciudadano que pasa cerca del set de la radio y les mira como si fueran chimpancés expuestos en el zoo
El origen de todo, en la radio, es el oyente. Y, como tal, todo profesional que trabaja en el medio, debería aspirar a conocerlo físicamente, si no a todos y cada uno de ellos, cuestión harto imposible; sí, al menos, a una representación de ese colectivo que es, en última instancia, el que mantiene la radio tal y como la conocemos (aunque la paguen los anunciantes). Y, cuando se sale a hacer exteriores, los oyentes se acercan, y participan.
El oyente puede ser un aliado del programa, pero también un problema. En determinadas circunstancias, especialmente tensas, como por ejemplo los últimos acontecimientos violentos ocurridos en Barcelona en los enfrentamientos entre los independentistas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, incluidos los Mossos de Escuadra, el ambiente no era el más propicio para organizar un programa en la calle, cara al público, salvo que la inspiración ideológica de la cadena coincidiera con la mayoritaria de los manifestantes. Nadie en su sano juicio pondría en peligro una operación ante esas circunstancias. Y es muy lógico pensarlo así. No han sido uno o dos los casos, sino varios, en los que se ha agredido a profesionales de la información por hacer su trabajo.
Pero la radio tiene que salir a la calle, tiene que acercarse al oyente. Sin duda, muchos de mis avispados lectores podrían argumentar que, hoy en día, no es imprescindible para tener contacto con los oyentes. Las redes sociales han acercado, y de qué manera, la radio a los oyentes. La reacción a tal o cual contenido es inmediata en este escenario público. Y su participación se puede estructurar mucho mejor. No olvidemos las notas de audio de WhatsApp que parecen haber nacido como instrumento para canalizar la participación de los oyentes en la radio. La costumbre de grabarlas nos ha hecho más concisos y breves a la hora de exponer nuestras ideas, lo que facilita el ritmo de la antena. Siempre me he manifestado un gran fan de las notas de audio de esta red de mensajería instantánea.
Pero la radio tiene que salir a la calle, tiene que acercarse al oyente. Sin duda, muchos de mis avispados lectores podrían argumentar que, hoy en día, no es imprescindible para tener contacto con los oyentes. Las redes sociales han acercado, y de qué manera, la radio a los oyentes. La reacción a tal o cual contenido es inmediata en este escenario público. Y su participación se puede estructurar mucho mejor. No olvidemos las notas de audio de WhatsApp que parecen haber nacido como instrumento para canalizar la participación de los oyentes en la radio. La costumbre de grabarlas nos ha hecho más concisos y breves a la hora de exponer nuestras ideas, lo que facilita el ritmo de la antena. Siempre me he manifestado un gran fan de las notas de audio de esta red de mensajería instantánea.
ESTE MIÉRCOLES, 11 DE DICIEMBRE, “LA
RADIO SALE A LA CALLE, ¿PARA QUÉ?”. EL EDITOR REFLEXIONA EN TORNO A LAS RAZONES
QUE DEBEN IMPULSAR LAS SALIDAS DE LA RADIO A EXTERIORES. LA RADIO NO PUEDE
MOVERSE SOLO POR EL EGM Y LA PUBLICIDAD
Si salir a la calle es ir a un teatro de una ciudad de nuestra geografía para hacer un programa como dedicado a dicha zona, pues no es lo que más me agrada. Por lo contrario, "la noticia" explicada desde el lugar de los hechos produce una proximidad que incluso la televisión con sus imágenes no acaba de dar a pesar de su principal característica, la imagen. El locutor, ante el escenario de lo que está ocurriendo, transmite cómo lo está viviendo, en la radio se ve obligado a ello.
ResponderEliminarLa radio siempre había sido la inmediatez, la facilidad de estar en el sitio antes que la televisión; el hecho que el medio visual haya conseguido también plantarse en los lugares con cierta facilidad no debe hacer tirar la toalla al radiofónico, creo yo.
PODI-.
Gracias Carlos por dedicar tu tiempo a escribir en esta web dedicada, en cuerpo y alma, a la radio... Saludos!
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